sábado, 14 de noviembre de 2009

Ciudadano comercial


En el blog de Carmen Troncoso, encuentro este interesante poema: Ciudadano comercial


Ciudadano comercial

Ubique un muro
de un ancho convincente
no mas ancho que sus brazos extendidos
y vístase con el,
despacio póngaselo
con los pies para adelante
para que se siga ciñendo
a las normas de otros.

Si le crujen los huesos
no se preocupe
se acostumbrará a ese dolor
y empezará a encogerse
sensiblemente.

Sintonice una radio a un volumen sideral
con audifonos que tapen totalmente
sus orejas y cuide que el ritmo sea narcotizante
reiterado y desafinado ex profeso.

Mire fijamente su Mini Computer,
luche contra el puntaje que tiene acumulado
por años de juego constante.
Sientase vivo con el grito de las calles,
con el acogedor pavimento,
con edificios de vidrios polarizados,
no se preocupe si no recuerda su nombre
ese esfuerzo no vale la pena,
cuando su corazon sincronice
con el pulso comercial del mundo
solo ahí liberese, se ha encontrado
a si mismo,

viernes, 13 de noviembre de 2009

Millonario fraude en empresas alemanas


A río revuelto, ganancia de pescadores. Con la crisis los fraudes y la evasión se intensifican lo que pone aún más en peligro a las finanzas públicas. No sólo cunde la economía sumergida, sino también crece el abuso de las empresas establecidas, y ojo, no hablo de pequeñas empresas.

En Alemania se ha descubierto un singular fraude en el cual hay 540 empresas involucradas. De acuerdo a Der Spiegel, muchas empresas tienen a sus empleados trabajando a tiempo completo, por menos dinero y sin contratos, para que así sigan cobrando los subsidios estatales.


La Agencia Federal del Empleo ha detectado 540 empresas en las que se practica este abuso, y estudia el tipo de sanciones que aplicará, desde la devolución de los beneficios hasta multas. Actualmente, en Alemania, hay 60 mil empresas que reciben subsidios del Estado y que benefician a màs de un millòn de trabajadores.

Barack Obama anuncia un foro sobre el empleo

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha señalado que su administración organizará en diciembre un foro sobre la creación de empleo, para discutir con la comunidad sobre cómo aumentar el empleo en los Estados Unidos.

"Es absolutamente preciso considerar otras medidas que nos ayuden a estimular y acelerar la creación de empleo en este país", dijo Obama durante un discurso en la Casa Blanca. "En diciembre, celebraremos un foro en la Casa Blanca sobre el empleo y el crecimiento. Queremos reunir a directores, ejecutivos y propietarios de pequeñas empresas, economistas y expertos financieros y representantes de los sindicatos y las asociaciones sin fines de lucro para discutir cómo podemos crear empleos y reactivar nuestra economía ".



El Presidente Obama cree que "el crecimiento que han permitido los planes de estímulo todavía no han llevado a la creación de los puestos de trabajo que necesitamos desesperadamente". La tasa de desempleo en octubre superó el 10% por primera vez desde 1983, alcanzando el 10,2%. Desde el comienzo de la recesión, Estados Unidos ha perdido 7,3 millones puestos de trabajo, según cifras del Ministerio de Trabajo.

El escándalo de la pobreza en Argentina

Gracias a Ana C., de Finanzas Públicas he visto este reportaje que la televisión española hizo sobre la pobreza en Argentina.

Trece millones de pobres en Argentina



Es escalofriante saber que en el granero del mundo un tercio de la población se muere de hambre. Va quedando en claro que mucha teoría económica atornilló exactamente al revés, y que la teoría de la maximización individual y la utilidad marginal consiguieron justamente desarrollar y poner en práctica los principios de la explotación del hombre por el hombre. Y las consecuencias saltan a la vista: lejos de generar un mundo mejor y más equitativo, nos han hecho volver a la esclavitud.

He hablado en varios post sobre la forma en que ha aumentado la desigualdad en estas últimas tres décadas, y como Chile se ha convertido en un país top en desigualdad

jueves, 12 de noviembre de 2009

Bancos Centrales impulsan alza del oro


El oro marcó otro récord y llegó a u$s 1.110,85 la onza, lo que representa un alza de 26,5% en lo que va del año. Esta alza sostenida en el valor del metal precioso se debe a que sigue subiendo la confianza en el oro mientras disminuye la confianza en el dólar, una tendencia que se acentuó tras la decisión de India de comprar 200 toneladas de lingotes, la mitad de lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) puso a la venta.

