Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
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martes, 17 de septiembre de 2024
Brasil, un país destruido poco a poco
Eric Nepomuceno, La Jornada
Cuando se trata de números, el Brasil de Lula da Silva sigue muy bien, gracias. La inflación permanece por debajo de la meta prevista por la sacrosanta y misteriosa entidad conocida por “mercado financiero”, que preveía hasta 4.75 por ciento (los más pesimistas o alarmistas mencionaban hasta 5 por ciento) y ahora se sabe que, aunque haya engordado de 3.9 para 4.25 por ciento, sigue por debajo de 4.5 puntos porcentuales, previstos por el Banco Central.
En este caso específico, todos están de acuerdo: la culpa de ese crecimiento le toca al cambio y a las tarifas de energía eléctrica, que aumentaron considerablemente por la sequía que asola al país.
La economía sigue creciendo un poquito arriba de lo previsto, que pasó de una previsión de 2.5 para 3.2 por ciento, el comercio exterior respira con cierto alivio; es decir, son números que deberían traer cierta serenidad, cierto sosiego al gobierno.
sábado, 16 de diciembre de 2023
2023: el año de Lula
Emir Sader, La Jornada
En su extraordinaria trayectoria de vida, muchos años han podido ser caracterizados como el año de Lula. Pero este tiene un sentido muy especial. Nacido en una provincia muy pobre de la región más pobre de Brasil, en una familia con muchos hermanos, sobrevivientes de tantos otros que no han podido sobrevivir, fue el elegido por su mamá para poder estudiar y formarse profesionalmente. Después de 13 días de viaje en un autobús Pau-de-arara, llegó a Sao Paulo, haciendo el camino de muchos millones de migrantes hacia un destino mejor.
Tuvo muchos empleos: de lustrabotas a vendedor callejero, hasta llegar a ser obrero metalúrgico, donde comenzó una carrera que lo llevaría al sindicato, presidente de la asociación de trabajadores. Líder sindical aun durante la dictadura militar y de ahí proyectado a la vida política, participó en la fundación de la CUT (Central Obrera de Trabajadores) y del PT (Partido de los Trabajadores).
En su extraordinaria trayectoria de vida, muchos años han podido ser caracterizados como el año de Lula. Pero este tiene un sentido muy especial. Nacido en una provincia muy pobre de la región más pobre de Brasil, en una familia con muchos hermanos, sobrevivientes de tantos otros que no han podido sobrevivir, fue el elegido por su mamá para poder estudiar y formarse profesionalmente. Después de 13 días de viaje en un autobús Pau-de-arara, llegó a Sao Paulo, haciendo el camino de muchos millones de migrantes hacia un destino mejor.
Tuvo muchos empleos: de lustrabotas a vendedor callejero, hasta llegar a ser obrero metalúrgico, donde comenzó una carrera que lo llevaría al sindicato, presidente de la asociación de trabajadores. Líder sindical aun durante la dictadura militar y de ahí proyectado a la vida política, participó en la fundación de la CUT (Central Obrera de Trabajadores) y del PT (Partido de los Trabajadores).
sábado, 14 de enero de 2023
La extrema derecha brasileña ya es un cliché político
Vijay Prashad, progresoweekly.us
El 8 de enero de 2023, grandes multitudes de personas, vestidas con los colores de la bandera brasileña, llegaron a la capital del país, Brasilia. Invadieron el edificio federal y la Corte Suprema y destrozaron la propiedad pública. Este ataque de los alborotadores era muy esperado ya que los invasores habían estado planeando “manifestaciones de fin de semana” durante días en las redes sociales.
El 1 de enero, Luiz Inácio Lula da Silva (conocido como Lula) fue juramentado formalmente como presidente de Brasil, pero durante su toma de posesión no hubo tal tumulto. Era como si los vándalos estuvieran esperando hasta que la ciudad estuviera tranquila y cuando el propio Lula estuviera fuera de la ciudad. A pesar de toda la jactancia del ataque, fue un acto de extrema cobardía.
El hombre a quien Lula derrotó, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, no estaba cerca de Brasilia. Ni siquiera estuvo en Brasil. Escapó antes de la toma de posesión —presumiblemente para escapar del enjuiciamiento— a Orlando, Florida, en los Estados Unidos. Pero incluso si Bolsonaro no estaba en Brasilia, los bolsonaristas, como se conoce a sus seguidores, estaban en todas partes. Antes de que Bolsonaro perdiera las elecciones ante Lula el 30 de octubre de 2022, Le Monde Diplomatique Brasil sugirió que Brasil iba a ver “bolsonarismo sin Bolsonaro”. El partido político con mayor bloque en la Cámara de Diputados y el Senado de Brasil es el Partido Liberal, de extrema derecha, que sirvió como vehículo político de Bolsonaro durante su presidencia. La mancha tóxica de la derecha permanece tanto en los órganos electos como en las redes sociales.
El 8 de enero de 2023, grandes multitudes de personas, vestidas con los colores de la bandera brasileña, llegaron a la capital del país, Brasilia. Invadieron el edificio federal y la Corte Suprema y destrozaron la propiedad pública. Este ataque de los alborotadores era muy esperado ya que los invasores habían estado planeando “manifestaciones de fin de semana” durante días en las redes sociales.
