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lunes, 16 de diciembre de 2024

De Shanghái a Chancay

El nuevo puerto de Chancay, permite la llegada de grandes barcos de mayor calado que no podían llegar a otros puertos de la región sur. Desde este puerto, totalmente automatizado, se potenciará la exportación de productos agrícolas, minerales y otros a los puertos de Asia, y recibirán infinidad de manufacturas sin tener que pasar por Estados Unidos y México

Jorge Durand, La Jornada

El nuevo megapuerto de Chancay, en Perú, financiado por China, la compañía COSCO Shipping y capital peruano, de origen minero (40 por ciento), propone un nuevo panorama geopolítico y comercial, para Sudamérica y el Pacífico.

Resulta que las mercancías de los grandes barcos de contenedores que llegaban de China para Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile, pasaban primero por Manzanillo, Colima, o por Long Beach, en Los Ángeles, y de ahí se repartían por medio de barcos de menor calado a los respectivos países.

Asimismo, los productos que mandaban los países sudamericanos del Pacífico a China tenían que hacer la misma vuelta, pero ahora, por la vía de Chancay, se ahorran 12 días de navegación y mucho dinero. Para empezar, el puerto peruano puede recibir un millón de contenedores al año. No sólo se trata de un recorrido mucho más largo y de mayor costo, sino de la pérdida de control del espacio geopolítico del Pacífico por parte de Estados Unidos y su aliado comercial México, con el puerto de Manzanillo.

sábado, 14 de diciembre de 2024

Lecciones de Medio Oriente para América Latina


Raúl Zibechi, La Jornada

Ahora que Estados Unidos ha conseguido buena parte de sus objetivos en Medio Oriente y tiene margen para ocuparse de otros continentes. Ahora que nadie puede poner en duda que Occidente ha creado y financiado grupos terroristas, como Al Qaeda. Cuando resulta evidente que entre los objetivos primordiales del capitalismo figura la destrucción de los estados-nación, porque acumula más y mejor en situaciones caóticas. Ahora, debemos mirar a nuestro continente para reflexionar sobre lo que nos espera en los próximos años.

Vamos aprendiendo, también, que los llamados “geopolíticos” son apenas propagandistas, salvo excepciones, que se limitan a encubrir los objetivos de las potencias para las que trabajan. Esto nos impone pensar con nuestras propias cabezas, pero con los pies bien asentados en la tierra y en los territorios de nuestros pueblos. Tomar ideas prestadas es un mal camino para orientarnos en la tormenta.

Creo que Medio Oriente, así como Libia, Yemen y tantos otros países destruidos por la intervención “humanitaria” de los imperios, pueden servirnos de espejo para pensarnos hacia adelante. No porque vayamos a correr exactamente el mismo destino, sino para extraer enseñanzas que nos permitan anticipar lo que el capitalismo tiene previsto para nuestras geografías.

miércoles, 11 de septiembre de 2024

La concentración de la riqueza en América Latina

La región es una de las más desiguales del mundo. El 1% de la población más acaudalada acumula el 45% de la riqueza nacional

José Luis Marín, EOM

La desigualdad extrema lleva muchas décadas siendo un problema endémico en toda América Latina. Tras lustros de dominio de las tesis neoliberales, los movimientos políticos de comienzos de siglo —concentrados en torno al foro de São Paulo y la marea roja del nuevo socialismo— lograron situar este problema en el centro de la batalla ideológica. Y aunque varios países han conseguido reducir las tasas de inequidad de forma destacada, lo cierto es que la región sigue registrando una de las mayores tasas de concentración de la riqueza del mundo.

De acuerdo con los datos de la World Inequality Database, el 1% de la población más rica de América Latina acapara en torno al 45% de la riqueza nacional, frente al 35% que se registra en Estados Unidos, el 31% del este de Asia o el 25% de Europa. Desde el cambio de milenio, de hecho, el nivel de concentración de riqueza en unas pocas manos se ha mantenido relativamente estable en la región, y nunca ha registrado una tasa inferior al 42%.

miércoles, 28 de agosto de 2024

Coordenadas para comprender el fascismo en Venezuela

Pero es cierto que las expresiones de fascismo más contundentes se encuentran en las sociedades donde impera el orden liberal (Norteamérica y Europa), o en grupos políticos que se identifican ideológicamente con el liberalismo y vindican la violencia como herramienta de exterminio social, tal cual lo ha hecho la extrema derecha venezolana en tiempos chavistas.

