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sábado, 22 de diciembre de 2012

George McGovern, el héroe que desafió la política de Estados Unidos


Me he enterado de la muerte triste, solitaria y final de George McGovern, ocurrida hace tres meses, en el más completo de los olvidos y con quien la prensa ha sido particularmente mezquina. Su obituario puede verse en The New York Times y The Guardian. Tenía 90 años y fue el candidato a la presidencia de Estados Unidos en 1972, campaña en la cual terminó siendo barrido por Richard Nixon, al obtener 17 votos electorales (Massachusetts y el Distrito de Columbia) contra los 520 de Nixon, el mismo Nixon que dos años más tarde se hundiría tras la depravación y los abusos del caso Watergate.

Dura derrota fue aquella de McGovern. Pero su política no quedó atrapada en esa humillación y siempre fue uno de los más duros opositores a la guerra de Vietnam. En su carrera como senador durante tres períodos se abocó a reducir las desigualdades y ayudar a los más desfavorecidos. Pese a ser héroe de guerra, participó activamente en la abolición del servicio militar obligatorio, el derecho al aborto y el fin de la discriminación racial. Fue un brillante profesor de Historia y Ciencias Políticas en la Universidad de Dakota, y en 1997, Bil Clinton lo nombró embajador ante las Naciones Unidas en el Programa de la Agricultura y Alimentación (FAO). El año 2002, el presidente Clinton le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad, el honor civil más alto en Estados Unidos.

Así como fue opositor a la guerra de Vietnam, también lo fue de la guerra de Irak, y en este artículo publicado en The Washington Post en enero de 2008, pedía un juicio político contra George Bush por los crímenes cometidos y por mentirle al mundo una y otra vez respecto a la situación de Irak y sus "armas de destrucción masiva". McGovern alzó la voz de un valiente mientras otros callaban, e hizo pública su denuncia en ese artículo que reproduje en este post. Criticó el despilfarro en armamento de George Bush y advirtió de las duras consecuencias que tendría para la economía mundial. Así y todo, murió en total olvido.

lunes, 9 de mayo de 2011

La reacción de Noam Chomsky ante la muerte de Osama Bin Laden

Podemos preguntarnos cómo sería la reacción si los comandos iraquíes aterrizaran en el rancho de George W. Bush, lo asesinaran y tiraran su cuerpo al Atlántico.

Cada vez es más evidente que la operación fue un asesinato planificado, violando de manera múltiple normas elementales del derecho internacional. No que hicieran ningún intento de aprehender a la víctima desarmada, lo que presumiblemente podrían haber logrado 80 comandos que virtualmente no enfrentaban ninguna oposición, excepto, afirman, la de su esposa, que se lanzó hacia ellos. En sociedades que profesan un cierto respecto por la ley, a los sospechos se les aprehende y se les conduce a un juicio justo. Subrayo “sospechosos”. En abril de 2002, el jefe del FBI, Robert Mueller, informó a la prensa de que después de la investigación más intensiva de la historia, el FBI solo podía decir que “creía” que la conspiración se tramó en Afganistán, aunque se implementó en los Emiratos Árabes Unidos y Alemania. Lo que solo creían en abril de 2002, obviamente no lo sabían 8 meses antes, cuando Washington desdeñó ofertas tentadoras de los talibanes (no sabemos cómo de serias porque se descartaron instantáneamente) de extraditar a Bin Laden si les presentaban alguna evidencia, la que, como pronto supimos, Washington no poseía. Por lo tanto Obama simplemente mintió cuando dijo en su declaración de la Casa Blanca, que “rápidamente supimos que los ataques del 11-S fueron realizados por al-Qaida”.

Desde entonces no han suministrado nada serio. Han hablado mucho de la “confesión” de Bin Laden, pero suena más bien como si yo confesara que gané el Maratón de Boston. Alardeó de algo que consideraba un gran logro.

lunes, 4 de abril de 2011

Las mentiras sobre Irak

Un video para recordar las mentiras sobre Irak y las armas de destrucción masiva inventadas por Donald Rumsfeld, Colin Powell, Richard Cheney, George W.Bush y Condeleeza Rice, entre otros que se sumaron alegremente a la farsa. Algo que el senador George McGovern denunció en su momento cuando pidió la renuncia de Bush y Cheney, los ideólogos de la guerra. Una guerra cuyo costo brutal de 250 millones de dólares diarios no sólo ha sumergido a la humanidad en la mayor de sus crisis, sino que está significando el fin del dólar como moneda de reserva.



Ver también: * George W.Bush, un profesional de las mentiras;
* Bush pidió indulto a perpetuidad para él y sus asesores
* Wikileaks revela 390 mil documentos secretos de la Guerra de Irak

domingo, 24 de octubre de 2010

WikiLeaks y el rol de EEUU en las torturas iraquíes



Estados Unidos toleró las torturas y es cómplice de ellas. Esta es la conclusión que dejan los cerca de 400 mil informes desclasificados el viernes por Julian Assange, considerado hoy la principal pesadilla para el Pentágono por la filtración de estos documentos secretos.
El diario El País entrevistó en Londres al fundador y lider de WikiLeaks, Julian Assange, quien ha comenzado a ser asediado por la todopoderosa agencia militar de Estados Unidos. El Pentágono ha desplegado a 120 agentes para contrarrestrar la filtración de estos documentos secretos de la Guerra de Irak.

Lea la Cita secreta con el hombre que hace temblar al Pentágono

sábado, 23 de octubre de 2010

Informes de Wikileaks en portada de The New York Times


Un completo reportaje sobre los informes de la Guerra de Irak difundidos ayer por Wikileaks trae la edición de hoy de The New York Times.
Tal como ocurrió con el informe anterior, en este link se accede a un resumen de los documentos; aquí a un análisis secreto; y aquí está la respuesta del Pentágono.