El 1 de enero, Luiz Inácio Lula da Silva (conocido como Lula) fue juramentado formalmente como presidente de Brasil, pero durante su toma de posesión no hubo tal tumulto. Era como si los vándalos estuvieran esperando hasta que la ciudad estuviera tranquila y cuando el propio Lula estuviera fuera de la ciudad. A pesar de toda la jactancia del ataque, fue un acto de extrema cobardía.
El hombre a quien Lula derrotó, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, no estaba cerca de Brasilia. Ni siquiera estuvo en Brasil. Escapó antes de la toma de posesión —presumiblemente para escapar del enjuiciamiento— a Orlando, Florida, en los Estados Unidos. Pero incluso si Bolsonaro no estaba en Brasilia, los bolsonaristas, como se conoce a sus seguidores, estaban en todas partes. Antes de que Bolsonaro perdiera las elecciones ante Lula el 30 de octubre de 2022, Le Monde Diplomatique Brasil sugirió que Brasil iba a ver “bolsonarismo sin Bolsonaro”. El partido político con mayor bloque en la Cámara de Diputados y el Senado de Brasil es el Partido Liberal, de extrema derecha, que sirvió como vehículo político de Bolsonaro durante su presidencia. La mancha tóxica de la derecha permanece tanto en los órganos electos como en las redes sociales.
domingo, 17 de octubre de 2021
Brasil: crecen la miseria y el hambre
Eric Nepomuceno, La Jornada
Brasil vive una etapa en que lo cotidiano muestra dos caras. Una, la de un mandatario sin rumbo, un gobierno que resbala en promesas incumplidas y que a la vez destroza todo y cualquier aspecto de la vida nacional. La más reciente iniciativa en esa dirección fue imponer un severísimo recorte en el presupuesto destinado a investigaciones científicas, lo que paralizará el sector.
La otra, un cuadro cada vez más dramático, que se traduce en una miseria que se propaga con velocidad espeluznante.
La manera como el ultraderechista Jair Bolsonaro y su gobierno de ineptos sin remedio tratan de manipular la realidad revela una capacidad creativa asombrosa.
Buen ejemplo de esto ocurrió el pasado viernes: una de las páginas digitales de la Secom (Secretaría de Comunicaciones de la Presidencia de la República brasileña) ostentó un titular de estruendo: Mil días de un gobierno serio, honesto y trabajador.
Brasil vive una etapa en que lo cotidiano muestra dos caras. Una, la de un mandatario sin rumbo, un gobierno que resbala en promesas incumplidas y que a la vez destroza todo y cualquier aspecto de la vida nacional. La más reciente iniciativa en esa dirección fue imponer un severísimo recorte en el presupuesto destinado a investigaciones científicas, lo que paralizará el sector.
La otra, un cuadro cada vez más dramático, que se traduce en una miseria que se propaga con velocidad espeluznante.
La manera como el ultraderechista Jair Bolsonaro y su gobierno de ineptos sin remedio tratan de manipular la realidad revela una capacidad creativa asombrosa.
Buen ejemplo de esto ocurrió el pasado viernes: una de las páginas digitales de la Secom (Secretaría de Comunicaciones de la Presidencia de la República brasileña) ostentó un titular de estruendo: Mil días de un gobierno serio, honesto y trabajador.
martes, 7 de septiembre de 2021
Brasil sobrevivirá a Bolsonaro
Emir Sader, Rebelión
Vino a destruir. Así, dicho con todas las letras. Como si todo lo que estaba construido, especialmente durante el gobierno del PT, hubiese sido negativo y tuviese que ser destruido.
Esa es la versión popular de la tesis del Estado mínimo del neoliberalismo, según la cual se trata de reducir todo lo que tenga que ver con el Estado a su mínima expresión, para colocar en el centro al mercado.
La idea del neoliberalismo sostiene que la acción del Estado falsea las condiciones de la libertad del mercado y favorece a los sectores menos competitivos, siendo fuente de incompetencia y de corrupción.
Un proceso puesto en marcha por Fernando Collor y por FHC en los años 1990 que provocó que la economía no volviese a crecer y a generar empleo hasta que esa estrategia neoliberal fue cuestionada y superada por los gobiernos del PT.
Vino a destruir. Así, dicho con todas las letras. Como si todo lo que estaba construido, especialmente durante el gobierno del PT, hubiese sido negativo y tuviese que ser destruido.
Esa es la versión popular de la tesis del Estado mínimo del neoliberalismo, según la cual se trata de reducir todo lo que tenga que ver con el Estado a su mínima expresión, para colocar en el centro al mercado.
La idea del neoliberalismo sostiene que la acción del Estado falsea las condiciones de la libertad del mercado y favorece a los sectores menos competitivos, siendo fuente de incompetencia y de corrupción.
Un proceso puesto en marcha por Fernando Collor y por FHC en los años 1990 que provocó que la economía no volviese a crecer y a generar empleo hasta que esa estrategia neoliberal fue cuestionada y superada por los gobiernos del PT.
domingo, 30 de mayo de 2021
Bolsonaro incentiva la anarquía en el ejército brasileño
Eric Nepomuceno, La Jornada
Desde el regreso de la democracia en Brasil, en 1985 y luego de 21 años de dictadura militar, el ejército no vivía periodos de tensión interna tan fuertes como los que enfrenta bajo la presidencia del ultraderechista Jair Bolsonaro.
