Mostrando las entradas con la etiqueta Capitalismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Capitalismo. Mostrar todas las entradas

jueves, 28 de noviembre de 2024

La crisis del capitalismo tardío y la banalidad del mal


Fernando Rosas, Sin Permiso

El concepto “banalidad del mal” fue propuesto por Hannah Arendt en el libro publicado en mayo de 1963 sobre el juicio de Adolf Eichmann en Jerusalén entre abril de 1961 y mayo de 1962, fecha en la que fue ejecutado después de confirmarse su sentencia de muerte. Eichmann era el teniente coronel de las SS, destacado en la Gestapo, la policía política de la Alemania nazi, donde se había convertido en el principal «especialista» de la «cuestión judía», llegando a ser responsable de la gigantesca operación logística que implicó el exterminio de la población judía de Alemania y de todos los países bajo ocupación del III Reich. Es decir, el censo y concentración coercitiva de los judíos en cada país, el inventario minucioso de sus bienes con vistas a la expropiación por parte del Estado nazi, la planificación y realización del transporte ferroviario y la distribución por los campos de exterminio o de concentración y finalmente la recolección de los despojos rentables dejados por las víctimas (joyas, dientes de oro, cabellos…) y su envío al Ministerio de Economía y al Tesoro del Reich.

El estudio del voluminoso proceso judicial contra el Obersturmbannführer responsable de la vertiente logística del holocausto y el análisis de su comportamiento en los tribunales llevaron a H. Arendt a formular la idea de que la barbarie criminal del nazismo sólo fue posible mediante la difusión generalizada, como un hongo, de lo que calificó como la banalidad del mal. Es decir, la quiebra del pensamiento crítico, la incapacidad de distinguir entre el bien y el mal, la normalización de la barbarie, de la prepotencia, de la injusticia, el sonambulismo social frente a la explosión y la discriminación. En definitiva, el “colapso moral” de las actitudes y comportamientos dominantes. Es importante precisar dos puntos esenciales en el enfoque de Arendt sobre la banalidad del mal.

domingo, 24 de noviembre de 2024

El capitalismo neoliberal impulsa la espiral de la muerte de la democracia

La globalización financiera ha puesto el destino de sociedades enteras en manos de inversores a los que sólo les importan las señales de los precios y que son ajenos a las necesidades humanas. La financiarización económica terminó con ia idea del Estado-Nación y redujo el margen de maniobra de los gobiernos

Katherina Pistor, Sin Permiso

Estas elecciones norteamericanas marcan lo que los alemanes llaman un Zeitenwende («punto de inflexión»). Los votantes están señalando claramente que quieren un cambio, que prefieren un segundo gobierno de Donald Trump a otro gobierno provisional que presida un régimen que rechazan.

Es cierto que los partidos políticos que prometieron proteger el statu quo han perdido este año las elecciones en un país tras otro. Pero es difícil de sobreestimar la importancia de que los votantes de la democracia más antigua del mundo rechacen los fundamentos constitucionales de su país: el Estado de derecho, un poder judicial independiente e imparcial, un proceso justo y un traspaso ordenado del poder.

El juego de acusaciones comenzó antes de que se conocieran los resultados de las elecciones, centrándose como era previsible en el elitismo, la identidad y la propia candidata perdedora. Este ciclo de recriminaciones desgarrará al Partido Demócrata y lo hará aún menos apto para gobernar en el futuro. También distraerá la atención de la verdad que nadie quiere ver: el capitalismo. La democracia se encuentra en una espiral de muerte porque está sometida a un régimen socioeconómico que enfrenta a todos contra todos, socavando la capacidad de consenso y de toma de decisiones colectiva.

lunes, 18 de noviembre de 2024

Ensayo sobre la subjetividad política del capital

El carácter fetichista del capital es un tema ampliamente abordado por Marx y los marxistas. Pero, ¿qué sucede con los sujetos que realizan las funciones políticas, estatales, hegemónicas del Estado bajo el imperio del capital? ¿Produce el carácter alienante, fetichizante y despersonalizador del capital una forma particular de subjetividad política?