Ver: WikiLeaks revela 390 mil documentos secretos de la Guerra de Irak

Wikileaks revela 390 mil documentos secretos de la Guerra de Irak



A las 5 pm de ayer, Wikileaks publicó la mayor fuga de documentos clasificados de la historia militar. Los 391.832 informes sobre la guerra de Irak, incluyen documento de la guerra y de la ocupación en Irak, desde el 1 enero de 2004 al 31 de diciembre 2009 (con excepción de los meses de mayo de 2004 y marzo de 2009) según lo dicho por los soldados en el Ejército de los Estados Unidos. Cada uno es un SIGACT o acción significativa de guerra. Estos documentos revelan en detalle los estragos de las tropas militares estadounidenses en suelo iraquí y son la primera visión real de la historia secreta de esta guerra.

Los informes dan el detalle de 109.032 muertes en Irak, compuesto por 66.081 'civiles', 23.984 'enemigos' (aquellos etiquetados como insurgentes); 15.196 "muertos del país anfitrión" (las fuerzas del gobierno iraquí) y 3.771 "amigos" (fuerzas de la coalición). La mayoría de las muertes (66.000 personas, más del 60%) son civiles. En promedio, durante estos 6 años de guerra han muerto civiles al día. A modo comparativo, en el Diario de Guerra Afgana, publicado anteriormente por Wikileaks, y que abarca un período de 6 años, el detalle de la muerte llega a 20.000 personas. Por lo visto, la Guerra de Irak fue cinco veces más letal que la Guerra de Afganistán.

Ver: The New York Times, The Guardian, A Veinte años de Afganistan y la vuelta de campana de la historia, Wikileaks

martes, 6 de abril de 2010

Video muestra cómo soldados matan a un fotógrafo de Reuters en masacre iraquí



Aunque parecen imágenes de la película The Hurt Locker, este es un video de la vida real que muestra cómo soldados estadounidenses asesinan a un grupo de iraquíes incluyendo a un fotógrafo de la agencia Reuters, su chofer y dos niños. He colgado el video a continuación, que está desde ayer en el sitio WikiLeaks.org y Collateral Murder. La información ha sido difundida en The New York Times y otros medios. El hecho ocurrió el 12 de julio de 2007 y la grabación fue realizada por el mismo helicóptero Apache del cual se hacen los disparos. En este ataque murieron 12 personas incluyendo al fotógrafo Namir Noor-Eldeen, de 22 años y al conductor, Saeed Chmagh, de 40 años.



A los periodistas de Reuters se les permitió ver el video dos semanas después de los asesinatos, pero no se les autorizó disponer de una copia del documento. En estos casi tres años todas las apelaciones a las leyes sobre la libertad de expresión no dieron resultado y el Pentágono y el gobierno se negaron. Reuters dió a conocer este video ayer y señaló que lo recibió de los mismos denunciantes que hay al interior del ejército sobre las irregularidades cometidas en Irak.

De acuerdo a los funcionarios militares, los helicópteros fueron llamados para aplacar un combate contra un contingente fuertemente armado. Sin embargo, las imágenes no muestran ninguna acción hostil por parte de quienes están en tierra, y simplemente los soldados de los helicópteros realizan una operación de matanza.

Vía | The New York Times, Collateral Murder

martes, 28 de abril de 2009

Paul Krugman: Maldad

Jonathan Landay, uno de los pocos periodistas que contó bien la historia de la marcha hacia la Guerra, ha dejado esto dicho en McClatchy:

“La administración Bush presionó implacablemente a los interrogadores para que emplearan métodos expeditivos con los detenidos, en parte para encontrar pruebas de la cooperación entre al Qaida y el régimen del dictador iraquí Saddam Hussein, de acuerdo con un veterano funcionario de los servicios estadounidenses de inteligencia y antiguo psiquiatra del Ejército.

“Tal información daría fundamento a uno de los principales argumentos utilizados por el antiguo presidente George W. Bush para invadir Irak en 2003. No se halló prueba alguna de vínculos operativos entre la red terrorista de Osama Bin Laden y el régimen de Saddam.

“El uso de interrogatorios abusivos –comúnmente considerados como tortura— como parte de la búsqueda por parte de Bush de una justificación para invadir Irak en 2003 salió a la luz cuando el Senado publicó un informe importante que revelaba el origen de los abusos y el presidente Obama abrió las puertas para perseguir a antiguos funcionarios estadounidenses por haberlos autorizado.”

Digámoslo suavemente: la administración Bush quería servirse del 11/9 como pretexto para invadir Irak, aun cuando Irak no tenía nada que ver con el 11/9. Así que torturó a gente para que confesara un vínculo inexistente.

Hay una palabra para eso: maldad.

Tomado de Sin Permiso. Traducción de Roc F. Nyerro

martes, 20 de enero de 2009

El fin de ocho años de horrores y errores


Han sido ocho años. Y la vara que deja la administración de George W. Bush es demasiado alta. Casi imposible de superar, aunque por cierto nunca se sabe. Pero los ocho años de horror y mentiras que deja ese gobierno serán difíciles de igualar. El legado de Bush debe ser uno de los peores de la historia, con un sangriento balance de muerte, destrucción y miseria: el 11-S, el huracán Katrina, la Guerra de Irak, Guatánamo, el Calentamiento Global, la ruina económica.

Cuando hace 8 años recibió el mando de la nación de manos de Bill Clinton, Bush heredó un superávit fiscal de 237 mil millones de dólares. Hoy deja al país con un déficit superior a los 11 trillones de dólares, prácticamente en la ruina. Y todo el mundo pagará las consecuencias. Como expresó Jeffrey Sachs, Bush tuvo un infinito desprecio por el mundo.

