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lunes, 22 de diciembre de 2025

De Monroe a Trump, dos siglos de injerencia imperial

Trump como buen imitador, quiere hacerse dueño de las tierras y el petróleo venezolano, y sin quedarse atrás, pone la mira en Europa, en África o en Asia

Carlos Aznárez, Al Mayadeen

Cuando el ahora tan citado James Monroe lanzó aquella famosa frase "América para los americanos" en 1823, no podía a llegar imaginarse que esa declaración de sinceridad iba a recorrer toda la historia posterior de la política exterior estadounidense, y mucho menos que 200 años después uno de sus compatriotas -tan prepotente y ambicioso como él- iba a levantar la apuesta.

El primero advertía a los europeos colonizadores que se les había acabado la licencia para hacer lo que querían en el continente que va desde el sur del Río Bravo hasta los confines de Tierra del Fuego, no porque fuera un justiciero sino porque la frase susodicha significaba que "esas tierras son nuestras, los norteamericanos".

Su actual imitador, no se queda en chiquitas y además de autoproclamarse dueño de tierras y riquezas venezolanas que no le pertenecen, apelando a esa prepotencia habitual que lo caracteriza, expande el mismo anhelo colonizador cuando piensa en Europa, en África o en Asia. Y así como Monroe pensaba en ponerle coto a los europeos en su afán expropiatorio en el continente, Trump apela ahora a la Estrategia de Seguridad Nacional para hacer cumplir su dominio regional, por las buenas o por las malas, dejando fuera de juego a sus competidores Rusia y China.

lunes, 15 de diciembre de 2025

El imperio de arrogancia y vandalismo de Trump

El último memorando de la Estrategia de Seguridad Nacional del presidente considera la libertad de coaccionar a otros como la esencia de la soberanía estadounidense. Es un documento ominoso que, si se mantiene vigente, volverá para atormentar a Estados Unidos

Jeffrey D. Sachs, Common Dreams

La Estrategia de Seguridad Nacional 2025 (ESN) publicada recientemente por el presidente Donald Trump se presenta como un plan para renovar la fortaleza estadounidense. Sin embargo, presenta cuatro errores peligrosos.

En primer lugar, la Estrategia Nacional de Seguridad (NSS) se basa en la grandiosidad: la creencia de que Estados Unidos goza de una supremacía inigualable en todas las dimensiones clave del poder. En segundo lugar, se basa en una visión del mundo marcadamente maquiavélica, que trata a otras naciones como instrumentos manipulables para el beneficio estadounidense. En tercer lugar, se basa en un nacionalismo ingenuo que desestima el derecho y las instituciones internacionales como obstáculos a la soberanía estadounidense, en lugar de considerar los marcos que mejoran conjuntamente la seguridad estadounidense y mundial.

En cuarto lugar, esto demuestra una brutalidad en el uso que Trump hace de la CIA y el ejército. A los pocos días de la publicación de la NSS, Estados Unidos confiscó descaradamente un petrolero que transportaba petróleo venezolano en alto mar, con el argumento, endeble, de que el buque había violado previamente las sanciones estadounidenses contra Irán.

La incautación no fue una medida defensiva para evitar una amenaza inminente. Tampoco es legal incautar buques en alto mar debido a las sanciones unilaterales de Estados Unidos. Solo el Consejo de Seguridad de la ONU tiene tal autoridad. En cambio, la incautación es un acto ilegal diseñado para forzar un cambio de régimen enVenezuela. Esto tras ocurre la declaración de Trump de que ha ordenado a la CIA que realice operaciones encubiertas dentro de Venezuela para desestabilizar el régimen.

domingo, 14 de diciembre de 2025

Mercenarios del imperio


Jorge Majfud, Página 12

La creación del personaje MCM (María Corina Machado) no es muy diferente al resto de los líderes promovidos por Washington y la CIA por generaciones. No es muy diferente a los personajes creados con el mismo propósito solo en Venezuela, desde Pérez Jiménez hasta Juan Guaidó, por años referido por los países imperiales como “el presidente de Venezuela”, exactamente como es anunciada Machado ahora. El perfil clásico es: un mártir de la libertad siendo perseguido por un dictador desobediente en un país con importantes recursos naturales.