Un factor que sostiene estos elevados precios es el cambio de actitud por parte de los bancos centrales, algunos de los cuales consideran que la compra de oro es una forma de diversificar sus tenencias, y así salir del dólar y de los papeles de deuda del Tesoro estadounidense.

Durante años, los bancos centrales fueron vendedores netos de oro. Pero ya no es así; a principios de este año se supo que las reservas del metal de China se habían casi duplicado. Gran parte de los países asiáticos han ido cambiando sus dólares por oro, lo que ha provocado este lento declive del billete verde en el mundo.


La semana pasada se especuló con que China podría alzarse con las restantes 203 toneladas del oro del FMI. Brasil también es considerado un potencial comprador.

La mayoría de los bancos centrales del mundo en desarrollo tiene menos del 10% de sus reservas en oro. Por ahora, China, India, Rusia, Taiwan, Singapur, Brasil y Corea son fuertes candidatos a elevar sus tenencias de lingotes dado que el desplome del dólar no les conviene. Por eso los bancos centrales serán compradores netos de oro en el corto plazo, una situación que no producía desde 1998.

Esta tendencia neutraliza la debilidad que tiene el oro en su propio mercado: la joyería. Hasta el año pasado la demanda de oro para joyas representaba el 57% de la demanda total de oro. Pero este año la demanda global de joyas sufrió una caída del 22%.

Mientras la demanda de joyas cae, hay pocas señales de que vaya a disminuir el entusiasmo por el oro. La tienda Harrods de Londres, ha comenzado a vender oro a sus clientes minoristas. La tienda ofrece lingotes de 100, 500 y 1.000 gramos. Hasta el momento las más apetecedidas son la barras de 100 gramos, a 3.500 d{olares.

Chile tendrá una caída superior al promedio mundial


De acuerdo a los últimos datos del Imacec y de las proyecciones más recientes, Chile tendrá una caída del 1,7% durante este año, mucho más que el promedio del mundo como un todo, que vivirá una caída del -1,1% según los últimos datos del FMI. La caída de la economía chilena marca un abierto contrastre con el grupo de las economías emergentes que crecerá este año un promedio de 1,9%, fuertemente impulsados por la economía China.

La situación no es para sacar cuentas alegres fundamentalmente por el alto desempleo que legará la crisis. Aunque el gobierno ha logrado contener la tasa de desempleo gracias a los programas de emergencia, se estima que llegará en los próximos meses al 12%, tal como ocurrió en la crisis asiática. Esta tasa de desempleo es objetivamente alta y no permite ser autocomplaciente. De acuerdo a las últimas cifras, el volumen de desmpleados en el país supera los 1,2 millones de personas.
Otro antecedente relevante a la hora de sacar cuentas, es la débil tasa de generación de nuevos puestos de trabajo que se ha mantenido en los últimos años. Esto permite concluir que el desempleo se mantendrá por un tiempo superior al estimado.


Otro problema profundo que vive la economìa chilena es que el potencial de crecimiento se ha reducido dado el magro desempeño en la productividad. Las estimaciones de crecimiento potencial para la economìa chilena han caído en torno al 4,2%, despues de estar en tasas en torno al 5%, 6% e incluso más altas. Estio demuestra que la economía chilena ha perdido su norte productos de tratados de libre comercio que han conducido solamente al empobrecimiento. Recuperar esa brújula debiera ser el elemeto central del próximo gobierno, pero hasta el momento ninguno de los candidatos se manifiesta cn solidez y credibilidad en ese tema.

Wall Street domina el mundo


Esteban Hernández, Cotizalia

Don Regan, consejero delegado de Merrill Lynch, permanece al lado del presidente Reagan mientras éste pronuncia un pequeño discurso. Pero debe estar demorándose más de la cuenta, por lo que Don, que comienza a impacientarse, se acerca al presidente de los EEUU con cara seria y le espeta con tono firme: “Date prisa”. Ronald Regan asiente y procede, con aire obediente, a agilizar su intervención. La escena puede verse en la última película de Michael Moore, Capitalismo, una historia de amor, que se estrenará el próximo 20 de noviembre en España, y donde el cineasta la utiliza como metáfora de la relación entre el poder financiero y el poder político: unos mandan, otros obedecen.