El hombre que declaró una nueva cruzada en nombre de Dios contra los infieles, tanto dentro como fuera de EEUU, quien proclamó que “o estás con nosotros o estás con el enemigo”, quien rompió la Constitución, la Carta de las Naciones Unidas, las Convenciones de Ginebra, y quien encabezó el gobierno más sangriento en tiempos de paz, parte rumbo a su propio ocaso, apostando que será absuelto por la historia.

Sin embargo, hace justo un año publiqué una carta que leí en The Washington Post escrita por el senador y ex candidato a la presidencia George McGovern. En ella, McGovern pedía la renuncia inmediata de Bush, así como someter a ese gobierno a un juicio político por los crímenes cometidos y la forma en que le mintió al mundo una y otra vez.

Habrá que luchar para que esta vez, y a medida que comencemos a descubrir la verdad del 11-S, los crímenes en Irak y Guantánamo, el incondicional asedio a Gaza, la división y polarización del mundo, el aislamiento económico, político y diplomático en que deja a su propio país, se realice el esperado juicio no sólo a Bush, sino a toda la pandilla: Cheney, Powell, Rumsfeld, Rice, quienes no sólo le mintieron al mundo (las falsas armas de destrucción masiva; la falsa idea de Sadam Hussein como el eje del mal; los burdos pretextos para invadir Irak), sino que además lo han hundido en la mayor crisis financiera desde la Gran Depresión. Nuestro mundo necesita una explicación a lo que ha ocurrido y sólo las respuestas concretas permitirán enfrentar el difícil futuro que viene.

Más información:
George McGovern en The Washington Post: Bush y Cheney deben ser sometidos a juicio

lunes, 15 de diciembre de 2008

El Pentágono mintió sobre la reconstrucción de Irak

Otra más del gobierno de Bush, que está terminando como el peor gobierno de la historia. Esta vez el Pentágono infló las cifras para esconder el fracaso del plan de reconstrucción de Irak. Según el diario The New York Times, el informe de la Oficina del Inspector General Especial para la Reconstrucción de Irak señala que el Pentágono trató de maquillar sus problemas.

La violencia, la burocracia y la ignorancia de aspectos básicos de la sociedad y la infraestructura del país árabe fueron las causas del fracaso, señala el texto, titulado "Duras lecciones: la experiencia de la reconstrucción iraquí". Según el diario, en el proceso de reconstrucción de esa nación del Golfo Pérsico se gastaron en un lustro cerca de 120 mil millones de dólares.

Como ejemplo de los manejos del Pentágono cita la alteración de las cifras, en especial en la reorganización del Ejército y la policía iraquíes. De acuerdo con el documento, el ex secretario de Estado Colin Powell reconoció que en los meses posteriores a la invasión en 2003 el Departamento de Defensa "continuó inventándose cifras de las fuerzas de seguridad iraquíes, un número que pudo aumentar en 20 mil por semana".

Cinco años después del inicio de la reconstrucción, Washington no tiene ni las políticas ni la capacidad técnica y estructura organizativa necesaria para llevarlo a cabo, asegura el informe. Agrega que apenas se ha podido arreglar algo más de lo destrozado durante la agresión norteamericana y el posterior saqueo.

El documento fue elaborado mediante unas 500 entrevistas y más de 600 auditorias, inspecciones e investigaciones, comenta el rotativo neoyorquino.

Más Información | The New York Times

domingo, 18 de mayo de 2008

Algo más sobre los mitos y mentiras del 11-S




Un nuevo libro sobre la verdad del 11-S acaba de publicar James Fetzer en el cual desmitifica el atentado a las torres gemelas y al Pentágono ocurrido el año 2001 y que dió a Bush la carta magna para destruir Irak y otros países con el pretexto de la lucha contra el terrorismo y las armas de destrucción masiva. Este trabajo se suma a los realizados por Thierry Meyssan, Paul Thompson, Nafeez Ahmed, Michael Ruppert y David Ray Griffin, entre otros, que ponen en tela de juicio la versión transmitida por la administración Bush y seguida a rajatabla por los medios de comunicación.

Fetzer se sorprende del escaso nivel de investigación que tienen los medios para tragarse cualquier cosa que diga la Casa Blanca. En este aspecto su investigación es minuciosa y no trepida en señalar que lo del 11-S fue un autoatentado perpretado por la CIA, Tal como señaló el ex premier de Italia Francesco Cossiga.
Para mayores detalles es conveniente revisar el documental Loose Change, donde se demuestra que la Torres Gemelas fueron destruídas siguiendo un programa de "demolición controlada", razón por la cual se desvanecieron en caída libre reduciéndose a una nube de polvo ajena al derretimiento por incendio vendido y comprado por gran parte del planeta.

Tanto fue el bombo que se dio al desplome de la TwinTowers que nadie dio importancia a lo que se dijo e hizo sobre el "atentado" al Pentágono. Según la CIA y el gobierno de Bush fue un Boeing 757 lo que impacto al departamento de Defensa. Pero la verdad es que fue un misil.


No se comprende cómo un avión de las magnitudes de un 757 desaparecería sin dejar rastro tras la colisión. Pero lo más sorprendente es que el "avión" no diera cuenta de los postes de alumbrado que, como se aprecia en la imagen, siguieron en pie. La respuesta: sólo un misil pudo atravesar el bosque de postes de alumbrado y dejar una perforación de 4 metros de diámetro, como lo hacen habitualmente los misiles.

La investigacioón sobre la verdad del 11-S sigue en pie. Y el gobierno de Bush tarde o temprano deberá rendir cuentas de sus mentiras y sus razones para terminar con la vida de tres mil personas en las Twin Towers, que le sirvieron como pretexto para iniciar le guerra de Irak y desestabilizar la economía mundial.