Luego de apoyar el golpe de Estado de 2002 contra un presidente democráticamente electo, luego de promover y solicitar por décadas intervenciones extranjeras de todo tipo en su país... ¿Cuántos días estuvo presa la pobre Corina Machado? Menos que el mismo presidente Chávez en 2002. Ni un día, de hecho. Por menos de eso, en Estados Unidos habría sido detenida por los enmascarados o por algún agente federal y le habrían puesto una rodilla en la cabeza contra el suelo. Todo en nombre de la libertad y de la seguridad nacional.

Pero Corina Machado ha estado tan vigilada por el régimen, que pudo dar entrevistas y participar de conferencias internacionales en Miami llamando a una invasión a su país. ¿El régimen no interceptaba sus comunicaciones? En las dictaduras fascistas, planeadas por la CIA y sostenidas por los miles de millones de Washington hasta no hace mucho, por el solo hecho de tener un libro prohibido en su cocina, a Machado la hubiesen secuestrado, violado y torturado según las técnicas de la School of the Americas. Luego hubiese terminado en el fondo del mar o diluida en cal viva. Esas mismas dictaduras fascistas ahora despiertan la nostalgia de los seguidores latinoamericanos de su klan, el Conservative Political Action Conference, CPAC. Por no recordar el centro de tortura en Guantánamo, las decenas de cárceles secretas de la CIA alrededor del mundo o las violaciones en las cárceles israelíes de miles de palestinos, muchos de ellos menores, que la Nobel de la Paz venera.

sábado, 13 de diciembre de 2025

Trump y la piratería de Estado en alta mar: precedentes del Skipper


Misión Verdad

La reciente irrupción militar de Estados Unidos sobre un tanquero en el Caribe, a escasa distancia de las aguas venezolanas, volvió a revelar el tipo de operaciones que Washington ejecuta bajo el amparo de sus sanciones unilaterales. El abordaje, realizado mediante helicópteros y personal armado, fue presentado por las autoridades estadounidenses como una acción "legal" derivada de un mandato federal, pese a que no existe reconocimiento internacional para esas medidas extraterritoriales ni jurisdicción alguna que las valide fuera de su territorio.

Desde Caracas, la vicepresidenta Delcy Rodríguez denunció el robo dirigido a apropiarse del petróleo venezolano y advirtió que el país acudiría a instancias multilaterales para exponer la violación flagrante del derecho internacional.

La operación encaja en una tendencia creciente de interdicciones marítimas ejecutadas por Washington en escenarios donde pretende imponer su autoridad más allá de cualquier marco jurídico reconocido.

El abordaje en el Caribe y la expansión de la doctrina de interdicción estadounidense

La operación contra el tanquero M/T SKIPPER, ejecutada por fuerzas especiales, infantes de marina y personal del Coast Guard, expone la lógica que Washington intenta normalizar en el Caribe: aplicar sanciones unilaterales mediante despliegues militares en aguas internacionales o adyacentes a zonas jurisdiccionales sin reconocimiento de los Estados.

martes, 9 de diciembre de 2025

La vieja propaganda de guerra funciona

Plutócratas y gobierno occidentales están volcando toda esta energía y dinero en controlar la narrativa dominante porque ese es el punto más débil en la armadura de la máquina imperial

Caitlin Johnstone, La Haine

Justo cuando se difunden las noticias de que Trump ha lanzado a Maduro un ultimátum para que abandone Venezuela inmediatamente si quiere escapar con vida, el Wall Street Journal, propiedad de Murdoch, ha publicado un artículo de propaganda bélica sorprendentemente descarado titulado «Cómo las bandas venezolanas y los yihadistas africanos están inundando Europa con cocaína.»

«Venezuela se ha convertido en una plataforma de lanzamiento importante para enormes volúmenes de cocaína enviada a África Occidental, donde yihadistas están ayudando a traficarla a Europa en cantidades récord», comienza el artículo, destacando que «la campaña de presión de la administración Trump contra el líder venezolano Nicolás Maduro --de quien afirman está muy implicado en el tráfico de drogas-- ha atraído la atención global sobre el papel del país en el narcotráfico.»

La pieza propagandística está claramente dirigida tanto a europeos como a estadounidenses, enfatizando la broma del secretario de Estado Marco Rubio el mes pasado de que los europeos «deberían agradecernos» por hacer explotar supuestos barcos de drogas procedentes de Venezuela porque dice que algunas de esas drogas acabarán en Europa.

