Jonathan Cook, CounterPunch
Desafortunadamente, una investigación no desvelará la verdad
Hace un año se descartó la idea de que el COVID-19 fuera producto de una fuga de un laboratorio de Wuhan (situado a corta distancia del mercado de productos frescos al que se suele atribuir la fuente del virus), al considerarla una teoría descabellada que solo defendían Donald Trump, QAnon y los halcones de la derecha deseosos de aumentar peligrosamente la tensión con China.
Ahora, tras todo un año sin que los medios de comunicación y la comunidad científica volvieran a hablar de la teoría de la fuga, el presidente Joe Biden ha anunciado el inicio de una investigación para evaluar su credibilidad. Y, como consecuencia, lo que hasta hace pocos días era considerado como una conspiración desquiciada de la derecha está siendo ampliamente difundido y tomado en serio por los liberales.
Los medios de comunicación están publicando artículos destacados en los que se preguntan si la pandemia que ha matado a tantas personas y destrozado las vidas de muchas más puede achacarse a la arrogancia y la interferencia humanas en vez de a una causa natural.
Durante muchos años los científicos que trabajan en laboratorios como el de Wuhan han desarrollado experimentos tipo Frankenstein con virus. Han modificado agentes infecciosos naturales –que suelen encontrarse en animales como las ratas o los murciélagos– para intentar predecir cómo podrían evolucionar los virus, especialmente los coronavirus, en el peor de los casos. En teoría, su intención era conseguir que la humanidad partiera con cierta ventaja en caso de una nueva pandemia, y preparar estrategias y vacunas por adelantado para superarla.
Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
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sábado, 12 de junio de 2021
lunes, 5 de abril de 2021
Brasil: Crisis en medio de la tragedia
Eric Nepomuceno, La Jornada
Brasil sigue ahogado en la creciente ola de coronavirus, que ya diezmó –oficialmente– más de 335 mil vidas. Estudios realizados por hospitales brasileños y avalados por especialistas, médicos y científicos, sin embargo, señalan un número más elevado: hasta el pasado viernes, los muertos serían 443 mil.
Menos de 5 por ciento de 5 mil 570 municipios brasileños tienen más de 443 mil habitantes. Con alrededor de 3 por ciento de la población mundial, Brasil tuvo hasta ahora 33 por ciento del total de víctimas fatales de Covid-19. En una sola jornada, la del 31 de marzo, el mundo registró 11 mil 769 decesos, 3 mil 869 de ellos en Brasil.
Y no hay señal de luz en el horizonte. Al contrario: varios especialistas advierten del alto riesgo de que se llegue a 500 mil muertos antes de que termine abril.
Brasil sigue ahogado en la creciente ola de coronavirus, que ya diezmó –oficialmente– más de 335 mil vidas. Estudios realizados por hospitales brasileños y avalados por especialistas, médicos y científicos, sin embargo, señalan un número más elevado: hasta el pasado viernes, los muertos serían 443 mil.
Menos de 5 por ciento de 5 mil 570 municipios brasileños tienen más de 443 mil habitantes. Con alrededor de 3 por ciento de la población mundial, Brasil tuvo hasta ahora 33 por ciento del total de víctimas fatales de Covid-19. En una sola jornada, la del 31 de marzo, el mundo registró 11 mil 769 decesos, 3 mil 869 de ellos en Brasil.
Y no hay señal de luz en el horizonte. Al contrario: varios especialistas advierten del alto riesgo de que se llegue a 500 mil muertos antes de que termine abril.
martes, 20 de octubre de 2020
¿Por qué China ganó la batalla contra el Covid-19?
Alessandro Pagani
Independientemente del marximetro que se utiliza para lanzar adjetivos o definiciones políticas sobre China, la eficacia demostrada por el gigante asiático para resolver rápidamente la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 y minimizar su impacto económico, especialmente en comparación con las experiencias de los países occidentales, es universalmente reconocida (o casi).
