Anne Irfan, +972 Magazine
Más de medio siglo después de que Israel comenzara la ocupación de la Franja de Gaza, cada vez hay más indicios de que está utilizando su ofensiva militar actual para remodelar el territorio por completo.
El 30 de octubre +972 publicó un documento oficial del Ministerio de Inteligencia de Israel que recomendaba expulsar por completo a todos los palestinos de Gaza al desierto del Sinaí. Tras recibir informaciones de que el Gobierno israelí presionaba a Egipto para que aceptara buena parte de la población de Gaza, el primer ministro Benjamin Netanyahu confirmó en una reunión del partido Likud que estaba procurando activamente “transferir” a los palestinos fuera de la Franja. El llamamiento a la expulsión en masa, que ya ganaba partidarios en la derecha israelí antes del 7 de octubre, encuentra cada vez mayor aceptación en el discurso dominante en Israel.
Los ataques a la infraestructura de Gaza y a la población civil parecen corroborar estos planes. El comisionado general de UNRWA, Philippe Lazzarini, ha declarado que por primera vez desde su creación hace 74 años, la agencia es incapaz de cumplir su mandato en Gaza. Algunos analistas sostienen que las acciones de Israel en Gaza ahora constituyen domicidio: la destrucción masiva y deliberada de casas con el objetivo de hacer una zona inhabitable.
La cifra de víctimas mortales palestinas desde el 7 de octubre ya supera el número total de muertos en todas las operaciones israelíes anteriores en la Franja en este siglo. En el momento de escribir estas líneas las fuerzas israelíes han matado a más de 22.500 palestinos en Gaza, el 70% de ellos mujeres y niños; más de 51.000 personas han sido heridas, y casi 1,9 millones de personas, la inmensa mayoría de la población de la Franja, han sido desplazadas.