Pero no se trata sólo de la opinión vertida por un director de cine. Más al contrario, se trata de una creencia que está consolidándose entre amplias capas de la población occidental, especialmente a partir de la crisis y de sus planes de rescate. Desde entonces, son frecuentes las noticias que resaltan las intensas uniones entre los poderes político y económico. Así, medios estadounidenses han resaltado cómo el gobierno económico de Reagan estuvo directamente inspirado por las doctrinas que emanaban de Merril Lynch, cómo muchos altos cargos de los últimos tiempos provienen de Goldman Sachs (es el caso de Henry Paulson, Lawrence Summers o Mark Patterson), cómo hay que haber trabajado en los más influyentes grupos financieros para acceder a un puesto en la Reserva Federal (ocurre con Rick Rubin, Ben Bernanke o Tim Geithner) o cómo las políticas nacionales están siendo dirigidas más para beneficiar a actores concretos que al propio país. En ese orden, la empresa estrella de las críticas es Goldman Sachs, no sólo por el número de ex directivos suyos que han pasado a formar parte del gobierno de Estados Unidos sino porque se le ha atribuido un papel principal en esta crisis. En un artículo en Rolling Stone, el periodista Matt Taibbi afirmaba que Goldman Sachs ha jugado siempre al mismo juego: situarse en medio de una burbuja especulativa, atrayendo los recursos de la clase media para invertirlos en bienes que sabe que se depreciarán. Y sacando además partido del ciclo contrario: cuando la burbuja explota, presta dinero con interés para remontar la crisis. Lo que ocurre, y en esto radicaba la gravedad de las afirmaciones de Taibbi, es que Goldman lo hacía no sólo gracias a la complicidad del regulador sino con su participación necesaria. Sin el cambio de las normas promovido por los políticos no hubiera sido posible ni la creación de grandes conglomerados bancarios como AIG, Citigroup o Bank of America ni el gran margen de actuación del que gozaron. En definitiva, estaríamos ante hechos que demostrarían cómo, en nuestro mundo, el poder financiero se afirma muy por encima del político.


Así lo cree Juan Carlos Monedero, profesor de ciencia política de la Universidad Complutense y autor de El futuro de las palabras (Ed. Fondo de Cultura Económica), quien señala cómo “el capitalismo, cuando sufre una de sus crisis cíclicas, intenta una salida desesperada a través de la financiarización, que es lo que estamos viendo en los últimos 30 años, lo que deriva en la constitución de grandes grupos económicos que maniatan al poder político a través de su capacidad para controlar la economía”. Y Monedero percibe un segundo elemento que explicaría este predominio de lo financiero, como es la espectacularización de la política: “Hemos importado los modos electorales norteamericanos, lo que ha encarecido las campañas y ha entregado de rodillas el poder político a quienes tienen capacidad para sufragar las campañas electorales”.

Además, como señala el periodista Pascual Serrano, autor de Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo (Ed. Península), no se trata sólo de que quienes tienen el dinero influyan enormemente a la hora de decidir quiénes accederán al poder, sino que también “controlan el margen de maniobra de los elegidos. El intento fallido de Obama, y antes de Hillary Clinton, de reformar el sistema sanitario de su país es una muestra más de cómo las grandes empresas están impidiendo que los representantes políticos lleven a cabo su programa. Lo que es aún más palpable en un asunto como este, en el que los políticos tienen a su favor a gran parte de la ciudadanía”. En este sentido, y como sintetiza Monedero parafraseando una vieja afirmación, estamos en un escenario político en el que “el partido sustituye a la sociedad, el comité central al partido, el secretario general al comité central y los bancos que financian ese entramado al secretario general”.

Pero no se trata de una creencia que esté cuajando sólo en un sector político determinado, el de la izquierda, sino que abarca todo el ámbito de las ideas. Para alguien como Javier Ruiz Portella, director de la editorial Áltera, que proviene de un entorno opuesto al de Monedero o Serrano, también resulta evidente que “el peso del capital financiero resulta totalmente decisivo en la política. Y el mejor ejemplo son las escandalosas operaciones de rescate que han llevado a cabo los Estados a partir del momento en que la famosa mano invisible de Adam Smith no ha funcionado”. Para Ruiz Portella, lo más llamativo es que “se les están regalando cifras mareantes a entidades financieras que dan beneficios en sus cuentas anuales”.

