Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
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domingo, 11 de agosto de 2024
FMI y el proteccionismo económico
Álvaro García Linera *, Estrategia La
No dejan de sorprender las piruetas ideológicas que está ensayando el FMI. Acostumbrada a pontificar durante décadas sobre unas leyes de mercado escritas incorruptiblemente en roca, hoy, con una dosis de cinismo y asombrosa flexibilidad teórica, coquetea con planteamientos anteriormente excomulgados del léxico económico mainstream.
Déficit fiscal cero, contracción del gasto público, reducción del endeudamiento, supresión de subvenciones, apertura comercial, privatizaciones de empresas públicas y desregulación del mercado laboral eran unos preceptos “universales” distribuidos bajo el formato copy-page a cuanto país del mundo solicite crédito externo. Podía ser Bolivia, Ecuador, Rusia, Polonia, Nigeria, Chile, Grecia o cualquier otra nación en apuros, había un único camino para abrazar la prosperidad occidental. Para problemas e historias distintas, se tenía el mismo inevitable y sagrado destino: el libre mercado que premiaría a los triunfadores y entregaría a la caridad a los perdedores.
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mamvas
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jueves, 26 de octubre de 2023
Los fatales costos de la Guerra para la Deuda Financiera de Ucrania
Hedelberto López Blanch, Rebelión
Si a la Argentina el préstamo de 45.000 millones de dólares que le entregó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el fallido intento de lograr que el expresidente Mauricio Macri se reeligiera, le ha costado a ese pueblo cuatro años de crisis económica, pérdida de beneficios sociales y alta pobreza, ¿Qué se puede esperar de la enorme deuda contraída por Ucrania al convertirse en la punta de lanza de Estados Unidos para tratar de desestabilizar a Rusia?.
Las exigencias de recortes sociales del FMI a la Argentina han sido nefastas para el gobierno del presidente Alberto Fernández y para su pueblo que hoy enfrenta una de sus más violentas crisis económico-financieras con una inflación galopante, elevado costo de la vida y una pobreza que afecta a más del 40 % de la población.
Si a la Argentina el préstamo de 45.000 millones de dólares que le entregó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el fallido intento de lograr que el expresidente Mauricio Macri se reeligiera, le ha costado a ese pueblo cuatro años de crisis económica, pérdida de beneficios sociales y alta pobreza, ¿Qué se puede esperar de la enorme deuda contraída por Ucrania al convertirse en la punta de lanza de Estados Unidos para tratar de desestabilizar a Rusia?.
Las exigencias de recortes sociales del FMI a la Argentina han sido nefastas para el gobierno del presidente Alberto Fernández y para su pueblo que hoy enfrenta una de sus más violentas crisis económico-financieras con una inflación galopante, elevado costo de la vida y una pobreza que afecta a más del 40 % de la población.
miércoles, 18 de mayo de 2022
El FMI aún está muy rezagado en términos de controles de capital
Joseph E. Stiglitz y Jonathan D. Ostry, Project Syndicate
El marco de políticas revisado del Fondo Monetario Internacional (https://bit.ly/38AwApB) para gestionar los flujos financieros transfronterizos, aprobado por su directorio ejecutivo el mes pasado, amplía las circunstancias bajo las cuales los países pueden restringir los ingresos de capital. Desafortunadamente, también les ata excesivamente las manos a los países y no contempla la infinidad de contextos del mundo real en los que el consejo proferido por el FMI es, o no es, apropiado. De modo que, si bien los flujos de capital volátil ya plantean un desafío continuo para muchas economías emergentes y en desarrollo, el marco del FMI reducirá las opciones de los países para alcanzar sus objetivos sociales y, en definitiva, puede hacer que la economía global sea menos estable.
El marco previo del FMI, aprobado en 2012 y conocido como la Visión Institucional (VI), sostenía que los controles sobre las salidas de capital eran legítimos sólo cuando un país estaba en medio de una crisis, y que los controles sobre los ingresos de capital deberían implementarse únicamente como un último recurso cuando el país experimentaba un incremento de moneda extranjera (https://bit.ly/3a8MR5B). La VI fue un acuerdo político que reflejaba profundas divisiones entre los estados miembros del FMI (entre ellos, algunos de los mayores accionistas) que estaban a favor de movimientos de capital plenamente liberalizados, y aquellos (incluidas muchas economías emergentes y en desarrollo) que querían la bendición del FMI para adoptar políticas destinadas a mitigar la volatilidad.
El marco de políticas revisado del Fondo Monetario Internacional (https://bit.ly/38AwApB) para gestionar los flujos financieros transfronterizos, aprobado por su directorio ejecutivo el mes pasado, amplía las circunstancias bajo las cuales los países pueden restringir los ingresos de capital. Desafortunadamente, también les ata excesivamente las manos a los países y no contempla la infinidad de contextos del mundo real en los que el consejo proferido por el FMI es, o no es, apropiado. De modo que, si bien los flujos de capital volátil ya plantean un desafío continuo para muchas economías emergentes y en desarrollo, el marco del FMI reducirá las opciones de los países para alcanzar sus objetivos sociales y, en definitiva, puede hacer que la economía global sea menos estable.