Ernesto Cazal, Misión Verdad

Hablar de fascismo, en Venezuela y desde el ascenso público del Comandante Chávez, se refiere a rasgos discursivos y conductuales que históricamente han estado ligados a las estrategias de golpe y a las tácticas de choque usadas a partir de 2002 por los factores que han insistido en el cambio de régimen.
El fascismo, aquí, se identifica con el uso de la violencia —mercenaria, criminal, de color— como método de desestabilización política, el exterminio del otro como estado de tensión psicosocial y práctica ocasional, el desconocimiento de las instituciones venezolanas como juego de suma cero, el reclamo imperial de intervención militar, el sentimiento hiperreligioso a favor del sistema capitalista en su fase neoliberal, la adopción de una postura geopolítica y civilizatoria respectivamente proestadounidense y prooccidental.
Todas estas variables son verificables en el discurso y la praxis de una parte importante de la dirigencia opositora y de cierta, aunque minúscula, base social de sus seguidores, sobre todo las que han protagonizado las jornadas golpistas de 2014, 2017, 2019 y 2024. En todas ellas, María Corina Machado ha tenido un papel estelar.

martes, 6 de agosto de 2024

Una reflexión sobre Venezuela

Venezuela es el único país de América Latina donde dos recursos fundamentales no están controlados por EEUU

Boaventura de Sousa Santos* – Diario16+

No soy, ni he sido nunca, un chavista acérrimo. Hugo Chávez fue un benévolo meteorito político que sacudió el subcontinente latinoamericano y el mundo en la primera década del siglo XXI.

En 2013, poco después de la muerte de Hugo Chávez, escribí un artículo titulado «Hugo Chávez: el legado y los desafíos». En él identificaba algunos signos de autoritarismo y burocratización y terminaba el texto así: «Sin injerencias externas, estoy seguro de que Venezuela sabría encontrar una solución no violenta y democrática. Lamentablemente, lo que está ocurriendo es que se están utilizando todos los medios para poner a los pobres en contra del chavismo, la base social de la revolución bolivariana y los que más se han beneficiado de ella. Y, al mismo tiempo, para provocar una ruptura en las Fuerzas Armadas y el consiguiente golpe militar para derrocar a Maduro. La política exterior europea (si es que puede llamarse así) podría ser una fuerza moderadora si entretanto no hubiera perdido su alma.»(1) He de reconocer que mi temor no se ha hecho realidad hasta la fecha, aunque no han faltado intentos para que así fuera. Creo que el momento actual es otro de esos intentos. De ahí la importancia de reflexionar sobre el clamor en los medios de comunicación occidentales sobre la posibilidad de fraude en las recientes elecciones en Venezuela y el consenso en la derecha e izquierda sobre la necesidad de auditar los resultados. Esto me deja muy perplejo y me obliga a reflexionar.

domingo, 7 de abril de 2024

Asalto a la embajada mexicana en Ecuador: Noboa contra el derecho internacional


Arturo López Levy, Sin Permiso

La invasión por fuerzas policiales, con fuerte componente militar, de la embajada mexicana en Quito pasará a la historia diplomática latinoamericana como uno de los actos de mayor torpeza política. Es una violación flagrante y grosera del derecho diplomático consagrado en la Convención a ese respecto de 1962. En sus bases fundamentales, la Convención ratifica la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y consulares por el estado receptor como piedra angular del respeto a los privilegios e inmunidades diplomáticas.

