Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
lunes, 1 de junio de 2009
Paul Krugman: Estado de parálisis
La recesión ha golpeado con fuerza al Estado Dorado. La burbuja inmobiliaria era allí mayor que en casi cualquier otro lugar, y el desastre también ha sido mayor. La tasa de paro de California, del 11%, es la quinta más alta del país. Y por consiguiente, los ingresos del Estado se han resentido.
Sin embargo, lo que es realmente preocupante acerca de California es la incapacidad del sistema político para hacer frente a la situación.
A pesar de la depresión económica, a pesar de las políticas irresponsables que han duplicado la carga de la deuda del Estado desde que Arnold Schwarzenegger se convirtió en gobernador, California tiene unos recursos humanos y financieros inmensos. No debería tener una crisis fiscal; no debería estar a punto de recortar servicios públicos esenciales y de negar la cobertura sanitaria a casi un millón de niños. Pero así es, y uno tiene que preguntarse si la parálisis política de California es un presagio del futuro que le espera a todo el país.
Las semillas de la actual crisis de California se plantaron hace más de treinta años, cuando la inmensa mayoría de los votantes aprobó la Propuesta 13, una medida electoral que colocó una camisa de fuerza al presupuesto del Estado. Se limitaron los tipos de interés sobre la propiedad, y los propietarios de viviendas se vieron protegidos de los aumentos en sus bases imponibles aunque el valor de sus casas estuviera subiendo.
La consecuencia fue un sistema de impuestos que es tan injusto como inestable. Es injusto porque los propietarios de vivienda más mayores suelen pagar muchos menos impuestos sobre la propiedad que sus vecinos más jóvenes. Es inestable porque la limitación de los impuestos sobre el patrimonio ha obligado a California a ser mucho más dependiente que otros Estados de los impuestos sobre la renta, que caen en picado durante las recesiones.
Sin embargo, es más grave aún el hecho de que la Propuesta 13 ha hecho que sea extremadamente difícil subir los impuestos, incluso en momentos de emergencia: no se puede subir ningún impuesto estatal sin una mayoría de dos tercios en las dos cámaras legislativas del Estado. Y la reacción recíproca entre esta disposición y las tendencias políticas del Estado ha sido desastrosa.
Porque California, donde los republicanos iniciaron la transformación mediante la que dejaron de ser el partido de Eisenhower y se convirtieron en el partido de Reagan, es también el lugar en el que iniciaron su siguiente transformación, la que les convirtió en el partido de Rush Limbaugh. A medida que la marea política se ha ido volviendo en contra de los republicanos de California, los miembros restantes del partido se han vuelto cada vez más radicales, cada vez menos interesados en la labor de gobernar.
Siga leyendo este artículo en El País
domingo, 31 de mayo de 2009
El neoliberalismo, base teórica del mensaje presidencial
En el reciente Mensaje Presidencial de la Presidenta Michelle Bachelet, del 21 de mayo recién pasado, era previsible la ausencia de una estrategia de desarrollo de largo plazo. Esto refleja el predominio del neoliberalismo en los gobiernos de la Concertación y la confianza de que el libre mercado se encargará de definir las características estructurales de la economía chilena en el largo plazo.
Michelle Bachelet y Andrés Velasco han acentuado el convencimiento de que Chile pasará a ser un país desarrollado. Desde la Dictadura se viene señalando que en los próximos años Chile llegará a ser un país desarrollado.
A inicios de la Concertacion se señalaba que el desarrollo se alcanzaría en el año 2000. El ex Presidente Ricardo Lagos, aplazó esta meta para el Bicentenario. El ministro de Hacienda, Andrés Velasco, con el extraordinario aumento del precio del cobre, propagandizaba el crecimiento del PIB per cápita, y señalaba que se aproximaba al de algunos países desarrollados. Con la crisis, el PIB per cápita, en términos de dólares ha caído drásticamente en Chile. Ahora no se ha hablado más del PIB per cápita ni se menciona la principal meta del Bicentenario, que Chile lograría transformarse en un país desarrollado en 2010. Tampoco se plantean nuevas fechas para el ansiado desarrollo. La principal preocupación actual es cuándo se saldrá de la crisis y evitar el crecimiento de la desocupación, sin embargo, la desocupación sigue creciendo, a pesar de los subsidios a las empresas.