El marco previo del FMI, aprobado en 2012 y conocido como la Visión Institucional (VI), sostenía que los controles sobre las salidas de capital eran legítimos sólo cuando un país estaba en medio de una crisis, y que los controles sobre los ingresos de capital deberían implementarse únicamente como un último recurso cuando el país experimentaba un incremento de moneda extranjera (https://bit.ly/3a8MR5B). La VI fue un acuerdo político que reflejaba profundas divisiones entre los estados miembros del FMI (entre ellos, algunos de los mayores accionistas) que estaban a favor de movimientos de capital plenamente liberalizados, y aquellos (incluidas muchas economías emergentes y en desarrollo) que querían la bendición del FMI para adoptar políticas destinadas a mitigar la volatilidad.
miércoles, 2 de febrero de 2022
Argentina y el FMI negocian un acuerdo mejor
Joseph Stiglitz & Mark Weisbrott, Foreign Policy
El acuerdo de la semana pasada entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sacó al país y al mundo del borde de un default que podría haber amenazado la estabilidad del sistema financiero internacional. Como en todo acuerdo negociado, no fue ideal. Pero no tenía precedentes, y ambas partes entendieron los peligros de caer en el abismo de lo desconocido: qué pasaría si no se llegaba a un acuerdo. Lo que es más importante, el FMI no insistió en su austeridad habitual; el acuerdo brinda a Argentina espacio para continuar con su recuperación económica.
El actual gobierno del presidente Alberto Fernández enfrenta duras adversidades por la enorme deuda y otras limitaciones heredadas del acuerdo con el FMI de 2018 realizado por el gobierno anterior de Mauricio Macri. También está lidiando con el flagelo del COVID-19. Pero el país había logrado una tasa de crecimiento cercana al 10 por ciento el año pasado, cuando los economistas habían pronosticado una recuperación mucho más tibia. Con una economía en crecimiento, lograron reducir el déficit presupuestario primario en un 3,5 por ciento del PIB en 2021. Argentina simplemente quería la capacidad de continuar su recuperación, sin las condiciones dañinas que tan a menudo se habían incluido en los programas anteriores del FMI.
El acuerdo de la semana pasada entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sacó al país y al mundo del borde de un default que podría haber amenazado la estabilidad del sistema financiero internacional. Como en todo acuerdo negociado, no fue ideal. Pero no tenía precedentes, y ambas partes entendieron los peligros de caer en el abismo de lo desconocido: qué pasaría si no se llegaba a un acuerdo. Lo que es más importante, el FMI no insistió en su austeridad habitual; el acuerdo brinda a Argentina espacio para continuar con su recuperación económica.
El actual gobierno del presidente Alberto Fernández enfrenta duras adversidades por la enorme deuda y otras limitaciones heredadas del acuerdo con el FMI de 2018 realizado por el gobierno anterior de Mauricio Macri. También está lidiando con el flagelo del COVID-19. Pero el país había logrado una tasa de crecimiento cercana al 10 por ciento el año pasado, cuando los economistas habían pronosticado una recuperación mucho más tibia. Con una economía en crecimiento, lograron reducir el déficit presupuestario primario en un 3,5 por ciento del PIB en 2021. Argentina simplemente quería la capacidad de continuar su recuperación, sin las condiciones dañinas que tan a menudo se habían incluido en los programas anteriores del FMI.
sábado, 2 de octubre de 2021
Jeffrey Sachs defiende a Kristalina Georgieva, directora del FMI, perseguida por sinofilia
Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada
El omnipotente eje Wall Street/La City de la anglósfera y su nuevo Aukus optó destituir a Kristalina Georgieva, directora del FMI, mediante su bufete de abogados WilmerHale, sin juicio ni juez ni jurado de por medio (https://bit.ly/2WpVAKc).
El economista israelí-estadounidense Jeffrey Sachs, en un artículo surrealista en el globalista Financial Times (27/9/21), defiende a la acorralada directora del FMI, la búlgara Georgieva, quien sufre un linchamiento de los multimedia de la anglósfera que la acusan de favorecer a China en los rankings Ease of Doing Business del Banco Mundial (BM).
Sachs, graduado de Harvard, estuvo muy de moda en la década de 1990 por su propedéutica sobre el desarrollo sustentable que abogó en la Escuela de Gobierno Kennedy y hoy dirige el mismo tópico en la Universidad de Columbia. No obstante, Sachs ha cometido graves errores al haberse entrometido en la política interna de Bolivia con su nefario plan de estabilización de corte fiscalista neoliberal: pecado muy común de los académicos estadounidenses, quienes se inmiscuyen en países de los que ignoran su idiosincrasia y donde experimentan su reingeniería neomalthusiana. Sachs apoyó al dictador boliviano Hugo Banzer que fue defenestrado por los ciudadanos. Tras haber aconsejado a las economías poscomunistas, ahora Sachs se ha consagrado a la mitigación (sic) de la pobreza y a la sustentabilidad ambiental con enfoque globalista.
El omnipotente eje Wall Street/La City de la anglósfera y su nuevo Aukus optó destituir a Kristalina Georgieva, directora del FMI, mediante su bufete de abogados WilmerHale, sin juicio ni juez ni jurado de por medio (https://bit.ly/2WpVAKc).
El economista israelí-estadounidense Jeffrey Sachs, en un artículo surrealista en el globalista Financial Times (27/9/21), defiende a la acorralada directora del FMI, la búlgara Georgieva, quien sufre un linchamiento de los multimedia de la anglósfera que la acusan de favorecer a China en los rankings Ease of Doing Business del Banco Mundial (BM).