Manuel Samaja, Jacobin
«El capitalista mismo solo es una potencia en cuanto personificación del capital»
Karl Marx, Teorías sobre la plusvalía
Aquí presentaremos brevemente algunas ideas relativas a lo que podría denominarse una teoría sobre la subjetividad del capital y, especialmente, sobre la subjetividad política del capital. Conviene dejar sentado desde el comienzo que lo que sigue abreva fundamentalmente en la concepción del último Lukács —expuesta en su gran tratado Sobre la ontología del ser social— así como en múltiples ideas de István Mészáros y de Évald Iliénkov. El texto que presentamos aquí, pues, constituye una apretada síntesis de un estudio y reflexión actualmente en pleno desarrollo.

¿Subjetividad del capital?


Hablar sobre la «subjetividad del capital» probablemente produzca ciertas precauciones y hasta escepticismo, cuando no un directo rechazo. Después de todo, el capital no es un demiurgo ni un sujeto autónomo sino una relación social, un modo de la producción social, una forma de organizar la producción, la distribución, el cambio y el consumo.

Sin embargo, como decía Marx, el capital —el valor en proceso de valorización— no es una relación social sin más sino, más bien, una relación social que se presenta en la forma de una cosa. O, mejor, el capital es una relación social que se presenta en la forma de una serie de cosas, una relación social que debe metamorfosearse y «enmascararse» de múltiples «cosas»: dinero, mercancías (fuerza de trabajo, medios de producción), proceso de producción, mercancías preñadas de plusvalor, nuevamente dinero, etcétera. Cabe señalar que estas «cosas» en las que se encarna el proceso de valorización no son meras «cosas» sino —según expresión de Marx— objetos «físicamente metafísicos», relaciones sociales cosificadas.

miércoles, 13 de noviembre de 2024

Estados Unidos: un abismo en el centro

La suicida corrida hacia la derecha de los Demócratas facilitó la aplastante victoria del magnate. En varios temas claves era muy difícil discernir cuál era la diferencia entre éste y su adversaria

Atilio Borón, La Haine

La rotunda derrota de Kamala Harris en la reciente elección presidencial de EEUU certifica, por enésima vez, que cuando una sociedad ha sido ganada por una generalizada crispación, las propuestas tibias, moderadas, evasivas como las planteadas por la candidata demócrata son el seguro camino para sufrir un aplastante revés electoral.

El malhumor social producido por frustraciones de tipo económico o político; o por el temor perversamente infundido por la clase dominante; o por el odio direccionado en contra de categorías sociales estigmatizadas, los inmigrantes de origen latino en el caso norteamericano, hace que la ciudadanía sea atraída por quienes mejor sintonizan con su enojo y su frustración. Y Trump apareció ante los ojos de millones como alguien dispuesto a poner fin a ese estado de cosas.

Conclusión: cuando las circunstancias sociales están signadas por la inmoderación, la moderación se convierte en un pecado. Y la candidata demócrata lo cometió.

Harris ciertamente corrió con desventaja. Entró muy tarde en la campaña, producto del inesperado derrumbe de la candidatura de Biden después del fatídico debate con Donald Trump. Para colmo de males, su gestión como vicepresidenta tuvo un tono grisáceo que poco o nada colaboró para construir una imagen presidenciable y atractiva ante los ojos de la opinión pública. Y una sociedad bombardeada por la continua prédica catastrofista de la ultraderecha, azuzados sus peores instintos tribales por el demencial conspiracionismo de Trump y sus voceros hablando de un país “invadido” por indeseables extranjeros, mal podía prestar su apoyo a quien era vista como corresponsable de tan infausta situación, habida cuenta de su condición de vicepresidenta de EEUU.

martes, 5 de noviembre de 2024

En Israel se está imponiendo una preferencia «heroica» por la autodestrucción

Israel se tambalea al borde del abismo: No dispone de las fuerzas necesarias; no tiene una cultura de tolerancia al sufrimiento; y no podrá imponerse a la pluralidad de resistencias a las que se enfrenta

Alastair Crooke, Strategic Culture

Hace siglos nació un niño. Sus padres comprendieron que tenía ante sí un destino extraordinario que reflejaba la Voluntad del Gran Chamán. Tenía el pelo claro, los ojos verdes claro y la piel pálida.