En Dictadura no sólo se abandonó una estrategia de desarrollo, sino que se señalaba que eran planteamientos añejos. Que el libre mercado generaría por sí solo un crecimiento elevado y permanente en el tiempo. Posteriormente, la estrategia de desarrollo de diversificación productiva que estaba en el Programa Fundacional de la Concertacion, fue abandonada. Este abandono fue paralelo a la transformación o transformismo en neoliberales de la mayoría de los economistas de la Concertación, que eran economistas críticos del neoliberalismo en Dictadura. A mediados de los años noventa, previo a la crisis asiática, la superación del subdesarrollo, recibió un fuerte apoyo teórico en documentos que afirmaban que Chile superaría la teoría de la Maldición de los Recursos Naturales, que ya la economía chilena era una reconocida excepción de la teoría de la Maldición. Se postulaba que Chile pasaría a ser un país desarrollado sobre la base, fundamentalmente, de recursos naturales.
Un número reducido de economistas siguió planteando la necesidad de una estrategia de desarrollo de diversificación productiva, la que fue tomando cierta fuerza con el agotamiento relativo del modelo, incluso, al interior de la propia Concertacion.
Ahora, que la crisis mundial transforma el agotamiento relativo en una crisis del capitalismo primario-exportador chileno, retomamos otro aspecto de la Conferencia de Robert Solow en la Universidad de Chile en 1992, referido al uso de la renta de los recursos naturales.
Recordamos de nuevo, que Robert Solow es un destacado economista neoliberal, que obtuvo el Premio Nóbel de Economía por sus aportes teóricos de Modelos de Crecimiento Económico. También ha desarrollado estudios y modelos de Crecimiento Económico en condiciones de países con recursos naturales no renovables.
En su Conferencia en la Universidad de Chile en 1992, con la presencia de muchos economistas chilenos que fueron sus alumnos en Estados Unidos, -que han ocupado importantes cargos en los gobiernos de la Concertación, en el Banco Central y en las Universidades-, como planteamiento central, Solow señaló:
“El problema de largo plazo para Chile consiste en utilizar su base de recursos de modo inteligente en tanto se transforma en una economía más versátil y diversificada”.
Al final de la Conferencia reafirmó:
“Una fórmula de este tipo puede ser el mejor camino para que Chile pase de ser principalmente un productor y exportador de materias primas a un país de alta productividad industrial o al menos en una economía basada fuertemente en la industria, exitosa en cuanto a competitividad y exitosa como sociedad”.
Orlando Caputo y Graciela Galarce
Mayo de 2009
sábado, 30 de mayo de 2009
Cuando los barcos no dejan ver el horizonte
Salir en un pequeño bote por la costa de Singapur es para sentirse como un ratón a través de una interminable manada de elefantes. Así de gráfica es la situación que se vive en el sudeste asiático, donde el estrecho que une Malasia con Indonesia se encuetra atestato de gigantescos buques de carga a la espera de algún trabajo.
La grave crisis económica ha desplomado el comercio internacional y aquí la gran víctima ha sido el trasporte marítimo. Más de 730 barcos se hallan a la gira en Singapur, sin movimiento, producto de este declive.
Y a la espera que las soñadas medidas reactivadoras de China comiencen a surtir efecto, la economía vive un momento pleno de incertidumbre y suspenso.
Lea en El Blog Salmón: Sudeste asiático resiste históricas caídas
viernes, 29 de mayo de 2009
La hiperinflación de Weimar, ¿podría volver a ocurrir?
Por Ellen Brown
“Fue horrible. ¡Horrible! Como si hubiera caído un relámpago. Nadie estaba preparado. Las estanterías de los negocios vacías. No se podía comprar nada con el papel moneda.”Algunos comentaristas preocupados predicen una masiva hiperinflación como la sufrida por la Alemania de Weimar en 1923, cuando una carretilla llena de papel moneda apenas alcanzaba para comprar un pedazo de pan. En un editorial del 29 de abril del San Francisco Examiner advirtió:
– Profesor de derecho de la Universidad Harvard, Friedrich Kessler, sobre la hiperinflación de Weimar (entrevista en 1993).
