sábado, 21 de enero de 2017

La situación en Siria después de Alepo

Vijay Prashad, Sin Permiso

El Ejército Árabe Sirio controla ahora Alepo, lo que significa que el gobierno sirio, una vez más, está a cargo de los principales centros de población del país. Las fuerzas armadas de la oposición están cercadas alrededor de Damasco y en Idlib, mientras que el Estado Islámico (EI) sigue controlando la norteña ciudad de Raqqa. Estas fuerzas, incluyendo EI, se encuentran a la defensiva, desorganizadas, debilitadas logísticamente y desorientadas. En gran parte abandonados por sus patrocinadores - Occidente, los árabes del Golfo y Turquía - estos combatientes son cada vez más violentos en su desesperación o están cerca de la rendición. El cese el fuego negociado el 30 de diciembre pasado se respeta en la mayor parte del país. Las conversaciones de paz deben comenzar el 23 de enero en Astana (Kazajstán). Irán, Rusia, el gobierno sirio, sectores de la oposición siria, Turquía y las Naciones Unidas han confirmado su asistencia. Los Estados Unidos y los europeos no estarán presentes.

La guerra no terminará en Astana. Los grupos extremistas como EI y Jabhat Fateh al-Sham, ligado a Al Qaeda, continúan manteniendo territorio. Los extremistas frustrados que no están dispuestos a aceptar la nueva situación ya han comenzado a emigrar a las zonas controladas por EI y los aliados de al-Qaeda. Tienen muy poco que ganar rindiéndose o en el proceso de reconciliación.

viernes, 20 de enero de 2017

La despolitización de lo político: la frivolidad del supuesto futuro sin trabajo

Vicenç Navarro, Público

Existe hoy un debate en EEUU que tiene gran relevancia también para España. Tiene que ver con las causas del elevado deterioro del mercado de trabajo estadounidense y, muy en particular, del descenso en la capacidad adquisitiva de la población, consecuencia de la disminución de los salarios y de la pérdida de ocupación.

Para entender la importancia e intensidad de este debate, hay que ser consciente de que el establishment político-mediático estadounidense está en estado de shock, pues no se esperaban la derrota de la candidata demócrata, la Sra. Hillary Clinton, y, todavía menos, la victoria del candidato republicano, el Sr. Donald Trump, al cual siempre consideraron como un candidato con escasas posibilidades de éxito debido a estar fuera de los cánones de lo que un candidato deber ser y/o debe parecer. Su comportamiento teatral, sin embargo, atrajo gran atención mediática, garantizándole una gran exposición, que hábilmente utilizó para desacreditar al establishment político federal y a la mayoría de los grandes medios de comunicación, tarea relativamente fácil de realizar, pues tales establishments políticos y mediáticos eran ya altamente impopulares entre la mayoría de las clases populares. Una situación semejante ocurre en España, donde la mayoría de la población no cree que las instituciones llamadas representativas les representen, y la mayoría de la población considera a los grandes medios no creíbles en su presentación de la realidad política del país (he documentado en artículos anteriores la evidencia que apoya tal observación).

En realidad, solo dos candidatos transmitieron el hartazgo y rechazo de las clases populares hacia los mencionados establishments. Uno fue el candidato del Partido Demócrata, el socialista Bernie Sanders, y el otro el candidato del Partido Republicano, Donald Trump, de la ultraderecha estadounidense. Era obvio que, de los dos, el más temido por la estructura de poder económico y financiero del país, y por lo tanto también por el establishment político-mediático del país, era Bernie Sanders, pues era él el que tenía un análisis más certero de las raíces del problema que afectaba a las clases populares (el maridaje entre el poder financiero y económico, por un lado, y las instituciones representativas, por el otro, vehiculado por un sistema electoral profundamente antidemocrático, que requería, para cambiarlo, una revolución política). La gran mayoría de las encuestas mostraban que el candidato Bernie Sanders podría haber ganado las elecciones si su adversario hubiera sido Donald Trump. Pero, repito, el enemigo número uno para el establishment político-mediático estadounidense era Sanders, y fue tal establishment el que se movilizó para destruirlo. Trump, sin embargo, aun cuando no contó con la simpatía de los medios, no fue considerado como una amenaza. Los medios lo ridiculizaron. Era, después de todo, un hombre del establishment financiero, gran defensor del sistema capitalista estadounidense, vulnerable al ridículo debido a su comportamiento teatral (y muy efectivo). Los medios nunca consideraron que pudiera ganar, y su atención hacia él derivaba del aspecto novedoso, escandaloso e irreverente. Pero casi nunca lo tomaron en serio, hasta el final, cuando se vio que podría ganar.

jueves, 19 de enero de 2017

La revolución, a un siglo de la Revolución de Octubre

Raúl Zibechi, La Jornada

Mentar la tormenta se ha vuelto casi rutinario. Hasta el presidente chino, Xi Jinping, abrió el Foro Económico Mundial de Davos diciendo que en el mundo hay una tormenta aunque, agregó, también hay luz. Es muy probable que Xi se refiriera al mundo empresarial que lo cobijó con una ovación, ya que es el tipo de alianzas que corteja la dirección de la potencia emergente.