Sachs, graduado de Harvard, estuvo muy de moda en la década de 1990 por su propedéutica sobre el desarrollo sustentable que abogó en la Escuela de Gobierno Kennedy y hoy dirige el mismo tópico en la Universidad de Columbia. No obstante, Sachs ha cometido graves errores al haberse entrometido en la política interna de Bolivia con su nefario plan de estabilización de corte fiscalista neoliberal: pecado muy común de los académicos estadounidenses, quienes se inmiscuyen en países de los que ignoran su idiosincrasia y donde experimentan su reingeniería neomalthusiana. Sachs apoyó al dictador boliviano Hugo Banzer que fue defenestrado por los ciudadanos. Tras haber aconsejado a las economías poscomunistas, ahora Sachs se ha consagrado a la mitigación (sic) de la pobreza y a la sustentabilidad ambiental con enfoque globalista.
lunes, 7 de octubre de 2019
Miles de ecuatorianos protestan contra el ‘paquetazo’ neoliberal de Lenín Moreno
La población pide la apertura de un proceso político democrático que cuestione el ‘neoliberalismo por sorpresa’ del presidente, que hace lo contrario de lo que prometió en campaña
Adoración Guamán, CTXT
El martes 2 de octubre, a las ocho de la tarde, Ecuador se paralizó delante del televisor para escuchar al presidente Lenín Moreno desgranar las principales medidas del ya anticipado “paquetazo”. Como si se tratara de un viaje en el tiempo, concretamente una vuelta a los años noventa, asistimos a un revival de aquel ajuste antisocial, encabezado por el Fondo Monetario Internacional y aplicado en el marco del Consenso de Washington, que sumió a América Latina en la conocida como “década perdida”. El nuevo embate neoliberal que arrasa la región (véanse las reformas en Brasil y Argentina), y que ahora se plasma en el paquetazo de Moreno, combina las antiguas medidas con las líneas de las reformas estructurales que se implantaron en los países de la Unión Europea (como España o Grecia), impulsadas por la famosa Troika (de nuevo el FMI) en el “Consenso de Bruselas”.
La contestación no se ha hecho esperar; desde la tarde del miércoles 3 de octubre, las calles de las ciudades del país se han llenado de manifestantes que bajo el lema “Fuera Moreno Fuera” (y otros mucho más creativos) claman contra las medidas. Primero los transportistas, luego los estudiantes y, junto a ellos, el movimiento feminista, la izquierda política, múltiples organizaciones sociales, así como el movimiento indígena llenaron las calles el jueves, en una protesta que se extendió en 20 provincias, con 230 concentraciones y que se saldó (oficialmente) con 200 personas detenidas en todo el país.
Adoración Guamán, CTXT
El martes 2 de octubre, a las ocho de la tarde, Ecuador se paralizó delante del televisor para escuchar al presidente Lenín Moreno desgranar las principales medidas del ya anticipado “paquetazo”. Como si se tratara de un viaje en el tiempo, concretamente una vuelta a los años noventa, asistimos a un revival de aquel ajuste antisocial, encabezado por el Fondo Monetario Internacional y aplicado en el marco del Consenso de Washington, que sumió a América Latina en la conocida como “década perdida”. El nuevo embate neoliberal que arrasa la región (véanse las reformas en Brasil y Argentina), y que ahora se plasma en el paquetazo de Moreno, combina las antiguas medidas con las líneas de las reformas estructurales que se implantaron en los países de la Unión Europea (como España o Grecia), impulsadas por la famosa Troika (de nuevo el FMI) en el “Consenso de Bruselas”.
La contestación no se ha hecho esperar; desde la tarde del miércoles 3 de octubre, las calles de las ciudades del país se han llenado de manifestantes que bajo el lema “Fuera Moreno Fuera” (y otros mucho más creativos) claman contra las medidas. Primero los transportistas, luego los estudiantes y, junto a ellos, el movimiento feminista, la izquierda política, múltiples organizaciones sociales, así como el movimiento indígena llenaron las calles el jueves, en una protesta que se extendió en 20 provincias, con 230 concentraciones y que se saldó (oficialmente) con 200 personas detenidas en todo el país.
miércoles, 28 de agosto de 2019
Las reformas del FMI pueden empeorar las cosas: el caso de Ecuador
Mark Weisbrot, The Guardian
Cuando la gente piensa en el daño que los países de altos ingresos - típicamente dirigidos por EEUU y sus aliados - causa a la gente en el resto del mundo, por lo general piensan de la guerra. Cientos de miles de iraquíes perdieron la vida como consecuencia de la invasión de 2003, y luego muchos más ya que la región se inflamó.
Pero los países ricos también tienen un poder considerable sobre las vidas de miles de personas a través de su control sobre las instituciones de gobierno global. Uno de ellos es el Fondo Monetario Internacional. Cuenta con 189 países miembros, pero sus aliados de los países ricos de Estados Unidos y tienen una sólida mayoría de los votos. El jefe del FMI es por la costumbre un europeo, y los EEUU tiene los votos suficientes para vetar muchas decisiones importantes por sí mismo - aunque los países ricos casi nunca votan en contra de la otra.
Vamos a echar un vistazo a un préstamo reciente del FMI para ver cuál es el problema parece. En marzo, Ecuador firmó un acuerdo de préstamo de $ 4.2 mil millones del FMI durante tres años, a condición de que el gobierno se adherirá a un determinado programa económico explicado en la disposición. En palabras de Christine Lagarde - el director gerente del FMI en el momento - esto era “un amplio programa de reformas destinado a modernizar la economía y allanando el camino para una fuerte y sostenida, y el crecimiento equitativo.”
jueves, 25 de julio de 2019
Para salvar el euro Christine Lagarde deberá enfrentarse a Berlín
Yanis Varoufakis, eldiario.es
Christine Lagarde actuó como miembro clave de la infame troika , los acreedores oficiales de Grecia que aplastaron la resistencia de nuestro pueblo a la perpetua servidumbre por deudas. Junto a la entonces directora gerente del Fondo Monetario Internacional, la otra figura clave fue Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, quien desempeñó un papel central en el drama al ingeniar el cierre de los bancos griegos. Ahora, cuatro años después, Lagarde ha sido señalada para suceder a Draghi al mando del BCE.