“Con un déficit sin precedente que se acerca a 2 billones de dólares, el presupuesto [del presidente para 2010] es una receta infalible para la hiperinflación. De modo que cada senador y representante que vote por ese monstruoso presupuesto de 3,6 billones de dólares estará aprobando un derroche de dinero que podría convertir a EE.UU. en la próxima República de Weimar.” [1]
Dólar cae $ 80 en lo que va del año
El dólar ha caído 80 pesos en lo que va del año en una clara tendencia a la baja a nivel mundial. En la bolsa chilena se ubicó en puntas de $ 561,00 comprador y $ 561,50 vendedor, lo que implica un descenso de $ 20,5 en el mes de mayo.
A nivel internacional la divisa también continúó debilitandose, cayendo a mínimos de los últimos cinco meses en torno al -1,3%, principalmente, por la fuerte revalorización de las materias primas como el petróleo y el cobre. El dólar ha entrado en una tendencia bajista de corto plazo con soportes en torno a los $556, un nivel que será quebrado si el cobre continúa fortaleciéndose y supera los US$2,2, situación que podría arrastrar al billete verde a los $540.
La buena noticia para Chile es que el precio del cobre anotó un alza de 3%, llegando a US$ 2,16 la libra, un nuevo máximo en siete meses.
Inflación cero en zona euro
Eurostat publicará el dato definitivo de la evolución de los precios europeos el 16 de junio. El primer cálculo se efectúa a partir de los datos adelantados en algunos países del área, así como de información preliminar sobre la evolución del precio de la energía. La oficina estadística resalta que este método de cálculo es fiable, ya que, en los últimos dos años, ha coincidido en 18 ocasiones con el dato definitivo y en seis la desviación ha sido de una décima.
En los últimos dos años, la estimación preliminar de Eurostat, elaborada con los datos provisionales de los países miembros y con las previsiones sobre la evolución de los precios de la energía, coincidió en 18 veces con el dato final de inflación, mientras que difirió en una décima en seis ocasiones.
Lea mi artículo en El Blog Salmón: Inflación cero en Europa. ¿qué es ésto?
El fin del dios Mercado
Otro dios ideológico ha caído. Las premisas que dominaban la política internacional y las políticas públicas parecen hoy tan anticuadas como antes se decía del socialismo revolucionario.
“Las palabras más aterradoras del idioma inglés son: ‘vengo del gobierno para ayudar’”, dijo en su momento Ronald Reagan, héroe del conservadurismo estadounidense. Parece historia antigua hoy, cuando los gobiernos inyectan miles de millones de dólares, euros y libras en los sistemas financieros.
"Los gobiernos son malos; los mercados desregulados son buenos": ¿cómo puede esta doctrina seguir ilesa luego que Alan Greenspan, pupilo de Ayn Rand y banquero central dominante de la era, dijo en su testimonio ante el Congreso de EU, el pasado octubre, que la ineptitud de las instituciones crediticias para proteger el capital de sus accionistas lo había dejado perplejo?
En Occidente, la ideología pro mercado de las tres décadas pasadas fue una reacción a lo que se percibió como el fracaso de la economía mixta, el modelo keynesiano de las décadas de los 50, 60 y 70. El avance hacia el mercado se asocia con el triunfo electoral de Reagan en EU, en 1980, y la asunción de Margaret Thatcher como premier de Gran Bretaña, un año antes. Importancia casi similar tuvo el papel de Paul Volcker, entonces presidente de la Reserva Federal, en el combate a la inflación.
Otros hechos conformaron la época: el viraje chino de la economía planificada al mercado, en el gobierno de Deng Xiaoping, y el colapso de la Unión Soviética entre 1989 y 1991. El fin de la guerra fría y, sobre todo, el ingreso de miles de millones de participantes en una economía mundial que se globalizaba con rapidez fueron los puntos destacados de esta era.
