Yanis Varoufakis, Sin Permiso
En los 80 y en los 90, la izquierda europea (y señaladamente, la socialdemocracia) abandonó la idea de que los mercados laboral, financiero e inmobiliario son profundamente ineficientes, siendo la desigualdad un mero producto lateral de su ineficiencia; un producto lateral que, no obstante, retroalimenta y aun exacerba la ineficiencia y la inestabilidad de cualquier sociedad capitalista que se permite descansar en el “libre” funcionamiento de esos tres (problemáticos) mercados. La izquierda europea, en la época del nacimiento del Minotauro Global (es decir, desde finales de los 70 hasta 2008) fue olvidando cada vez más que:
- cuanto más financiarizado está el capitalismo;
- cuanto más el trabajo es tratado como cualquier otra mercancía;
- cuanto más descansan nuestras sociedades en las burbujas inmobiliarias como fuentes de renta y de deuda;
- tanto más inestable, abocado a las crisis y, finalmente, incivilizado se vuelve el capitalismo.