Pero, ¿a qué se debe atribuir este éxito? Según el economista italiano Francesco Macheda de la Universidad Bifrost, en Islandia, autor de un reciente trabajo sobre el tema, The role of State-Owned Enterprises in China’s fight against the coronavirus disease razones (El papel de las empresas estatales en la lucha de China contra el COVID-19), se encuentran principalmente en las características estructurales del modelo de desarrollo chino, y más específicamente en la extensión del sector público de la economía China y el papel clave de las empresas estatales (empresas estatales, SOE), así como la fuerte presencia pública dentro del sector bancario, el sector industrial. La tesis de Macheda es que la presencia masiva del Estado en la economía “le ha brindado al gobierno del país los recursos necesarios para reducir significativamente el tiempo para resolver la crisis de salud, reactivar prontamente la cadena productiva nacional y maximizar la efectividad de los estímulos fiscales”. y las políticas monetarias tienden a estabilizar la producción “.
Independientemente del marximetro que se utiliza para lanzar adjetivos o definiciones políticas sobre China, la eficacia demostrada por el gigante asiático para resolver rápidamente la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 y minimizar su impacto económico, especialmente en comparación con las experiencias de los países occidentales, es universalmente reconocida (o casi).
Pero, ¿a qué se debe atribuir este éxito? Según el economista italiano Francesco Macheda de la Universidad Bifrost, en Islandia, autor de un reciente trabajo sobre el tema, The role of State-Owned Enterprises in China’s fight against the coronavirus disease razones (El papel de las empresas estatales en la lucha de China contra el COVID-19), se encuentran principalmente en las características estructurales del modelo de desarrollo chino, y más específicamente en la extensión del sector público de la economía China y el papel clave de las empresas estatales (empresas estatales, SOE), así como la fuerte presencia pública dentro del sector bancario, el sector industrial. La tesis de Macheda es que la presencia masiva del Estado en la economía “le ha brindado al gobierno del país los recursos necesarios para reducir significativamente el tiempo para resolver la crisis de salud, reactivar prontamente la cadena productiva nacional y maximizar la efectividad de los estímulos fiscales”. y las políticas monetarias tienden a estabilizar la producción “.
lunes, 3 de agosto de 2020
El Covid en Chile y la distorsión de datos
Las denuncias hechas por CIPER-Chile y Alejandra Matus en torno a las graves distorsiones de las informaciones oficiales sobre los fallecidos por covid en Chile se han ido comprobando en la realidad.
Unas se referían a que el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del propio Ministerio de Salud estaba entregándole a la OMS las cifras sobre el conjunto de personas comprobada o sospechosamente fallecidas; a diferencia de las cifras reconocidas del Ministerio a la sociedad chilena que se limitaban a los primeros. Y otras a las significativas diferencias históricas constatadas en las personas fallecidas en el Registro Civil por “enfermedades respiratorias” de marzo en adelante, respecto de las cifras oficiales sobre los muertos por covid entregadas por el Gobierno.
Otro elemento que permite dudar fundadamente de las cifras oficiales ha sido la constatación de las notables diferencias históricas entre las muertes registradas en 2020, desde marzo en adelante, respecto de años anteriores. El Gobierno, luego de proceder a descalificar duramente -a través del inefable ministro Mañalich- las denuncias de Alejandra Matus, procedió a reconocerlas –al menos parcialmente- al aumentar las cifras de fallecidos oficialmente durante el mes de junio.
viernes, 3 de julio de 2020
Una rápida reapertura económica nos mandará al infierno
Introducción de A l’encontre:
En la tarde del 26 de junio de 2020, el Washington Post publicó un artículo sobre la situación de la pandemia de COVID-19 en Estados Unidos. A continuación, lo esencial del artículo: «El jueves 25 de junio se registró un número récord de infecciones por segundo día consecutivo: más de 39.000 nuevos casos de COVID-19 en el territorio de Estados Unidos, y varios estados están restableciendo rápidamente la cuarentena. La voluntad de reactivar la actividad económica en el país se ha revelado contraproducente.»