Hoy, ante una crisis financiera global y una disminución de la actividad económica, el mundo vuelve a cambiar. El sistema financiero es el cerebro de la economía de mercado. Si hace falta un rescate tan costoso, ¿qué queda del rechazo de Reagan a los gobiernos? Si el sistema financiero fracasó, ¿hay aún confianza en los mercados?
Es imposible, en un momento decisivo como éste, saber hacia dónde vamos. Durante los años 70, pocos imaginaron que en la época siguiente se dominaría la inflación y declinaría la Unión Soviética. Lo que ocurra depende de decisiones aún no tomadas y de conmociones desconocidas. Sin embargo, la combinación de un colapso financiero con una enorme recesión, si no empeora, seguramente cambiará el mundo. La legitimidad del mercado se debilitará; se dañará la credibilidad de EU, la autoridad de China crecerá; la globalización podría irse a pique. Es un momento de gran agitación.
¿Cómo llegó el mundo a esto? Parte esencial de la respuesta radica en que la era de la liberalización contenía las semillas de su propia destrucción: ha sido un periodo de enorme crecimiento en la dimensión y rentabilidad del sector financiero; de frenética innovación financiera; de crecientes desequilibrios macroeconómicos; de gigantescos niveles de endeudamiento en los hogares, y de grandes burbujas en los precios de los activos.
En EU, corazón de la economía de mercado y centro de la tormenta actual, la deuda agregada del sector financiero trepó del equivalente a 22% del producto interno bruto (PIB) en 1981 a 117% del PIB en el tercer trimestre de 2008. En Inglaterra, que depende aún más de su actividad financiera, la deuda bruta del sector financiero ha llegado a casi 250% del PIB (ver gráficas).
Carmen Reinhart, de la Universidad de Maryland, y Kenneth Rogoff, de Harvard, sostienen que la era de la liberalización fue un tiempo de crisis financieras muy frecuentes, sólo superadas, desde 1900, por la de los años 1930, y una era de enormes burbujas de precios. Al intervenir para mantener sus tipos de cambio y al acumular reservas de divisas, los gobiernos de las economías emergentes generaron enormes superávit de cuenta corriente que reciclaron, junto con flujos de capital privado, en flujos de salida de capital oficial: entre fines de los años 1990 y el pico de julio de 2008, sus reservas monetarias se elevaron 5 mil 300 mdd.
Foto
Elocuente mensaje durante la manifestación del sábado pasado en el centro de Madrid para exigir viviendas asequiblesFoto Reuters
Estos enormes flujos de capital, además de los acostumbrados superávit de países de altos ingresos y los boyantes superávit de los exportadores de petróleo, terminaron en su mayoría en un pequeño número de países de altos ingresos, en particular EU. Durante el pico, EU absorbió casi 70% del resto de los excedentes de ahorro del planeta.
Mientras, en el mismo EU, la proporción de la deuda doméstica respecto del PIB se elevó de 66% en 1997 a 100% una década después. En Reino Unido se presentaron incluso saltos mayores en el endeudamiento interno. Estos incrementos de la deuda doméstica se vieron fomentados, a su vez, por sistemas financieros elásticos e innovadores en exceso y, en EU, por programas gubernamentales.
A la vez, el sector se innovaba sin cesar. Warren Buffett, el multimillonario inversionista estadounidense, describió los derivados como "armas financieras de destrucción masiva". Al menos en parte, tenía razón. En esta década emergió un "sistema financiero en la sombra" y la banca tradicional fue remplazada por un modelo de documentación de activos "originar y distribuir", como la deuda colateralizada. Este modelo estalló en 2007.
Somos testigos de la crisis más profunda, amplia y peligrosa desde los años 30. Como señalan en otro texto Reinhart y Rogoff, las "crisis bancarias están asociadas a profundos declives en producción y empleo". Esto se debe, en parte, a que los balances han estado bajo enorme presión: en EU, la deuda total llegó a un pico histórico apenas por debajo de 350% del PIB; 85% de esa deuda es privada. En 1980, era de poco más de 160%.