Parecía evidente que gozaba del favor divino. Pero un día, el padre del muchacho -una figura de prestigio- fue asesinado. La familia quedó así desprotegida, y los nómadas destrozaron los restos de su hogar. Le convirtieron en esclavo. Le pusieron cepos de madera en las piernas para que no pudiera andar.

Vivió como un perro y creció como un perro, encadenado a la intemperie, comiendo comida podrida, congelándose en las noches de invierno, deseando la muerte.

Sin embargo, la muerte le perdonó la vida. Cuando finalmente escapó, su psique fue torturada. Las voces dentro de su cabeza; los gritos de su padre; el fuego abrasador; su madre siendo torturada y asesinada; Todo susurraba, simplemente destruye todo lo que se interponga en tu camino, y estos recuerdos se purgarán.

Elecciones EEUU: guerra entre poder corporativo y oligarquía

El poder corporativo necesita estabilidad y un gobierno tecnocrático. El poder oligárquico prospera en el caos y, como dice Steve Bannon, en la "deconstrucción del Estado administrativo"

Chris Hedges, ScheerPost

En EEUU, la elección es entre el poder corporativo y el oligárquico. Ninguno de los dos es democrático. Ambos han comprado a la clase política, la academia y la prensa. Ambos son formas de explotación que empobrecen y desempoderan a la gente. Ambos canalizan el dinero hacia arriba, hacia las manos de la clase multimillonaria.

Ambos desmantelan regulaciones, destruyen sindicatos, destripan servicios gubernamentales en nombre de la austeridad, privatizan todos los aspectos de la sociedad estadounidense, desde los servicios públicos hasta las escuelas, perpetúan guerras permanentes, incluido el genocidio en Gaza, y neutralizan a unos medios de comunicación que, si no estuvieran controlados por las corporaciones y los ricos, deberían investigar su saqueo y corrupción. Ambas formas de capitalismo destripan el país, pero lo hacen con herramientas diferentes y tienen objetivos diferentes.

lunes, 4 de noviembre de 2024

Los BRICS y el nuevo escenario mundial

El multipolarismo es la verdadera revolución en curso de nuestra era que marcará el destino del mundo, y de cuyo resultado dependerá la posibilidad de una nueva perspectiva socialista

Marcelo Colussi, La Haine
"Occidente dice llevar libertad y democracia a otras naciones. Esa democracia es superexplotación, y esa libertad es esclavitud y violencia. Esa democracia es hipócrita hasta la médula".
Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa.

Occidente imperialista

El capitalismo surgió en lo que habitualmente se llama Occidente: Europa, y de ahí pasó a las colonias norteamericanas. EEUU, ya independizada de la corona británica, paso a paso terminó siendo la gran potencia capitalista, ejerciendo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial un dominio planetario. Pero hoy, ya bien entrado el siglo XXI, las cosas tienden a cambiar. La gradual caída de Occidente como imperio dominante y la aparición de nuevos polos de gran poder en Asia no significan el inmediato abandono del capitalismo.

En este momento, con esta recomposición que están impulsando Rusia y China y la puesta en marcha de los BRICS, nada indica la superación del sistema capitalista. O, al menos, no está sucediendo lo que se puede haber predicho 150 años atrás, cuando el capitalismo industrial parecía indicar una marcha hacia "la sociedad socialista". Rusia camina ahora por una senda de libre mercado: "No debemos volver a 1917", dice uno de los asesores cercanos del presidente Putin. El "socialismo de mercado" puesto en marcha por Pekín no augura claramente un horizonte postcapitalista; a su numerosa población le está dando resultados -se sacaron de la pobreza rural crónica 400 millones de campesinos-, pero al resto del mundo no le abre un mundo de mayor justicia y equidad. No, al menos, en lo inmediato.

domingo, 3 de noviembre de 2024

Recuperar la Izquierda Clasista: Derrotar a la ‘Izquierda Woke


Jorge Gálvez, Soberanistas

El movimiento ‘woke’ es mucho más que una respuesta social espontánea contra la “opresión”, su origen y su rápida expansión sugieren una construcción ideológica con fines planificados. Lo ‘woke’ no es una evolución de las luchas emancipatorias tradicionales, sino una ideología impulsada por intereses corporativos y políticos transnacionales globales del capital financiero, incubada en los laboratorios ideológicos del Pentágono y la CIA. Aunque su discurso se centró inicialmente en la lucha contra el racismo, pronto se expandió hacia las demandas de género, diversidad sexual, feminismo, movimientos transgénero, y la decolonialidad, desviando el foco de la lucha de clases hacia conflictos de identidad fragmentarios.