A pesar de su cargo y las interacciones que tuvimos cuando fui ministro de Finanzas de Grecia, no sentí animosidad hacia ella ni una sola vez. Me pareció inteligente, cordial, respetuosa. Incluso reconoció, al menos en privado, que Grecia había recibido un trato injusto y que mi campaña para reducir nuestra deuda pública era correcta y adecuada. La prioridad de Lagarde era defender la línea de la troika y minimizar cualquier desafío a su autoridad colectiva.
La pregunta ahora es sobre las habilidades de Lagarde y su compatibilidad con la tarea de liderar el BCE en la era pos-Draghi. Sus partidarios y detractores han hablado extensamente de su incuestionable talento para manejar complejas tensiones institucionales y su inexistente formación en política monetaria. Quizás no sea coincidencia que los dos bancos centrales más influyentes, la Reserva Federal de Estados Unidos y el BCE, ahora serán dirigidos por abogados sin preparación académica en economía monetaria.
miércoles, 10 de julio de 2019
Las contradicciones de Christine Lagarde
Alejandro Nadal, La Jornada
El clima de la economía mundial es inquietante. Las tormentas siempre son precedidas por un periodo de calma y negros nubarrones se vislumbran en el horizonte. Lo más grave es que no se percibe un nuevo motor que permita reactivar la economía global. La guerra comercial es una realidad, la inversión en la economía real sigue aletargada y la amenaza de una nueva recesión sigue vigente.
En este contexto, ¿qué significa el paso de Christine Lagarde del Fondo Monetario Internacional (FMI) al Banco Central Europeo (BCE)? Para apreciar esta pregunta es importante observar las contradicciones de Lagarde frente a las políticas de austeridad que tanto promovió el FMI en el pasado.
Durante décadas el FMI aplicó una despiadada política de austeridad fiscal en los países subdesarrollados. El objetivo siempre fue generar un superávit primario en las finanzas públicas para asegurar el pago de la deuda externa, aunque eso significara condenar a economías enteras al estancamiento, el desempleo y la pobreza. En países como México el paliativo fueron los programas focalizados hacia la reducción de la pobreza, otra fórmula preferida del FMI. Los resultados están a la vista: desigualdad rampante y pobreza para 60 por ciento de la población.
viernes, 10 de mayo de 2019
Los usos de Portugal en la crisis argentina
Relatos y verdades sobre el ajuste del FMI, Macri y quien lo suceda
Fotomontaje Juan Atacho
Esteban Mercatante, La Izquierda Diario
El país de Pessoa y Saramago se coló inesperadamente en el debate argentino. La cosa arrancó hace un par de meses, cuando Axel Kicillof y Roberto Lavagna lo señalaron, cada uno por su lado, como ejemplo de que puede acordarse con el FMI otra política distinta al ajuste acelerado que comprometió y aplica Macri. Esto sería lo que, nos dicen, hizo António Costa cuando asumió en 2015, rediscutiendo los compromisos firmados por ese país en 2011 con el FMI y el gobierno de la UE (compuesto por la Comisión Europea y el Banco Central Europeo), con los cuales formaba la troika.
Se comprende la importancia que le dan al caso portugués, elevado por los más afiebrados a la categoría de “milagro”, a pesar de que su economía apenas llegó a crecer 2 % al año después de haber perdido 7 % de su tamaño entre 2010 y 2013, y de que dejó a la juventud completamente tirada. Tenemos cientos de casos que muestran que el FMI despluma a los países para que aumenten los recursos disponibles para pagar la deuda, a costa de todo lo demás. También hemos visto que exfuncionarios del organismo se han vuelto los mayores denunciantes de cómo este sacrifica el crecimiento económico (lo cual significa destrucción de empleos e ingreso) en pos de lograr una mejora en los indicadores de deuda, norma que es la única que vale en todos los países. “¡Pero no desesperemos!”, nos dicen Kicillof y Lavagna. Hay un país, uno solito en toda la historia de terror del FMI, que nos muestra que “sí se puede”.
Esteban Mercatante, La Izquierda Diario
El país de Pessoa y Saramago se coló inesperadamente en el debate argentino. La cosa arrancó hace un par de meses, cuando Axel Kicillof y Roberto Lavagna lo señalaron, cada uno por su lado, como ejemplo de que puede acordarse con el FMI otra política distinta al ajuste acelerado que comprometió y aplica Macri. Esto sería lo que, nos dicen, hizo António Costa cuando asumió en 2015, rediscutiendo los compromisos firmados por ese país en 2011 con el FMI y el gobierno de la UE (compuesto por la Comisión Europea y el Banco Central Europeo), con los cuales formaba la troika.