• El viernes 26 de junio, los estados de Texas y de Florida ordenaron el cierre de los bares, unas semanas después de la reapertura, y este último estado registró casi 9.000 nuevos casos. Nuevo México suspendió la etapa siguiente de su plan de reapertura. «Me preocupa el hecho de que podamos saturar el sistema de salud, los hospitales, las unidades de cuidados intensivos», dijo el responsable de la salud del estado de Mississippi al periódico Clarion-Ledger: «No estoy hablando del otoño, sino de esta semana».
miércoles, 17 de junio de 2020
Bloomberg: "Chile: de falso modelo a seguir... a estar entre los peores del mundo"
"Las evaluaciones iniciales sugieren que Chile siguió el ejemplo de las naciones ricas solo para darse cuenta, una vez más, de que un gran porcentaje de sus ciudadanos son pobres", señala Bloomberg.
martes, 2 de junio de 2020
Radiografía multilateral a cinco meses de Covid-19
François Soulard, Alai
A cinco meses del inicio de la pandemia, la imagen que nos deja el concierto de países del tablero global empieza a ser más nítida. Como factor de recesión económica y social, la pandemia es en cambio un fenomenal acelerador de los tiempos políticos y parece encubrir el pasado con el futuro.
Las tendencias anteriores estaban a la vista. En octubre 2019, los Estados Unidos se retiraban progresivamente de los largos conflictos en Siria y en Afganistán, mientras desertaban sorpresivamente toda una serie de espacios multilaterales, símbolos del protagonismo excepcional desempeñado por Washington: Consejo de derechos humanos de la ONU, UNESCO, Asociación Transpacífica (TPP), Acuerdo nuclear con Irán, Acuerdo global sobre el Clima. Rumbo a ser segunda potencia mundial, la cooperación con China se volvió orgánica desde los años 90 a través de temas claves para la estabilidad global: por ejemplo la limitación de los arsenales nucleares de Corea del Norte e Irán, la participación en operaciones de paz junto con la ONU (Darfour), el crecimiento global, los equilibrios comerciales y la regulación de las tasas de cambio. En el contexto de la crisis financiera de 2008, fue Pekín quien lanzó el plan más ambicioso para frenar la recesión mundial en conjunto con los Estados Unidos, el FMI y el Banco mundial, acentuando el auge del continente asiático.
lunes, 1 de junio de 2020
Estados Unidos: 103.000 muertes y una grave crisis que se extenderá en la pospandemia
Mirko Trudeau, Global Research
Cuatro meses después del primer contagio registrado oficialmente, Estados Unidos ha rebasado la cifra de 102.000 muertos y un millón 750 mil contagiados a causa del coronavirus, con la mayoría de decesos resultado del manejo político tardío y caótico de la pandemia, superando por decenas de miles los pronosticados por la Casa Blanca.
Mucho ha cambiado en estos cuatro meses. Cuando el coronavirus se expandía en silencio por Estados Unidos a inicios del año, el país estaba en un constante crecimiento económico y con un nivel mínimo de desempleo. Estas eran dos cartas clave en la campaña de reelección del presidente Donald Trump, que firmaba un ansiado acuerdo comercial con China. Una reelección que ahora no ve tan clara.
En tanto, se siguen manifestando los múltiples efectos de la crisis, cuando ya se suman 40 millones de personas cesanteadas de su trabajo en lo que va de la pandemia, quienes se acogieron a los subsidios de desempleo. Millones de inquilinos en el país enfrentarán la pérdida de sus hogares al concluir las moratorias temporales en varios estados sobre el pago de alquileres.
viernes, 29 de mayo de 2020
¿Quién pagará por la crisis del coronavirus?
Geraldina Colotti, Alai
Según todos los indicadores, la pandemia de coronavirus provocará una crisis aún más devastadora que la de 1929. Según el último informe de la ONG Oxfam, que utiliza las investigaciones más avanzadas en todo el mundo, es probable que por el choque pandémico será reducido a la pobreza entre los 6 y 8% de la población mundial.
En algunas regiones del sur global, el nivel de pobreza volvería al de hace treinta años, pulverizando el progreso logrado en los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos por las Naciones Unidas. La crisis afectará principalmente a los 2 mil millones de trabajadores en el sector informal. En los países pobres, el 90% de los empleos son informales, en comparación con el 18% en los países ricos.
Las proyecciones del Banco Mundial también dicen que el desempleo en Europa podría duplicarse en 2020, y que casi 60 millones de empleos estarán en riesgo. En una investigación de EuroFound, el 28% de los europeos dijeron que habían perdido sus trabajos, temporal o permanentemente, desde el comienzo de la pandemia.