En las elecciones presidenciales de 2018, los militares se posicionaron claramente al lado del ultraderechista. Hubo inclusive una intervención clarísima, cuando el entonces comandante del ejército presionó directamente a integrantes del Supremo Tribunal Federal en vísperas de que se analizase un pedido de habeas corpus promovido por el ex presidente Lula da Silva, flanco favorito para evitar ser preso.
Los integrantes de la Corte Suprema de Justicia en Brasil se sometieron a la presión, y el resto es historia.
Desde el regreso de la democracia en Brasil, en 1985 y luego de 21 años de dictadura militar, el ejército no vivía periodos de tensión interna tan fuertes como los que enfrenta bajo la presidencia del ultraderechista Jair Bolsonaro.
En las elecciones presidenciales de 2018, los militares se posicionaron claramente al lado del ultraderechista. Hubo inclusive una intervención clarísima, cuando el entonces comandante del ejército presionó directamente a integrantes del Supremo Tribunal Federal en vísperas de que se analizase un pedido de habeas corpus promovido por el ex presidente Lula da Silva, flanco favorito para evitar ser preso.
Los integrantes de la Corte Suprema de Justicia en Brasil se sometieron a la presión, y el resto es historia.
miércoles, 26 de mayo de 2021
De la muerte de la política a la política de la muerte
Emir Sader, La Jornada
Los orígenes de la catástrofe humanitaria que vive Brasil se pueden rastrear en nuestra historia. Podríamos buscarlos en la marca más profunda de nuestro tipo de sociedad: las desigualdades sociales, de las que somos campeones en América Latina, a su vez el continente más desigual del mundo.
Podrían buscarse más recientemente, cuando el Partido de los Trabajadores (PT) emergió en la política brasileña y, más específicamente, cuando las candidaturas de Luiz Inácio Lula da Silva comenzaron a acechar a las élites brasileñas. O, cuando el PT realizó los mejores gobiernos de la historia de Brasil, atacando, por primera vez de manera frontal y prioritaria, las desigualdades sociales en nuestro país.
O, incluso más recientemente, en la reacción de la derecha al éxito de estos gobiernos. Sin poder condenar al PT y a sus gobiernos, aclamados por la mayoría de los brasileños por sucesivas victorias electorales, tendría que atacar furtivamente al PT, tratando de vincularlo a la corrupción y atacar la política, la misma que, a través de la democracia, había permitido que Brasil tuviera los mejores gobiernos de su historia.
Los orígenes de la catástrofe humanitaria que vive Brasil se pueden rastrear en nuestra historia. Podríamos buscarlos en la marca más profunda de nuestro tipo de sociedad: las desigualdades sociales, de las que somos campeones en América Latina, a su vez el continente más desigual del mundo.
Podrían buscarse más recientemente, cuando el Partido de los Trabajadores (PT) emergió en la política brasileña y, más específicamente, cuando las candidaturas de Luiz Inácio Lula da Silva comenzaron a acechar a las élites brasileñas. O, cuando el PT realizó los mejores gobiernos de la historia de Brasil, atacando, por primera vez de manera frontal y prioritaria, las desigualdades sociales en nuestro país.
O, incluso más recientemente, en la reacción de la derecha al éxito de estos gobiernos. Sin poder condenar al PT y a sus gobiernos, aclamados por la mayoría de los brasileños por sucesivas victorias electorales, tendría que atacar furtivamente al PT, tratando de vincularlo a la corrupción y atacar la política, la misma que, a través de la democracia, había permitido que Brasil tuviera los mejores gobiernos de su historia.
viernes, 30 de abril de 2021
La pandemia de Covid-19 ya deja en Brasil más de 400.000 muertos
Mar Romero, France 24
Brasil supera un nuevo umbral de víctimas de la pandemia: desde que inició la crisis sanitaria, más de 400.000 personas han perdido la vida a raíz de un contagio de Covid-19 en el país. La noticia llega en medio de una crisis política que arrincona al presidente Jair Bolsonaro por su gestión de la pandemia, una crisis política que, igual que la sanitaria, solo se agrava con el tiempo.
En poco más de un año, la pandemia de Covid-19 se ha llevado más de 400.000 vidas en Brasil. La cifra, adelantada este jueves por un consorcio de medios de comunicación del país y confirmada más tarde por el Ministerio de Salud, demuestra una vez más que la crisis sanitaria está desatada en el gigante latinoamericano.
En su último reporte, el Ministerio de Salud del país informó de otras 3.001 nuevas muertes por la enfermedad en las últimas horas, lo que eleva el total de fallecimientos desde que inició la pandemia a 401.186 muertes. El Ministerio también registró otros 69.389 nuevos contagios.
Brasil supera un nuevo umbral de víctimas de la pandemia: desde que inició la crisis sanitaria, más de 400.000 personas han perdido la vida a raíz de un contagio de Covid-19 en el país. La noticia llega en medio de una crisis política que arrincona al presidente Jair Bolsonaro por su gestión de la pandemia, una crisis política que, igual que la sanitaria, solo se agrava con el tiempo.
En poco más de un año, la pandemia de Covid-19 se ha llevado más de 400.000 vidas en Brasil. La cifra, adelantada este jueves por un consorcio de medios de comunicación del país y confirmada más tarde por el Ministerio de Salud, demuestra una vez más que la crisis sanitaria está desatada en el gigante latinoamericano.
En su último reporte, el Ministerio de Salud del país informó de otras 3.001 nuevas muertes por la enfermedad en las últimas horas, lo que eleva el total de fallecimientos desde que inició la pandemia a 401.186 muertes. El Ministerio también registró otros 69.389 nuevos contagios.
jueves, 22 de abril de 2021
Lula convoca a la esperanza
Esperanza de derrotar al genocida. De vencer el hambre
De terminar con el virus. Emir Sader, Alainet
¡Cuántas veces miramos a Lula con esperanza! ¡Esperando que aquella huelga heroica tumbara a la dictadura! ¡Esperando que la transición realmente llevara a Brasil a una democracia! ¡Esperando que él derrotara a Collor! ¡Esperando que llevara a Brasil a librarse del gobierno de Cardoso y su modelo neoliberal!
Esperando que su gobierno fuera realmente para todos, pero sobre todo para los más necesitados! ¡Esperando que disminuyeran las desigualdades en el país más desigual del continente más desigual del mundo ¡Esperando que él rescatara el imagen de Brasil en el mundo! ¡Esperando que él rescatara el crecimiento de la economía y generara los empleos que tanto necesitan de los brasileños! ¡Esperando que los brasileños volvieran a tener orgullo de ser brasileños!
¡Esperando que su prisión sirviera para probar su inocencia! ¡Esperando que él fuera liberado y saliera por aquella puerta de la Policía Federa de Curitiba! ¡Esperando que él saliera para que venga a abrazar a todas y todos los que, en la vigilia, lo aguardaron 540 días y noches! ¡Esperando que el volviera al Sindicato de los Metalúrgicos para volver a hablar para todos!
De terminar con el virus. Emir Sader, Alainet
¡Cuántas veces miramos a Lula con esperanza! ¡Esperando que aquella huelga heroica tumbara a la dictadura! ¡Esperando que la transición realmente llevara a Brasil a una democracia! ¡Esperando que él derrotara a Collor! ¡Esperando que llevara a Brasil a librarse del gobierno de Cardoso y su modelo neoliberal!
Esperando que su gobierno fuera realmente para todos, pero sobre todo para los más necesitados! ¡Esperando que disminuyeran las desigualdades en el país más desigual del continente más desigual del mundo ¡Esperando que él rescatara el imagen de Brasil en el mundo! ¡Esperando que él rescatara el crecimiento de la economía y generara los empleos que tanto necesitan de los brasileños! ¡Esperando que los brasileños volvieran a tener orgullo de ser brasileños!
¡Esperando que su prisión sirviera para probar su inocencia! ¡Esperando que él fuera liberado y saliera por aquella puerta de la Policía Federa de Curitiba! ¡Esperando que él saliera para que venga a abrazar a todas y todos los que, en la vigilia, lo aguardaron 540 días y noches! ¡Esperando que el volviera al Sindicato de los Metalúrgicos para volver a hablar para todos!
jueves, 8 de abril de 2021
¿Cambia Brasil su política exterior?
Emir Sader, La Jornada
Los seis nuevos ministros del gobierno de Jair Bolsonaro finalmente asumieron. En ceremonias cerradas, sin medios y sin mayor participación de personas del gobierno. Un caso llamó la atención: la presencia de un presidente de un partido del Centrao (gran centro), que responde por graves procesos por corrupción. Pero el gobierno corrigió el desliz: le sacó de la foto oficial, al estilo estalinista.
El cambio políticamente más importante fue la salida del exótico ahora ex ministro de Relaciones Exteriores Ernesto Araujo. Mientras el gobierno le busca un cargo –con la dificultad de que una embajada supondría el apoyo del Senado, que él difícilmente obtendría–, se hizo un discurso que, en las palabras, por lo menos, representaría un importante cambio en la política exterior brasileña.
El nuevo canciller de Brasil, Carlos Alberto Franco França, nunca había dirigido una embajada, ha trabajado siempre en el sector ceremonial del Itamaraty –incluso en el gobierno de Dilma Rousseff–, estando recientemente en la embajada brasileña en Bolivia. Su lenguaje ha causado gran impacto, por las diferencias con el discurso terraplanista del ex canciller.
França identificó tres prioridades para su gestión: pandemia, economía y medio ambiente.
Los seis nuevos ministros del gobierno de Jair Bolsonaro finalmente asumieron. En ceremonias cerradas, sin medios y sin mayor participación de personas del gobierno. Un caso llamó la atención: la presencia de un presidente de un partido del Centrao (gran centro), que responde por graves procesos por corrupción. Pero el gobierno corrigió el desliz: le sacó de la foto oficial, al estilo estalinista.
El cambio políticamente más importante fue la salida del exótico ahora ex ministro de Relaciones Exteriores Ernesto Araujo. Mientras el gobierno le busca un cargo –con la dificultad de que una embajada supondría el apoyo del Senado, que él difícilmente obtendría–, se hizo un discurso que, en las palabras, por lo menos, representaría un importante cambio en la política exterior brasileña.
El nuevo canciller de Brasil, Carlos Alberto Franco França, nunca había dirigido una embajada, ha trabajado siempre en el sector ceremonial del Itamaraty –incluso en el gobierno de Dilma Rousseff–, estando recientemente en la embajada brasileña en Bolivia. Su lenguaje ha causado gran impacto, por las diferencias con el discurso terraplanista del ex canciller.
França identificó tres prioridades para su gestión: pandemia, economía y medio ambiente.
martes, 6 de abril de 2021
Desclasifican documentos sobre la intervención de Brasil en el Golpe Militar contra Allende
En el 57 aniversario del golpe militar en Brasil, el Archivo de Seguridad Nacional de EEUU publica documentación desclasificada sobre el esfuerzo del régimen brasileño para subvertir la democracia y apoyar la dictadura en Chile
Peter Kornbluh, NSArchive
El embajador de Chile en Brasil, Raúl Rettig, envió un alarmante cable en marzo de 1971 a su Ministerio de Relaciones Exteriores titulado "Ejército brasileño posiblemente realizando estudios sobre la introducción de guerrillas en Chile". Múltiples fuentes habían informado a la Embajada que el régimen militar brasileño estaba evaluando cómo instigar una insurrección para derrocar al gobierno de Allende. Los militares habían establecido una "sala de guerra" con mapas y modelos de la cordillera de los Andes a lo largo de la frontera con Chile para planificar las operaciones de infiltración, decía el cable, clasificado como "estrictamente confidencial". Según el informe de Rettig, “el Ejército brasileño aparentemente envió a Chile a varios agentes secretos que habrían ingresado al país como turistas, con la intención de recopilar más antecedentes sobre posibles regiones donde podría operar un movimiento guerrillero”. Aún no se había fijado una fecha, dijo un informante.
El revelador cable de Rettig es uno de los cientos de documentos obtenidos de archivos brasileños, chilenos y estadounidenses por el periodista de investigación Roberto Simon para su nuevo libro, Brasil contra la democracia: la dictadura, el golpe en Chile y la Guerra Fría en América del Sur . Publicado en Brasil el mes pasado, el libro expone el papel clandestino que jugó el régimen militar brasileño en el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 que llevó al poder al general Augusto Pinochet, así como la contribución brasileña al aparato represivo de Chile durante sus 17 años de dictadura.
Peter Kornbluh, NSArchive
El embajador de Chile en Brasil, Raúl Rettig, envió un alarmante cable en marzo de 1971 a su Ministerio de Relaciones Exteriores titulado "Ejército brasileño posiblemente realizando estudios sobre la introducción de guerrillas en Chile". Múltiples fuentes habían informado a la Embajada que el régimen militar brasileño estaba evaluando cómo instigar una insurrección para derrocar al gobierno de Allende. Los militares habían establecido una "sala de guerra" con mapas y modelos de la cordillera de los Andes a lo largo de la frontera con Chile para planificar las operaciones de infiltración, decía el cable, clasificado como "estrictamente confidencial". Según el informe de Rettig, “el Ejército brasileño aparentemente envió a Chile a varios agentes secretos que habrían ingresado al país como turistas, con la intención de recopilar más antecedentes sobre posibles regiones donde podría operar un movimiento guerrillero”. Aún no se había fijado una fecha, dijo un informante.
El revelador cable de Rettig es uno de los cientos de documentos obtenidos de archivos brasileños, chilenos y estadounidenses por el periodista de investigación Roberto Simon para su nuevo libro, Brasil contra la democracia: la dictadura, el golpe en Chile y la Guerra Fría en América del Sur . Publicado en Brasil el mes pasado, el libro expone el papel clandestino que jugó el régimen militar brasileño en el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 que llevó al poder al general Augusto Pinochet, así como la contribución brasileña al aparato represivo de Chile durante sus 17 años de dictadura.
lunes, 5 de abril de 2021
Brasil: Crisis en medio de la tragedia
Eric Nepomuceno, La Jornada
Brasil sigue ahogado en la creciente ola de coronavirus, que ya diezmó –oficialmente– más de 335 mil vidas. Estudios realizados por hospitales brasileños y avalados por especialistas, médicos y científicos, sin embargo, señalan un número más elevado: hasta el pasado viernes, los muertos serían 443 mil.
Menos de 5 por ciento de 5 mil 570 municipios brasileños tienen más de 443 mil habitantes. Con alrededor de 3 por ciento de la población mundial, Brasil tuvo hasta ahora 33 por ciento del total de víctimas fatales de Covid-19. En una sola jornada, la del 31 de marzo, el mundo registró 11 mil 769 decesos, 3 mil 869 de ellos en Brasil.
Y no hay señal de luz en el horizonte. Al contrario: varios especialistas advierten del alto riesgo de que se llegue a 500 mil muertos antes de que termine abril.
Brasil sigue ahogado en la creciente ola de coronavirus, que ya diezmó –oficialmente– más de 335 mil vidas. Estudios realizados por hospitales brasileños y avalados por especialistas, médicos y científicos, sin embargo, señalan un número más elevado: hasta el pasado viernes, los muertos serían 443 mil.
Menos de 5 por ciento de 5 mil 570 municipios brasileños tienen más de 443 mil habitantes. Con alrededor de 3 por ciento de la población mundial, Brasil tuvo hasta ahora 33 por ciento del total de víctimas fatales de Covid-19. En una sola jornada, la del 31 de marzo, el mundo registró 11 mil 769 decesos, 3 mil 869 de ellos en Brasil.
Y no hay señal de luz en el horizonte. Al contrario: varios especialistas advierten del alto riesgo de que se llegue a 500 mil muertos antes de que termine abril.
jueves, 1 de abril de 2021
La profunda crisis del gobierno de Brasil
Emir Sader, Rebelión
En el mismo día renuncian dos ministros del gobierno de Jair Bolsonaro. Titulares de dos ministerios importantes: Asuntos Exteriores y Defensa, quienes siguen la estela del titular de Salud, quién fue destituido la semana pasada. ¿Qué representan esas salidas y esos cambios? Cada uno tiene su historia, pero hay que preguntarse qué representan en su conjunto.
El ex ministro de Salud es un general -Eduardo Pazuello-, que fracasó estrepitosamente al sustituir al personal civil en la salud pública, con la suba de muertos de siete mil a 220 mil durante su gestión. El Congreso escogió para el cargo a una médica, altamente cualificada, aunque no se entendió con Bolsonaro porque piensa exactamente lo contrario que él. Bolsonaro nombró a otro médico, Marcelo Queiroga, alineado con el gobierno, pero dejó disconforme a su base parlamentaria, que hasta ese momento le era fiel. Entonces el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, coordinador del ‘centrão‘, amenazó al gobierno con medidas duras, lo que demuestra un cierto descontento.
En el mismo día renuncian dos ministros del gobierno de Jair Bolsonaro. Titulares de dos ministerios importantes: Asuntos Exteriores y Defensa, quienes siguen la estela del titular de Salud, quién fue destituido la semana pasada. ¿Qué representan esas salidas y esos cambios? Cada uno tiene su historia, pero hay que preguntarse qué representan en su conjunto.
El ex ministro de Salud es un general -Eduardo Pazuello-, que fracasó estrepitosamente al sustituir al personal civil en la salud pública, con la suba de muertos de siete mil a 220 mil durante su gestión. El Congreso escogió para el cargo a una médica, altamente cualificada, aunque no se entendió con Bolsonaro porque piensa exactamente lo contrario que él. Bolsonaro nombró a otro médico, Marcelo Queiroga, alineado con el gobierno, pero dejó disconforme a su base parlamentaria, que hasta ese momento le era fiel. Entonces el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, coordinador del ‘centrão‘, amenazó al gobierno con medidas duras, lo que demuestra un cierto descontento.
jueves, 21 de enero de 2021
Nueva cepa de Covid en Brasil mata a gente más joven
A medida que las advertencias sobre las cepas de COVID hiperinfecciosas aisladas por primera vez en el Reino Unido y Sudáfrica resuenan en los EEUU, Europa y el resto del mundo, las autoridades de Brasil temen que puedan tener en sus manos una nueva cepa aún más contagiosa y mortal que cualquier otra que el mundo haya visto anteriormente.
Según un informe publicado por el medio brasileño Universo Online, un aumento en los casos y muertes, particularmente entre pacientes más jóvenes, en la ciudad amazónica de Manaos (situada en el noroeste de Brasil) ha llamado la atención de los profesionales de la salud que trabajan en la primera línea de la pandemia en el gigante latinoamericano.
Varios funcionarios con conocimiento directo de la situación señalaron que esta nueva "variante" puede ser responsable de unos síntomas más severos y un ritmo de propagación más rápido. El cambio más alarmante ha sido el aumento en las muertes entre los jóvenes, que ahora están muriendo en mayor número que en la oleada anterior del brote. Según los registros de defunción de Manaos de los últimos 30 días citados por ULO, cuatro de cada diez muertes durante ese tiempo involucraron a pacientes menores de 60 años en el estado.
lunes, 17 de agosto de 2020
Solo Lula puede salvar a Brasil de su peor crisis
Brasil entró en su peor crisis en el momento en que la derecha rompió con la democracia y luego impidió que Lula fuera elegido presidente de Brasil en la primera vuelta, tal y como indicaban las encuestas. El país habría recuperado su economía y retomado las políticas sociales que reducen las desigualdades. Estaría enfrentando la pandemia en mejores condiciones y morirían muchos menos brasileños. Todos sufrirían menos.
Emir Sader
Brasil vive el peor momento de su historia, una cruel combinación de crisis económica, política, social y de salud pública, en las peores condiciones. Sin un gobierno legítimo, elegido democráticamente por el pueblo -como sucedió durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores, el momento más virtuoso de la historia brasileña, en el que el pueblo decidió con su voto que continuara cuatro mandatos seguidos-, sin tener un estado democrático y fuerte, ni un sistema de salud como prioridad nacional para enfrentar la pandemia.
Es como si el equipo nacional brasileño estuviera perdiendo el partido más importante de su vida, con Pelé en el banquillo, sin contar con lo mejor que tiene el país.
Emir Sader
Brasil vive el peor momento de su historia, una cruel combinación de crisis económica, política, social y de salud pública, en las peores condiciones. Sin un gobierno legítimo, elegido democráticamente por el pueblo -como sucedió durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores, el momento más virtuoso de la historia brasileña, en el que el pueblo decidió con su voto que continuara cuatro mandatos seguidos-, sin tener un estado democrático y fuerte, ni un sistema de salud como prioridad nacional para enfrentar la pandemia.
Es como si el equipo nacional brasileño estuviera perdiendo el partido más importante de su vida, con Pelé en el banquillo, sin contar con lo mejor que tiene el país.
lunes, 18 de mayo de 2020
El discurso genocida de Bolsonaro
Emir Sader
Bolsonaro es responsable por las desgracias que Brasil está experimentando hoy. Desde su aventura de llegar al gobierno a través de mentiras y manipulaciones de internet, pasando por la formación de un gobierno incompetente y ridículo hasta la irrupción de la tragedia de la pandemia. Por supuesto, solo fue capaz de hacer esto porque fue apoyado por las grandes empresas y los medios de comunicación, cuya hostilidad hacia el retorno de un gobierno popular, democrático y soberano justifica la entrega del gobierno del país a un psicópata.
Bolsonaro ha logrado liberarse de las responsabilidades de la pandemia a través de un discurso que mezcla la mala fe, la mentira y la falta de vergüenza, para atribuir las responsabilidades a los demás. Desarrolla un discurso que invierte la realidad, lo absuelve y endilga sobre los otros las responsabilidades de los graves efectos del coronavirus.
En primer lugar, sus responsabilidades provienen de haber subestimado, al comienzo de la pandemia, sus dimensiones y sus efectos, con afirmaciones sobre la "gripecita" o "resfrío". Como resultado, retrasó la preparación del país para la llegada de la pandemia, además de no preparar a las personas para defenderse de ella. Debilitó las medidas iniciales de aislamiento social, las atacó y propuso un aislamiento selectivo imposible. Está respaldado por la posición de quienes dicen que el aislamiento de la mayoría de la población, que vive en condiciones de conglomerados domésticos, los hace más propensos a contraer el virus en casa que a salir a la calle. Que la salida, al mismo tiempo, sería indispensable para lograr las condiciones mínimas de supervivencia.
sábado, 25 de abril de 2020
Caos en Brasil tras renuncia de Ministro Moro y muestras de corrupción de Bolsonaro
El caos político ha golpeado el corazón de la administración de Jair Bolsonaro después de la sorprendente renuncia este viernes de su ministro de justicia Sérgio Moro, tras el despido del jefe de la policía federal de Brasil por Bolsonaro horas antes. Los mercados brasileños se desplomaron inmediatamente después del ardiente discurso de Moro acusando al presidente Jair Bolsonaro de "interferencia política", que también se produjo en un momento extremadamente sensible en el que el presidente populista de extrema derecha enfrenta un torrente de ira por su mal manejo de la crisis COVID-19.
"Me prometieron carta blanca para nombrar a todos los asesores, incluidos los cuerpos judiciales", dijo Moro horas después del despido del jefe de la policía federal Mauricio Valeixo, quien junto con Moro se hizo famoso en la investigación de corrupción en el caso Lava Jato. "No puedo seguir sin asegurar a la policía federal su autonomía".
Inmediatamente después de la renuncia de Moro, estallaron protestas en las principales ciudades, incluso en áreas de Río de Janeiro que antes eran vehementemente pro-Bolsonaro, en las que la gente gritaba desde los balcones y a través de las ventanas: "¡Fora Bolsonaro! ¡Fora Bolsonaro! ("Fuera Bolsonaro!") .
sábado, 28 de marzo de 2020
En plena pandemia, Brasil está en manos de un psicópata
A contramano del mundo, Bolsonaro permite las misas, exige a los gobernadores brasileños que reabran las escuelas, acusa a la prensa de “generar histeria” y asegura que no hay motivo para quedarse en casa
Bruno Bimbi, ctxt
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, es un psicópata. No es hora de eufemismos ni medias palabras. No solo es fascista, nepotista, ignorante, incapaz, misógino, xenófobo, homofóbico, admirador de dictadores y torturadores, está rodeado por un gabinete de lunáticos, terraplanistas y fundamentalistas religiosos, y vinculado personalmente con bandas de milicianos y asesinos a sueldo. Además, es un psicópata.
Algunos lo advertimos años antes de que llegara al poder y nos dijeron alarmistas. Ahora, este tipo está al frente de una nación de 210 millones de habitantes durante una pandemia mundial que costará demasiadas vidas, en un país con gravísimos problemas sanitarios y sociales, por lo que arriesga mucho más que Italia o España. La irresponsabilidad criminal de Bolsonaro frente al coronavirus –les miente día y noche a los brasileños, niega el conocimiento científico, difunde información falsa, boicotea el trabajo de gobernadores, alcaldes y de su propio ministro de Salud y desoye las recomendaciones de la OMS y los especialistas– está transformando su incapacidad manifiesta para ser presidente, que no es novedad, en un problema de salud pública.