Para más detalles, invito a leer algunos artículos:

La conspiración tras el 11-S
Fueron ellos, cada día hay menos dudas
Leyendas urbanas
Este País
Nodo50

martes, 25 de marzo de 2008

BUSH, UN PROFESIONAL DE LAS MENTIRAS

Jeremiah Wright, pastor estadounidense y ex asesor espiritual de Barack Omaba, el candidato del Partido Demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, acusó indirectamente al gobierno de Bush de estar implicado en los atentados del 11-S, sumándose a las expresiones del ex presidente italiano Francesco Cossiga.

“Hemos bombardeado Hiroshima, hemos bombardeado Nagasaki y hemos provocado más muertes de las que hubo en New York y el Pentágono (...) Nosotros hemos apoyado el terrorismo estatal contra los Palestinos, contra los Sudafricanos y ahora no somos dignos, porque las cosas que hemos hecho en otros lugares del mundo, nos regresan como un boomerang”. Dando cuenta del desprecio que despierta ese país en vastas zonas del mundo

Ya son cada vez más las personalidades políticas, científicas, intelectuales, espirituales, artísticas que acusan a la administración Bush de haber orquestado los atentados del 11-S para justificar su escalada de guerra mundial contra el “terrorismo”, a fin de poder desatar sus guerras encubiertas por el control del petróleo mundial y otros aspectos de interés geopolítico.

La guerra de los seis billones de dólares que ha cumplido cinco años y en la cual Bush mintió a todo el mundo (como que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva y que estaba vinculado con Al Qaeda y Bin Laden, cuando ahora hasta el FBI dice que Bin Laden no tuvo nada que ver en el 11-S) es uno de los coletazos de la crisis financiera. El tremendo endeudamiento público está haciendo trizas a la economía estadounidense y la compra de un banco que hace apenas un año estaba valorado en 20 mil millones de dólares, al 1% de su valor (aunque el JP Morgan señaló que podría pagar hasta el 5%) da cuenta del mundo descontrolado que estamos viviendo.

El gobierno de Bush ha demostrado su incompetencia y en algún momento deberá ser sometido a juicio como están haciendo algunos españoles con José María Aznar, pues su incondicional apoyo a Bush y Blair fue fundamental para la invasión a Irak. El grupo de Izquierda Unida español lanzó una propuesta para juzgar a Aznar en el Tribunal Internacional de La Haya por “ser cómplice de un genocidio inmoral”. Algún día le tocará al mayor canalla de todos, el gran profesional de las mentiras.

lunes, 17 de marzo de 2008

A CINCO AÑOS DE LA INVASIÓN A IRAQ


Las escalofriantes noticias que vemos cada día sobre la evolución de la crisis financiera y que tiene a millones de personas en la calle, muriendo de hambre, a parte de los millones que han muerto en tierras iraquíes, tiene a un trío de responsables que tendrán que responder tarde o temprano ante el mundo: Bush, Cheney y Rumsfeld. Ellos inventaron el terrorismo y el genocidio y en algún momento se sabrá la verdad sobre el 11-S, oscura maniobra similar al hundimiento del Maine o a los tramposos orígenes para invadir Vietnam.
El espíritu invasor y codicioso del trío los llevó a mentirle al mundo entero y declarar que Irak tenía armas de destrucción masiva; que Sadam Hussein tenía vínculos con Al Qaeda; que protegían a Bin Laden y que eran los promotores del terrorismo internacional. Como otrora lo fue el comunismo, el enemigo del nuevo siglo era el terrorismo y a él había que darle muerte.
Cinco años han transcurrido desde la invasión a Irak el 20 de marzo 2003. Y junto a las millonarias pérdidas que hoy tienen al mundo al borde del colapso, lo único que ha quedado en claro es que en Irak jamás hubo armas de destrucción masiva, que Sadam Hussein no tenía vínculo alguno con Bin Laden o Al Qaeda, y que Bin Laden (a quien Bush a las pocas horas del 11-S sindicó como el responsable) no tuvo nada que ver con dicho atentado, como lo señaló el propio FBI la semana pasada.
La cadena de mentiras creada por Bush, Cheney y Rumsfeld con los oscuros intereses de tomar control del petroleo iraquí y seguir en la hegemonía del control mundial, le ha jugado una muy mala pasada a estos tres cerebros del mal.
La idea de la guerra preventiva y con sofisticada tecnología para destruir blancos precisos y a distancia que minimizaría las pérdidas de vidas de soldados estadounidenses también resultó un fracaso. La idea de una guerra corta y rápida se frustó y en cinco años son más de cinco mil las víctimas de soldados estadounidenses, en su mayoría de 17 a 20 años.
Hace 30 años una de la obras monumentales de Francis Ford Coppola nos graficó el horror de la guerra y la muerte en imágenes condensadas del filo narrativo de Joseph Conrad. Apocalipsis Now relató la pesadilla premonitoria de mentalidades perversas y desquiciadas para las cuales la vida no tiene ningún valor.
La prepotencia del trío de la muerte los llevó a ignorar incluso a las Naciones Unidas, que quedaron en un cuestionado entredicho, al permitir la invasión y destrucción de una de las civilizaciones más antiguas del mundo. Irak, con 6.000 años de historia, es la cuna de las civilizaciones, el lugar donde se escribió la primera carta, donde se estableció la primera ley, donde se construyó la primera universidad, donde se utilizó la primera moneda, donde se creó el primer sistema de irrigación, donde se escribió el primer poema…
Lo que el régimen de Bush ha hecho durante estos últimos cinco años de destrucción sistemática de un pueblo es un veneno que comienza a calar en la fibra de todo el pueblo estadounidense. Los trillones de dólares farreados en la matanza, ya están depreciando el suelo estadounidense al 50% del 2006. Tal como el dólar, ya esa es tierra que no vale nada pues cada metro cuadrado debe cincuenta veces su valor. El país de Bush muere víctima de su propio veneno. Una inyección letal propinada por el nuevo Hitler.

viernes, 7 de marzo de 2008

"ESTAMOS VIENDO LA CAÍDA DE EE.UU."


