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miércoles, 6 de agosto de 2025

La idiosincrasia bélica del capitalismo

[Entre la explotacion, la desposesión y el saqueo].
Un repaso histórico

Andrés Piqueras, La Haine

Las dinámicas de colonización, esclavismo, servidumbre, explotación extensiva y guerra acompañaron al capitalismo desde su mismo nacimiento. Tras la expansión militarizada del mundo que protagonizaron las formaciones estatales ibéricas (últimos imperios pre-capitalistas que sentaron las bases de la acumulación originaria de capital), y luego la holandesa (de consolidación del capitalismo mercantil-financiero), Inglaterra comienza a expandirse de forma predominante entre las potencias europeas, constituyendo por primera vez en la historia un imperio de carácter mundial -parejo a la amplia extensión planetaria del capitalismo-, que en realidad podríamos entenderlo como un punto álgido de evolución o desarrollo de lo que se conformó desde el siglo XIV-XV hasta el presente como Imperio Occidental de 500 años (por utilizar un guarismo redondo).

La combinación de expansión territorial -desbancando a las antiguas metrópolis ibéricas- y de predominio financiero -en la lenta pero constante suplantación de las redes creadas por el capital holandés-, posibilitaron que para el último cuarto del siglo XVIII Inglaterra se hubiera convertido en el centro mundial de intercambio e intermediación comercial. Su dominio consistió en el monopolio de la producción de productos manufacturados y bienes de equipo (para lo que tuvo primero que garantizarse su supremacía dentro del ámbito europeo y desmantelar después las industrias periféricas, como la egipcia y sobre todo la India -a costa de la proletarización y muerte de millones de personas-).

Una vez conseguido esto, el "libre comercio" y el patrón-oro se erigieron en los mecanismos adecuados para fortalecer ese imperio, rompiendo una a una las cortapisas del mercantilismo clásico (que entre otras disposiciones aseguraba a cada metrópoli el comercio exclusivo con sus colonias). Inglaterra necesitaba también materias primas abundantes para su industria y su fuerza de trabajo. Consolidaba con ello el modo industrial de reproducción de la fuerza de trabajo a través de un nuevo régimen de alimentación basado en la procuración barata de productos básicos. Como contrapartida, las agriculturas periféricas fueron obligadas mediante la colonización a extravertir su lógica productiva, en cuanto que proveedoras de productos necesarios para la industrialización de las formaciones centrales, eliminando cada vez más superficie agrícola destinada a la alimentación de sus propias poblaciones. Se establecía así, sobre bases sólidas, una División Internacional del Trabajo (DIT).

viernes, 11 de julio de 2025

La historia oculta de la lucha de clases en el Imperio romano

La Antigua Roma era una sociedad rígidamente jerárquica en la que la élite gobernante despreciaba a cualquiera que hiciese trabajo manual. Sin embargo, los trabajadores romanos encontraron formas de resistir la explotación mediante huelgas y otras formas de acción colectiva.

Una entrevista con Sarah Bond, Jacobin

La lucha de clases no es un invento moderno: existe hace miles de años, y la dinámica social de la Antigua Roma es buen ejemplo de ello. Sarah Bond, profesora de historia en la Universidad de Iowa y autora de Strike: Labor, Unions, and Resistance in the Roman Empire nos cuenta cómo se organizaron los miembros de las clases trabajadoras romanas para exigir mejores condiciones de trabajo a las élites del imperio.
- Cuando escribes sobre la historia del Imperio romano desde el punto de vista de las personas que no pertenecían a la élite social romana, ¿cuáles son los principales retos con los que te encuentras a la hora de hallar material con el que trabajar?

-Lo más difícil es que todas las fuentes que tenemos, salvo algunas menciones en la literatura, proceden de papiros, inscripciones y grafitis. Muchas de estas fuentes no son narrativas, en el sentido de que nunca tuvieron la intención de contar una historia completa ni de servir como biografías de personas.