En Italia, o sea en la tercera economía de la zona euro, al menos 3 millones de personas tienen contratos “al negro” y, por lo tanto, están excluidos de la ayuda ordenada por el gobierno. Más de un tercio de la población, que asciende a 60.317.000, tiene serias dificultades económicas.
jueves, 28 de mayo de 2020
Chile se hunde en el caos con la crisis del Covid-19
“Los ricos de Chile ganan como en Alemania, y los pobres como en Mongolia”, decía Branko Milanovic, del Banco Mundial. El gobierno actúa mal porque no conoce a su pueblo, dice experta. Y la “tabla de salvación” es peor.
Chile podría repetir la experiencia de España e Italia, siendo el próximo país en donde el sistema sanitario colapse. Las escenas lo evidencian: decenas de ambulancias que esperan hasta doce horas, o más, en las entradas de hospitales públicos, a la espera de que pacientes con COVID-19 sean atendidos, al menos dentro de los mismos vehículos. Si la ambulancia se ve obligada a entregar al paciente a una clínica privada, la familia tiene que cubrir sumas imposibles de pagar. A los altos costos de la atención médica se suma el hambre, para aquellos que ni siquiera pueden llegar a las puertas del Hospital San José de Santiago de Chile.
Con o sin pandemia, "el hambre en Chile es producto de la histórica desigualdad social”, dice Fernanda Arriaza, directora de Gestión Comunitaria de la oficina internacional de la ONG TECHO, activa en 19 países de América Latina. "Son los pobres en los campamentos [asentamientos informales o barrios marginados] los que están viendo la cara más dura de esta crisis, porque se ha recrudecido su estado vulnerable: falta de acceso a servicios, a vivienda, a oportunidades de empleo”, agrega Arriaza desde Valparaíso, una ciudad en donde los más pobres viven en cerros casi inaccesibles para cualquier socorro. Valparaíso es la segunda ciudad más golpeada por la pandemia, después de Santiago.
Chile podría repetir la experiencia de España e Italia, siendo el próximo país en donde el sistema sanitario colapse. Las escenas lo evidencian: decenas de ambulancias que esperan hasta doce horas, o más, en las entradas de hospitales públicos, a la espera de que pacientes con COVID-19 sean atendidos, al menos dentro de los mismos vehículos. Si la ambulancia se ve obligada a entregar al paciente a una clínica privada, la familia tiene que cubrir sumas imposibles de pagar. A los altos costos de la atención médica se suma el hambre, para aquellos que ni siquiera pueden llegar a las puertas del Hospital San José de Santiago de Chile.
Con o sin pandemia, "el hambre en Chile es producto de la histórica desigualdad social”, dice Fernanda Arriaza, directora de Gestión Comunitaria de la oficina internacional de la ONG TECHO, activa en 19 países de América Latina. "Son los pobres en los campamentos [asentamientos informales o barrios marginados] los que están viendo la cara más dura de esta crisis, porque se ha recrudecido su estado vulnerable: falta de acceso a servicios, a vivienda, a oportunidades de empleo”, agrega Arriaza desde Valparaíso, una ciudad en donde los más pobres viven en cerros casi inaccesibles para cualquier socorro. Valparaíso es la segunda ciudad más golpeada por la pandemia, después de Santiago.
miércoles, 27 de mayo de 2020
La opción cubana contra la Covid-19
Andy Robinson, La Vanguardia
“Contamos un chiste en Cuba, que si nosotros descubriéramos el remedio para el coronavirus, Donald Trump dejaría morir a todos los norteamericanos antes que comprarlo”.
Lo dijo Ernesto, un joven afrocubano camarero del restaurante La Cava junto al restaurado Gran Teatro, en el centro de La Habana. Fue a principios de marzo. La Covid-19 acababa de aterrizar en Estados Unidos y Donald Trump minimizaba el peligro.
Mientras, Cuba preparaba su estrategia de cuarentena, pruebas y seguimiento de contactos, a la vez que ponía en alerta a los institutos de biotecnología del polo científico en el oeste de la ciudad.