Harold Bloom es uno de los intelectuales más destacados de EE.UU., Profesor de Literatura de la Universidad de Yale y crítico cultural, siempre se ha pronunciado a favor de lo que llama “la lucha por la verdad y la belleza”, ganándose numerosos enemigos, pero también algunos amigos. Ha sido una de las voces críticas del gobierno de Bush y la guerra en Irak. Provocó indignación en todo el mundo al calificar las novelas de Harry Potter como “basura”. Y es que Bloom, defiende la cultura. Su último libro, que leo con devoción y placer “Shakespeare: la invención de lo humano” marca una verdadera revolución a la obra de Shakespeare e inyecta nuevos aires a la crítica literaria, cosa que se agradece en un mundo que se pone cada vez más chato y espureo.

En una entrevista realizada por la periodista sueca Eva Sohlman, leo parte de sus dichos “Tengo 77 años y nunca he visto a este país en un estado tan miserable. Es una locura. Lo que estamos presenciando es la Caída del Imperio Romano, sólo que ahora es la caída de EE.UU., la gloria de nuestro Imperio. Esta guerra (por Irak) es lo que Partia fue para Roma".

“El horror de lo que sucede en Irak excede mis peores temores de hace cinco o seis años. Estoy horrorizado ante el desastroso error. Hay que imaginarse la locura total que significa tratar de ocupar a un gran país árabe en medio del mundo árabe; una cultura de la que no sabemos nada y que habla un lenguaje que sólo habla un puñado de nuestros especialistas, con fuerzas armadas sobre las que no hay control y un gran ejército de soldados privados, de mercenarios... Todo este asunto es un escándalo... una serie de mentiras. No comprendo la motivación para la guerra, pero sospecho que la verdadera razón para la guerra, que se podría sospechar en un país que es un tercio oligarquía, un tercio plutocracia, y un tercio teocracia, es que simplemente es una máquina de hacer dinero y beneficios.”

Curiosa similitud de palabras frente a las de George McGovern cuando señaló que Bush y Cheney deben renunciar. “Hemos causado un lío monstruoso. Ni siquiera contamos los iraquíes muertos. Dios solo sabe cuantas mujeres, niños y hombres han sido muertos por nuestros disparos accidentales, en los que somos tan expertos. Nuestro ‘Benito Bush’ (el nombre preferido de Bloom para el presidente Bush); si tuviéramos un derecho civil en funcionamiento en el mundo, merecería ser condenado por crímenes contra la humanidad. Bush es el responsable en última instancia por esta guerra,” dice Bloom. “Está desangrando a nuestra nación, y no veo una solución en el futuro cercano. Obviamente estamos tan profundamente involucrados en cuanto a sangre, dinero y la situación en el terreno que nos será muy difícil irnos.”

La deprimente mediocridad de los medios

Si la guerra en Iraq es el ejemplo más palpable de la decadencia de EE.UU. bajo el reino de Bush, Bloom cita a los medios de EE.UU. como una víctima más.

“Lo llamo ‘medios-cridad’. Es terrible la clase de medios que tenemos actualmente. Nadie se atrevió a sacar la cara y criticar a Bush cuando inició ilegalmente la guerra contra Irak. Es deprimente, y muestra la dirección que ha tomado este país desde que él llegó al poder. Los medios no cumplen con su cometido. Los bushistas son matones y durante mucho tiempo nadie se atrevió a criticarlos y sólo se tragaron su propaganda y sus mentiras. La gente se ha atemorizado. En este tipo de clima, a nadie le interesa la voz crítica. Usted me pregunta por el papel del intelectual en EE.UU. de hoy y tengo que decir: ¿Qué papel? ¿Qué intelectuales? No hay sitio para ellos en el mundo simplificado y mentecato de los medios actuales. Solíamos tener un papel, y todavía quedan unos pocos, pero somos una especie en vía de exterminio. Parece que nadie se interesa por los matices.” Ése es el verdadero peligro, dice.

“La democracia, sea en Suecia o EE.UU., depende de la capacidad de pensar del votante. Si alguien ha leído lo mejor de lo que se ha pensado y dicho, su conocimiento y entendimiento estarán a un nivel muy superior que si ha leído a Harry Potter o Stephen King. Así que esta decadencia hacia la literatura a medias y hacia medios mediocres significa realmente una autodestrucción de facto de la democracia.”

“La corrección política es la muerte de la mente, de la literatura. Soy terriblemente franco y no trato de ocultarlo. Me importa apasionadamente y lo digo. Quiero calidad en todo, e insisto en ello. Creo en la estética, en la belleza de la buena literatura y creo en la sabiduría. La gente se enoja por eso y piensa que es un ataque en su contra.”

sábado, 1 de marzo de 2008

OBAMA SACA VENTAJA POR NEGARSE A GUERRA DE IRAK

Barack Obama recaudó un fondo récord de 50 millones de dólares durante el mes de febrero para su campaña, una suma bastante superior a los 30 millones de su contendor, Hillary Clinton. El ritmo de las contribuciones parece indicar que Obama resultó vencedor de su último debate televisivo con Clinton, antes de las cruciales primarias del martes próximo, en las que la ex primera dama se juega el todo o nada.

En opinión de su propio marido, el ex presidente Bill Clinton, o Hillary gana las primarias de Texas (sur) y Ohio (norte) y puede continuar su campaña, o pierde toda la esperanza de ganar la contienda con Obama.