Entre las posibles consecuencias de este shock figuran: enormes déficit fiscales en países con déficit externos, conforme traten de mantener su demanda; prolongada recesión mundial; brutal ajuste de la balanza de pagos global; colapso del dólar; inflación al alza y vuelta al proteccionismo. Con toda seguridad, la transformación será mayor en el sector financiero. Ha fracasado la idea de que las finanzas modernas podían transferir el riesgo a quienes estaban en mejores condiciones para manejarlo. En cambio, el paradigma es que el riesgo ha sido transferido hacia los que tenían menos capacidad de comprenderlo. Como señaló Volcker el pasado abril: "el flamante sistema financiero fracasó en la prueba del mercado".
En un artículo reciente Andrés Haldane, director ejecutivo de estabilidad financiera del Banco de Inglaterra, muestra lo poco que los bancos sabían sobre los riesgos que supuestamente podían manejar. Haldane atribuye estos fracasos a una "miopía de desastre" (tendencia a subestimar riesgos), falta de conciencia sobre las "externalidades de red" (excedentes que van de una institución a otra) e "incentivos inequitativos" (mayores para empleados y menores para accionistas y contribuyentes).
Sin embargo, si el sistema financiero ha sido disfuncional, ¿hasta qué punto podemos confiar en la maximización del valor para el accionista como guía de los negocios? Después de todo, la mayor parte de las participaciones está bajo el control de instituciones financieras. Los acontecimientos de los 18 meses pasados deberían confirmar la locura de esta idea. Es mejor, muchos concluirán, que los administradores determinen la dirección de sus empresas a dejar que otros participantes o los mercados financieros lo hagan.
Antes de esta crisis, el "nuevo capitalismo" aún no había sido puesto a prueba. La prueba llegó y el "nuevo capitalismo" fracasó. La era de la liberalización financiera ha terminado. Pero, a diferencia de de los años 30, no hay una alternativa a la economía de mercado que tenga credibilidad, y los hábitos de la cooperación internacional son arraigados.
"Tengo la sensación de que ya no estoy en Kansas", dijo Dorothy después que un tornado la arrojó, junto con su casa y su perro, en la tierra de Oz. El mundo de las tres últimas décadas ha desaparecido. Ahora nos corresponde descubrir dónde terminaremos después de este tornado financiero.
Via Economist Intelligence Unit
Desempleo puede llegar a 239 millones este año
Dependiendo de diferentes escenarios, eso significaría que entre 39 y 59 millones de personas más quedarán sin trabajo. El escenario más favorable que proyectaba un incremento de sólo 29 millones de personas ahora parece improbable.
"Estamos viendo un incremento sin precedentes en el desempleo y el número de trabajadores en riesgo de caer en la pobreza ha aumentado fuertemente este año", dijo el director general de la OIT, Juan Somavía. "Esto es causa de grave preocupación".
La estimación más reciente está basada en la contracción de 1,3 por ciento de la economía mundial que prevé el Fondo Monetario Internacional para este año.
Somavía señaló que algunos países han aplicado paquetes de estímulo para mitigar el impacto de la crisis, mientras que muchos expertos pronostican una recuperación en 2010. Sin embargo, es importante para las políticas gubernamentales asegurar que el rezago entre la creación de empleos y el retorno al crecimiento no sea demasiado amplio.
"Basado en la experiencia de crisis previas, sabemos que el desempleo retorna a los niveles previos a la crisis a un ritmo lento y desigual, y en promedio puede tomar 4 a 5 años después de que la recuperación económica comience", expresó.
El pronóstico fue divulgado en antelación a la conferencia internacional de trabajo de la OIT que será celebrada entre el 3 y el 19 de junio, en la que representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores examinarán las tendencias laborales. Entre los que asistirán este año están los presidentes brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y francés, Nicolas Sarkozy.
Somavía dijo que la conferencia consideraría un "pacto de empleos global" que coloque la creación de empleos y la protección social en el corazón de las políticas de recuperación. La productividad, un determinante a largo plazo de los estándares de vida, está también sufriendo en la crisis, con un pronóstico de la producción por trabajador en declive este año en 1,3-2,3 por ciento a nivel global.