La broma de Eduardo viene a cuento de que muchos estadounidenses no podrían ni imaginárselo. Efectivamente, la biotecnología en Cuba ha elaborado fármacos que ya han resultado eficaces para combatir el coronavirus en China y otros países.
Negacionismo de Trump lleva a los Estados Unidos a las 100.000 muertes por coronavirus
Donald Trump declaró el pasado 30 de marzo que "si nos quedamos en los 100.000 muertos habremos hecho un gran trabajo" acerca de la crisis del coronavirus. Esa cifra se superó este martes, según los datos contabilizados por la Universidad Johns Hopkins. Es casi el doble de los estadounidenses muertos en combate en la Guerra del Vietnam, y cerca de la cuarta parte de las muertes sufridas en la Segunda Guerra Mundial. Con la diferencia de que aquellos cayeron en tres años y medio de guerra y estos en dos meses de paz.
El balance es aterrador: con una población de 328,2 millones de habitantes, Estados Unidos alcanzó este martes 1.725.275 casos de coronavirus, lo que supone el 30% de los registrados en todo el mundo. Uno de cada 192 estadounidenses está contagiado, lo que supone peor cifra que Bélgica, España e Italia, los países que hasta hace poco encabezaban este triste apartado. Con la diferencia de que el incremento de positivos estadounidense supera el 14% en los últimos ocho días, mientras el español, con un contagio por cada 198 habitantes, es del 1,9%. Uno de cada 1.710 estadounidenses infectados, y uno de cada 3.280 habitantes, ha muerto.
martes, 26 de mayo de 2020
EEUU: 40 millones de desempleados, 100 mil muertos y 600 súperricos más ricos
Mirko C. Trudeau, Estrategia
Hasta mediados de mayo, los 600 multimillonarios estadounidenses incrementaron sus fortunas por 434 mil millones de dólares durante la cuarentena parcial por la pandemia del Covid-19, mientras casi 40 millones de trabajadores perdieron su empleo y se teme que la tasa de desempleo supere el 16% de la masa laboral, Asimismo, el nivel de insuficiencia alimentaria se incrementó.
La nota de tapa del diario The New York Times del domingo 24 de mayo estremeció a la ciudadanía. Estados Unidos acababa de alcanzar los 100.000 muertos por la pandemia y el diario publicó los nombres, edades y profesiones de mil de ellos. “Los números solos no pueden medir el impacto del coronavirus en EEUU (…) “Estas personas reflejan apenas el uno por ciento del total. Ninguno de ellos fue un número”, dice el NYT. El número de contagiados llega a un millón 700 mil personas.
Y entre el dolor de los muertos, hay cifras que resaltan y producen rebeldía: El valor neto de los poco más de estos multimillonarios -entre los que se encuentran con los cinco multimillonarios más ricos Jeff Bezos, de Amazon; Bill Gates, de Microsoft; Mark Zuckerberg, de Facebook; Warren Buffett y Larry Ellison- se incrementó en 15 por ciento desde el 15 de marzo, llegando a un total de 3.382 billones de dólares, según el nuevo informe del Institute for Policy Studies.
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Covid-19: o cooperamos o no tenemos futuro
Leonardo Boff, Koinonia
Una pregunta siempre presente en las búsquedas humanas es: ¿cuál es nuestra esencia específica? La historia conoce innumerables respuestas, pero la más contundente, convergencia de varias ciencias contemporáneas como la nueva biología evolutiva, la genética, las neurociencias, la psicología evolutiva, la cosmología, la ecología, la fenomenología y otras, es esta: la cooperación.
Michael Tomasello, considerado genial en el área de la psicología del desarrollo infantil de 1 a 3 años, sin intervención invasiva, reunió en un volumen lo mejor de ese campo con el título: Por qué cooperamos (Warum wir kooperieren, Berlín, Suhrkamp 2010). En su ensayo inicial afirma que la esencia de lo humano está en el “altruismo” y la “cooperación”. «En el altruismo uno se sacrifica por el otro. Es la em-patía. En la cooperación muchos se unen para el bien común» (pág. 14).