Durante el debate Hillary Clinton dejó ver su irritación por lo que percibe como un tratamiento favorable que beneficiaría a Obama. “Parece que se me pide siempre responder primera, lo encuentro esto curioso y quizás se le debería preguntar a Barack si está cómodo y si necesita un apoyo”, expresó con ironía.

Obama, consultado por las consignas de campaña enérgicamente denunciadas por Clinton, destacó que él había “aguantado numerosas veces” eslóganes negativos, sin acusarla a ella. “A nosotros no se nos compadece, pero ésta es la naturaleza de este tipo de campaña”, manifestó.

El debate estuvo marcado por beligerantes intercambios dialécticos que comenzaron al arrancar el encuentro con acusaciones cruzadas sobre las tácticas de campaña y sobre los planes de salud. A este tira y afloja siguió el Tratado Comercial de América del Norte (NAFTA).

En ese terreno, los dos amenazaron con retirarse del Tratado, a menos que México y Canadá acepten renegociarlo, aunque discreparon sobre las cosas favorables que ambos han dicho sobre el NAFTA.

La guerra en Irak, a la cual Clinton dio luz verde en el senado hace cinco años y Obama se opuso, fue también motivo de polémica. La senadora argumentó que su rival era senador cuando se autorizó la guerra y que su oposición fue sólo retórica. “No tenía responsabilidad. No tenía que votar”, dijo, a lo que añadió que desde que Obama se convirtió en senador -no ha completado aún su primer mandato- su historial de votaciones es prácticamente idéntico.

Obama respondió al instante: “Mis objeciones a la guerra no fueron simplemente retóricas. Estaba en medio de una campaña al Senado y me jugaba mucho”. Y continuó sobre sus votaciones posteriores: “Una vez que has conducido el autobús a la cuneta, sólo hay unas cuantas formas de sacarlo de ahí. La pregunta es: ¿Quién tomó la decisión inicial de dirigir el autobús a la cuneta?”.

Esas respuestas no llevaron a Clinton a reconsiderar su implacable actitud defensiva, bien distinta del tono conciliador del debate de la semana pasada en Texas.

De acuerdo al sitio independiente RealClearPolitic, Obama tiene actualmente 1.377 delegados, contra 1.279 de Clinton. El candidato demócrata será escogido por más de 4.000 delegados en la convención del partido, a finales de agosto, en Denver (Colorado, oeste). Se requiere el apoyo por lo menos de 2.025 delegados para asegurarse la investidura.

Las últimas encuestas indican que los dos aspirantes demócratas a la Casa Blanca están prácticamente empatados en Texas y que Hillary tiene una ligera ventaja en Ohio. Gane quien gane, no le será fácil derrotar al representante republicano John McCain, quien según una encuesta publicada por Los Angeles Times, desbancaría a cualquiera de los dos aspirantes demócratas.

Fuentes:

EFE
Univisión
Reuters

miércoles, 13 de febrero de 2008

LAS CIFRAS DE LA CRISIS


Algunos datos para comprender lo que está ocurriendo con la economía más influyente del planeta y ante una crisis que parece irreversible. Gran parte de la debacle financiera es producto del régimen de Bush, nefasto en toda su linea.

1. Estados Unidos dedica 700.000 millones de dólares anuales a gastos militares. Su presupuesto para 2008 destina 506.900 millones de dólares al Departamento de Defensa y a las actividades relacionadas con las armas nucleares del Departamento de Energía, además de 189.400 millones de dólares a operaciones militares en Iraq y Afganistán. La cifra no incluye los costes en pérdida de vidas, heridas, etc. En los cinco años de guerra con Irak acumula gastos por un billón de dólares, quintuplicando lo gastado en toda la guerra de Vietnam.

2. La riqueza se está concentrando de manera vertiginosa. El año 2004, el 1% más rico de la población estadounidense posee 2,5 billones de dólares netos, lo mismo que posee el 90% más bajo de la población. Esta concentración de riqueza e ingresos refleja un cambio radical en las últimas tres décadas en la distribución del ingreso en EE UU: en 1976, el 1% más rico de la población recibía el 8,83% del ingreso nacional; en 2005, este porcentaje era del 21,93%.

3. Las compensaciones a los altos ejecutivos y los financieros de Wall Street se han disparado. El alto ejecutivo medio de una empresa de las que figuran en el Fortune 500 recibe 370 veces el salario que recibe un trabajador, según informa el Institute for Policy Studies. En 1980 la proporción era de 40 a 1. Los gerentes de las empresas manufactureras y de servicios no financieros no son los que ganan más dinero con el actual modelo. En la economía hiperfinanciera del Neoliberalismo, son los gurús de las finanzas los que se están haciendo ricos a pesar de las enormes pérdidas que está acumulando Wall Street. Sólo los incentivos de los ejecutivos de Wall Street alcanzaron los 33.200 millones de dólares en 2007, un 2% menos que el año anterior, y las compensaciones y beneficios globales en siete de las principales empresas financieras alcanzaron los 122.000 millones, un 10% más respecto a 2006. Algunos de estos ejecutivos consiguen más de 1.000 millones de dólares en un sólo año y gracias a una estratagema fiscal creada por Bush, pagan unos impuestos sobre sus ingresos que equivalen a la mitad de lo que paga un médico que declara ingresos por 200.000 dólares por año.

4. Las grandes corporaciones se están haciendo con una mayor parte de la riqueza gracias a los beneficios que le provee la concentración de la riqueza. Los beneficios de las grandes corporaciones alcanzaron el 8% del PIB durante la última década, según informa Business Week, en lugar de un 6,5% a comienzos de la década de 1990.