El crecimiento negativo está proyectado en todos los escenarios en todas las regiones, excepto el este de Asia, el sur Asia, Oriente Medio y el norte de Africa. Las economías desarrolladas, incluida la Unión Europea, podrían sufrir un 35-40 por ciento del incremento mundial total en el desempleo este año, pese a contar con menos del 16 por ciento de la fuerza laboral global. El este de Europa, excluyendo los miembros de la UE, y la ex Unión Soviética, experimentaron las mayores revisiones a la baja del crecimiento económico y podrían ver un incremento del 35 por ciento en el desempleo este año.
Los incrementos en el desempleo serán menos marcados en el este y el sur de Asia, donde muchas personas, sin embargo, están en riesgo de un "desempleo vulnerable": trabajando en empleos con bajos salarios.
jueves, 28 de mayo de 2009
Desempleo llegó a 9,8% en trimestre febrero-abril
La tasa de desempleo en el trimestre móvil febrero-abril resultó ser más alta que la anotada durante el trimestre inmediatamente anterior. Según informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa de desocupación subió a 9,8% en el periodo, lo que representa un aumento de 2,2 puntos porcentuales en doce meses y de 0,6 punto porcentual respecto del trimestre enero-marzo.
El INE advirtió que por segundo mes consecutivo, la ocupación presentó una variación negativa de 0,5% en doce meses, mientras que la fuerza de trabajo consignó un aumento de 1,9%, reflejando una mayor presión por parte de mujeres y personas que buscan trabajo por primera vez; categoría que mostró variaciones negativas la mayor parte del año 2008.
El INE señaló que el empleo Asalariado bajó 0,9% en doce meses, "coherente con el comportamiento negativo de la actividad y en paralelo con un repunte de la categoría Cuenta Propia (2,0%), generándose una recomposición del empleo que típicamente se produce en esta fase del ciclo económico".
La disminución del empleo Asalariado se acentuó en hombres, en tanto que el aumento del trabajo por Cuenta Propia se registró en las mujeres, lo que amortiguó la caída de la ocupación total. Mientras las tasas de ocupación y participación masculina disminuyeron, aumentaron en las mujeres 0,1 y 0,6 puntos porcentuales respecto del mismo trimestre del año anterior.
Como en las últimas mediciones, en las ramas de Agricultura, Construcción, Industria y Comercio se registraron disminuciones del empleo. Transporte y Comunicaciones consignó la primera variación negativa de la ocupación en doce meses. En tanto que, Minería, Servicios Financieros y Servicios Comunales, Sociales y Personales mostraron variaciones positivas en el mismo lapso.
Acceso a Informe del INE
Informe de Empleo Mayo 2009
Los países BRIC y el desacople del eje económico mundial
Siga leyendo esta información en El Blog Salmón
miércoles, 27 de mayo de 2009
Cepal reduce proyecciones para América Latina
La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, señaló que "Las proyecciones económicas se van a revisar hacia la baja, dada la grave caída de México, que se encuentra en una fuerte recesión".
El Gobierno de Felipe Calderón anunció que la economía mexicana sufrirá en 2009 una contracción de -4,1% debido a la crisis financiera internacional y a la reciente epidemia de gripe AH1N1, una estimación ligeramente más conservadora que la del Banco Central, que prevé una caída de hasta -4,8%.
La Cepal dará a conocer en julio próximo su nueva proyección de crecimiento en América Latina y el Caribe, explicó Alicia Bárcena, quien restó importancia a la incidencia de la epidemia de gripe AH1N1 en la actividad económica a nivel regional, salvo en el caso de México.
La pandemia de influenza humana "en general ha sido bien manejada por las autoridades y está bajo control, por lo tanto no creo que tenga un impacto fuerte, de acuerdo a las estadísticas que se manejan ahora", afirmó la secretaria ejecutiva de Cepal.
Bárcena, de nacionalidad mexicana, destacó que en Norteamérica la gripe AH1N1 "está empezando a decaer" y puntualizó que "es una enfermedad mucho menos letal de lo que se esperaba y eso puede reducir el temor a viajar", lo cual favorece la recuperación del turismo y la actividad económica en general.