La torpeza del gobierno de Noboa es tal que la declaración de su propio ministerio de relaciones exteriores invoca todos los principios y tratados que violó, sin olvidarse de ninguno. Mas aun, al acusar a México de mal otorgarle asilo político a quien define como un delincuente común, el exvicepresidente Jorge Glas, la cancillería ecuatoriana olvida olímpicamente todos los precedentes de opinión jurídica y practica de los estados en la solución de controversias a ese respecto. Si incluso, por el argumento, se aceptase que México no tuviese razón al otorgarle el asilo político a Glas, nada le confiere potestad alguna al país receptor a respaldar esa opinión con una intervención militar contra la inviolabilidad de una embajada.

lunes, 19 de febrero de 2024

El mundo multipolar en ascenso, el hegemón imperialista en descenso

Adrián Sotelo Valencia, Rebelión

El genocidio y los crímenes de lesa humanidad perpetrados por la entidad sionista-fascista contra el pueblo palestino; la guerra en Ucrania y la inminente derrota de los nazis ucranianos por las tropas rusas y el reciente ataque del imperialismo anglosajón (Reino Unido y Estados Unidos) contra los patriotas de Yemen que, en solidaridad con el pueblo palestino, han perpetrado ataques en el mar rojo contra los barcos que apoyan la guerra de exterminio de Israel, son solo los símbolos más inmediatos de la profunda crisis de supremacía que experimenta el imperialismo global y, en especial, el norteamericano.

Esos puntos rojos del conflicto regional, aunados a los ataques de distracción de Israel y Washington contra Siria e Iraq, se articulan con la profunda crisis de reproducción del modo de producción capitalista que, por lo menos desde la crisis financiera y estructural de 2007-2009, experimenta en la producción de valor y de plus valor para garantizar altas tasas de ganancia y de rentabilidad para el gran capital internacional y sus poderosas empresas y corporaciones multinacionales.

jueves, 14 de diciembre de 2023

Milei y Bolsonaro son producto del neoliberalismo en decadencia

Olavo Passos de Souza, Observatorio de la crisis

La victoria de Javier Milei en las elecciones presidenciales argentinas ha dejado a muchos preguntándose qué lugar ocupa todavía la política reaccionaria de derecha en América Latina.

Menos de un año después de la derrota de Jair Bolsonaro en Brasil y el regreso del líder progresista Luis Inácio Lula da Silva a la presidencia del país, la aplastante victoria de Milei en la segunda economía más grande de América Latina parece indicar una disonancia dentro del panorama político de la región.

Sin estar ligados por el neoliberalismo de los años 1990 ni por la “marea rosa” de las socialdemocracias durante los años 2000, los líderes latinoamericanos parecen carecer de un objetivo o una visión compartidos.

Si uno sigue las elecciones argentinas de 2023, no es difícil detectar muchas similitudes con Brasil en 2018. Y, sin embargo, las principales cuestiones destacadas por Milei y Bolsonaro fueron, en su mayor parte, radicalmente diferentes. Aunque ambos lograron resultados similares, los problemas (o problemas aparentes) en los que decidieron centrarse variaron dramáticamente.

sábado, 18 de septiembre de 2021

El coste del cambio climático

Los países latinoamericanos no terminan de apostar por una verdadera transformación energética.
Joselin García Hernández, Alai

El acuerdo de París, firmado en 2015, es hasta ahora el más ambicioso desarrollado entre las naciones para combatir el cambio climático. Dicho acuerdo busca mantener el nivel de temperatura mundial por debajo de los 2°c respecto a los niveles preindustriales, y continuar fijando metas para limitar este aumento a 1.5°c.

El presente artículo señala que las acciones emprendidas por los gobiernos resultan insuficientes para retardar el progresivo cambio climático. América Latina, será una de las zonas geográficas más afectadas económica y socialmente por este hecho. Pese a ello, la agenda climática latinoamericana, no se apega a los estándares internacionales que buscan mitigar esta situación

Las contribuciones nacionalmente determinadas, es decir las metas de mitigación que los países se fijan, son insuficientes para alcanzar los objetivos planteados. De acuerdo con la Declaración de la Organización Mundial de Meteorología sobre el estado del clima mundial en 2020, hay una aceleración en los indicadores del cambio climático, como la subida del nivel del mar, el derretimiento de los polos, y fenómenos meteorológicos extremos como huracanes o sequías prolongadas que amenazan gravemente el desarrollo socioeconómico de la población mundial.

viernes, 9 de julio de 2021

La inviabilidad del neoliberalismo en América Latina

Hedelberto López Blanch, Rebelión

La enorme y hasta ahora incontrolable pandemia de Covid-19 ha puesto de manifiesto la inviabilidad del sistema neoliberal implantado en varios países de América Latina a principios de la década de 1980.