Una de las especialistas principales en psicología y evolución, de la Universidad de Stanford, Carol S. Dweck, afirma: «Más que la excepcional grandeza de nuestro cerebro y más que nuestra inmensa capacidad de pensar, nuestra naturaleza esencial es ésta: la aptitud para ser seres de cooperación y de relación» (Por qué cooperamos, op. cit. 95).
domingo, 24 de mayo de 2020
Covid-19 y crisis en Chile: De tumbo en tumbo
El actual Presidente de Chile siendo bastante más inteligente que Trump o Bolsonaro, tiene el defecto de no considerar la complejidad de las situaciones y la necesidad de combinar perspectivas a la hora de tomar decisiones. Se deja llevar, como ellos, por el ego sobredimensionado que estructura su esquema mental de interpretación de los hechos sociales y políticos, un día actúa en un sentido y al siguiente en el contrario, siempre convencido de que tiene la razón, en ocasiones contra toda evidencia. Ello explica que en los últimos diez meses se lo ha pasado dando disculpas.
Edison Ortiz, El Mostrador
Parece que ya estábamos teniendo demasiada paciencia con esta administración, pero el twitter del subsecretario del deporte, Andrés Otero, mostrando a una niña de 12 años haciendo deportes en su casa – una mansión – el pasado 15 de mayo, con el mensaje “quédate en casa”, hizo que la paciencia se nos agotara. Y definitivamente, fue la gota que rebaso el vaso de nuestro estoicismo.
Una historia…
El Estado moderno y su irrupción y consolidación, creó una burocracia profesional que con el tiempo formó subgrupos de representación de sí mismo. En Chile -como sucede con frecuencia con “los ingleses de América del Sur”- el fenómeno alcanzó con el tiempo formas más bien espúreas y sirvió para conformar grupos subalternos de origen estatal con personalidades bien definidas y, en ocasiones, grotescas. Como sabemos, en este país la meritocracia nunca se ha llevado bien con la oligarquía dominante. Si no me creen, pregúntenle a O’Higgins.
Así como los radicales en la primera mitad del siglo pasado expresaron la emergencia de la mesocracia y crearon el fenómeno que se llamó la empleomanía, siguiendo el modelo clientelístico oligárquico de la última parte del siglo XIX, la dictadura militar no escatimó esfuerzos para consolidar a los neoliberales y su ideologismo extremo, al punto que los muchachos de la escuela de Chicago no solo destruyeron los esbozos de industrialización, sino que fueron responsables directos de la derrota de "Daniel López" – alías Pinochet - en octubre de 1988, al manejar muy mal la macroeconomía y ahondar los impactos externos en 1982-83.
Edison Ortiz, El Mostrador
Parece que ya estábamos teniendo demasiada paciencia con esta administración, pero el twitter del subsecretario del deporte, Andrés Otero, mostrando a una niña de 12 años haciendo deportes en su casa – una mansión – el pasado 15 de mayo, con el mensaje “quédate en casa”, hizo que la paciencia se nos agotara. Y definitivamente, fue la gota que rebaso el vaso de nuestro estoicismo.
Una historia…
El Estado moderno y su irrupción y consolidación, creó una burocracia profesional que con el tiempo formó subgrupos de representación de sí mismo. En Chile -como sucede con frecuencia con “los ingleses de América del Sur”- el fenómeno alcanzó con el tiempo formas más bien espúreas y sirvió para conformar grupos subalternos de origen estatal con personalidades bien definidas y, en ocasiones, grotescas. Como sabemos, en este país la meritocracia nunca se ha llevado bien con la oligarquía dominante. Si no me creen, pregúntenle a O’Higgins.