Probablemente porque el asunto de las subvenciones a los bancos haya influido en la opinión pública, pero lo cierto es que las críticas a esta presencia del capital financiero han venido de todos los ámbitos, no sólo desde los políticamente concienciados. En Estados Unidos, hubo una gran resistencia a estos planes de rescate lideradas por los republicanos, pero en la que también destacarondemócratas. La más relevante, la congresista Marcy Kaptur, (gran estrella de la película de Michael Moore) una mujer con casi tres décadas de experiencia en la Cámara de Representantes y que tildó a estos planes de “golpe de estado financiero”, un calificativo que comparten algunos de sus compañeros en la Cámara. La tesis de Kaptur es que asustaron a los ciudadanos (y a los propios congresistas) exagerando las dimensiones y la gravedad de la crisis hasta que las entidades bancarias lograron los recursos que pretendían para seguir ganando dinero.

Para los expertos consultados resulta evidente que en el contexto político contemporáneo, hecho de suspicacias y de escándalos de corrupción, este tipo de actuaciones habrá de generar consecuencias. Y la primera de ellas es la creciente desconfianza respecto del sistema en sí. Para Monedero, “hablar de democracia capitalista es una contradicción en los términos. La esencia de la democracia es el igualitarismo mientras que la del capitalismo es el enriquecimiento de los más aptos. Y son dos lógicas que sólo pueden acercarse ocasionalmente en lugares muy concretos y en momentos históricos muy concretos”. Según Portella, el descontento actual “tiene que ver con una crisis profunda que cuajará, si los efectos de la crisis son más duros de lo que han sido hasta ahora, en nuevas concepciones políticas que hasta ahora han estado en los márgenes”.

Para Antonio Arcones, presidente de la Fundación Burke, lo que esta crisis nos demuestra es que “las connivencias entre el ámbito político y el económico siempre son negativas, porque el poder legisla a favor de los grandes. Se critica al mercado porque se dice que es una forma de dar carta de libertad a los poderosos, pero lo cierto es que cuanto más intervencionista es el sistema político, más fácil es que regule a favor de las grandes empresas”. Por eso, las consecuencias negativas que trae la crisis están recayendo en quienes, por su aislamiento, carecen de fuerza para defender sus posiciones. “Nadie en el Estado interviene hoy a favor de las Pymes, del taxista o del tendero, porque no tienen capacidad para lograr que el sistema se ajuste en su favor. Los pequeños no hacen más que pagar impuestos mientras que los grandes logran que el Estado acuda en su rescate cuando las cosas les van mal. No hay más que fijarse en lo que están haciendo con el sector automovilístico”.

Así, Arcones niega que estemos ante un momento de crisis del capitalismo. “Es brutal que a un sistema como el nuestro, en el que la participación de las diferentes administraciones en el PIB es de más del 40% y donde la regulación lo abarca todo, se le pueda llamar capitalismo. Dicen que la crisis es consecuencia del liberalismo extremo cuando estamos en una economía intervenida”. En consecuencia, las transformaciones políticas que augura Arcones a partir de esta crisis deberían estar focalizadas en la defensa de los pequeños “de los autónomos, del profesional, del pequeño empresario”, y habrían de dirigirse hacia “la drástica reducción de tamaño de un Estado que cada vez trata de intervenir más en nuestras actividades y que pretenden cobrarnos más impuestos”.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Un mapa sobre el impacto de un aumento de la temperatura global de 4ºC


Uso de este mapa interactivo: Esta versión interactiva del mapa le permite seleccionar el tipo de impacto en distintas áreas geográficas así como acceder a información más específica.

Este mapa será presentado en la cumbre sobre el Cambio Climático que se realizará en diciembre en Copenhague. La proyección se basa en el modelo HadCM3 del Hadley Centre y muestra que un aumento promedio de 4º no se distribuye uniformemente en todo el mundo.

Algunos de los efectos dan cuenta que grandes zonas de la selva amazónica podrían desaparecer, sea por la sequía o por la propagación descontrolada del fuego. Esto dependerá fuertemente de la medida en que disminuyan las precipitaciones, tema sobre el cual no hay consenso.


El Ciclo del Carbono:
El aumento en el siglo 20 en la concentración de CO2 era sólo un 40-50% de la tasa real de las emisiones, dado que el resto fue absorbido por los ecosistemas del mundo y los océanos. Este proceso puede ser transformado por el cambio climático, de modo que el impacto de las emisiones en las concentraciones atmosféricas pueden ser mayores en el futuro. A 4ºC (7ºF) aumento de la temperatura media mundial, la proporción de las emisiones de CO2 que permanece en la atmósfera podría aumentar hasta en un 70%.