Lo tiene todo. Fomentar el apoyo internacional para una guerra de cambio de régimen. Alarmismo sobre los «yihadistas». El dictador malvado y aterrador. Todo el paquete de ventas de propaganda bélica.

jueves, 4 de diciembre de 2025

Así circuló en EEUU el plan de usar armas biológicas contra Venezuela


Misión Verdad

Una reciente investigación periodística en Estados Unidos reveló documentos que detallan propuestas de acciones biológicas dirigidas contra Venezuela, elaboradas por operadores vinculados a la oposición extrema y entregadas a instancias del poder político en Washington.

Los planes exhiben un nivel de agresión que trasciende la disputa convencional y vuelven a evidenciar cómo la maquinaria de cambio de régimen ha incorporado tácticas propias de la guerra encubierta, desde daños a infraestructura hasta esquemas de desestabilización sanitaria, además de los ya conocidos mecanismos financieros.

El caso aporta una pieza clave para comprender la naturaleza estructural del asedio contra Venezuela y los incentivos que explican por qué Washington no está dispuesto a desmontar su sistema de sanciones y presiones, pues involucra un entramado que produce beneficios políticos, financieros y operativos para actores que han convertido la agresión en una industria.

Lo que revela la investigación

El reportaje de la periodista Maureen Tkacik en The American Prospect expone un documento de 29 páginas enviado a la oficina del entonces vicepresidente estadounidense Mike Pence por un grupo identificado como Virtual Democracy, organización vinculada a operadores opositores y consultoras de inteligencia que actuaron en paralelo al llamado "interinato". El material, obtenido durante procesos judiciales asociados al operativo fallido de Jordan Goudreau, detalla una hoja de ruta para desencadenar un cambio de régimen en Venezuela mediante tácticas que combinan sabotaje, terrorismo económico y operaciones biológicas.

martes, 2 de diciembre de 2025

Las cortinas de humo del poder en Estados Unidos

La principal intención de la operación en curso es apoderarse del petróleo de Venezuela y fracturar el eje de articulación Caracas-Habana-Managua

José Ernesto Nováez Guerrero, Al Mayadeen

En 1997 se estrenó la película Wag the dog (La cortina de humo (en España) y Escándalo en la Casa Blanca (en Latinoamérica)). Dirigida por Barry Levinson, el filme contó con un elenco de lujo, donde destacan Dustin Hoffmann y Robert de Niro. El título de la película está tomado del argot político norteamericano y, literalmente, significa algo así como “mover el perro”. Es un juego de palabras derivado de una premisa más larga: como el perro es más inteligente, mueve la cola; pero si la cola fuera más inteligente, esta movería el perro.

En esta metáfora la cola es el poder y el perro es el pueblo, y la frase hace referencia a acciones, sobre todo de naturaleza militar, que se usan como distracción para desviar la atención popular de los escándalos políticos y crisis de las élites y también cómo se manipula al pueblo para hacerlo cómplice de aventuras imperiales y guerras de rapiña.

El argumento del filme es tan sencillo como efectivo. El presidente de los Estados Unidos es acusado de insinuarse sexualmente a una menor de edad en el Despacho Oval. El escándalo estalla apenas dos semanas antes del inicio de unas reñidas elecciones presidenciales. Su equipo de asesores opta por traer un especialista, interpretado por De Niro, quien en asociación con un productor de Hollywood, Hoffmann, inventan una guerra ficticia en Albania para desviar la atención popular. Para esto recrean imágenes, graban falsos testimonios de víctimas y apelan a todo el repertorio patrioteril para convencer a la audiencia que Estados Unidos tiene el deber moral de intervenir en el conflicto para salvar a esas pobres víctimas.

La película tiene otros giros para mantener la atención del espectador, pero en esencia este es su argumento central. Aunque no está basada directamente en hechos reales, no resulta difícil encontrar numerosos nexos con la realidad política de los Estados Unidos. Poco después del estreno de este filme, estalló el escándalo sexual de Bill Clinton con Mónica Lewinsky, pronto cubierto por el velo del conflicto de Kosovo y el bombardeo masivo a Yugoslavia.