La forma en que accedemos a la historia desde abajo es principalmente a través de estos pequeños vestigios del pasado que nos permiten vislumbrar la vida de la gente común. Pero esos cientos de papiros y las aproximadamente 3200 inscripciones sobre temas como las collegia (asociaciones) romanas nunca tuvieron la intención de contar la historia completa. Parte de esto implica volver a una especie de mosaico que proporciona una historia y una narrativa más amplias. Es difícil tomar todos estos pedazos y entramarlos para formar una narrativa coherente de Roma.

La historia desde abajo puede proporcionarnos muchas microhistorias, pero convertirla en una macrohistoria más amplia es todo un reto, porque las pruebas en sí mismas se presentan en fragmentos que no necesariamente nos dan una visión completa. Se necesita un historiador imaginativo para intentar reunir todas las pruebas y crear una especie de historia a partir de ellas.

- Cuando hablamos del Imperio romano, es obvio que duró varios siglos y abarcó un vasto espacio geográfico, con fronteras que fueron cambiando con el tiempo. ¿Podemos generalizar sobre la naturaleza del trabajo y las condiciones sociales de la mayoría de la población que vivía bajo el dominio romano? ¿Cuáles fueron algunas de las principales tendencias y patrones que podemos identificar?

domingo, 29 de septiembre de 2024

Hipercapitalismo y Semiocapital

La formación de plataformas digitales ha puesto en marcha sujetos productivos que no existían antes de la década de 1980

Franco "Bifo" Berardi, ctxt.es

"Calibán: Me enseñaste el lenguaje y mi provecho es que sé maldecir. La peste roja te lleve por enseñarme tu lengua"

William Shakespeare: La tempestad
Colonialismo histórico: extractivismo de los recursos físicos

La historia del colonialismo es una historia de depredación sistemática del territorio. El objeto de la colonización son los lugares físicos ricos en recursos que el Occidente colonialista necesitaba para su acumulación. El otro objeto de la colonización son las vidas de millones de hombres y mujeres explotados en condiciones de esclavitud en el territorio sometido al dominio colonial, o deportados al territorio de la potencia colonizadora (o expulsados del mismo, como en el caso de Palestina).

No es posible describir la formación del sistema capitalista industrial en Europa sin tener en cuenta el hecho de que este proceso fue precedido y acompañado por la subyugación violenta de territorios no europeos y la explotación en condiciones de esclavitud de la mano de obra doblegada en los países colonizados o deportada a los países dominantes. El modo de producción capitalista nunca habría podido establecerse sin exterminio, deportación y esclavitud.

lunes, 4 de marzo de 2024

La esclavitud en los orígenes del capitalismo

Un libro publicado recientemente en el Reino Unido sitúa la esclavitud en el corazón de la Revolución Industrial británica. Un estudio valioso para comprender nuestro mundo y su evolución.

Romaric Godin, Sin Permiso

La cuestión de los vínculos entre esclavitud y capitalismo viene de lejos y sigue desatando pasiones y debates. Si bien el estudio de los vínculos entre la producción basada en la esclavitud y el nacimiento de la sociedad capitalista está hoy bien asentado en Estados Unidos, esta labor sigue siendo menos importante para Europa, donde nació el capitalismo.

Estados Unidos es un caso muy especial porque su economía se estructuró en torno a la esclavitud. En el Viejo Continente, los historiadores económicos apologistas del capitalismo han defendido durante mucho tiempo -y siguen haciéndolo- la idea de que la esclavitud fue un factor secundario en el nacimiento de la Revolución Industrial. Para muchos, la trata de esclavos fue una especie de "detalle" en la historia económica del capitalismo.

Un libro publicado en 2023 por Polity y aún no traducido al francés arroja nueva luz sobre las primeras horas del nacimiento del capitalismo y desentraña esta narrativa, construida en gran medida a lo largo del siglo XIX, tras la abolición de la esclavitud.