Agricultura
En la agricultura el cambio climático afecta directamente la productividad de los cultivos y la producción de alimentos. Los cambios en las diferencias regionales de los patrones climáticos pueden modificar la producción y el consumo. Las evaluaciones actuales se limitan a las alteraciones del clima medio, pero condiciones climáticas extremas o retroceso de los glaciares puede acelerar la disminución de la productividad.
Un aumento de 3ºC puede hacer disminuir en un 20% la producción de los cultivos. Esto podría significar que cientos de millones de personas estarían en riesgo de hambre. Gran parte de este incremento se producirá en el Africa subsahariana y en Asia y América Central.

Disponibilidad de Agua
Un aumento de la temperatura media de 4ºC tendría un efecto sustancial en los flujos de los ríos, lo que puede llevar a varios millones de personas a vivir en zonas con limitada disponibilidad de agua (menos de 1.000 m3/persona/año).

Aumento del nivel del mar
El aumento del nivel del mar es una consecuencia inevitable del aumento de las temperaturas globales. Las zonas costeras de baja altura serán muy vulnerables a las inundaciones y a desaparecer. Como estas zonas tienen a menudo poblaciones de alta densidad, se esperan migraciones significativas hacia zonas que pueden tener un uso agrícola, provocando una transformación en la biodiversidad de la tierra. Actualmente se estima que 600 millones de personas viven a no más de 10 metros sobre el nivel del mar.

Efectos globales
El aumento de la temperatura no aporta elementos satisfactorios. Habrá un impacto significativo en la salud; el incremento de la temperatura afectará la disponibilidad de agua, la productividad agrícola, aumentará el riesgo de incendio, la fusión de las capas de hielo y el deshielo del permafrost. La actividad comercial también se verá afectada por la pérdida de la productividad en las condiciones más calurosas o el costo de mantenimiento de ambientes de trabajo más fresco.

La ola de calor puede aumentar la mortalidad y generar otros efectos adversos para la salud, incluso cuando exista aclimatación. A modo de ejemplo, basta recordar que la ola de calor en Europa fue responsable de alrededor de 35.000 muertes adicionales.

martes, 10 de noviembre de 2009

El dólar deja de ser "lo más parecido al oro"


Tras la segunda guerra mundial y los acuerdos de Breton Woods el dólar quedó indisolublemente ligado al oro, lo que facilitó el creciente comercio mundial entre las décadas de los años 50 y 60. Sin embargo, los costos de la guerra de Vietnam obligaron a Richard Nixon aquel domingo 15 de agosto de 1971 a terminar con la convertibilidad del dólar en oro. La consecuencia directa de esta decisión unilateral fue la sostenida devaluación del dólar, que en los años 70 desató una inflación generalizada y cuya curación, a partir de 1979, consistió en dos recesiones para Estados Unidos y la crisis de la deuda para el Tercer Mundo en lo que se llamó “la década perdida” para América Latina.

Siga leyendo este arículo en El Blog Salmón


Cifras del Petróleo fueron distorsionadas por presión de EE.UU.


De acuerdo a la declaración de un informante de la Agencia Internacional de Energía AIE, el mundo está mucho más cerca de quedarse sin petróleo que las estimaciones oficiales. La información aparece publicada en The Guardian, señalando que las cifras han sido deliveradamente adulteradas por el temor a provocar compras de pánico.

El funcionario afirma que los Estados Unidos han desempeñado un papel influyente para subestimar la caída en la producción de los campos petroleros existentes y han exagerado las posibilidades de encontrar nuevas reservas.

Esta información plantea serias dudas sobre la veracidad de los informes de la World Energy Outlock que son utilizados por varios gobiernos para orientar sus políticas energéticas. En el último informe de la WEO se señala que podía aumentarse la producción de petróleo de 83 millones de barriles diarios a 105 millones de barriles sin ningún problema. Sin embargo, algunos críticos han sostenido que eso no es posible dado que ya se alcanzó el pico del petróleo, tema que tiende a ser negado.


Pese al rechazo de las autoridades, la teoría de pico del petróleo va siendo confirmada en el propio corazón de la producción mundial de energía. En el año 2005 la AIE manifestó que el suministro de petróleo podría llegar a 120 millones de barriles diarios el año 2030. Sin embargo, los hechos reales la obligaron a ir reduciendo gradualmente la producción a 115, a 110 y a 105 millones el año pasado, número que sigue siendo muy alto. Se considera incluso que cifras del orden de los 90 a 95 millones de barriles diarios serán imposibles de alcanzar.

La AIE fue creada en 1974 despues de la crisis del petróleo en un intento de salvaguardar el suministro de energía para occidente. La corrupción que se puede ver a todo nivel ha manipulado la información sobre las reservas reales para tomar ventaja en los mercados y obtener jugosas ganancias. Cuando se sepa la verdad es probable que ya sea demasiado tarde.