Se comprende la importancia que le dan al caso portugués, elevado por los más afiebrados a la categoría de “milagro”, a pesar de que su economía apenas llegó a crecer 2 % al año después de haber perdido 7 % de su tamaño entre 2010 y 2013, y de que dejó a la juventud completamente tirada. Tenemos cientos de casos que muestran que el FMI despluma a los países para que aumenten los recursos disponibles para pagar la deuda, a costa de todo lo demás. También hemos visto que exfuncionarios del organismo se han vuelto los mayores denunciantes de cómo este sacrifica el crecimiento económico (lo cual significa destrucción de empleos e ingreso) en pos de lograr una mejora en los indicadores de deuda, norma que es la única que vale en todos los países. “¡Pero no desesperemos!”, nos dicen Kicillof y Lavagna. Hay un país, uno solito en toda la historia de terror del FMI, que nos muestra que “sí se puede”.
martes, 7 de mayo de 2019
Macri y la flexibilidad del FMI
Julio C. Gambina, Alainet
Existe sorpresa por la tolerancia del FMI ante la insostenible situación económica de la Argentina, que no puede cumplir a mediano plazo con los compromisos de cancelación del préstamo. Oportunamente se acordaron préstamos por más de 56.000 millones de dólares, y los desembolsos realizados con regularidad alcanzan los 39.000 millones de dólares. El grueso del monto total se acreditará antes de finalizar el mandato gubernamental. También existen recurrentes acuerdos para modificar pautas de condicionalidad inscriptas en los sucesivos convenios, algo que se reiteró en estos días pasados ante las turbulencias y la volatilidad cambiaria.
La volatilidad se expresó al cierre de la semana pasada, luego de alzas y bajas en la cotización del dólar con subas de las tasas de interés que bordearon el 74%, una cotización de 46 pesos por dólar y un riesgo país cercano a los mil puntos. La expectativa es que el dólar no supere los 51,44 pesos hacia fin de año y por eso se utilizan los recursos del FMI para atender la demanda de divisas para fuga de capitales, algo no permitido por el propio FMI y que sin embargo se le facilita al gobierno de Macri. Se incumplen los estatutos de la organización internacional para sostener al gobierno macrista y si se puede, que se reelija por un nuevo período.
Es algo que puede costarle caro al staff del FMI y que, sin embargo, a EEUU, el mayor accionista del FMI y con su capacidad de veto, parece no interesarle colocar todos los fondos necesarios para mantener a Mauricio Macri en el gobierno. Se trata de una operación a medida de las necesidades políticas del gobierno de la Argentina, pero también del gobierno de EEUU.
jueves, 25 de abril de 2019
El problema de la economía Argentina
Martin Guzman, Project Syndicate
En 2018 Argentina experimentó una crisis monetaria y una estanflación. La inflación anual alcanzó el 47,6%, el PIB cayó un 2,5% y aumentaron el desempleo y la pobreza. Estos indicadores reflejan problemas crónicos. La economía argentina ha reducido su tamaño en cuatro de los últimos siete años. Y durante más de una década las deficiencias estructurales han creado fuertes restricciones en el crecimiento de la demanda real y han impedido que la economía crezca de manera sostenible.
Cuando el gobierno actual, dirigido por el presidente Mauricio Macri, asumió el cargo en diciembre de 2015, dijo que sus políticas económicas atraerían inversiones extranjeras directas y conducirían a un aumento sostenido de la productividad. La crisis monetaria que estalló en abril de 2018 remarcó el fracaso de su enfoque de política.
Como respuesta, el gobierno recurrió al Fondo Monetario Internacional, obtuvo un préstamo de 57.000 millones de dólares, el más grande en la historia del FMI, y acordó un nuevo enfoque para abordar los desequilibrios macroeconómicos del país. Pero los términos del acuerdo de préstamo han seguido cambiando a medida que los inversores seguían nerviosos.
lunes, 8 de abril de 2019
El FMI anuncia una desaceleración del crecimiento global
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Largarde, advirtió la semana pasada que las perspectivas de la economía mundial han empeorado. El pronóstico de crecimiento para 2019, que ya se había rebajado en enero, se reduciría aún más porque la economía mundial ha "perdido más impulso" y se ha deslizado en una “desaceleración sincronizada". "Para este año, esperamos que el 70 por ciento de la economía mundial experimente una desaceleración en el crecimiento", dijo Lagardé.
Si bien el FMI no espera una recesión en el "corto plazo", la economía mundial estaba "inestable" y en un "momento delicado". Sus comentarios subrayaron hasta qué punto la economía global y los mercados financieros se han vuelto cada vez más dependientes de la entrada de dinero ultra barato de los bancos centrales, que han comenzado a revertir su retorno a una política más "normal".
La Reserva Federal de EEUU dejó en claro que no espera subir las tasas de interés este año, luego de indicar al menos dos aumentos para 2019 en diciembre del año pasado, y el Banco Central Europeo anunció un estímulo monetario limitado en su reunión más reciente.
Lagarde advirtió que "en caso de que las condiciones financieras se ajusten más de lo esperado, podría crear serios desafíos para muchos gobiernos y compañías en términos de refinanciamiento y servicio de la deuda, lo que podría amplificar los movimientos del tipo de cambio y las correcciones del mercado financiero".
domingo, 23 de diciembre de 2018
Ucrania sin salida a sus problemas
Hedelberto López Blanch, Rebelión
El Gobierno ucraniano de Petro Poroshenko, que enfrenta una grave crisis político-económica, hace lo indecible por complacer a las naciones occidentales y en especial a Estados Unidos como lo demostró su fallida operación naval contra la integración de la vecina Rusia.