Una Ideología Corporativista y Neofascista Encubierta

En menos de una década, lo ‘woke’ ha logrado infiltrarse en la educación, la cultura, los medios de comunicación y la política, consolidándose como el nuevo eje rector del debate social en Occidente. Sin embargo, lejos de promover un pluralismo constructivo, esta ideología ha instalado un régimen de censura que no solo limita el pensamiento crítico, sino incluso la construcción artística, también impone un control moral absoluto. La cultura de la cancelación, la “Nueva Santa Inquisición” —herramienta clave del wokismo— se ha convertido en un mecanismo que no admite disidencias: aquellos que se apartan de la narrativa oficial son excluidos mediante la «muerte social y política». Esta dinámica, al negar la posibilidad del diálogo, refleja un rasgo protofascista, pues reduce al otro a un enemigo irreconciliable. Que hay que asesinar política y socialmente, al cual hay que liquidar en términos morales.

Inmigración masiva: arma del turbocapitalismo y el patronato cosmopolita


Diego Fusaro, Posmodernia

El tiempo de la acumulación flexible corresponde al advenimiento de una época re-feudalizada y posdemocrática, en la que las decisiones son soberanamente tomadas por una élite financiera desresponsabilizada que opera en el más riguroso anonimato, en los intermundia de las sociedades anónimas y de las multinacionales rizomáticas, y en aras de su propio exclusivo interés.

Los procesos de desoberanización y de desnacionalización, convertidos en centrales después de 1989 y coincidentes con el «fin del Estado» evocado por Hobsbawm (aunque sería mejor hablar de refuncionalización liberal del Estado), corresponden a los necesarios momentos de demolición tanto de las muy ampliamente perfectibles democracias (hasta la fecha, no existen entidades transnacionales verdaderamente democráticas), como del residual poder eticizante de la política capaz de disciplinar y gobernar la economía en proceso de absolutización.

jueves, 31 de octubre de 2024

La OTAN y la teoría de los Estados-portaviones


Carlos X. Blanco, KontraInfo.com

En 1999 la OTAN entró en acción bélica atacando a un país europeo. Los Estados Unidos, liderando la OTAN, volvieron a bombardear una nación soberana de nuestro continente, la República Federal de Yugoslavia. Desde 1945, la Luftwaffe (fuerza aérea alemana) no había atacado a otro país europeo. En 1999, esta misma fuerza aérea volvió a matar. Igualmente, la fuerza área española, incapaz de contener el expansionismo marroquí desde los tiempos de un Franco senil, por lo menos, sin embargo ostentó en Bosnia el dudoso honor de haber sido la primera en haber entrado en combate. Otro “honor” para un país como España, que llevaba siglos empleando su ejército para matar a sus propios compatriotas antes que para defenderse de enemigos extranjeros, incluso si estos eran enemigos de países pobres o tercermundistas, fue el contar como secretario general de la OTAN al “científico” y socialista Javier Solana. No obstante, al margen de comparsas y bufones, como España, Alemania, y demás socios de la organización, todos sabemos que la acción bélica fue impulsada y protagonizada por los EEUU.

martes, 29 de octubre de 2024

La indiferencia en la época del capital


Salvatore Bravo, Sinistra in Rete

El relativismo resultante del capitalismo no es comparable con los relativismos que han ocurrido a lo largo de la historia de la humanidad. El relativismo de nuestro tiempo tiene una estructura profunda en la psique, en las emociones y en el cuerpo vivido de los sujetos conscientes o inconscientes del capital, consiste en la indiferencia. Los relativismos del pasado fueron la elaboración colectiva de verdades orgánicas en el poder, tenían un fuerte valor político y ético. El relativismo fue el paso obligatorio hacia la reorientación de la Gestalt. En nuestro tiempo, el relativismo es "el hábito de experimentar los propios deseos personales como verdades absolutas". La individualidad ha automatizado la dimensión del deseo sin pensamiento y sin autorreflexión.