Con servicios de salud públicos precarios muchas naciones de la región se han visto imposibilitadas de atender a la mayoría de sus pobladores que no pueden pagar una adecuada atención médica lo cual ha provocado la muerte de más de un millón de personas en el área y que además, no han podido vacunarse porque los gobiernos no tienen capacidad monetaria para comprar las vacunas anticovid.

Como consecuencia directa se han perdido millones de empleos por el cierre de comercio, servicios, empresas e industrias con el consecuente incremento de la ya enorme pobreza en que vivía la región antes de comenzar la pandemia.

El sistema neoliberal que impulsó las privatizaciones de fábricas, edificaciones, tenencia de tierras, servicios esenciales como agua, salud, electricidad, educación, enriqueció a unos cuantos mientras no ha sido capaz de dar la mínima respuesta alentadora a los habitantes afectados por la epidemia.

lunes, 28 de junio de 2021

El mito de la derecha democrática en América Latina

Atilio A. Boron, Rebelion

La derecha nunca fue democrática, no lo es hoy y jamás lo será.

Pese a que el veredicto de la historia es irrefutable el saber convencional de las ciencias sociales y la opinión establecida difunden sin cesar la errada concepción de que la derecha latinoamericana se ha reconciliado con la democracia; que ya cortó amarras con su génesis oligárquica, racista, patriarcal y colonial; que puso fin a su historia como conspicua instigadora y frecuente ejecutora directa de innumerables golpes de Estado, atentados, sabotajes, masacres y toda clase de violaciones a los derechos humanos y las libertades políticas. Pese a ese origen perverso ahora, dicen algunos académicos y “opinólogos” despistados (o que juegan para la derecha), ésta se ha “aggiornado” y acepta las reglas del juego democrático.

Trágico error, confirmado, como decíamos al principio, por la vida práctica: la derecha nunca fue democrática, no lo es hoy y jamás lo será en el futuro. Por su raigambre e intereses de clase está llamada a defender con uñas y dientes el orden social del capitalismo dependiente del cual es su exclusiva beneficiaria. Por eso apela a todos los inmensos recursos de que dispone (dinero, huelga de inversiones, fuga de capitales, evasión y elusión tributarias, ataques especulativos contra la moneda local, despidos de personal, cierre de establecimientos, terrorismo mediático, invocación al intervencionismo militar, el favor de jueces y fiscales, protección de “la embajada”, etcétera) ante cualquier amenaza, por moderada que sea.

miércoles, 26 de mayo de 2021

La deuda privada en América Latina

En 2021, el problema no es la falta de divisas como en 1982, sino posibles quiebras empresariales.
Bertin Acosta, Oscar Ugarteche, OBELA, Alainet

La COVID indujo una caída en la producción que dejó expuesto al mundo a una crisis financiera derivada de la falta de ingresos de las empresas cuando tienen una acumulación de deuda privada y perdida de utilidades. En este texto vamos a revisar indicios de fragilidad o inestabilidad financiera en la región, derivados de problemas del sector privado. La evidencia muestra que la deuda externa privada es más sustantiva que la deuda externa soberana en América Latina en la tercera década del siglo XXI.