En Slavery, Capitalism en Industrial Revolution, dos investigadoras, Maxine Berg y Pat Hudson, sitúan la esclavitud y el sistema de plantaciones que surgió de ella en el centro del desarrollo de la economía británica en el siglo XVIII. Y lo convierten en un factor determinante de la Revolución Industrial y de las formas particulares que ha adoptado el capitalismo británico hasta nuestros días.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Haití: de la colonización francesa a la esclavitud económica de la deuda


Jérôme Duval, El Salto

La pobreza de los países colonizados se vio en gran medida aumentada por una transferencia de deuda. Las deudas contraídas por las potencias coloniales con el Banco Mundial (BM), para sacar mayor partido a estas, fueron luego transferidas, sin su consentimiento, a los países colonizados que se ganaron su independencia. Constituyen un caso de deuda odiosa, así como las deudas contraídas para pagar y refinanciar esas deudas.

Haití es acreedor de Francia


En la noche del 22 al 23 de agosto de 1791 en Santo Domingo, antiguo nombre de Haití, 50.000 esclavos se levantaron simultáneamente en una insurrección armada, impulsando un largo proceso que condujo a que el día 29 de agosto de 1793 sucediera la primera abolición de la esclavitud en la historia y la proclamación de la independencia. Santo Domingo, entonces rebautizado como Haití, se convirtió en 1804 en la primera república negra independiente, un caso único en la historia de una revuelta de esclavos que dio origen a un Estado.

Probablemente Francia nunca haya perdonado esa insurrección, que le hizo perder abundantes ingresos de su sistema de esclavitud y de la destrucción de miles de plantaciones de azúcar y café. Haití pagó un precio muy alto: en 1825, se vio obligado a pagar a Francia 150 millones de francos para compensar, por sus pérdidas, a los antiguos colonos que habían dominado a los esclavos, a cambio del reconocimiento de su existencia como nación-estado independiente. La sanción se impuso bajo la amenaza de una invasión militar: el 17 de abril de 1825, una flota de 14 barcos de guerra se amontonaron en la costa de Puerto Príncipe, lista para intervenir, y dejaba entrever una posible restauración de la esclavitud en caso de insubordinación.

lunes, 1 de febrero de 2016

Esclavos blancos y esclavos negros

José Pablo Feinmann, Página 12

No hay nada peor que una guerra civil. Los coterráneos son los seres que más se odian cuando se entremeten en un conflicto armado. Estados Unidos puede dar testimonio de la veracidad de tal afirmación. El Norte y el Sur llevaron a cabo, entre 1860 y 1865, una guerra feroz, sanguinaria. La excusa fue la esclavitud. El Norte quería abolirla. El Sur conservarla. El Norte quería obreros libres para sus industrias. El Sur, esclavos para sus plantaciones de algodón y tabaco. El Norte sabía, siguiendo el ejemplo de Inglaterra, que sólo el valor agregado que la industria añadía a los productos del suelo establecía un valor superior. El monocultivo sureño conducía al atraso. El industrialismo del Norte era el ariete que abría las puertas del progreso. Así, todo indicaba que el Sur quería esclavos para cosechar la tierra. Y el Norte obreros para sus industrias. Esto entusiasmaría a los socialistas europeos, todos partidarios del Norte. De esta forma, Marx y Engels envían cartas alentadoras a Lincoln. Si el Norte triunfa será un país autónomo, industrial. Si lo hace el Sur hundirá a la nueva nación surgente en el atraso, en la sumisión a Inglaterra, de donde continuará importando sus productos manufacturados a cambio de algodón y tabaco extraído por manos esclavas.

viernes, 2 de agosto de 2013

El Caribe exigirá a Europa una compensación económica por la esclavitud y el genocidio

La Comunidad del Caribe (Caricom) se prepara para lo que será probablemente una prolongada batalla jurídica contra los gobiernos del Reino Unido, Francia y los Países Bajos. Para iniciar esa lucha decidió esta semana promover una campaña para reclamar a esos estados europeos una compensación económica por la esclavitud y genocidio perpetrados contra los pueblos nativos.

La organización integracionista caribeña informó que para ello ha contratado los servicios de la prestigiosa firma legal británica Leigh Day, especializada en derechos humanos. Asimismo está creando una Comisión de Indemnizaciones para ejercer presión, señaló el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, que lidera la iniciativa.

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