Más información | The Guardian
Reservas de petróleo se agotan más rápido de lo previsto

lunes, 9 de noviembre de 2009

Una cita con la historia


Mil bloques de poliestireno se derrumbaron siguiendo el efecto dominó en la conmemoración de los 20 años de la caída del muro de Berlín. Esta vez la celebración no tuvo un cielo estrellado y los lideres cruzaron las puertas de Brandenburgo con paraguas. A la cita llegaron representantes de unos 30 países a acompañar a Angela Merkel, como Hillary Clinton, Dmitri Medvedev y Nicolas Sarkozy.



Y ese es el histórico momento de la caída del muro, hace 20 años:


otras lecturas:
- Muros visibles e invisibles, Carlos Pérez Soto
- La dolorosa muerte del sueño económico norteamericano, Larry Elliott
- El muro de Berlín tenía que caer, pero el mundo de hoy no es más justo, Mikhail Gorbachev

Ocho siglos de crisis financieras


A poco de cumplirse dos años de la actual crisis financiera y cuando los signos de recuperación son aún bastante débiles, se puede advertir que el germen de la crisis radica en la arrogancia que provoca la locura financiera.
Los economistas Kenneth Rogoff y Carmen Reinhardt, a través de la investigación de ocho siglos de vida económica logran determinar los períodos de auge y caída de los ciclos económicos. Así es como Rogoff y Reinhardt concluyen que aspectos como la deuda externa, los déficit fiscales, la desregulación de los mercados y el endeudamiento de corto plazo, son los indicadores claves para determinar una crisis.

Ahora que todos esos indicadores están al alza (déficit fiscales, desregulación y endeudamiento) vemos que estamos a las puertas de una nueva gran crisis. Es decir, lejos de salir de la crisis que cumplirá dos años en diciembre, nos sumergiremos en otra quizá aún más grave. La arrogancia y la ignorancia, son los fenómenos recurrentes que están siempre presentes en las crisis financieras.

Más información | PBS.org

Enlaces 9/11/2009

- Bueno, pero insuficiente, Paul Krugman
- El FMI admite que estudia imponer una tasa a la banca, El País
- Dos utopías regresivas, Joaquin Estefanía. El País
- Como funciona la nueva fórmula del colapso capitalista, Manuel Freytas. Rebelión
- Neoliberalismo y desarrollo, la fórmula de un fracaso anunciado, Pedro Antonio Honrubia
- India compra oro: jaque al dólar, Alfredo Jalife-Rahme. La Jornada
- La mala influencia de Obama, Naomi Klein. La Jornada
- El mito de la recuperación USA, Rebelión
- Veinte años después del Muro, Joschka Fischer. Project Syndicate. Asuntos Públicos


En Inglés:
- Twenty years after the fall of the Berlin wall, Gerlinde Sinn - Hans-Werner Sinn. Voxeu.org
- How we can restore trust in financial institutions, Gordon Brown. Financial Times
- World needs new financial architecture, George Soros
- The Man Who Predicted the Depression, The Wall Street Journal

La dolorosa muerte del sueño económico norteamericano


Este interesante artículo de The Guardian ofrece una de las miradas más realistas sobre la crisis que estamos viviendo, y sufriendo: el sueño americano ha terminado: the american dream is over, tal como el letrero de la imagen. Fue reproducido en Sin Permiso

Larry Elliott, The Guardian

La verdad es que no se suponía que fuera a terminar así. Cuando el Muro de Berlín se derrumbó hace veinte años, la Guerra Fría acabó con la victoria de Occidente. En lugar de dos superpotencias, quedó una. En lugar de ideologías en competencias, quedó el capitalismo, y además en una versión especialmente desacomplejada.

George Bush el Viejo declaró que el mundo aprendería a hacer las cosas al estilo norteamericano. "Sabemos lo que funciona", afirmó. "Los mercados libres funcionan".

Los confines del mercado se fueron ensanchando durante dos décadas, abarcando a China e India, así como a la antigua Unión Soviética y sus satélites. El veloz crecimiento produjo una impresionante reducción de la pobreza en China e India; y hay pocos polacos o checos que añoren los días en que Moscú manejaba los hilos.

Pero resultaba inevitable en todo momento que, tarde o temprano, la globalización se diera de bruces con la crisis, y lo que hemos visto en los últimos dos años no es más que el comienzo de ello. No dejemos que nos engañe la recuperación para necios de los últimos seis meses: los americanos andan de nuevo agotando sus ahorros para consumir bienes que no pueden permitirse; las exportaciones de China se disparan.