Con el proyectado objetivo de agasajar a las naciones occidentales que imponen sanciones y tratan de aislar a Rusia, y a la par obtener adeptos para ganar las elecciones presidenciales que se realizarán en marzo de 2019, Poroshenko autorizó el pasado 25 de noviembre que tres barcos de guerra ucranianos violaran la frontera estatal rusa.
Las naves entraron en una zona provisionalmente cerrada del mar Negro y avanzaron hacia el estrecho de Kerch que une los mares Negro y de Azov y separa la península de Crimea del resto de Rusia.
Tras ser apresadas, Moscú calificó la incursión de provocación y denunció que Kiev violó las normas fundamentales del derecho internacional
Pero analicemos los problemas económicos fundamentales a los que se enfrenta el Gobierno ucraniano que ha tenido que solicitar y obtener para su subsistencia, empréstitos al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a la Unión Europea.
El Gobierno ucraniano de Petro Poroshenko, que enfrenta una grave crisis político-económica, hace lo indecible por complacer a las naciones occidentales y en especial a Estados Unidos como lo demostró su fallida operación naval contra la integración de la vecina Rusia.
Con el proyectado objetivo de agasajar a las naciones occidentales que imponen sanciones y tratan de aislar a Rusia, y a la par obtener adeptos para ganar las elecciones presidenciales que se realizarán en marzo de 2019, Poroshenko autorizó el pasado 25 de noviembre que tres barcos de guerra ucranianos violaran la frontera estatal rusa.
Las naves entraron en una zona provisionalmente cerrada del mar Negro y avanzaron hacia el estrecho de Kerch que une los mares Negro y de Azov y separa la península de Crimea del resto de Rusia.
Tras ser apresadas, Moscú calificó la incursión de provocación y denunció que Kiev violó las normas fundamentales del derecho internacional
Pero analicemos los problemas económicos fundamentales a los que se enfrenta el Gobierno ucraniano que ha tenido que solicitar y obtener para su subsistencia, empréstitos al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a la Unión Europea.
sábado, 6 de octubre de 2018
La desvergüenza del Fondo Monetario Internacional
Fernando Luengo Escalonilla, Público
Como si formáramos parte de un engranaje que gira una y mil veces alrededor del mismo eje; como si el tiempo, perezoso, se resistiera a avanzar; como si estuviéramos condenados eternamente a contemplar la misma desgastada imagen. Esta es la abrumadora sensación que tengo cuando escucho o leo los diagnósticos y las recomendaciones de los economistas y los responsables del Fondo Monetario Internacional (FMI). Inquieta pensar el enorme poder que concentra esta institución para hipotecar las políticas de los gobiernos y vencer las resistencias de los pueblos.
Digo diagnósticos y debería decir recetas de supuesta validez universal, cualquiera que sea el país y el continente donde se apliquen; y digo recomendaciones cuando resulta más apropiado decir imposiciones, pues, como es sabido, la hoja de ruta establecida por esta institución es la referencia o la excusa utilizada por los gobiernos para justificar la implementación de políticas socialmente regresivas y es la llave que abre (o cierra) el grifo de la financiación internacional.
Como si formáramos parte de un engranaje que gira una y mil veces alrededor del mismo eje; como si el tiempo, perezoso, se resistiera a avanzar; como si estuviéramos condenados eternamente a contemplar la misma desgastada imagen. Esta es la abrumadora sensación que tengo cuando escucho o leo los diagnósticos y las recomendaciones de los economistas y los responsables del Fondo Monetario Internacional (FMI). Inquieta pensar el enorme poder que concentra esta institución para hipotecar las políticas de los gobiernos y vencer las resistencias de los pueblos.
Digo diagnósticos y debería decir recetas de supuesta validez universal, cualquiera que sea el país y el continente donde se apliquen; y digo recomendaciones cuando resulta más apropiado decir imposiciones, pues, como es sabido, la hoja de ruta establecida por esta institución es la referencia o la excusa utilizada por los gobiernos para justificar la implementación de políticas socialmente regresivas y es la llave que abre (o cierra) el grifo de la financiación internacional.
viernes, 21 de septiembre de 2018
La inestabilidad neoliberal en Latinoamérica
Alfredo Serrano Mancilla, Público
Estabilidad, confianza, certidumbre y eficiencia son las cuatro promesas más repetidas por cualquier proyecto neoliberal. ¿Se cumplen? ¿Es un gobierno neoliberal capaz de dar estabilidad a un país? ¿Saben cómo generar confianza y certidumbre? ¿Logran tener economías eficientes? Veamos qué sucede en Latinoamérica. Empecemos por Argentina.
Crear un buen eslogan es siempre más fácil que estabilizar la economía de un país en un ambiente de fuerte restricción externa. El macrismo se desgasta a mucha más velocidad de lo previsible porque demuestra que no sabe gobernar ni gestionar. En algo menos de tres años consiguió que el país esté patas arriba. La economía no va, se mire por donde se mire. La inflación apunta este año 2018 a estar por encima del 40% según las últimas estimaciones oficiales, a pesar de que la tenían calculada en el 15% a fines del año pasado. La economía se contraerá por encima del 2%, aunque habían pronosticado que crecería por encima del 3%. La liberalización cambiaria provocó una devaluación que no tiene fin: en este tiempo lo llevaron de 10 pesos hasta casi 40, y veremos cómo acaba. La inversión extranjera jamás llegó. Se prometieron dólares que era imposible de producirlos en casa, y sólo han podido ser obtenidos parcialmente, con una deuda eterna con el mundo. El Fondo Monetario Internacional pide más ajuste: más recortes sociales, menos salarios, provocando así que la demanda interna pierda toda su fuerza como motor económico. La tasa de interés va por el 60%: espaldarazo ideal para que la economía financiarizada acabe con la economía real. La industria se desmorona. La balanza comercial es cada día más deficitaria tras la liberalización de las importaciones.