Lo cierto es que ya pocos dudan que atravesamos una situación caótica, aunque el capital financiero y buena parte de los políticos progresistas se empeñan en atribuirla a Donald Trump, que es apenas el emergente y no la causa de los problemas actuales. La tormenta está mostrando que la capacidad de comprensión en medio de la borrasca se vuelve cada vez menor. Incluyendo a quien firma estas líneas, obviamente.

Consuelo de poco valor es que las clases dominantes sufren también dosis importantes de desconcierto, algo que se puede palpar en la profunda división entre los de arriba, empezando por la superpotencia, donde no atinan a consensuar si el enemigo principal es Rusia o China, para poner apenas un ejemplo.

Cuando las urgencias son tantas y apenas podemos responder las más apremiantes, intentando no desviarnos del camino emancipatorio, se vuelve necesario buscar signos que nos ayuden a no perder la brújula. A un siglo de la primera revolución socialista victoriosa, propongo sacar algunas conclusiones con la mirada puesta en la tormenta que nos empieza a sacudir.

Una economía para el 99%

Oxfam

Los nuevos datos son demoledores. Tan sólo 8 personas (8 hombres en realidad) poseen ya la misma riqueza que 3.600 millones de personas, la mitad más pobre de la humanidad. La superconcentración de riqueza sigue imparable. El crecimiento económico tan sólo está beneficiando a los que más tienen. El resto, la gran mayoría de ciudadanos de todo el mundo y especialmente los sectores más pobres, se están quedando al margen de la reactivación de la economía.

Han pasado cuatro años desde que el Foro Económico Mundial alertase de la grave amenaza que supone el incremento de la desigualdad económica para la estabilidad social y tres desde que el Banco Mundial decidiese combinar su objetivo de acabar con la pobreza extrema con la necesidad de promover una prosperidad compartida. Desde entonces, y a pesar de que los líderes mundiales se hayan comprometido con el objetivo de reducir la desigualdad, la brecha entre los más ricos y el resto de la población se ha ampliado.

Sin embargo, el mundo sigue inmerso en una crisis mundial de desigualdad:
  • Desde 2015, el 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el resto del planeta.
  • Actualmente, ocho personas (ocho hombres en realidad) poseen la misma riqueza que 3.600 millones de personas (la mitad de la humanidad).
  • Durante los próximos 20 años, 500 personas legarán 2,1 billones de dólares a sus herederos, una suma que supera el PIB de la India, un país con una población de 1.300 millones de personas.
  • Los ingresos del 10% más pobre de la población mundial han aumentado menos de 3 dólares al año entre 1988 y 2011, mientras que los del 1% más rico se han incrementado 182 veces más.
  • El director general de cualquier empresa incluida en el índice bursátil FTSE 100 gana en un año lo mismo que 10.000 trabajadores de las fábricas textiles de Bangladesh.
  • Un nuevo estudio del economista Thomas Piketty revela que en Estados Unidos los ingresos del 50% más pobre de la población se han congelado en los últimos 30 años, mientras que los del 1% más rico han aumentado un 300% en el mismo periodo.
  • En Vietnam, el hombre más rico del país gana en un día más que la persona más pobre en diez años.
Si sigue esta tendencia, el incremento de la desigualdad económica amenaza con fracturar nuestras sociedades: incrementa la delincuencia y la inseguridad, socava la lucha contra la pobreza10 y hace que cada vez más personas vivan con más miedo y menos esperanza.
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Ver informe completo de Oxfam

miércoles, 18 de enero de 2017

Nieve artificial en la Montaña Mágica

Alejandro Nadal, La Jornada

Algo extraño ocurre en Davos, una de las más importantes estaciones de esquí situada en los Alpes suizos. Su altura sobre el nivel del mar garantiza un generoso volumen de nieve para sus pistas durante el invierno. Pero cuando se trata de sacar ventaja de los periodos vacacionales del otoño y la primavera, la fabricación de nieve artificial se hace necesaria. Y hoy la manufactura de nieve artificial se ha convertido en una pequeña industria.

Hace unos 15 años Davos contaba con un puñado de cañones de nieve, unas burdas máquinas que lanzaban pequeños balines de hielo hacia las pistas. Pero hoy la estación cuenta con 380 máquinas sofisticadas que mezclan aire con millones de litros de agua fría que se congela y deposita en las pistas como nieve fina. A diferencia de los antiguos balines de hielo, esta nieve es capaz de satisfacer los gustos de los más exigentes clientes en Davos.