Pensar es establecer principios éticos objetivos. No el buen placer que se experimenta en el momento fugaz, sino el concepto de bien fundamentado racionalmente con el que discernir el bien del mal, el capricho del deseo auténtico y los medios de los fines. Pensar es dealienarse. El tiempo del capital, por tanto, inculca en carne y hueso la incapacidad de "sentir el mundo" y de "escandalizarse por el dolor". La individualidad sólo escucha sus propios deseos, se erige como una triste divinidad terrenal de un mundo sin Edén. El relativismo del capitalismo olvida el mundo y no lo reconoce. Las subjetividades con las redes sociales y con la costumbre de actuar en los grandes escenarios del mundo no reconocen la alteridad y viven en un estado de continuo extrañamiento respecto de sí mismas y del contexto social. Por tanto, el yo narcisista es estructuralmente frágil, no tiene profundidad, por lo que lleva una vida superficial. Esto último refuerza la pereza de pensamiento y la incapacidad de gestionar las tensiones capaces de dar "la forma" (las metas objetivas) con las que planificarse y organizarse dialécticamente con el poder. El yo perpetuamente deslumbrado por el capricho, el último hombre nietzscheano en definitiva, se deconstruye y adquiere poco a poco un sentido de omnipotencia: los deseos son el afrodisíaco cotidiano que hay que escuchar y que nadie puede juzgar.

martes, 22 de octubre de 2024

La contrarrevolución keynesiana

¿Qué tiene el capitalismo que hace del keynesianismo un horizonte que incluso a los aspirantes a revolucionarios les cuesta traspasar?

Mike Beggs, Jacobin

Marx vivió lo suficiente como para declararse «no marxista». Keynes no tuvo tanta suerte. Sus seguidores harían luego la distinción entre «economía keynesiana» y «la economía de Keynes». Pero para entonces la palabra ya había trascendido al hombre. Un nombre no se convierte en un «ismo» sólo por su genialidad. La obra tiene que atrapar y montar una ola histórica, y gran parte de ella nunca se recupera mientras que lo que sí lo hace empieza a generar nuevas asociaciones. El «keynesianismo» se convirtió así en sinónimo de gasto deficitario, regulación y Estado del bienestar, tres cosas que la Teoría General apenas menciona, si es que lo hace.

Geoff Mann es muy consciente de las diferencias entre Keynes como hombre, su obra y el «keynesianismo». Pero su libro sobre el keynesianismo, In the Long Run We Are All Dead, trata deliberadamente más del «ismo» que del hombre. Para Mann, Keynes ni siquiera es el originador del keynesianismo, que vendría a ser Hegel —«si no el primer keynesiano, sí su encarnación anterior más cercana»—, por lo que tenemos varios capítulos sobre Hegel antes de que el foco se desplace al propio Keynes. El keynesianismo, según lo entiende Mann, es un elemento perenne de la modernidad y Keynes fue simplemente uno de sus más hábiles articuladores, razón por la cual llegamos a conocerlo por su nombre. El propio Keynes aparece en el libro como un filósofo político que resultó ser economista, aunque no es casualidad que las grandes filosofías políticas de la sociedad capitalista estén llenas de economía.

lunes, 21 de octubre de 2024

El "Estado Profundo": la dictadura en democracia

Alexander Dugin revela que el Estado profundo es una cábala occidental corrupta, infiltrada en Estados Unidos y Europa para manipular elecciones, aplastar a líderes populistas como Donald Trump e imponer su agenda liberal-globalista haciéndose pasar engañosamente por protectora de la democracia mientras subvierte despiadadamente la voluntad del pueblo.
Alexandr Dugin, Geopolitika