Así como los radicales en la primera mitad del siglo pasado expresaron la emergencia de la mesocracia y crearon el fenómeno que se llamó la empleomanía, siguiendo el modelo clientelístico oligárquico de la última parte del siglo XIX, la dictadura militar no escatimó esfuerzos para consolidar a los neoliberales y su ideologismo extremo, al punto que los muchachos de la escuela de Chicago no solo destruyeron los esbozos de industrialización, sino que fueron responsables directos de la derrota de "Daniel López" – alías Pinochet - en octubre de 1988, al manejar muy mal la macroeconomía y ahondar los impactos externos en 1982-83.
sábado, 23 de mayo de 2020
Aprendamos la lección de la pandemia
Javier Solana, Project Syndicate
Entre tantos otros efectos, la pandemia de COVID-19 no ha hecho sino intensificar la ya existente rivalidad geopolítica entre China y Estados Unidos. A raíz de esta tensión, mucho se ha escrito sobre la llamada “Trampa de Tucídides”, con la que el profesor de Harvard Graham T. Allison se refiere al elevado riesgo de conflicto que se da cuando una potencia emergente amenaza con desbancar a una potencia establecida. La teoría de Allison toma su nombre de las crónicas de Tucídides sobre la Guerra del Peloponeso, en la que Esparta logró derrotar a la emergente Atenas. Pese a las constantes alusiones que veníamos haciendo a este episodio histórico, un importante detalle ha pasado más desapercibido: el factor determinante en la victoria espartana fue una plaga que arrasó a un tercio de la población ateniense, incluido Pericles, líder de la ciudad.
Como explica Frank M. Snowden, profesor emérito de Yale, las pandemias han tenido un rol preponderante en los grandes cambios históricos, aunque prevalezcan en el recuerdo los acontecimientos militares y políticos. Por ejemplo, el tifus truncó la invasión napoleónica de Rusia, y se dice que la gripe surgida en 1918, que terminó contrayendo Woodrow Wilson, mermó las habilidades del presidente estadounidense durante la negociación del Tratado de Versalles. Sin embargo, las sociedades occidentales habían perdido la perspectiva del daño estructural que puede causar una enfermedad. Ello a pesar de que hay epidemias en curso —como el cólera y la malaria— haciendo mella en las zonas más pobres del planeta, y de que las últimas décadas nos han traído pandemias globales como el SIDA y la gripe A.
lunes, 18 de mayo de 2020
El discurso genocida de Bolsonaro
Emir Sader
Bolsonaro es responsable por las desgracias que Brasil está experimentando hoy. Desde su aventura de llegar al gobierno a través de mentiras y manipulaciones de internet, pasando por la formación de un gobierno incompetente y ridículo hasta la irrupción de la tragedia de la pandemia. Por supuesto, solo fue capaz de hacer esto porque fue apoyado por las grandes empresas y los medios de comunicación, cuya hostilidad hacia el retorno de un gobierno popular, democrático y soberano justifica la entrega del gobierno del país a un psicópata.
Bolsonaro ha logrado liberarse de las responsabilidades de la pandemia a través de un discurso que mezcla la mala fe, la mentira y la falta de vergüenza, para atribuir las responsabilidades a los demás. Desarrolla un discurso que invierte la realidad, lo absuelve y endilga sobre los otros las responsabilidades de los graves efectos del coronavirus.
En primer lugar, sus responsabilidades provienen de haber subestimado, al comienzo de la pandemia, sus dimensiones y sus efectos, con afirmaciones sobre la "gripecita" o "resfrío". Como resultado, retrasó la preparación del país para la llegada de la pandemia, además de no preparar a las personas para defenderse de ella. Debilitó las medidas iniciales de aislamiento social, las atacó y propuso un aislamiento selectivo imposible. Está respaldado por la posición de quienes dicen que el aislamiento de la mayoría de la población, que vive en condiciones de conglomerados domésticos, los hace más propensos a contraer el virus en casa que a salir a la calle. Que la salida, al mismo tiempo, sería indispensable para lograr las condiciones mínimas de supervivencia.
lunes, 11 de mayo de 2020
¿Qué ocurre con Agamben ?
Jorge Alemán, Página 12
En primer lugar es ofensivo afirmar tranquilamente que desde Antígona no se habían "abandonado en nombre de un riesgo a los seres queridos". No necesito nombrar aquí los distintos genocidios que sumergieron al ser humano en esa tragedia, solamente señalaré que Agamben es sumamente ambiguo cuando se trata de esclarecer lo que él llama el "riesgo".