Estabilidad, confianza, certidumbre y eficiencia son las cuatro promesas más repetidas por cualquier proyecto neoliberal. ¿Se cumplen? ¿Es un gobierno neoliberal capaz de dar estabilidad a un país? ¿Saben cómo generar confianza y certidumbre? ¿Logran tener economías eficientes? Veamos qué sucede en Latinoamérica. Empecemos por Argentina.
Crear un buen eslogan es siempre más fácil que estabilizar la economía de un país en un ambiente de fuerte restricción externa. El macrismo se desgasta a mucha más velocidad de lo previsible porque demuestra que no sabe gobernar ni gestionar. En algo menos de tres años consiguió que el país esté patas arriba. La economía no va, se mire por donde se mire. La inflación apunta este año 2018 a estar por encima del 40% según las últimas estimaciones oficiales, a pesar de que la tenían calculada en el 15% a fines del año pasado. La economía se contraerá por encima del 2%, aunque habían pronosticado que crecería por encima del 3%. La liberalización cambiaria provocó una devaluación que no tiene fin: en este tiempo lo llevaron de 10 pesos hasta casi 40, y veremos cómo acaba. La inversión extranjera jamás llegó. Se prometieron dólares que era imposible de producirlos en casa, y sólo han podido ser obtenidos parcialmente, con una deuda eterna con el mundo. El Fondo Monetario Internacional pide más ajuste: más recortes sociales, menos salarios, provocando así que la demanda interna pierda toda su fuerza como motor económico. La tasa de interés va por el 60%: espaldarazo ideal para que la economía financiarizada acabe con la economía real. La industria se desmorona. La balanza comercial es cada día más deficitaria tras la liberalización de las importaciones.
viernes, 7 de septiembre de 2018
El Gobierno argentino anuncia medidas de “emergencia” frente a recesión y descontento
Andrea Lobo, wsws
A medida que se profundiza la entrelazada crisis económica, política y social en Argentina en medio de temores de “levantamientos sociales”, el presidente Mauricio Macri anunció medidas y negociaciones de “emergencia” con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para detener la aparentemente imparable fuga de capital.
En un discurso televisado el lunes, apeló a que “el mundo nos apoye” y buscó lavarse las manos culpando a la sequía, las políticas del último Gobierno y la guerra comercial entre EEUU y China.
Macri lamentó que “durante dos años el mercado también nos apoyó” y amenazó que “la pobreza va a aumentar”. Luego, culpó a todos “los argentinos… porque no fuimos capaces de mostrar unidad en nuestro compromiso con avanzar con las reformas estructurales” —es decir, a los trabajadores por oponerse activamente a cientos de miles de despidos y severa austeridad social—.
Macri prometió eliminar el déficit primario de 2019, comparado con una meta de 1,3 por ciento del producto interno bruto. Planea acelerar los programas de austeridad previamente adoptados, recortando a la mitad su gabinete, el equivalente a 10 ministerios, incluyendo el de Trabajo y Salud, e imponiendo un nuevo impuesto de cuatro pesos por dólar sobre las exportaciones agrícolas.
El peso argentino perdió 4,3 por ciento de valor contra el dólar después del discurso de Macri y cayó aún más el martes, sobrepasando una caída del 30 por ciento durante el último mes. El aumento de la tasa de interés del Banco Central de 45 a 60 por ciento la semana pasada y la promesa el lunes de imponer una austeridad anémica no han detenido el desplome.
A medida que se profundiza la entrelazada crisis económica, política y social en Argentina en medio de temores de “levantamientos sociales”, el presidente Mauricio Macri anunció medidas y negociaciones de “emergencia” con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para detener la aparentemente imparable fuga de capital.
En un discurso televisado el lunes, apeló a que “el mundo nos apoye” y buscó lavarse las manos culpando a la sequía, las políticas del último Gobierno y la guerra comercial entre EEUU y China.
Macri lamentó que “durante dos años el mercado también nos apoyó” y amenazó que “la pobreza va a aumentar”. Luego, culpó a todos “los argentinos… porque no fuimos capaces de mostrar unidad en nuestro compromiso con avanzar con las reformas estructurales” —es decir, a los trabajadores por oponerse activamente a cientos de miles de despidos y severa austeridad social—.
Macri prometió eliminar el déficit primario de 2019, comparado con una meta de 1,3 por ciento del producto interno bruto. Planea acelerar los programas de austeridad previamente adoptados, recortando a la mitad su gabinete, el equivalente a 10 ministerios, incluyendo el de Trabajo y Salud, e imponiendo un nuevo impuesto de cuatro pesos por dólar sobre las exportaciones agrícolas.
El peso argentino perdió 4,3 por ciento de valor contra el dólar después del discurso de Macri y cayó aún más el martes, sobrepasando una caída del 30 por ciento durante el último mes. El aumento de la tasa de interés del Banco Central de 45 a 60 por ciento la semana pasada y la promesa el lunes de imponer una austeridad anémica no han detenido el desplome.
domingo, 19 de agosto de 2018
Turquía no recurrirá al FMI para superar crisis monetaria
El ministro turco de Finanzas, Berat Albayrak, descartó este jueves ante inversores internacionales que su país vaya a pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) para superar la crisis monetaria que atraviesa. Albayrak, que también es el yerno del presidente Recep Tayyip Erdogan, hizo un discurso por la tarde ante miles de inversores originarios de Estados Unidos, Europa y Asia, durante una teleconferencia considerada como una prueba de credibilidad.