Los gobiernos tomaron durante 2020 medidas excepcionales para reforzar la liquidez de las empresas en respuesta a la crisis de la Covid-19 lo que ha tenido como resultado un apalancamiento creciente y una expansión significativa de las hojas de balance. Normalmente la atención de los organismos internacionales se ha centrado sobre la deuda soberana, cuya ratio se incrementó de manera acelerada durante el año pasado, en gran parte por la caída del producto y ligeramente por los déficits fiscales [ver nota]. Sin embargo, la deuda privada en América latina ha sido emitida mayormente en el exterior, denominada en dólares y supera la deuda pública externa, emitida en su mayor parte en moneda local.

miércoles, 5 de mayo de 2021

Las criptomonedas en América Latina

Las crisis económicas que enfrentan los sudamericanos, aún más ahora en la era del COVID, generan un incentivo en su población para elegir otras opciones de moneda de reserva a las que comúnmente ofrece el mercado cambiario
Mariana Palacios R, OBELA

En América Latina se ha producido un aumento en el uso y conocimiento de las nuevas monedas digitales. Por ello, este análisis abordará dos puntos del tema: el papel de los países latinoamericanos en este nuevo mercado; y la razón por la que estos países han optado por estas herramientas y no por otras. Para OBELA, este es un tema esencial porque han generado una salida a algunos problemas dentro del mercado cambiario de ciertos países de la región.

Las criptomonedas son instrumentos financieros basados en la criptografía. Es decir, las técnicas utilizadas para cifrar y descifrar la información mediante algoritmos matemáticos permiten intercambiar mensajes que sólo son leídos por los destinatarios. Proporciona un servicio de sistema de pago seguro, con la característica de intercambio directo entre pares. Funciona con un software que conecta un ordenador con otros usuarios, como las redes sociales. Otra característica de las criptomonedas es su naturaleza de código abierto, que permite a los usuarios regular el sistema en lugar de una institución.

martes, 13 de abril de 2021

América Latina: reencuentro y reconstrucción

Paula Narváez, Paulina Astroza y Juan Gabriel Valdés, El Mostrador

Tras un cuarto de siglo de esfuerzos integracionistas, América Latina atraviesa una de las peores crisis de sus relaciones internacionales. Las divergencias ideológicas, la ausencia de liderazgo y el creciente nacionalismo tienen a la región sumida en una profunda fragmentación y desencuentro.

La inoperatividad de las instituciones regionales y hemisféricas ha impedido dar respuestas efectivas para la defensa de la democracia y los Derechos Humanos. El ‘vaciamiento’ de la región ha redundado también en una significativa reducción de su peso relativo en el mundo. A costa de nuestros propios intereses, América Latina es hoy más irrelevante en la política internacional que antaño.

Si algo ha dejado en claro la pandemia global, es la importancia de contar con mecanismos de cooperación regional robustos. Con sólo un 8% de la población mundial, la región carga hoy con un cuarto de las muertes por Covid-19 a nivel global. Es un resultado del “sálvese quien pueda” imperante.

jueves, 8 de abril de 2021

¿Cambia Brasil su política exterior?

Emir Sader, La Jornada

Los seis nuevos ministros del gobierno de Jair Bolsonaro finalmente asumieron. En ceremonias cerradas, sin medios y sin mayor participación de personas del gobierno. Un caso llamó la atención: la presencia de un presidente de un partido del Centrao (gran centro), que responde por graves procesos por corrupción. Pero el gobierno corrigió el desliz: le sacó de la foto oficial, al estilo estalinista.

El cambio políticamente más importante fue la salida del exótico ahora ex ministro de Relaciones Exteriores Ernesto Araujo. Mientras el gobierno le busca un cargo –con la dificultad de que una embajada supondría el apoyo del Senado, que él difícilmente obtendría–, se hizo un discurso que, en las palabras, por lo menos, representaría un importante cambio en la política exterior brasileña.

El nuevo canciller de Brasil, Carlos Alberto Franco França, nunca había dirigido una embajada, ha trabajado siempre en el sector ceremonial del Itamaraty –incluso en el gobierno de Dilma Rousseff–, estando recientemente en la embajada brasileña en Bolivia. Su lenguaje ha causado gran impacto, por las diferencias con el discurso terraplanista del ex canciller.

França identificó tres prioridades para su gestión: pandemia, economía y medio ambiente.

miércoles, 31 de marzo de 2021

Desmantelando Latinoamérica

La élite latinoamericana sigue viéndose a sí misma como un grupo de colonos en tierras de indios peligrosos y levantiscos a los que, tradicionalmente, había que “meter bala”
Daniel Espinosa Winder

Jair Bolsonaro fue colocado en la presidencia de Brasil con una misión: devolver a su país a su lugar en el patio trasero yanqui. No tiene nada de raro que para tan ruin empresa se haya empleado a un exmilitar y supuesto “patriota” brasileño, a un fantoche que, como sus antecesores en las dictaduras que tanto ensalza, es capaz de envolverse en la bandera de su país mientras inclina la cabeza ante la de las barras y estrellas.