La responsable de la Cepal elogió la rapidez y efectividad con que han reaccionado las autoridades de México y del resto de la región para frenar la expansión de esta enfermedad, aunque en los países del Cono Sur el número de casos está aumentando debido al otoño.
El fuerte desempleo complica la salida
El creciente desempleo que atraviesa Estdos Unidos y Europa es un problema grave y real. La gráfica muestra la persistencia del desempleo una vez superadas las recesiones, como es el caso de la recesión mundial del año 2001. El nivel de empleo previo a la crisis tomó a Europa una media de seis años en recuperar, mientras que Estados Unidos no se recuperó nunca.
Durante años se pensó que el bajo desempleo de Estados Unidos con respecto a Europa, era producto de la gran flexibilidad laboral, que en la práctica implica una gran facilidad para contratar y despedir a los trabajadores. Ahora ya no es el caso y el desempleo de Estados Unidos se acerca a la media europea, lo que demuestra la gravedad de la crisis.
El alto desempleo implica una seria caída en la demanda que nos lleva a ese fatídico círculo de menor producción, menor trabajo, más desempleo.
Imagen | The New York Times
Tasa debería mantenerse en cero por años
Rudebusch analizó el panorama para la tasa a la luz del último pronóstico del comité de política monetaria, publicado el 20 de mayo en la minuta de su última reunión. Desde hace décadas la Fed define su tasa meta siguiendo la regla Taylor, que calcula la tasa ideal para un conjunto de condiciones económicas, como el desempleo y la inflación. Esa norma fue interrumpida en diciembre, cuando las tasas tocaron fondo, simplemente porque las tasas no pueden ser negativas. Sin embargo, si hubiera podido mantener la regla, la Fed debería haber recortado 10,25 puntos porcentuales de la tasa de referencia desde septiembre de 2007, cuando se ubicaban en 5,25%.
Y el tiempo que demoraría la Fed en revertir su estímulo fiscal, por lo tanto, sería más largo de lo que muchos creen. Según Rudebusch, la tasa debería mantenerse en su nivel actual de 0,5% “no sólo por los próximos seis a nueve meses, sino por varios años”.
Crisis sale del coma, pero sigue en la UTI
El leve repunte en el precio del petróleo, el despegue de las bolsas, y el inusitado fortalecimiento del dólar, ha creado la percepción de que la crisis ha llegado a su fin. Pero, en rigor, lo único que ha terminado es la caída libre, el estado de coma en que ha estado la economía durante los últimos 18 meses. Algunos países han logrado salir del atolladero pese a su tardío sinceramiento de cuentas. Otros, como Alemania, se encuentran aún al borde del precipicio por negarse a asumir ciertos oscuros procedimientos.
Siga leyedo este artículo en El Blog Salmón
Imagen | mermadon 1967
40 destacados economistas norteamericanos firman una declaración a favor de la resindicalización de la vida económica
En efecto: entre 2000 y 2007, el ingreso del hogar mediano en edad laboral cayó en 2.000 dólares, un desplome sin precedentes. En ese tiempo, prácticamente todo el crecimiento económico de la nación fue a parar a un reducido número de norteamericanos ricos. Una de las razones de peso que explican este paso que va de una prosperidad ampliamente compartida a una creciente desigualdad es la erosión de la capacidad de los trabajadores para organizarse sindicalmente y negociar colectivamente.
Una respuesta natural de los trabajadores incapaces de mejorar su situación económica es organizarse sindicalmente para negociar una participación más equitativa en los resultados de la economía, y ese deseo queda bien reflejado en encuestas recientes. Millones de trabajadores norteamericanos –más de la mitad de los que no tienen cargos ejecutivos— han dicho que desean la presencia de sindicatos en su puesto de trabajo. Sin embargo, sólo el 7,5% de los trabajadores del sector privado están ahora mismo representados por una organización sindical. Y en todo 2007, menos de 60.000 trabajadores lograron una posición sindical mediante elecciones sancionadas por el gobierno. ¿Qué es lo que explica tamaño hiato?