5. La burbuja inmobiliaria y el colapso de las hipotecas de alto riesgo (subprime) están expulsando a millones de familias de sus hogares según el Center for Responsible Lending (Centro para un Endeudamiento Responsable). Se considera que 2,2 millones de préstamos hipotecarios de alto riesgo concedidos durante los últimos años han terminado en quiebra o acabarán en ejecución hipotecaria (remate de la propiedad). Los propietarios de las viviendas perderán 164.000 millones de dólares con estas operaciones ejecutivas, según prevé el Center for Responsible Lending. En total, las pérdidas derivadas de la caída de precios de la vivienda pueden alcanzar los 2 billones de dólares (US$ 2.000.000.000.000). Una de cada cinco hipotecas de alto riesgo suscritas durante los últimos dos años acabará probablemente en ejecución hipotecaria.

6. Uno de cada seis niños vive en la pobreza. En 2006, la tasa de pobreza en Estados Unidos era de 12,3%, que en el caso de los niños ascendía a 17,4%, según informe de la Office of Management and Budget. En 2007 la cifra se incrementó al 24,5%. Además, según la Oficina del Censo (Census Bureau), 47 millones de personas no tenían seguro de enfermedad en 2006, lo que representa el 15,8 % de la población.

jueves, 17 de enero de 2008

PIDEN RENUNCIA DE BUSH Y CHENEY

George McGovern, senador demócrata y excandidato a la presidencia de los EE.UU. señala que el gobierno de Bush "debe ser sometido a juicio político por los crímenes que ha cometido y porque le ha mentido al país y al mundo entero una y otra vez"


Mis razones por las que Bush debe renunciar

George McGovern.
The Washington Post.

En este octavo año del Gobierno de Bush-Cheney he llegado a la penosa conclusión de que el único camino honroso que debo asumir es el de instar a que tanto el presidente como su vicepresidente se sometan a juicio político.
Después de los comicios presidenciales de 1972, me mantuve al margen de los llamados a favor de que el Presidente Richard Nixon se sometiera a un juicio político por su mala conducta durante la campaña. Me pareció que si me sumaba a las voces que pedían ese proceso, ello se vería como una expresión de venganza personal contra el presidente que me había derrotado.
Hoy adopto una posición diferente.
Desde luego, no parece que haya mucho respaldo bipartidista para ese juicio polít
ico.
La palestra política se caracteriza por un partidismo estrecho y superficial, en especial entre los republicanos, así como por una falta de coraje y de integridad entre los políticos demócratas. Por tanto, las probabilidades de que se celebre un juicio político apoyado por ambos partidos y que de éste se derive en una condena, no son promisorias. Aùn así ¿cuáles son los hechos?

A todas luces, Bush y Cheney son culpables de numerosos delitos impugnables.
En repetidas ocasiones han violado la Carta Magna y han transgredido el derecho nacional y el internacional. Le han mentido al pueblo estadounidense una y otra vez. Sus conductas y sus políticas bárbaras han empañado la imagen de nuestro entrañable país ante los ojos del mundo en una situación sin paralelos en nuestra historia. Son estos verdaderos “crímenes y fechorías de marca mayor”, según la norma constitucional.
Desde el principio, la toma del poder por parte del equipo de Bush y Cheney fue el resultado de elecciones en tela de juicio, las cuales quizá debieron haberse emplazado oficialmente, y tal vez debieron haber sido objeto de incluso una investigación solicitada por el Congreso.

Durante el régimen de Bush-Cheney, los fundamentos de la democracia estadounidense se han socavado. El compromiso que ha dominado a este gobierno ha sido el de la guerra asesina, ilegal e insensata contra el Iraq. Esa empresa irresponsable ha provocado la muerte de casi 4.000 estadounidenses, ha mutilado física o mentalmente a compatriotas cuyo número supera con creces a esa cifra, ha segado la vida a unos 600.000 iraquíes y ha arrasado a ese país.
El costo económico para los Estados Unidos asciende hoy día a 250 millones de dólares diarios y ese costo debe superar un millón de millones de dólares, gr
an parte de los cuales los hemos obtenido endeudándonos con China y otras naciones, y ahora nuestra deuda nacional alcanza los nueve millones de millones de dólares, la más abultada de nuestra historia.
Todo lo anterior ha ocurrido en ausencia de una guerra declarada por el Congreso, tal como la Constitución lo exige en términos claros, en desafío a la Carta de las Naciones
Unidas y en violación del derecho internacional. Esta indiferencia temeraria hacia la vida y hacia los bienes materiales, así como hacia el derecho constitucional, se ha visto acompañada por el maltrato de prisioneros, incluida la tortura sistemática, lo cual infringe de manera directa los Convenios de Ginebra de 1949.
No he participado activamente en las alabanzas al Gobierno de Nixon. Sin embargo, los argumentos a favor de impugnar a Bush y a Cheney son mucho más sólidos que los aplicables a Nixon y a su vicepresidente Spiro T. Agnew después de los comicios de 1972. La nación estaría mucho más protegida y sería más productiva con la presidencia de Nixon que con la de Bush. De hecho, ¿habrá existido en nuestra historia nacional un gobierno que haya provocado más daños que el de Bush-Cheney?
¿Cómo pudo una gran nación, otrora digna de admiración, caer en este lodazal de asesinatos, inmoralidades y anarquía?
Ello obedeció en parte a que el equipo de Bush-Cheney, en repetidas ocasiones, engañó al Congreso, a la prensa y a la población, a quienes hizo creer que Saddam Hussein poseía armamento nuclear y otros aterradores medios prohibidos, los cuales representaban una “amenaza inminente” para los Estados Unidos. El Gobierno también logró que la población creyera que el Iraq había tenido que ver con los actos del 11 de septiembre: otra fragrante mentira. En los últimos años, en muchas ocasiones recuerdo la máxima sentenciada por Jefferson: “De hecho tiemblo por mi país cuando pienso que Dios es justo”.