Desde luego, es fácil adivinar: la necesidad de contar con nieve artificial aun a esa altura en los Alpes se debe al cambio climático, tema que seguramente dará mucho qué hablar en la edición 2017 del Foro Económico Mundial.

martes, 17 de enero de 2017

El FMI dice que no es capaz de calcular el impacto que supondrá Trump en la economía mundial


El Fondo Monetario Internacional ha confirmado sus pronósticos del pasado mes de octubre para la economía mundial, que contemplan un crecimiento del 3,4% este año y de 3,6% en 2018, y ha señalado un incremento de la incertidumbre relacionado con el resultado electoral en EEUU, reconociendo que no será hasta julio cuando pueda valorar de forma más específica el impacto de las políticas de Donald Trump al frente de EEUU.

"Existe una amplia dispersión de posibles desenlaces en torno a las proyecciones, dada la incertidumbre que rodea a la orientación de las políticas del Gobierno estadounidense entrante y sus ramificaciones internacionales", apunta la institución en la actualización de su informe Perspectiva de la economía mundial, publicado el pasado mes de octubre. El FMI ha incorporado también a sus pronósticos el afianzamiento de los precios del petróleo tras el acuerdo al que llegaron el pasado 30 de noviembre los miembros de la OPEP junto a otros grandes países productores para limitar la oferta de petróleo.

A diferencia de octubre, el FMI aprecia, a pesar de la incertidumbre, un mejor comportamiento de las economías desarrolladas, cuyo pronóstico eleva al 1,9% en 2017 y el 2% un año después, una y dos décimas por encima respectivamente de su anterior pronóstico, mientras detecta un empeoramiento de la tendencia entre las emergentes, para las que prevé una expansión del 4,5% este año, frente al 4,6% estimado anteriormente, y confirma un crecimiento del 4,8% en 2018.

lunes, 16 de enero de 2017

¿Hay que culpar a la globalización?


Dean Baker, Sin Permiso

Aunque no podemos aceptar el racismo y la misoginia con que alimentó Donald Trump su victoria electoral, tenemos que reconocer que los votantes de clase obrera blanca que le dieron amplio apoyo tenían agravios reales. Han sido perdedores económicos durante las últimas cuatro décadas. Han visto estancarse sus salarios y las perspectivas a que se enfrentan sus hijos en el mercado laboral son sombrías. Sus cuitas vienen de políticas económicas que fueron diseñadas para redistribuir el ingreso hacia los de arriba. La globalización fue la más visible de esas políticas.

Entre los muchos mitos sobre la globalización, el peor es el que dice que la pérdida de un enorme volumen de puestos de trabajo en los EEUU (y en Europa) era inevitable. Puesto que el mundo en vías de desarrollo está lleno de trabajadores con salarios bajos, se dice, era imposible para los norteamericanos competir con ellos. Los economistas y los políticos que promueven esa opinión pueden conceder que el resultado es muy desafortunado para los trabajadores norteamericanos, pero insisten en que era inevitable. Se consuelan con los crecientes niveles de vida de los miles de millones de pobres del mundo en vías de desarrollo.

Es una visión de la historia de los últimos cuarenta años muy digerible para quienes no fueron sus víctimas. Pero es de todo punto falsa.

Posmodernidad, vida líquida, amor líquido

Juan José Tamayo, CCS

El politólogo y científico social polaco Zygmunt Bauman es uno de los pensadores más lúcidos e influyentes de nuestro tiempo. “Líquido” es una de las categorías centrales y de gran riqueza analítica de su pensamiento. Su tesis es que en la sociedad actual todo es líquido, inconsistente, evanescente: la modernidad, los miedos, los temores, el amor, la vida. Las condiciones de vida y de acción y las estrategias de respuesta se modifican con tal celeridad que no pueden consolidarse ni traducirse en hábitos y costumbres.

Nuestro mundo avanza a un ritmo vertiginoso pero sin rumbo, cambia pero sin consistencia. No hay tiempo para que las cosas echen raíces. La precariedad es el signo, y el sino, de nuestro tiempo. Pareciera que el imperativo categórico fuera estar poniéndose al día constantemente. Las cosas se adquieren y se desechan con celeridad compulsiva. Las capacidades se tornan discapacidades en un instante. La apelación a la experiencia es signo de decrepitud. Se impone la velocidad frente a la duración, la aceleración frente a la eternidad, la novedad frente a la tradición, el consumismo frente a la ciudadanía. “El consumidor, afirma, es enemigo del ciudadano”. Hemos pasado del miedo al cambio al miedo al estancamiento.

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