El problema es que el proceso electoral supervisado por el Comité Nacional de Relaciones Laborales ha degenerado y se ha vuelto hostil, con feroces campañas de la patronal para prevenir la sindicalización, a veces hasta el punto de incurrir en flagrante violación de la legislación laboral. Los simpatizantes de los sindicatos son rutinariamente amenazados y aun despedidos, y tienen pocos recursos efectivos para defenderse legalmente. Y aun cuando los trabajadores logren superar esa presión y votar por la presencia sindical en sus puestos de trabajo, dada la resistencia de la patronal, una de cada tres veces son incapaces de lograr contratos.
Para remediar esa situación, el Congreso está reflexionando sobre la oportunidad de la Ley de Libertad de Elección de los Empleados (EFCA, por sus siglas en inglés). Esa ley cumpliría tres propósitos: en primer lugar, daría a los trabajadores o la oportunidad de usar un mecanismo de firmas mayoritarias –instituyendo un procedimiento sencillo para que los trabajadores pudieran indicar, con sólo estampar una firma, su apoyo a la presencia sindical en el puesto de trabajo—, o la puesta en marcha de unas elecciones supervisadas por el Comité Nacional de Relaciones Laborales; en segundo lugar, triplicaría el castigo para los empresarios que despiden a sindicalistas o violan otras leyes laborales; y en tercer lugar, crearía un proceso capaz de garantizar que se dé a los empleados recién sindicalizados una oportunidad justa para obtener un primer contrato, pudiendo acudir a un arbitraje tras 120 días de negociaciones infructuosas.
La EFCA reflejará mejor los deseos de los trabajadores que la actual “guerra en torno a la representación”. La Ley rebajará también los niveles de acrimonia y desconfianza que acompañan ahora a menudo las elecciones sindicales bajo el presente sistema.
Una marea creciente sólo levanta todos los botes cuando el trabajo y la patronal negocian en condiciones de relativa igualdad. En las últimas décadas, el grueso del poder negociador ha estado del lado de la patronal. La actual recesión seguirá debilitando la capacidad de los trabajadores para negociar individualmente. Más que nunca, los trabajadores necesitan actuar colectivamente.
La EFCA no es una panacea, pero restauraría cierto equilibrio en nuestros mercados laborales. Como economistas, creemos que es de vital importancia avanzar en la reconstrucción de nuestra vida económica y robustecer nuestra democracia fortaleciendo la voz del pueblo trabajador en el puesto de trabajo.
Firman esta declaración: Henry J. Aaron, Brookings Institution; Katharine Abraham, University of Maryland; Philippe Aghion, Massachusetts Institute of Technology; Eileen Appelbaum, Rutgers University; Kenneth Arrow, Stanford University; Dean Baker, Center for Economic and Policy Research; Jagdish Bhagwati, Columbia University; Rebecca Blank, Brookings Institution; Joseph Blasi, Rutgers University; Alan S. Blinder, Princeton University; William A. Darity, Duke University; Brad DeLong, University of California/Berkeley; John DiNardo, University of Michigan; Henry Farber, Princeton University; Robert H. Frank, Cornell University; Richard Freeman, Harvard University; James K. Galbraith, University of Texas; Robert J. Gordon, Northwestern University; Heidi Hartmann, Institute for Women’s Policy Research; Lawrence Katz, Harvard University; Robert Lawrence, Harvard University; David Lee, Princeton University; Frank Levy, Massachusetts Institute of Technology; Lisa Lynch, Brandeis University; Ray Marshall, University of Texas; Lawrence Mishel, Economic Policy Institute; Robert Pollin, University of Massachusetts; William Rodgers, Rutgers University; Dani Rodrik, Harvard University; Jeffrey D. Sachs, Columbia University; Robert M. Solow, Massachusetts Institute of Technology; William Spriggs, Howard University; Joseph E. Stiglitz, Columbia University; Peter Temin, Massachusetts Institute of Technology; Mark Thoma, University of Oregon; Lester C. Thurow, Massachusetts Institute of Technology; Laura Tyson, University of California/Berkeley; Paula B. Voos, Rutgers University; David Weil, Boston University; Edward Wolff, New York University.