El término «Estado profundo» se utiliza cada vez más hoy en día en el discurso político, pasando del periodismo al lenguaje político común. Sin embargo, el término en sí se está volviendo algo vago, con diferentes interpretaciones emergentes. Por lo tanto, es esencial examinar más de cerca el fenómeno descrito como «Estado profundo» y comprender cuándo y dónde se empezó a utilizar este concepto.
Esta frase apareció por primera vez en la política turca en la década de 1990, describiendo una situación muy específica en Turquía. En turco, «Estado profundo» es derin devlet. Esto es crucial porque todos los usos posteriores de este concepto están relacionados de algún modo con el significado original, que surgió por primera vez en Turquía.
Desde la era de Kemal Atatürk, Turquía desarrolló un movimiento político-ideológico particular conocido como kemalismo. Su núcleo es el culto a Atatürk (literalmente, «Padre de los turcos»), el laicismo estricto (que rechaza el factor religioso no sólo en la política sino también en la vida pública), el nacionalismo (que hace hincapié en la soberanía y la unidad de todos los ciudadanos en el panorama político étnicamente diverso de Turquía), el modernismo, el europeísmo y el progresismo. El kemalismo representaba, en muchos sentidos, una antítesis directa de la visión del mundo y la cultura que habían dominado en el religioso y tradicionalista Imperio Otomano. Desde la creación de Turquía, el kemalismo fue y sigue siendo en gran medida el código dominante de la política turca contemporánea. Sobre la base de estas ideas se estableció el Estado turco sobre las ruinas del Imperio Otomano.

domingo, 20 de octubre de 2024

Emmanuel Todd: “Sólo podemos salvarnos aceptando la derrota de la OTAN en Ucrania”

"Estamos entrando en un período en el que los impulsos nihilistas de destrucción existen independientemente de los objetivos racionales de los Estados. El nihilismo es el concepto correcto para comprender la voluntad de los ucranianos de subyugar a los rusos de Donbass. Es el concepto correcto para comprender las acciones del Estado de Israel que ya no tiene objetivos racionales"

Alessandro Bianchi, L'Anti Diplomatico

Nos reunimos con Emmanuel Todd en la sede en Roma de Fazi, la editorial que ha publicado la versión italiana de su bestseller «La derrota de Occidente». Historiador, sociólogo y antropólogo francés de renombre internacional, nos sorprende la disponibilidad, humildad y generosidad con que nos acoge y con la que nos permite satisfacer nuestra avalancha de preguntas e intereses.

En Italia, para presentar lo que ha sido un éxito editorial en Francia y está a punto de traducirse a muchas otras lenguas, le felicitamos sinceramente por su valentía en una fase de aplanamiento cultural y de cierre hermético de las ideas en la parte del mundo que se proclama libre. Pero para Todd no se trata de valentía. Nos recuerda cómo su abuelo «Paul Nizan era un gran poeta, periodista y escritor que publicaba con Gallimard. Su padrino fue Raymond Aron y murió durante la II Guerra Mundial. Mi padre Olivier fue un gran periodista del 'Nouvel Observateur'. Lo heredé de mi familia y no lo veo como valentía, sino como la forma correcta de actuar al perseguir algo en lo que creo'.

martes, 15 de octubre de 2024

Contra la Europa del capital, la guerra y el trabajo esclavo

Las políticas económicas de la Unión Europea protegen los intereses del gran capital, llevándonos a una crisis de vastas proporciones, empeorando drásticamente las condiciones y derechos de los trabajadores y destruyendo los espacios para la resistencia democrática.

Ascanio Bernardeschi, Futura Società

En Europa nos enfrentamos a una crisis de enormes proporciones, hasta el punto de que lamentamos la de 2008. El tejido productivo europeo está a merced del gas que sale de la "locomotora" Alemania. Como siempre, lo peor viene de los trabajadores. Intentemos investigar las causas.

1992, Tratado de Maastricht. Una fecha desafortunada. A partir de ese momento, con una progresión constante, el mundo del trabajo se empobreció y perdió sus derechos. Esto no es una coincidencia. El ex gobernador del Banco de Italia, con ocasión de la firma del Tratado, susurró a sus íntimos que nuestros gobernantes no se daban cuenta de lo que firmaban, es decir, el cambio de la naturaleza del Estado, su reducción hasta un mínimo, pero no del tipo liberal del siglo XIX; mucho peor porque privó a los estados de soberanía monetaria y abrazó acríticamente todas las indicaciones de la escuela neoliberal de Chicago.

lunes, 14 de octubre de 2024

¿Podrá la humanidad sobrevivir a la IA?