La estrategia del Gobierno se ha basado en estimular un clima de miedo y en explotar los ataques de Al-Qaeda en 2001, no sólo como justificación para invadir el Irak, sino también como excusa para comportamientos peligrosos tales como la intervención ilegal de nuestras conversaciones telefónicas realizadas por agentes gubernamentales. Ese mismo miedo azuzado ha llevado a voceros gubernamentales y a periodistas serviles a dejar entrever que estamos en guerra contra todo el mundo árabe y musulmán compuesto por más de mil millones de habitantes.
Otra espantosa farsa ha sido el envío de prisioneros recogidos en las calles de Afganistán a la Bahía de Guantánamo en Cuba y a otros países, sin darles el beneficio de presentarse ante un tribunal, tal como se prevé en nuestras leyes desde hace mucho tiempo.
Aunque en agosto pasado conoció a través de los órganos de inteligencia que el Irán no tenía programa alguno para concebir armas nucleares, el Presidente siguió mintiendo a nuestro país y al mundo. Se trata de la misma estrategia de engaño que nos llevó a la guerra en el Desierto Arábigo y que pudiera conducirnos a una invasión injustificada en Irán. A partir de mi conocimiento profesional y mi experiencia, puedo afirmar que si Bush invade a otro estado petrolero musulmán, ello pondrá fin a la influencia estadounidense en la decisiva región del Oriente Medio, y esa influencia no se recuperará en decenios.
Resulta irónico: mientras Bush y Cheney convertían la lucha contra el terrorismo en su grito de guerra, sus políticas, en especial la contienda en el Irak, han empeorado la amenaza terrorista y han reducido la protección de los Estados Unidos. Pensemos en la diferencia entre las políticas del Presidente Bush padre y las de su hijo. Cuando el ejército iraquí invadió Kuwait en agosto de 1990, el Presidente George H.W. Bush aunó el apoyo de todo el mundo, incluidas las Naciones Unidas, la Unión Europea y casi toda la Liga Árabe, y con ello expulsó de Kuwait a las fuerzas iraquíes rápidamente. Los sauditas y los japoneses asumieron gran parte de los gastos. En lugar de empantanarse en una costosa ocupación, el Gobierno formuló una política de contención contra el régimen del Partido Baath, sustentada en inspectores internacionales de armamentos, zonas de prohibición de vuelos y sanciones económicas. El Iraq se mantuvo como un país estable sin capacidad alguna para amenazar a otros.

Hoy día, después de cinco años de políticas torpes y erradas y de una ocupación militar estadounidense, el Irak se ha convertido en cardo de cultivo para el terrorismo y se ha sumido en un sangriento conflicto civil. Para nadie es secreto que el ex presidente Bush, su canciller James A. Baker III, y su asesor para la seguridad nacional, el general Brent Scowcroft, se opusieron a la invasión y ocupación del Iraq en 2003.
Al espantoso desdén presidencial hacia la responsabilidad legal y moral se suma la escandalosa indiferencia y la respuesta ineficaz ante la catástrofe provocada por el Huracán Katrina. Jack Cafferty, veterano comentarista de CNN resumió los hechos en la frase siguiente: “Jamás había visto una situación que se manejara con tanta incompetencia como la de Nueva Orleans. Cualquier juicio político debe comprender una investigación detallada y crítica del derrumbe del presidente como líder a raíz de tal vez el peor desastre natural de la historia de los Estados Unidos".
Desde luego, es poco probable que se entable un juicio político. Sin embargo, debemos instar a que el Congreso actúe. En términos sencillos, el juicio político es un procedimiento consagrado en la Constitución para encausar a los presidentes que violen la Constitución y las leyes de la tierra.
El juicio político sirve también para comunicar a los estadounidenses y al mundo que entre nosotros hay quienes nos preocupamos bastante por la actual marcha a la deriva de nuestro país y apoyamos la impugnación de los falsos profetas que nos han conducido sin rumbo. En mi opinión, esa es la posición decorosa de todo patriota estadounidense.

Hace dos años, la ex congresista Elizabeth Holtzman, quien desempeñó un papel protagónico en el juicio político contra Nixon, escribió: "no fue hasta que se conoció hace poco que el Presidente Bush había ordenado la intervención telefónica de cientos, probablemente miles, de estadounidenses en violación de la Ley sobre la Vigilancia Extranjera, y que arguyó para ello que en su condición de Comandante en Jefe tenía el derecho de desconocer las leyes de nuestro país para satisfacer los intereses de la seguridad nacional, que volví a sentir el mismo salto en el estómago que tuve durante Watergate…El presidente, cualquier presidente que se crea por encima de la ley y la viole en repetidas ocasiones, comete crímenes y fechorías de marca mayor”.
Creo que hay probabilidades para sanar las heridas sufridas por esta nación en el primer decenio del siglo XXI. La recuperación podrá demorar una generación y dependerá de que se elijan presidentes y congresos sensatos. Tengo 85 años, por lo que no seré testigo del difícil proceso de reconstrucción de nuestro país tan lacerado, pero quisiera vivir lo suficiente para ver el inicio del proceso de sanar.
En mi vida adulta, jamás ha habido un día en el que no haya estado dispuesto a sacrificar mi existencia para salvar a los Estados Unidos de peligros reales, como los que nos asecharon cuando participé en la Segunda Guerra Mundial como piloto de bombarderos. Debemos ser una gran nación, porque de vez en cuando cometemos errores gigantescos, pero hasta ahora, hemos logrado sobrevivir y recuperarnos.

Ver texto completo en The Washington Post

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