domingo, 22 de abril de 2012

La marca España tiene más problemas que la marca Repsol

Alfredo Zaiat, Página 12
Una economía a la deriva, un gobierno conservador abrumado, un deterioro sociolaboral impactante, un sistema bancario al borde del colapso, una elite empresaria inmune y una política de “austeridad”, como denominan a lo que se conoce como ajuste neoliberal. Esta es hoy la “Marca España”. Un sentido diferente a la presuntuosa propaganda que Mariano Rajoy tiene previsto presentar en el Congreso como sello de calidad que asocie al país con la expansión de sus empresas, a iniciativas culturales y de cooperación en el exterior. La situación de España se encuentra en el mismo punto de desesperación de la de Grecia en 2010. Nuevo gobierno, agresivos recortes presupuestarios, respaldo financiero del Banco Central Europeo, la Comisión Europea (Alemania) y el Fondo Monetario Internacional, protestas sociales, versiones de megapaquetes de rescate para salvar bancos, ataques especulativos sobre su deuda y un default ordenado que se acerca. El recorrido griego ya se conoce, y sólo la Europa dominada por la prepotencia alemana persiste en esa política que hoy tiene a España en la cornisa.

El suicidio económico de Europa

Paul Krugman, El País

La semana pasada, The New York Times informaba de un fenómeno que parece extenderse cada vez más en Europa: los suicidios “por la crisis económica” de gente que se quita la vida desesperada por el desempleo y las quiebras de las empresas. Era una historia desgarradora, pero estoy seguro de que yo no era el único lector, especialmente entre los economistas, que se preguntaba si la historia principal no será tanto la de las personas como la de la aparente determinación de los líderes europeos de cometer un suicidio económico para el continente en su conjunto.

Hace solo unos meses albergaba algo de esperanza respecto a Europa. Es posible que recuerden que a finales del pasado otoño Europa parecía estar al borde de la crisis financiera, pero el Banco Central Europeo, homólogo europeo de la Reserva Federal estadounidense, acudió al rescate. Ofreció a los bancos europeos unas líneas de crédito indefinidas siempre que presentaran bonos de los Gobiernos europeos como garantía, lo que ayudó directamente a los bancos e indirectamente a los Gobiernos, y puso fin al pánico.

Hasta el FMI se asusta ante la ultra ortodoxia europea


Andy Robinson, La Vanguardia
En las mega crisis del pasado, primero en America Latina en los ochenta pero sobre todo, la asiática a finales de los noventa, se le criticaba al FMI por imponer políticas pro cíclicas -ajustes fiscales, tipos elevados de interés- que, lejos de ayudar a las economías del sureste asiático, agravaron la recesión provocada por una repentina fuga de capitales. Las economais asiaticas registraron desplomes del PIB de hasta el 18%, y el fondo, recetando mas ajustes y sacrificio, perdió toda su credibildad en el este asiatico. Incluso economistas conservadores como Jagdish Baghwati acusaron al fondo de ser una herramienta de Wall Street forzando la venta de activos bancarios asiaticos a los tiburones de Nueva York. El premio Nobel Joe Stiglitz lo tachó de vehículo de políticas de depresión.

Pero en las temperaturas nada estacionales de Washington en abril de 2012, el FMI ya no es lo que era. No solo por la presencia de su nueva directora gerente , Madame Chrisitine Lagarde, ex ministra de Sarkozy, que consiguió abandonar el barco gubernamental a tiempo.

Francia vota el futuro de Europa

El País

Más de 44 millones de franceses están llamados a las urnas hoy para decidir la primera vuelta de las elecciones presidenciales (la segunda se votará el 6 de mayo). Tras una campaña muy francofrancesa, centrada en torno a los asuntos nacionales, las décimas presidenciales de la Quinta República se anuncian cruciales para el futuro de 500 millones de europeos. Quizá nunca como hoy, la Unión Europea, y especialmente los endeudados y sufridores países del otrora lujoso Club Med, se hayan jugado tanto en unos comicios nacionales como en esta cita que afrontan, entre la ilusión del cambio de la izquierda, el miedo de la derecha a perder y una notable confusión ideológica, los ciudadanos de la República Francesa. Los colegios han abierto a las ocho de la mañana y permanecerán abiertos durante 12 horas.

Los sondeos predicen que el socialista François Hollande y el presidente saliente, Nicolas Sarkozy, saldrán vencedores de la primera tanda, a la que concurren 10 candidatos. Cinco de ellos con estimaciones de voto superiores al 10%. Y las encuestas pronostican que el desempate entre los dos favoritos se zanjará con una clara derrota del hiperactivo cachorro de la derecha francesa que llegó al poder prometiendo la ruptura con el pasado y el regreso de la grandeur, pero que acabó su mandato proyectando una imagen más parecida a la del mariscal Pétain que a la de un reformista del siglo XXI: lanzando proclamas xenófobas, llamando a cerrar las fronteras y aceptando de forma sumisa los recortes de soberanía y bienestar impuestos por Berlín.