Inminente agresión estadounidense contra Venezuela

La ofensiva militar y política de Estados Unidos contra Venezuela ha escalado hasta niveles inéditos desde la Guerra Fría. Entre amenazas de intervención, operaciones encubiertas y un cerco económico devastador, la estrategia de Washington bajo Trump redefine el tablero latinoamericano. Lo que ocurra en Venezuela sentará un precedente para toda la región

Valerio Arcary, Jacobin

El objetivo declarado de la ofensiva militar estadounidense contra Venezuela es derrocar al gobierno de Nicolás Maduro. La clave de la ecuación latinoamericana está hoy en Venezuela. Parece inminente una intervención de Estados Unidos. Trump no le ha hecho al gobierno venezolano otra oferta que no sea la rendición. No está en condiciones de invadir con su ejército a Venezuela, como se hizo en Iraq o Afganistán, pero tampoco va a retroceder ante un dispositivo militar tan poderoso. Son varios los escenarios posibles: a) una ola de bombardeos contra objetivos militares y económicos; b) operaciones encubiertas para liquidar a los líderes chavistas, comenzando por el propio Maduro; c) ambas opciones simultáneamente en combinación con otras. Sería, por tanto, una imprudencia imperdonable no comprender o subestimar el drama que para Venezuela representa la presencia en sus fronteras de una fuerza militar de dimensiones sin precedentes.

Las acusaciones lanzadas por Trump contra Venezuela son insostenibles: a) que Maduro es el cabecilla de toda una red de narcotráfico, al frente de un imaginario Cartel de Los Soles, se ha catalogado de absurdo en los más amplios círculos internacionales; b) que Estados Unidos se propone derrocar a Maduro porque este es un tirano que encabeza una dictadura chavista es indefendible, pues Trump apoya incondicionalmente al sanguinario déspota Mohamed bin Salman de Arabia Saudita; c) que la intervención de Estados Unidos es necesaria por causa de una crisis humanitaria que ha provocado que siete millones de venezolanos emigren es de un monstruoso cinismo, pues Estados Unidos ha apoyado ininterrumpidamente el genocidio sionista contra los palestinos de Gaza; d) que Venezuela es un «enclave» de Rusia, China e Irán o representa una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos está tan fuera de toda proporción que resulta ridículo.

domingo, 16 de noviembre de 2025

El regreso de las cañoneras

El pretexto de la guerra contra el narcoterrorismo oculta la intención de producir un cambio de régimen. Para lograrlo, la Casa Blanca estudia un conjunto de opciones que tienen como base la guerra psicológica, sustentada en la ostentación de una fuerza naval que diariamente exhibe su capacidad letal sobre barcazas desarmadas

Jorge Elbaum, Pagina 12

El mayor general del Cuerpo de Marines Smedley Butler fue uno de los tres militares más condecorados de la historia de los Estados Unidos. Fue galardonado con dos medallas de honor, la más alta condecoración concedida a un militar por heroísmo en combate. Luego de su retiro, en 1931, publicó un texto titulado La guerra es un latrocinio. Y cuatro años después, en noviembre de 1935, un artículo en el New York Times titulado "Puede que le haya dado algunas pistas a Al Capone“. En esta columna, Butler declaraba “haber servido durante 30 años y cuatro meses en los Marines. Tengo el sentimiento de haber actuado durante todo ese tiempo de bandido, altamente calificado, al servicio de las grandes empresas de Wall Street y sus banqueros (…) En una palabra, he sido un pandillero al servicio del capitalismo (…) Fui premiado con honores, medallas y ascensos. Pero cuando miro hacia atrás, considero que podría haber dado algunas sugerencias a Al Capone. Él, como gánster, operó en tres distritos de una ciudad. Yo, como Marine, operé en tres continentes.”

La geopolítica se consolidó como disciplina, apelando a reminiscencias históricas. Sus analistas están permanentemente en diálogo con los sucesos del pasado: los imitan, los rechazan o los adaptan. Pero siempre tienen en cuenta los antecedentes para acomodar sus enseñanzas al presente. En la actualidad, Estados Unidos está actualizando esas referencias. Mientras se impacienta por redefinir la configuración de América Latina y el Caribe, rechaza aceptar que se han producido profundos cambios estructurales en la región, producto de su debilitamiento económico relativo. Desde los inicios del siglo XIX, la Doctrina Monroe apeló primero a la diplomacia de las cañoneras y luego al método del Gran Garrote. Ambos dispositivos se combinaron, tiempo después, para dar lugar a la Doctrina de la Seguridad Nacional y la desaparición de personas como práctica del terrorismo de Estado.

sábado, 8 de noviembre de 2025

Imperialismo versus Bolivarismo


Gaetano Colonna, Sinistra in Rete

La historia del Occidente anglosajón encierra un pecado original: la confusión entre capitalismo e imperialismo. Así como el capitalismo no puede comprenderse sin la expansión colonial y mercantil inglesa, tampoco puede olvidarse que, a finales del siglo XIX en Gran Bretaña, la dominación sobre los pueblos del mundo comenzó a justificarse en aras de la defensa de la riqueza acumulada por la oligarquía británica.