Han vuelto los desequilibrios globales. La combinación de cambio político y revolución tecnológica siempre ha producido agitación. Lo que fue verdad al coincidir la hiladora de husos múltiples con la Ilustración no resultó menos cierto cuando una segunda oleada de inventos -el cine, la luz eléctrica, el automóvil, el aeroplano- coincidió con el desmoronamiento del equilibrio de poder decimonónico.

La tecnología digital y la biociencia impulsarán la tercera revolución industrial, pero estos cambios tienen lugar en un momento en el que la difusión del mercado ha incrementado inmensamente el ejército de reserva laboral. La hegemonía de Norteamérica se ve amenazada por el ascenso de China.

Son, pues, tiempos combustibles. Esta crisis ha tardado en llegar, y la historia sugiere que el periodo de trastorno será prolongado y doloroso, como lo fue entre 1914 y 1945.

No tardaron en aparecer las primeras grietas en el nuevo orden global. La edad de oro duró apenas la mitad de una década, el periodo entre el alzamiento del telón de acero y la creación de la Organización Mundial del Comercio en 1994. A lo largo incluso de ese lustro se registraron señales de inquietud, de las que no fue la menor el impacto del tratamiento de choque aplicado a la economía rusa a principios de los años 90.

Pero fue la sucesión de crisis financieras que se iniciaban en la periferia de la economía global y se abrían gradualmente camino hacia el centro lo que desmintió la noción de que habría una transición suave y regular al nirvana del mercado. Se ignoraron los avisos de México, Tailandia y Corea del Sur, del derrumbe de los fondos de protección ("hedge funds") de Long Term Capital Management [*] a la burbuja de los punto com.

A los políticos no les costó nada desechar estos detonantes como dolores de una dentición en desarrollo. El crecimiento era fuerte y la inflación baja. Desde principios de los años 90 a mediados de la primera década posterior al 2000 tuvimos lo que Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra, describió como la década "bonita" o NICE, es decir, los años de "noninflationary continual expansion" (continua expansión sin inflación).

Por supuesto, la clave estuvo en la deuda. La pérdida de poder adquisitivo y de negociación de los trabajadores de Occidente quedó compensada con los feroces periodos de auge del precio de los activos que permitió a los consumidores pedir prestado sobre la base del valor creciente de sus hogares.

Eso no sólo era cierto de economías desarrolladas tales como los EE.UU. y Gran Bretaña. El informe anual de transición del Banco Europeo de Recostrucción y Desarrollo, publicado hoy, afirma que la afluencia de capital a gran escala a los países del Este de Europa había "contribuido al auge del crédito y del préstamo en moneda extranjera. Estas cosas, a su vez, hicieron más profunda la crisis y complicaron su gestión".

Al igual que en Gran Bretaña y los Estados Unidos, la fácil disponibilidad del crédito vino a suponer niveles de deuda excesivos cuando la economía se resintió y exigió una acción internacional concertada para impedir un desplome de la banca del género del ocurrido en Islandia. Como es comprensible, los políticos se han quedado perplejos ante la primera crisis sistémica de la era global. Hasta 2007 pensaban que su trabajo consistía en hacer pequeños ajustes en las economías de mercado; y se enfrentan en cambio a un desafío existencial: ¿hacia dónde tiramos partiendo de aquí?

La opción uno es la schumpeteriana: esta es una época de destrucción creativa, de modo que bien podemos aguantarnos y soportarlo. El problema del sistema financiero es que no se le ha permitido que funcione como debiera: hay que dejar caer a la banca mal gestionada para que los buenos bancos puedan prosperar. La segunda opción es "business as usual", que todo siga como de costumbre, la cual, como resulta previsible, es la que prefieren la City y Wall Street. Considerando el volumen de los cheques del bienestar aportados por el contribuyente, las grandes finanzas apenas pueden presentar objeciones ante la perspectiva de una regulación más estricta, pero están cabildeando duramente en contra de cambios más radicales. Se habla mucho de tirar al niño con el agua del baño y matar a la gallina de los huevos de oro.

Los conservadores militan este campo, y no sólo porque David Cameron piense de modo excéntrico que la crisis la causó el exceso de gobernación más que su ausencia, sino debido a que Boris Johnson [alcalde conservador de Londres] anda cabildeando activamente en nombre de los hedge funds y las empresas de capital riesgo de la City con el fin de bloquear una reglamentación europea más estricta.