Con el desarrollo de la inteligencia artificial avanzando a gran velocidad, algunos de los hombres más ricos del mundo pueden estar decidiendo ahora mismo el destino de la humanidad.

Garrison Lovely, Jacobin

El cofundador de Google, Larry Page, cree que la IA superinteligente es «sólo el siguiente paso en la evolución». De hecho, Page, que según algunos informes posee una fortuna de 120 mil millones de dólares, planteó que los esfuerzos para evitar la extinción impulsada por la IA y proteger la conciencia humana son no sólo «especistas» sino también «tonterías sentimentales.»

En julio, el ex científico senior de Google DeepMind Richard Sutton —uno de los pioneros del aprendizaje por refuerzo, un subcampo importante de la IA— dijo que la tecnología «podría desplazarnos de la existencia» y que «no debemos resistirnos a la sucesión.» En una charla de 2015, Sutton propuso un escenario en el que «todo falla» y la IA «nos mata a todos» y se preguntó: «¿Es tan malo que los humanos no sean la forma final de vida inteligente en el universo?» «La extinción biológica no es la cuestión», me dijo Sutton, de sesenta y seis años. «La luz de la humanidad y nuestro entendimiento, nuestra inteligencia —nuestra conciencia, si se quiere— pueden seguir sin humanos de carne».

Yoshua Bengio, de cincuenta y nueve años, es el segundo científico vivo más citado, y se destaca por su trabajo fundacional sobre el aprendizaje profundo. En respuesta a Page y Sutton, Bengio me dijo: «Creo que lo que quieren es jugar a los dados con el futuro de la humanidad. Personalmente, considero que esto debería penalizarse». Un poco sorprendido, le pregunté qué quería que se ilegalizara exactamente, a lo que respondió: los esfuerzos por construir «sistemas de IA que pudieran dominarnos y que por diseño tengan su propio interés». En mayo, Bengio empezó a escribir y explicar cómo los sistemas avanzados de IA podrían volverse rebeldes y suponer un riesgo de extinción para la humanidad.

domingo, 29 de septiembre de 2024

Hipercapitalismo y Semiocapital

La formación de plataformas digitales ha puesto en marcha sujetos productivos que no existían antes de la década de 1980

Franco "Bifo" Berardi, ctxt.es

"Calibán: Me enseñaste el lenguaje y mi provecho es que sé maldecir. La peste roja te lleve por enseñarme tu lengua"

William Shakespeare: La tempestad
Colonialismo histórico: extractivismo de los recursos físicos

La historia del colonialismo es una historia de depredación sistemática del territorio. El objeto de la colonización son los lugares físicos ricos en recursos que el Occidente colonialista necesitaba para su acumulación. El otro objeto de la colonización son las vidas de millones de hombres y mujeres explotados en condiciones de esclavitud en el territorio sometido al dominio colonial, o deportados al territorio de la potencia colonizadora (o expulsados del mismo, como en el caso de Palestina).

No es posible describir la formación del sistema capitalista industrial en Europa sin tener en cuenta el hecho de que este proceso fue precedido y acompañado por la subyugación violenta de territorios no europeos y la explotación en condiciones de esclavitud de la mano de obra doblegada en los países colonizados o deportada a los países dominantes. El modo de producción capitalista nunca habría podido establecerse sin exterminio, deportación y esclavitud.

martes, 24 de septiembre de 2024

Civilización humanista o barbarie nazi-fascista

“Entonces, ¿de qué sirve decir la verdad sobre el fascismo que se condena si no se dice nada contra el capitalismo que lo origina?”,
Bertolt Brecht.