Este pecado original se transmitió, a través de las guerras del siglo XX, al poder estadounidense; un hecho que en última instancia explica por qué ninguna administración estadounidense, independientemente de su afiliación partidista, puede renunciar a una política imperialista.

En este momento desconocemos si el gobierno de Trump atacará militarmente a Venezuela o no, pero lo que ha ocurrido durante décadas en las relaciones entre la superpotencia estadounidense y Venezuela es uno de los testimonios históricos más claros de lo que se acaba de decir.

La culpa de Venezuela, a ojos de las distintas administraciones que se han sucedido en la Casa Blanca a lo largo de las décadas, es solo una: haber intentado escapar de la dominación imperial que Estados Unidos ha ejercido sobre el continente latinoamericano desde finales del siglo XIX.

República Bolivariana

Hugo Chávez, el militar venezolano que dirigió el país desde 1999 hasta 2013, respaldado durante todo este período no tan corto por un apoyo popular incuestionable e indiscutible, además de haber configurado un sistema político que en cierto modo era una alternativa al modelo ultraliberal que imperaba en Sudamérica (y más allá...), también intentó establecer su propia base ideológica, que sigue siendo el punto de referencia para su sucesor Nicolás Maduro.

sábado, 18 de octubre de 2025

La CIA con luz verde contra Venezuela

Raúl Capote describe los crímenes y operaciones de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en América Latina y el Caribe y su enfoque sobre Venezuela.

Raúl Capote, Al Mayadeen

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) no es un actor nuevo en la región. Su historial de crímenes contempla, entre muchos otros:

  • El golpe de Estado en Guatemala (1954), que derrocó a un gobierno legítimo para defender los intereses de la United Fruit Company.
  • Las operaciónes Pluto y Mangosta contra Cuba en los años 60.
  • La Operación Cóndor, que coordinó el terrorismo de Estado en América del Sur, dejando miles de desaparecidos y torturados.
  • El golpe contra Salvador Allende en Chile (1973), que instauró una de las dictaduras más sangrientas de la historia.
  • La guerra sucia en Centroamérica, donde financiaron escuadrones de la muerte y grupos contrarrevolucionarios.

Según fuentes cercanas al gobierno de Estados Unidos, las nuevas operaciones encubiertas contra Venezuela buscarían:

miércoles, 15 de octubre de 2025

Golpismo y Premio Nobel de la Paz

«La paz es la guerra». George Orwell
Leonid Savin, Geopolitika

El 10 de octubre se anunció el ganador del Premio Nobel de la Paz. Esta persona resultó ser María Corina Machado, una oposicionista de Venezuela, que pidió a Estados Unidos que impusiera sanciones contra su país natal e incluso que utilizara la fuerza armada contra su Gobierno y su pueblo. Aunque, de hecho, había candidatos más dignos y políticamente neutrales, esta elección no es sorprendente. En los últimos años, varias nominaciones a este premio, que en su día fue prestigioso, han adquirido un carácter cada vez más político, desde la perspectiva del Occidente colectivo, por supuesto.

Sin embargo, el premio se ha concedido anteriormente a personas que deberían haber sido juzgadas en lugar de recompensadas, por decirlo suavemente: Henry Kissinger (1973), que fue en parte responsable de la guerra de Vietnam y otros crímenes; el presidente estadounidense Barack Obama (2009), que continuó la ocupación de Afganistán e Irak; Aung San Suu Kyi (2012), que guardó silencio sobre la situación de los musulmanes rohingya en Myanmar y se opuso al gobierno militar (la justicia aún prevaleció contra ella tras las acusaciones de corrupción y otros crímenes, en diciembre de 2022 recibió una condena total de 33 años de prisión).

Ahora lo ha «ganado» una mezquina oposicionista que cumple la voluntad política de Estados Unidos, una guarimba de los círculos burgueses, a la que no le importa su propio pueblo.

lunes, 13 de octubre de 2025

Nobel golpista

Mientras Trump busca distraer al pueblo estadounidense, premian a una figura que llama a una invasión a Venezuela. No la premian con el Nobel de Business sino con el "Nobel de la Paz"

Jorge Majfud, La Haine

En 2002, el presidente democráticamente electo de Venezuela, Hugo Chávez, fue secuestrado por militares golpistas y recluido en la isla La Orchila. Corina Machado, varios empresarios, el New York Times y otros medios europeos apoyaron el golpe. La derecha proclamó a Pedro Carmona (empresario y miembro del Opus Dei) como nuevo presidente. Carmona decretó la disolución de la Asamblea Nacional, la Corte Suprema y otras instituciones. Machado firmó la declaración de apoyo a esas medidas.

El New York Times saludó el golpe encabezado por "un respetado hombre de negocios", el que tenía como propósito acabar con la dictadura electa en Venezuela. Según documentos desclasificados, la CIA sabía que George Bush sabía. El 25 de abril, el Times informó que el dinero para la agitación social previa al golpe había sido canalizado por terceros, como la ONG Demócrata 'National Endowment for Democracy', con 877.000 dólares.

Según un cable del 13 de julio de 2004, organizaciones como la USAID habían enviado casi medio millón de dólares para proveer "entrenamiento para los partidos políticos". El cubano Otto Reich (uno de los organizadores del acoso de los Contras en Nicaragua y parte de la maniobra Irán-Contras) fue otro encargado de contribuir con el golpe.

La muerte del Premio Nobel de la Paz


Atilio A. Boron, Página 12

El otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado es la culminación de un largo proceso de descomposición moral y política que ha afectado irreparablemente a ese galardón. Lo podrán seguir otorgando, año tras año, pero el desagradable olor de su incoherencia ética y su oportunismo político al servicio de Washington lo acompañará para siempre.

Claro que lo ocurrido en estos días no es nuevo. El premio estaba desacreditado desde mucho antes. Si bien por excepción le fue otorgado a personajes cuya trayectoria estaba claramente marcada por su compromiso con la paz: Martin Luther King en 1964, la Madre Teresa de Calcuta (1979), Adolfo Pérez Esquivel (1980), el obispo sudafricano Desmond Tutu (1984) y Nelson Mandela (1993), y unos pocos más, la entrega de ese galardón a Henry Kissinger en 1973, un asesino serial responsable del brutal bombardeo contra Vietnam y desestabilizador de procesos democráticos como el Chile de Salvador Allende marcaba de modo indeleble la depravación de la idea original de Alfred Nobel que era premiar a las personas u organizaciones que luchan por el imperio de la paz y la resolución pacífica de los conflictos.

lunes, 22 de septiembre de 2025

Las guerras del imperio en Latinoamérica y el Caribe

Venezuela, igual que Cuba, está en guerra y la unión del pueblo con su gobierno y sus fuerzas armadas fue la que hasta ahora erigió una formidable barrera a las pretensiones del imperio

Atilio Borón, La Haine

El título de esta nota puede inducir a creer que el objeto de estas breves líneas será recordar las numerosas aventuras militares del imperialismo norteamericano en Nuestra América, sobre todo en Centroamérica y el Caribe, “la tercera frontera imperial” como felizmente la definiera el profesor y ex presidente de la República Dominicana Juan Bosch. Pero no: nuestro propósito es examinar las guerras actuales del imperialismo, las que al día de hoy se libran en contra de Cuba y Venezuela.

Pese a que la Cumbre de la CELAC 2014 declaró a Nuestra América como Zona de Paz, lo cierto es que los países arriba nombrados son víctimas de una guerra no declarada pero no por ello menos perjudicial. Los cambios en “el arte de la guerra” a lo largo de las últimas décadas han tenido como una de sus consecuencias invisibilizar el enorme daño que hoy se puede infligir a las poblaciones agredidas y ocultar, al menos parcialmente, la responsabilidad criminal que le cabe al país agresor. En los casos que nos ocupan, EEUU es quien sin mediar una declaración formal de guerra, que requeriría una ley del Congreso de ese país, lleva más de sesenta años haciéndole la guerra a Cuba, con total impunidad, y diez años a Venezuela.

El caso venezolano se distingue del cubano porque existe una Orden Ejecutiva firmada el 9 de marzo del 2015 por el entonces presidente Barack Obama mediante la cual se declaraba la “emergencia nacional” ante la “amenaza inusual y extraordinaria que la situación de Venezuela suponía para la seguridad nacional y la política exterior de EEUU.” Es difícil al releer estas líneas no pensar en la soberana ridiculez de dicha Orden Ejecutiva. ¡La “seguridad nacional” de la mayor potencia militar y financiera del planeta amenazada por la Venezuela bolivariana!