En su imputación culpabilizante donde los familiares no se despiden de su ser querido ya fallecido, no se trata solamente del riesgo de cada uno, lo que está en juego es la responsabilidad con la salud de la comunidad. Pero luego, Agamben no solo se escandaliza con los "cobardes" que no se acercan al muerto, ¿también la Iglesia es esta vez tratada como "sierva de la ciencia"? Como si la iglesia, la ciencia, los familiares afectados estuvieran todos dominados por un dispositivo técnico que separa la biología corpórea de su existencia cultural. ¿Acaso estamos siempre unificados?
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mamvas
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3:22 p.m.
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domingo, 10 de mayo de 2020
La epidemia del filósofo
Marco D’Eramo, La Vorágine
"No habrá recuperación. Habrá disturbios sociales. Habrá violencia. Habrá consecuencias socioeconómicas: un desempleo dramático. Los ciudadanos sufrirán drásticamente: algunos morirán, otros se sentirán muy mal”. Éste no es un escatólogo hablando, sino Jacob Wallenberg, vástago de una de las dinastías más poderosas del capitalismo global, que prevé una contracción económica mundial del 30% y un altísimo desempleo como resultado del “cierre general” del coronavirus. Si bien los filósofos temen que nuestros gobernantes estén explotando la epidemia para imponer una disciplina biopolítica, la clase dominante en sí misma parece tener la preocupación opuesta: “Tengo pánico de las consecuencias para la sociedad… Tenemos que sopesar los riesgos de que el medicamento afecte drásticamente al paciente”. El magnate sueco se hace eco del pronóstico de Trump de que la terapia matará al paciente. Si bien los filósofos ven las medidas contra el contagio (toques de queda, fronteras cerradas, restricciones a las reuniones públicas) como un mecanismo de control siniestro, los gobernantes temen que los bloqueos les hagan perder su control.
Al evaluar el impacto de Covid-19, los filósofos en cuestión han citado las páginas extraordinarias sobre la plaga de Disciplina y castigo, donde Foucault describe las nuevas formas de vigilancia y regulación ocasionadas por el brote a fines del siglo XVII. Quien ha tomado la posición más clara sobre la pandemia es Giorgio Agamben, en una serie de artículos combativos que comienzan con ‘La invención de una epidemia‘, publicado por el 26 de febrero de 2020. En este artículo, Agamben describe las medidas de emergencia implementadas en Italia para detener la propagación del virus como “frenéticas, irracionales y completamente infundadas”. “El miedo a la epidemia da rienda suelta al pánico”, escribía, “y en nombre de la seguridad aceptamos medidas que restringen severamente la libertad, justificando el estado de excepción”. Para Agamben, la respuesta del coronavirus demuestra una “tendencia a usar el estado de excepción como paradigma normal de gobierno”. “Es casi como si, con el terrorismo agotado como origen de medidas excepcionales, la invención de una epidemia ofreciera el pretexto ideal para defenderlos más allá de cualquier limitación”. Agamben reafirmó estas ideas en otros dos textos que aparecieron en el sitio web de la editorial italiana Quodlibet a mediados de marzo.
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sábado, 9 de mayo de 2020
Volver a la «normalidad» sería autocondenarse
Leonardo Boff, Koinonia
Cuando pase la pandemia del coronavirus no nos estará permitido volver a la «normalidad» anterior. Sería, en primer lugar, un desprecio a los miles de personas que han muerto asfixiadas por el virus, y una falta de solidaridad con sus familiares y amigos. En segundo lugar, sería la demostración de que no hemos aprendido el mensaje de lo que, más que una crisis, es un llamado urgente a cambiar nuestra forma de vivir en nuestra única Casa Común. Se trata de un llamamiento de la propia Tierra viva, ese superorganismo autorregulado del que somos su parte inteligente y consciente.
Volver a la anterior configuración del mundo, hegemonizado por el capitalismo neoliberal, incapaz de resolver sus contradicciones internas –y cuyo ADN es su voracidad por un crecimiento ilimitado a costa de la sobreexplotación de la naturaleza y la indiferencia ante la pobreza y la miseria de la gran mayoría de la humanidad producida por ella–, es olvidar que dicha configuración está sacudiendo los cimientos ecológicos que sostienen toda la Vida en el planeta. Volver a la “normalidad” anterior (business as usual) sería prolongar una situación que podría implicar nuestra propia destrucción.
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