Hollande se felicitaba el pasado 7 de mayo por la superación en Europa de una “etapa mayor” que va “en el sentido de lo que ha defendido siempre Francia”. En efecto, los ministros de finanzas de los 11 países miembros habían llegado a ponerse de acuerdo la víspera sobre la primera etapa de la puesta en marcha de un impuesto sobre las transacciones financieras...
Ésta aparecería en Europa en 2016 y no afectaría en realidad más que a una parte reducida de los productos financieros. Más franco que Hollande, el diario financiero Les Échos daba su diagnóstico:
“un impuesto sobre las transacciones financieras (ITF) que sea una verdadera tasa Tobin no verá probablemente la luz nunca”.