Fernando Buen Abad Domínguez, Rebelión

Entre los más amargos problemas que nos asfixian, está la crisis humanitaria generada por el capitalismo. Eso incluye la destrucción de la vida y del planeta, de la calidad de la vida en todas sus expresiones. Eso incluye la devastación de la integridad psicológica, moral, espiritual y ética de la inmensa mayoría de las personas. Eso implica la aniquilación consuetudinaria de la esperanza de vida buena, de la felicidad y de la alegría. Y así y todo está en pie la rebeldía humana inquebrantable, con su fuente de dignidad y su, aún inconclusa, unidad proletaria revolucionaria.

Podríamos tapizar páginas enteras con un numererío macabro. Estadísticas, encuestas, cálculos y proyecciones apocalípticas. Podríamos caer en la emboscada de los “datos duros” y en la tentación burguesa de deprimirnos y desmovilizarnos para regocijo de ellos. Podríamos salir en la “tele” como comentaristas doctos del epílogo histórico en los funerales de la “lucha de clases” y hecha la autopsia de las “izquierdas”. Podríamos, en suma, acudir al inventario completo de las canalladas ideológicas burguesas para colaborar en los frentes del fingimiento donde se incuban las expresiones nazi-fascistas nuevas y las renovadas también.

sábado, 21 de septiembre de 2024

Las muchas caras de El Capital

La obra de Karl Marx posee las cualidades de los grandes clásicos: estimula nuevos pensamientos y es capaz de ilustrar aspectos fundamentales tanto del pasado como de la contemporaneidad.

Marcello Musto, Jacobin

Pasan los años y, aunque ha sido calificado varias veces como un texto anticuado, volvemos a discutir El Capital de Karl Marx (recién reeditado en una nueva edición por Einaudi). A pesar de haber cumplido 157 años (se publicó el 14 de septiembre de 1867), la "crítica de la economía política" confirma que posee todas las virtudes de los grandes clásicos: estimula nuevas reflexiones con cada relectura y es capaz de ilustrar aspectos fundamentales del pasado como de la contemporaneidad. Al mismo tiempo, tiene la ventaja de limitar las noticias del presente -así como el peso de sus, a menudo inadecuados, protagonistas- a la posición relativa que merecen. No es casualidad que el célebre escritor italiano Italo Calvino afirmara que un clásico también lo es porque nos ayuda a "relegar la actualidad al rango de ruido de fondo". Los clásicos señalan las cuestiones esenciales y los puntos ineludibles para poder comprenderlas y resolverlas plenamente. Por este motivo captan perpetuamente el interés de las nuevas generaciones de lectores. Un clásico sigue siendo indispensable a pesar del paso del tiempo y, de hecho, en el caso de El Capital se puede decir que este escrito se vuelve tanto más eficaz cuanto más el capitalismo se extiende por todos los rincones del planeta y se expande en todas las esferas de nuestra existencia.

viernes, 20 de septiembre de 2024

La explotación es un tema de actualidad

La noción de explotación puede parecer anticuada para algunos, pero tiene el mérito de recordarnos que el capitalismo no puede criticarse únicamente por sus dimensiones ecocidas: puede servir de base a políticas reformistas de promoción y defensa de los derechos laborales, así como a perspectivas más radicales de transformación social.

Emmanuel Renault, AOC Media

Hay temas que ocupan la discusión pública a largo plazo, como la crisis del poder adquisitivo o las disputas parlamentarias sobre la regulación temporal de los llamados trabajadores sin papeles en puestos de trabajo con poco personal.

Otros temas desaparecen en cuanto han sido objeto de un reportaje o un artículo en la radio o la prensa, incluso cuando pueden tener repercusión: por ejemplo, el porcentaje récord -¡48%! de empleados que se declaran en situación de malestar psicológico según el 12º barómetro sobre la salud mental en el trabajo realizado por Empreinte Humaine con OpinionWay, o la fuerte caída de la productividad en las empresas francesas: mientras que en la década de 2010 aumentaba una media del 0,9% anual, caerá un 4,6% entre 2019 y 2023.

La forma en que se cubren las noticias en los medios de comunicación hace que se sucedan unas a otras y que no haya tiempo para cuestionar la relación entre ellas. Emprender un interrogatorio de este tipo, por ejemplo sobre los cuatro temas antes mencionados, implicaría también reflexionar sobre los conceptos y las teorías que tienen más probabilidades de relacionarlos.

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin