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domingo, 2 de febrero de 2025

Lo que DeepSeek significa para el tecnofeudalismo y la Nueva Guerra Fría


Yanis Varoufakis, Sin Permiso

DeepSeek, una empresa china de inteligencia artificial (IA), cambió esta semana el panorama global de la IA, sin mencionar que causó pérdidas de 1 billón de dólares en la bolsa de valores de Nueva York y el NASDAC. En el proceso, demostró la diferencia entre el capital en la nube, que impulsa el tecnofeudalismo hacia adelante y hacia arriba, y los servicios de IA, que siempre fueron una burbuja esperando a estallar. Lo que queda por ver es el impacto de DeepSeek en la Nueva Guerra Fría entre Estados Unidos y China que, desde su inicio, fue motivada por el choque entre el capital en la nube de EEUU y China.

DeepSeek, como todos sabemos a estas alturas, es la respuesta de China al ChatGPT de OpenAI. Sus modelos funcionan tan eficientemente como sus homólogos estadounidenses. La diferencia es que DeepSeek se ofrece de forma gratuita, ganando dinero solo vendiendo servicios a desarrolladores, no al público, ¡a una fracción del precio que cobra OpenAI!

La esencia de la llegada de DeepSeek a la escena de la IA es una transición repentina de la tecnología privada a la de código abierto. Por lo tanto, no es de extrañar que, en el momento en que DeekSeek se convirtió en la aplicación más descargada en Apple Store, pulverizara la capitalización de mercado de las hasta ahora sobreinfladas, grandes empresas de tecnología de EEUU.

¿Pero cómo sucedió? ¿Cómo de repente se ofrece un bien privado de forma gratuita? ¿Y esto significa que el tecnofeudalismo está en problemas?

sábado, 25 de enero de 2025

El saludo de Musk y la nueva nobleza

El espectáculo performativo de la asunción de Donald Trump enmascara un cambio más profundo: la consolidación de un sistema en el que el control sobre la verdad, la percepción y la agencia está en manos de quienes dominan el paisaje digital, capaces de modelar la realidad a su antojo.

Jorge González Arocha, Jacobin

«El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos»
—Antonio Gramsci

Existe una famosa historia, atribuida a Hegel, que ha sido ampliamente utilizada para ilustrar su filosofía y su relevancia para el pensamiento moderno. En una carta a Friedrich Immanuel Niethammer fechada el 13 de octubre de 1806, el filósofo alemán relata haber visto a Napoleón, a quien se refiere como «el alma del mundo», montando a caballo. Más allá de los detalles históricos y filosóficos del suceso, esta frase ha pasado a formar parte de la leyenda romántica que rodea a La fenomenología del espíritu, porque ocurrió justo dos días antes de que el emperador pusiera fin al Sacro Imperio Romano Germánico y Hegel terminara esa obra monumental, marcando un punto de inflexión en la historia del pensamiento europeo.

Algo más de doscientos años después, Donald Trump vuelve a la Casa Blanca generando conmoción a nivel global. No solo por la controversia inherente a sus políticas, sino también por lo que su victoria representa en términos históricos y sociales. Un análisis superficial podría comparar al nuevo presidente con un Napoleón moderno que, al igual que aquella figura histórica, reúne las principales características de este tiempo. Su coronación, el pasado 20 de enero, consolidó su posición histórica como símbolo de los tiempos que corren.

Sin embargo, tanto la ceremonia de investidura como su victoria en noviembre trascienden lo estrictamente personal. No se trata solo de lo que Trump representa individualmente, sino de cómo expone las nuevas dinámicas del poder en el siglo XXI. Estas no solo tienen que ver con los impuestos, el proteccionismo económico, la diplomacia fuerte y su política migratoria. El 20 de enero marcó la legitimación definitiva, también, del tecnofeudalismo, no como una simple construcción simbólica sino como una forma de poder ya consolidada.

jueves, 23 de enero de 2025

Tecnato de Norteamérica: ¿Trump quiere hacer realidad la dictadura tecnocrática que soñó el abuelo de Elon Musk?

El Tecnato de Norteamérica (Technocracy Inc.) es una propuesta concebida en la década de 1930 por la Sociedad Fabiana y Joshua Haldeman, abuelo materno de Elon Musk, que plantea integrar territorios como Canadá, Groenlandia, México, Centroamérica, el Caribe y parte del norte de Sudamérica bajo una estructura dirigida por “especialistas”, cuyo objetivo sería reemplazar la democracia y el capitalismo. Según el historiador José Luis Preciado, esta idea ha resurgido en estrategias contemporáneas, como las iniciativas de Donald Trump de renombrar el Golfo de México y buscar el control de Groenlandia, Canadá y Panamá, las cuales reflejan un impulso expansionista planificado por la criptocracia occidental. Este enfoque parece alinearse con el concepto histórico del Tecnato, reinterpretando asimismo elementos de un proyecto ultraglobalista que, aunque ha dejado de ser un modelo viable de gobernanza mundial, ahora sintetiza algunos de sus principios y se presenta como un caballo de Troya para el continente americano en un nuevo orden multipolar.
En los mapas del tecnato trazados desde la década de 1930, se incluían Groenlandia, Alaska, Canadá, Estados Unidos, México, todos los países soberanos de Centroamérica, así como parte del norte de Colombia y Venezuela.

José Luis Preciado, Mente Alternativa

Desde que Donald Trump inició su carrera política, ha desafiado las normas geopolíticas con propuestas y declaraciones controversiales. Este artículo explora sus recientes intenciones de rebautizar el Golfo de México, apropiarse de Groenlandia, Canadá y Panamá, y cómo estos movimientos encajan en una estrategia más amplia de control global, de la cual fue parte el abuelo materno del transhumanista y contratista masivo del Pentágono, Elon Musk.

La propuesta de Donald Trump de rebautizar el Golfo de México como “Golfo de América” refleja una narrativa imperialista que busca reforzar la influencia estadounidense en la región. Aunque el nombre actual tiene raíces históricas que datan de 1524, la iniciativa ha generado rechazo internacional, especialmente en México, donde se percibe como un intento de apropiación al menos simbólica de los recursos petrolíferos del golfo. Paralelamente, el interés de Trump en Canadá (al que quiere anexar como estado 51) y Groenlandia (a donde viajó recientemente uno de sus hijos) pone de manifiesto su enfoque hacia el Ártico, una región rica en recursos naturales y punto estratégico para provocar a Rusia. Las declaraciones sobre posibles intervenciones militares en Groenlandia y las presiones económicas sobre Canadá han suscitado preocupaciones sobre la soberanía de estos territorios y la estabilidad geopolítica.

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