Poco después de hacerse del poder gracias al juez Moro y quienes lo dirigen y financian desde el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Bolsonaro visitó la sede de la CIA en Langley, Virginia, donde saludó a la bandera estadounidense y se paseó por las instalaciones con el entusiasmo de un niño que ha sido llevado por primera vez a Disneylandia.

Pero esos gestos son lo de menos, pues lo realmente importante es que Bolsonaro está permitiendo que Chevron, Cargill y Bayer-Monsanto, entre otras megacorporaciones, hagan su agosto en Brasil, depredando y abriendo enormes tramos de la selva amazónica para plantar su soya transgénica, trasgrediendo cualquier límite para el uso de agrotóxicos comprobadamente cancerígenos y alentando a los ganaderos a invadir zonas antes protegidas, el hogar de pueblos indígenas desde hace miles de años.

miércoles, 25 de marzo de 2020

¿Ya nada será igual en América Latina después del COVID-19?


Aram Aharonian, Rebelión

No sabemos aún cuál será el desenlace de la pandemia del COVID-19, ni sabemos qué nuevas turbulencias sociales, financieras, políticas, económicas y militares podrá desatar pero, a la vez, divisamos también signos de una transformación en ciernes.

No todo será como era: hay que repensar el mundo que viene y reconsiderar las prioridades de su agenda. En una región hoy llena de temerosos con tapabocas, queda en claro que la prioridad no es el pago de la deuda externa, sino los problemas de salud pública.

El mundo, nuestra América Latina, ya no serás igual. Quizá sea demasiado optimista, pero en medio del temor, la desinformación y la manipulación abierta por grupos cavernarios, las sociedades van reaccionando pasado el primer impacto, y a las muestras de psicosis y paranoia que condujeron a compras de pánico, la solidaridad surge como el aliciente para garantizar la sobrevivencia humana.

Desde ya deberíamos de abandonar la idea de volver a «la normalidad», a «lo de antes», porque lo de antes ya no existe. Hemos descubierto que ante una crisis real lo que funciona es lo público, pese a que lo público fue y es denostados día sí y día porque la maquinaria de (des)información. De golpe aprendimos que un servicio no es un negocio sometido a «las reglas del mercado», verso que solo sirve para que se aplique la ley de la selva.

Estamos inaugurando la época de los imprevistos permanentes: ayer un temporal, hoy el coronavirus, y mañana -¡ay mañana!- seguramente la crisis económica. Y luego la de la escasez de recursos. Se esfuma la planificación como se hizo durante toda la historia humana, pues esta época (el Holoceno) ya está dejando paso a la siguiente, el Antropoceno, la del caos y la impredecibilidad.

jueves, 23 de enero de 2020

La rebelión contra las élites en América Latina

Un sentimiento generalizado de insatisfacción e injusticia motiva protestas en toda la región.


Michael Shifter, New York Times

En 2019, manifestantes callejeros conmocionaron ciudades de todo el mundo. América Latina en particular experimentó una mayor agitación social que en cualquier otro momento de la historia reciente. Las crisis políticas y las movilizaciones masivas estallaron en Haití, Honduras, Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia, Chile y en muchos otros lugares. En las últimas semanas, las manifestaciones han menguado, pero no han cesado y es probable que 2020 traiga más agitación.

La turbulencia deriva de muchos de los problemas persistentes en la región, los cuales son más predominantes en algunos países que en otros: estancamiento económico, poderes judiciales politizados, corrupción, delincuencia y, en algunos cuantos casos, un gobierno autoritario. América Latina es la segunda región más desigual del mundo. El fracaso para abordar estos problemas —y para cumplir sus promesas— ha ocasionado que los gobiernos pierdan legitimidad ante los ciudadanos, quienes se sienten cada vez más insatisfechos con la forma en que funciona, o no funciona, la democracia en sus países.