miércoles, 17 de septiembre de 2025

El mito del narcoestado utilizado por EEUU para atacar a Venezuela

La supuesta lancha de narcotráfico atacada por EEUU


Roger Harris, Counter Punch

Una gran limusina Cadillac con matrícula de Jersey estaba aparcada al final de la manzana. Pocos vecinos de East Harlem tenían coche, y mucho menos uno nuevo. Curioso, pregunté a los niños de la calle qué pasaba. Me explicaron con naturalidad que los mafiosos venían cada semana a recoger el dinero de la droga. Más tarde encontré un parque infantil que cada noche se convertía en un auténtico mercadillo de narcóticos. Si un blanquito de los suburbios y unos niños de tercero de primaria podían descubrir el comercio ilícito, me preguntaba por qué las autoridades, que habían empapelado la ciudad con carteles de «Mantengamos Nueva York libre de drogas», no podían hacer lo mismo.

Eso fue a finales de la década de 1960, y todavía me pregunto por qué Estados Unidos —el mayor consumidor de estupefacientes del mundo, el mayor blanqueador de dinero ilícito procedente de las drogas y el principal proveedor de armas a los cárteles— no ha resuelto estos problemas.

Una cosa está clara: el problema de las drogas se proyecta sobre América Latina. La portavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly, advirtió sobre «malvados narcoterroristas que intentan envenenar nuestra patria». La interceptación de drogas se ha convertido en un arma para imponer la dominación imperial, sobre todo contra Venezuela.

martes, 9 de septiembre de 2025

Según la DEA el 0% de la cocaína incautada en EEUU proviene de Venezuela

Si de verdad el régimen estadounidense quisiera “detener el tráfico de drogas”, debería trabajar en EEUU, no en la costa de Venezuela, ni tampoco en la de Colombia, ni en México. La Agencia para la Administración y Control de Drogas (DEA) estadounidense es la cabeza de todos los cárteles, y las farmacéuticas y bancos estadounidenses están también en esa cima

Andrés Piqueras, Observatorio de la Crisis

Después de guarimbas, sabotajes, robos de empresas, atentados, intentos de matar a Maduro (y puede que el asesinato de Chávez), incursiones paramilitares, infiltración de agentes para provocar altercados, invenciones inverosímiles de presidentes payasos y permanente guerra económica, entre otras muchas acciones hostiles, EEUU ha tenido una nueva ocurrencia para pasar a agredir directamente a Venezuela. Nada menos que acusarla de ser el foco de irradiación de drogas hacia el país norteamericano.

Realmente, esta vez la excusa supera los límites de lo absurdo.

Hace tiempo que la ONU afirmó que Venezuela es de los pocos Estados libre de cultivo y tráfico de drogas. Según esta organización, las rutas del narcotráfico en América son las siguientes:
  • 87% de las drogas salen por el Pacífico (Colombia, Ecuador, Perú)
  • 8% por el Caribe colombiano (La Guajira)
  • Solo 5% intenta pasar por Venezuela y es interceptado en su mayoría
Aquí un mapa indicativo:

miércoles, 27 de agosto de 2025

El regreso de James Monroe

El primer objetivo de Washington es cortar, o al menos reducir, las relaciones entre Caracas, Moscú y Teherán. El segundo objetivo es el petróleo..."

Enrico Tomaselli, Sinistra in Rete

La tensión ahora histórica entre Estados Unidos y Venezuela ha visto la postura agresiva de Washington intensificarse en los últimos días, incluso si, cuando todo está dicho y hecho, esto parece ser más una gran operación psicológica. Estados Unidos siempre se ha opuesto a la Revolución Bolivariana de Chávez, pero desde que Maduro asumió el poder, la presión estadounidense se ha vuelto mucho más fuerte. Innumerables intentos de golpe de Estado, apoyo a figuras que rayan en lo ridículo como Guaidó, quien se autoproclamó presidente interino antes de desaparecer en el aire del que emergió, finalmente han llevado a acusaciones de ser un narcotraficante, de hecho, ser el jefe del Cártel de los Soles. Muy apropiadamente, en las últimas semanas la recompensa por Maduro se ha elevado a U$50 millones (como si estuviéramos en el Salvaje Oeste), y se ha aprobado una orden ejecutiva secreta que equipara a los cárteles de la droga con organizaciones terroristas, lo que hace posible tomar medidas contra ellos con las fuerzas armadas.