La causa real de la crisis financiera en Europa


Vicenç Navarro, Attac

La gran debilidad del argumento neoliberal, que asume que el mayor problema de la economía española es el déficit y la deuda pública del Estado español, es que los datos, fácilmente accesibles, muestran su insostenibilidad. Cuando la crisis empezó en España, el Estado español no tenía déficit. Al contrario, tenía un superávit, mayor, por cierto, que el que tenía el Estado alemán. En 2007, el superávit del Estado español era equivalente a 1,9% del PIB, más de seis veces superior al alemán, 0,3% del PIB. Y un tanto parecido ocurría con la deuda pública, que representaba en España un 27% del PIB, casi la mitad de la deuda pública alemana, 50% del PIB. En realidad, España era un “modelo” y punto de referencia del pensamiento neoliberal mostrado por los economistas neoliberales como ejemplo de “ortodoxia” económica.

Tener un superávit muy superior y una deuda pública muy inferior a la de Alemania no nos sirvió de nada. No nos protegió de la crisis. ¿Cómo puede, entonces, decirse ahora que la mayor causa de la crisis es el elevado déficit y la deuda excesiva, cuando tener déficit cero y deuda pública baja no evitó que tuviéramos la crisis que tenemos, con más de un 23% de la fuerza laboral en paro? ¿Y por qué esta explicación de la crisis continúa dándose cuando la evidencia existente, mostrando su error, es tan abrumadora?

sábado, 21 de abril de 2012

La tragedia griega: entrevista a Costas Lapavitsas


Natalia Aruguete, Página 12
Ya lo había advertido en reiteradas oportunidades: Grecia debe defoltear su deuda y salirse del euro. Y una vez más, el griego Costas Lapavitsas lo repitió enfático ante Cash: si los griegos “aceptan ser un rincón de Europa para vacacionar, entonces se pueden quedar en la Unión. Si no aceptan eso, deben irse del euro”. Destacado economista marxista, el profesor de la Universidad de Londres fue uno de los invitados para participar en Buenos Aires del Congreso de Economistas Heterodoxos, organizado por la Universidad Nacional de Quilmes.

 -¿Cuál es la principal causa de la crisis europea?

–La causa más profunda es la estructura del sistema monetario europeo, que genera diferencias entre los países centrales y periféricos. Concretamente genera deuda en los países periféricos con respecto a los centrales. Pero la forma que toma este tipo de problema es distinta en cada país periférico.

 -¿Por ejemplo?

Japón registra déficit comercial récord en el año fiscal 2011



El déficit comercial de Japón del año fiscal del 2011, concluido el pasado 31 de marzo, alcanzó una cifra récord de 4,41 billones de yenes (54 mil millones de dólares), informó el Ministerio de Finanzas de Japón. El récord anterior fue registrado en 1979, cuando el déficit comercial nipón alcanzó 3,13 billones de yenes. En el ejercicio fiscal de 2011, las exportaciones de Japón bajaron el 3,7%, hasta 65,3 billones de yenes (806 mil millones de dólares), mientras que las importaciones, al contrario, subieron el 11,6%, hasta 69,7 billones de yenes (860 mil millones de dólares). Esta situación se debe en gran parte a los efectos del terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011 que originaron el accidente de la central nuclear de Fukushima que obligó a Japón a parar la mayoría de sus reactores nucleares y aumentar considerablemente las importaciones de hidrocarburos. Entre los factores negativos figuran también el alto tipo de cambio de la divisa nacional y la inestabilidad en los mercados europeos que provocó la caída de las exportaciones niponas. En relación con el PIB el déficit comercial de Japón fue del 9,2% del PIB.

viernes, 20 de abril de 2012

Rebajar el peso de la deuda

Robert Skidelsky, Project Syndicate

Casi cuatro años después del inicio de la crisis financiera global, muchos se preguntan por qué la recuperación económica está tomando tanto tiempo. De hecho, su lentitud ha confundido incluso a los expertos. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, la economía mundial debería haber crecido un 4,4% en 2011 y hacerlo un 4,5% en 2012. En realidad, las últimas cifras del Banco Mundial indican que el crecimiento llegó apenas al 2,7% en 2011 y se desacelerará este año hasta el 2,5%, cifra que bien puede ser necesario revisar a la baja.

Dos posibles razones pueden explicar la discrepancia entre las previsiones y los resultados. O bien los daños causados ​​por la crisis financiera fueron más graves de lo que se pensó, o la receta económica prescrita fue menos eficaz de lo que los políticos creyeron.

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