Sin embargo, igual de pertinente para el momento actual es la percepción generalizada de una falta de justicia, de que las élites económicas y políticas gozan de una serie de privilegios y prerrogativas que se le niegan a la mayoría de los ciudadanos. Algunos de los resentimientos acumulados de la región se deben a la sensación que tienen aquellos que ostentan la mayoría del poder y la influencia de que tienen derecho a todo, quienes además casi nunca les otorgan a los demás el respeto y la dignidad que merecen.

Latinoamérica, epicentro de las luchas políticas mundiales en el siglo XXI


Emir Sader, Alai

Después de haber protagonizado algunos de los fenómenos históricos más importantes del siglo XX, Latinoamérica ha sufrido una dura ofensiva de parte del capitalismo global en su contra en las últimas décadas del siglo pasado. La crisis de la deuda ha cerrado el - hasta aquel momento - más largo ciclo de crecimiento de nuestras economías, iniciado en los años 1930. Dictaduras militares en algunos de los países políticamente más importantes del continente – Brasil, Uruguay, Chile, Argentina – han golpeado duramente a las democracias y a las fuerzas populares de esos países. Latinoamérica ha sido el continente que ha tenido la mayor cantidad de gobiernos neoliberales y en sus modalidades más radicales.

Es como reacción a todo ello que Latinoamérica se ha proyectado como la única región del mundo que ha tenido gobiernos antineoliberales, - en Brasil, Argentina, Uruguay, Venezuela, Bolivia, Ecuador - coordinados entre si en procesos de integración regional. Han sido los únicos gobiernos en el mundo que han disminuido las desigualdades, la exclusión social, el hambre, la miseria y la pobreza, a contramano de las tendencias globales.

Latinoamérica ha proyectado no solamente un modelo eficiente de combate y superación del neoliberalismo, con desarrollo económico y distribución de renta, que ha proyectado paralelamente a los grandes líderes de la izquierda en escala mundial: Lula, Néstor y Cristina Kirchner, Hugo Chávez, Pepe Mujica, Evo Morales, Rafael Correa, López Obrador. La izquierda del siglo XXI es antineoliberal y tiene en Latinoamérica su epicentro.

domingo, 19 de enero de 2020

2019 derribó el mito del gerente presidente

Después del dominio de mandatarios de izquierda en América Latina, tres países de la región viraron a la derecha y eligieron a candidatos-empresarios. Los resultados no han sido favorables.


Alberto Vergara, New York Times

El 2019 latinoamericano comenzó con el estremecimiento que causaba Roma, dura y bella película que mostró las múltiples capas de la desigualdad en México y, por extensión, en América Latina. El año cerró con miles protestando en Santiago de Chile, luego de haber movilizado varios millones de personas en algo más de un mes, reclamando un orden social y económico más justo. Aunque no se inventaron en 2019, este año las desigualdades latinoamericanas se hicieron más visibles e intolerables.

Resulta significativo que, en este contexto, los gobiernos de derecha liderados por grandes hombres de negocios y sus equipos de gerentes hayan naufragado. Las elecciones de Mauricio Macri en 2015, de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) en 2016 y de Sebastián Piñera en 2017, resultaron ineficientes para reencaminar sus respectivos países hacia la senda liberal y aún más estériles para conservar el apoyo de sus compatriotas. La lección que dejan estos proyectos políticos alternativos a la izquierda es que el horno latinoamericano no está para bollos plutocráticos.

Lo de la plutocracia es una exageración. Fueron los votos y no el mero dinero quien los instaló en el poder. Pero una vez ahí, las tres presidencias confiaron más en el mundo empresarial que en los ciudadanos. Poblaron el Estado con élites económicas habituadas a burbujas sociales, exhibieron una soberbia gerencial respecto de los problemas que heredaban y, como consecuencia, leyeron erróneamente la marcha política y económica de sus países. Si este combo no constituye la razón última de sus fracasos, al menos ha debilitado la posibilidad de dar continuidad a sus gobiernos y políticas públicas.

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