"Saldremos aún más fuertes de estas turbulencias", declaró el ministro, según la televisión estatal TRT. Añadió que su país no tenía previsto recurrir al FMI y que su gobierno trabajaría para atraer inversiones extranjeras directas. La lira turca, que se hundió la semana pasada en un contexto de crisis diplomática con Estados Unidos, mejoró a raíz de sus declaraciones, repuntando este jueves por tercer día consecutivo.
La moneda ganaba cerca del 3,9% frente al dólar respecto a la sesión de la víspera, y se cambiaba a 5,72 liras por dólar, aunque aún estaba lejos de los valores previos a las grandes pérdidas de los últimos días. La lira parece haberse estabilizado desde el martes a consecuencia de las medidas tomadas por el banco central y de nuevas barreras erigidas por el regulador turco de los bancos para limitar la especulación con la divisa turca. La lira turca perdió el 40% de su valor este año y la la semana pasada sufrió una debacle que causó preocupación en las bolsas mundiales por temor a un efecto contagio.
viernes, 11 de mayo de 2018
Argentina vuelve al Fondo
En este país donde sonó fuerte el “que se vayan todos” para luego volver todos, no es extraño que reaparezcan en la escena pública - quizás siempre han estado sin que lo supiéramos - personajes como Domingo Cavallo e instituciones como el FMI. Menos aún en una gestión donde se maneja la economía del país con criterios empresariales y donde el salario es a lo único que pretenden ponerle tope mientras se les da vía libre a los tarifazos, la especulación y el endeudamiento.
Fabiana Arencibia, Alai
Cuando la semana pasada se habló de un supuesto contacto de Domingo Cavallo con Mauricio Macri, a muchos se nos paró el corazón. Quien estatizó la deuda privada durante la última dictadura siendo presidente del Banco Central, luego ministro de Economía durante parte de los mandatos presidenciales de Carlos Menem y Fernando de la Rúa, el inventor de la convertibilidad en los noventa y del corralito en el 2001, quien les avisó a sus amigos cuándo tenían que llevarse los dólares del país porque se pudría todo, ese mismo es quien volvió a aparecer en estos días. A partir de ahí, sabíamos que con él venía el camino de retorno al FMI.
El Fondo Monetario Internacional salió durante algunos años de la escena. Al menos tuvo bajo perfil luego de los cuestionamientos de muchos países por las crisis que provocaron las recetas a las que sometía a las naciones que pedían préstamos de sus arcas. En Argentina, el pago de los 9.810 millones de dólares de deuda ilegítima que hizo en 2005 el entonces presidente Néstor Kirchner también lo corrió, al menos como prestamista.
jueves, 10 de mayo de 2018
El mercado pone contra las cuerdas la política económica de Macri
Ana Delicado, Público
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, atraviesa el período más delicado desde que llegó al poder en diciembre de 2015. La desaprobación del mandatario se extendió entre la población hasta llegar al 55%, el peor nivel desde que comenzó su legislatura, y la confianza en su política económica se ha derrumbado a niveles inéditos, lo que se ha traducido en una fuerte depreciación del
El sobresalto económico que ahora atraviesa el país no pudo llegar en peor momento. Las alarmas saltaron la semana pasada, cuando el peso argentino se devaluó el jueves, en un sólo día, un 8,3%. Asustado por el cimbronazo, el Gobierno elevó por tercera vez en una semana las tasas de interés hasta llevarlas al 40%, y redujo del 30 al 10% el patrimonio en dólares que pueden tener los bancos.
Los inversores financieros habían ingresado durante el año pasado una cantidad récord de divisas, estimada en 8.000 millones de dólares, a través de una estrategia conocida como carry trade (arbitraje de divisas), que consiste en vender dólares para volcarlos a corto plazo en otra moneda que tenga una mayor tasa de interés. “En 2017, la devaluación del peso fue del 17% y la tasa de interés promedio fue del 35%, así que el negocio fue bueno”, cuenta a Público Fausto Spotorno, economista jefe de la consultora Orlando Ferreres.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, atraviesa el período más delicado desde que llegó al poder en diciembre de 2015. La desaprobación del mandatario se extendió entre la población hasta llegar al 55%, el peor nivel desde que comenzó su legislatura, y la confianza en su política económica se ha derrumbado a niveles inéditos, lo que se ha traducido en una fuerte depreciación del
El sobresalto económico que ahora atraviesa el país no pudo llegar en peor momento. Las alarmas saltaron la semana pasada, cuando el peso argentino se devaluó el jueves, en un sólo día, un 8,3%. Asustado por el cimbronazo, el Gobierno elevó por tercera vez en una semana las tasas de interés hasta llevarlas al 40%, y redujo del 30 al 10% el patrimonio en dólares que pueden tener los bancos.
Los inversores financieros habían ingresado durante el año pasado una cantidad récord de divisas, estimada en 8.000 millones de dólares, a través de una estrategia conocida como carry trade (arbitraje de divisas), que consiste en vender dólares para volcarlos a corto plazo en otra moneda que tenga una mayor tasa de interés. “En 2017, la devaluación del peso fue del 17% y la tasa de interés promedio fue del 35%, así que el negocio fue bueno”, cuenta a Público Fausto Spotorno, economista jefe de la consultora Orlando Ferreres.
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