Sin embargo, la cuestión, más allá del caso venezolano específico, debe situarse en un contexto mucho más amplio. Latinoamérica, al menos desde la proclamación de la llamada Doctrina Monroe —afirmada por el presidente James Monroe en 1823—, siempre ha considerado al subcontinente americano como su propio patio trasero. Tras el lema "América para los americanos ", la doctrina buscaba esencialmente garantizar la hegemonía estadounidense en el hemisferio occidental; la intención principal era eliminar la influencia europea, adoptando un lenguaje propagandístico soberanista-populista, pero el objetivo final era precisamente reemplazar a los europeos, y con el término "americanos" se refería en realidad a los norteamericanos.

Esta dominación estadounidense sobre Latinoamérica se prolongó durante todo el siglo XX y se caracterizó por dictaduras despiadadas, masacres de poblaciones indígenas y un derecho absoluto de saqueo por parte de las multinacionales estadounidenses.

martes, 26 de agosto de 2025

América Latina: Estados Unidos regresa a la diplomacia de las cañoneras


Leonid Savin, Fondsk

La semana pasada, el presidente estadounidense Donald Trump decidió enviar una flotilla de buques de guerra y un submarino a las costas de Venezuela como parte de una operación especial contra los cárteles internacionales de la droga. La portavoz de la Casa Blanca, Carolyn Leavitt, también afirmó que se emplearía la fuerza militar necesaria contra Venezuela.
Dado que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, fue acusado anteriormente de ser el jefe del cártel de drogas del Sol y de no ser un presidente legítimamente elegido, hay motivos para creer que este gesto de demostración de fuerza podría convertirse en una provocación grave con consecuencias impredecibles para la región.
La armada de la Armada de los Estados Unidos consta de tres destructores de misiles guiados clase Arleigh Burke, un submarino y tres buques de asalto anfibio, con un total de aproximadamente 4.500 marines a bordo. Si los cárteles de la droga utilizaran embarcaciones pequeñas o submarinos de fabricación casera, a menudo de un solo uso, para transportar sus mercancías, no se necesitaría una flotilla tan potente para interceptarlos; sería más lógico utilizar aeronaves de vigilancia junto con los guardacostas que patrullan las rutas de los presuntos contrabandistas. Sin embargo, se dice que también participan en la operación aeronaves de alerta temprana aerotransportadas Boeing P-8-A Poseidon de la Armada de los Estados Unidos.

La demonización del liderazgo venezolano no se produjo de la noche a la mañana. El ex fiscal general de Estados Unidos, William P. Barr, declaró anteriormente que «durante más de 20 años, Maduro y varios colegas de alto rango presuntamente se confabularon con las FARC (un grupo rebelde colombiano de izquierda) para introducir toneladas de cocaína en las comunidades estadounidenses y devastarlas».

sábado, 23 de agosto de 2025

Amenaza de intervención contra Venezuela: descifrando un nuevo momento de tensión

Antes que una coreografíada operación militar hollywoodense, Venezuela podría enfrentarse más bien a un nuevo ciclo de guerra sucia Made in America

William Serafino, Al Mayadeen

Desde el pasado 7 de agosto, cuando EEUU aumentó la recompensa a 50 millones de dólares por la captura del mandatario venezolano Nicolás Maduro, se ha abierto un nuevo escenario de tensión y presión sobre el país caribeño donde la amenaza de intervención militar parece haber recuperado la centralidad política y narrativa que había tenido en años anteriores, siendo su punto más álgido la campaña de máxima presión del primer gobierno de Donald Trump.

Tras el anuncio, a cargo de la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, el ruido ha venido in crescendo, impulsado por un vasto compendio de operaciones psicológicas, que van desde supuestas incautaciones a bienes de lujo y dinero en efectivo propiedad de Maduro, hasta el inicio de un despliegue militar con buques destructores hacia costas venezolanas, de cuyo desarrollo no se tienen confirmaciones oficiales al cierre de este artículo, salvo por la declaración del secretario de Estado, Marco Rubio, que daba como un hecho la maniobra hace pocos días, sin ofrecer detalles.

Es cuando menos sospechoso que un operativo militar de grandes dimensiones logísticas y geográficas que incluiría, hipotéticamente, acorde con Reuters, a “cuatro mil marineros y marines en la región sur del Caribe […] varios aviones espías P-8, buques de guerra y al menos un submarino de ataque” no esté siendo difundido ni por el Departamento de Defensa ni por el Comando Sur. Sus principales autoridades, Pete Hegseth y el almirante Alvin Holsey respectivamente, participan en actividades públicas muy diferentes a las de un movimiento de las características reseñadas por la agencia.

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