La opción tres consiste en seguir como de costumbre añadiéndole algunos extras. Reconoce que se ha producido un problema sistémico en el sector financiero, pero considera que la respuesta ha de consistir en una supervisión más estricta, una vigilancia mejorada de la economía global por parte del Fondo Monetario Internacional, cambios en las normas sobre capital de riesgo para garantizar que los bancos no puedan tomarse tantas libertades a la hora prestar en periodo de auge, y nuevas estructuras de incentivos para financieros que favorezcan el crecimiento a largo plazo de los negocios por encima de la actividad especulativa a corto plazo. Aquí es donde encontraríamos, no hay que ser un lince para adivinarlo, a Gordon Brown y Barack Obama.

Pero existe un variopinto hatajo de descontentos para quienes el que todo siga como de costumbre, cualquiera que sea la forma, significa que estallará otra crisis en no mucho tiempo. Sostienen que la exigua naturaleza de las actuales propuestas de reforma se explica por el cautiverio institucional al que han reducido a los gobiernos los bancos de inversión, los grupos de presión más poderosos del mundo.

Las ideas de King de separar los bancos en divisiones comerciales y de inversión le coloca en el grupo de la opción cuatro, al igual que el apoyo de Adair Turner a imponer tasas a las transacciones financieras. Hay quien iría más allá. Un informe reciente del Comité de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (Unctad) urgía a repensar "la suposición convencional de que desmantelar todos los obstáculos transfronterizos a los flujos de capital privado es la mejor receta para que los países avancen en su desarrollo económico". Quienes apoyan un "new deal" verde -políticas monetarias y fiscales expansioniarias destinadas a impulsar las energías renovables y apoyar a las empresas que desarrollan tecnologías medioambientales- afirman que debería haberse utilizado el ajuste cuantitativo [imprimir moneda y ponerla en circulación] para apoyar la inversión sostenible y productiva en lugar de volver a hinchar los precios de los activos. Si la causa de raíz de la crisis financiera estuvo en los desequilibrios de la economía global provocados por la búsqueda de mayores beneficios, la reforma real exigirá salarios reales más altos en Occidente, de modo que los consumidores dependan menos de la deuda. Eso significa un desplazamiento en el equilibrio de poder entre trabajo y capital; significa también repensar el modelo de capitalismo de accionistas.

Por último están quienes creen que cualquier reforma convencional está destinada a fracasar porque cualquier modelo basado en el crecimiento está reñido con la viabilidad del planeta.

¿Dónde está hoy el centro político de gravedad? En algún sitio entre la opción dos y tres. Eso no sólo representa una oportunidad perdida sino una profunda falta de juicio.

Se están sembrando las semillas de la próxima crisis. Aquí mismo, ahora mismo.

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[*] Long Term Capital Management, fundada por John Meriwether, afamado operador financiero procedente de Salomon Brothers, se jactaba de contar con dos premios Nobel de Economía, Myron Scholes y Robert Merton, en su junta. Mientras LCTM adivinó correctamente la orientación de los precios, ganó dinero. En un principio disfrutó de rendimientos medios de un 33% anual, al operar en posiciones muy apalancadas con grandes cantidades de valores prestados por bancos comerciales y de inversión, con el fin de aprovechar pequeñas discrepancias en los precios relativos de instrumentos como bonos, swaps y opciones, así como acciones y derivados . Cuando en agosto de 1998 Rusia devaluó el rublo y declaró una moratoria sobre los bonos del Estado, se produjo una huida masiva de los inversores en mercados de riesgo a instrumentos más seguros como los bonos del tesoro norteamericanos. Con el nerviosismo del mercado, los inversores reclamaron su dinero a LCTM. El fondo no pudo devolverlo, pues sus responsabilidades excedían con mucho a sus activos (un descubierto equivalente a 28 veces sus activos). Temerosas de las repercusiones, las autoridades financieras norteamericanas intervinieron para garantizar una devolución ordenada del dinero de los inversores.

Larry Elliott dirige la sección de economía del diario británico The Guardian.

Lecturas sugeridas:
- En el ojo del huracán
- La cópula gaussiana que mató a Wall Street
- ¿Quién dijo que el tiempo no puede repetirse?
- ¿Un premio Nobel para recuperar la pelota?


Muros visibles e invisibles


A propósito de los veinte años del fin del Muro de Berlín, una reflexión de nuestro profesor Carlos Pérez Soto:
- Muros visibles e invisibles




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