Mientras escribo, jueves 26 de marzo por la mañana, ya hay 2.989 casos confirmados de coronavirus en Brasil, 194 pacientes en UTI, 205 en hospitales y 77 fallecidos, de los cuales 20 murieron en las últimas 24 horas. No se sabe cuántas personas se han contagiado realmente, porque se hacen pocos tests, pero, según datos de la prestigiosa fundación Fiocruz, en la semana del 15 al 21 de marzo hubo 2.250 ingresos por enfermedad respiratoria aguda, con síntomas como fiebre, tos, dolor de garganta y dificultad para respirar. Sin embargo, el presidente sigue negando el problema.
Bruno Bimbi, ctxt
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, es un psicópata. No es hora de eufemismos ni medias palabras. No solo es fascista, nepotista, ignorante, incapaz, misógino, xenófobo, homofóbico, admirador de dictadores y torturadores, está rodeado por un gabinete de lunáticos, terraplanistas y fundamentalistas religiosos, y vinculado personalmente con bandas de milicianos y asesinos a sueldo. Además, es un psicópata.
Algunos lo advertimos años antes de que llegara al poder y nos dijeron alarmistas. Ahora, este tipo está al frente de una nación de 210 millones de habitantes durante una pandemia mundial que costará demasiadas vidas, en un país con gravísimos problemas sanitarios y sociales, por lo que arriesga mucho más que Italia o España. La irresponsabilidad criminal de Bolsonaro frente al coronavirus –les miente día y noche a los brasileños, niega el conocimiento científico, difunde información falsa, boicotea el trabajo de gobernadores, alcaldes y de su propio ministro de Salud y desoye las recomendaciones de la OMS y los especialistas– está transformando su incapacidad manifiesta para ser presidente, que no es novedad, en un problema de salud pública.
Mientras escribo, jueves 26 de marzo por la mañana, ya hay 2.989 casos confirmados de coronavirus en Brasil, 194 pacientes en UTI, 205 en hospitales y 77 fallecidos, de los cuales 20 murieron en las últimas 24 horas. No se sabe cuántas personas se han contagiado realmente, porque se hacen pocos tests, pero, según datos de la prestigiosa fundación Fiocruz, en la semana del 15 al 21 de marzo hubo 2.250 ingresos por enfermedad respiratoria aguda, con síntomas como fiebre, tos, dolor de garganta y dificultad para respirar. Sin embargo, el presidente sigue negando el problema.
jueves, 20 de febrero de 2020
El neoliberalismo necesita militarización
Emir Sader, Alai
En el estado liberal clásico, la FFAA tenían la función de garantizar la soberanía nacional, proteger sus fronteras y liderar posibles guerras contra otros países. La representación política estaba reservada a los partidos.
Pero, con el tiempo, la FFAA se han convertido en una reserva de agente político para las clases dominantes. El caso del golpe de estado en Brasil, en 1964, se volvió típico, en el marco de la guerra fría y la Doctrina de Seguridad Nacional, asumida por la FFAA, a través de la Escuela Superior de Guerra, desde su fundación a fines de la década de 1940. A medida que el campo popular ascendía, a lo largo de la década de 1950 y principios de la década de 1960, la capacidad de la derecha de actuar a través de sus partidos tradicionales se debilitó - especialmente después del fracaso del gobierno de Jânio Quadros -, se pidió a la FFAA que intervinieran, rompieran con el proceso democrático y establecieran una dictadura militar que duraría más de dos décadas.
Después de agotar este régimen, el proceso de transición democrática en Brasil no representó una derrota política abierta para las FFAA en nuestro país, al contrario de lo que sucedió en Argentina, Uruguay y Chile. Las FFAA han tenido que retirarse de la militarización del Estado con el que habían desempeñado un papel destacado en la historia política brasileña. Pero nunca asimilaron la democratización del país, la han tolerado impotentes para evitarlo, y, sobre todo, nunca han hecho autocrítica de todo lo que habían hecho durante la dictadura.
viernes, 8 de noviembre de 2019
Lula libre
El Supremo Tribunal Federal determinó la excarcelación de Luiz Inácio Lula da Silva, 579 días después haber sido ingresado en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba. Minutos antes de las 22 horas el titular de la Corte, Antonio Dias Toffoli, emitió su parecer a favor del político que el 27 de octubre pasado cumplió 74 años. De ese modo concluyó una sesión tensa. La tensión dramática creció como el marcador de un partido de fútbol: a las 15 horas había 5 jueces en contra y 3 a favor de Lula. Pero a partir de allí fueron llegando, uno a uno, los votos que desembocaron en el grito "Lula Libre!" dado por los militantes concentrados frente al Palacio de Justicia, en la Plaza de los Tres Poderes, de Brasilia.
"Lula no cometió ningún ilícito y es víctima de la lawfare que consiste en el uso estratégico del derecho para la persecución política", dijo su abogado defensor, Cristiano Zanin Martins.
Esta fue la su segunda prisión por enfrentar al régimen de turno. La anterior había ocurrido bajo la dictadura en 1980, cuando estuvo 31 días encerrado. Aquel tornero mecánico de los años 70 salió agigantado de la DOPS, la policía política de los generales, en mayo 1980.
Lo mismo debe suceder en los próximos días cuando traspase el portón policial de la sureña Curitiba. Su victoria es la derrota de sus principales antagonistas, el presidente Jair Bolsonaro y el exjuez Sergio Moro, actual ministro de Justicia y Seguridad Pública.
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