miércoles, 26 de septiembre de 2018

Sudáfrica: de Sharpeville a Marikana

Alejandro Nadal, La Jornada

Una distancia de 180 kilómetros separa las localidades de Sharpeville y Marikana en la provincia de Gauteng, Sudáfrica. Por la carretera N1 el recorrido toma menos de dos horas. Pero por un trágico paralelismo, la distancia histórica entre ambos lugares es mucho más corta. Ambos sitios han sido escenarios de terribles masacres en contra de una clase trabajadora que sólo aspiraba a mejorar sus condiciones de vida luchando por medios no violentos.

La mañana del 21 de marzo 1960 una manifestación pacífica en contra de la ley de pases llegó hasta el centro de Sharpeville. Esa legislación imponía rígidos controles sobre el desplazamiento de la población negra en todo el país. Esa norma era una pieza importante en la política de segregación racial que desde 1948 buscaba consolidar el dominio de la minoría blanca. Los pases oficiales muy rápidamente se convirtieron en rutina odiosa para la población negra. A lo largo de la década de los años 1950 el Congreso Nacional Africano (CNA) organizó movilizaciones pacíficas para luchar contra el sistema de pases, así como el régimen de localización forzosa de la población negra en los townships, que no eran otra cosa que tugurios en los que el hacinamiento y la miseria convivían con la represión como hermanos gemelos.

Ese día la policía abrió fuego contra los manifestantes y cuando cesaron los disparos 69 personas yacían muertas, incluyendo mujeres y niños. Otras 180 habían sido heridas por las balas. Para tratar de controlar la indignación que siguió la matanza, el gobierno impuso el estado de sitio e intensificó la represión, proscribió el CNA (que pasó a la clandestinidad) y en unos cuantos días arrestó a más de 11 mil personas. El nombre de Sharpeville recorrió el mundo, atrayendo la atención sobre el oprobioso régimen del apartheid y la lucha de la mayoría negra.

Beijing cancela negociaciones comerciales con Washington tras sanciones de EEUU por compra de armas

Nick Beams, wsws

En una escalada significativa de las tensiones globales, Estados Unidos impuso sanciones a una unidad militar china y su director por comprar equipo militar al principal exportador de armas de Rusia, Rosoboronexport, en contravención de una prohibición unilateral impuesta por Washington en 2017.

China ha tomado represalias contra la medida al cancelar las negociaciones comerciales y una visita de alto nivel a Washington del vice primer ministro Liu, programada para la próxima semana.

Al anunciar la prohibición impuesta el jueves, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que el Departamento de Desarrollo de Equipos de China y su director Li Shangfu realizaron una "transacción significativa" que involucró la compra de aviones de combate Su-35 en 2017 y misiles S-400 en 2018.

Las compras fueron declaradas por los EEUU en contravención de la ley Contra los Adversarios a través de Sanciones de los Estados Unidos de 2017, legislada en respuesta a la supuesta interferencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016.

La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, dijo que las sanciones contra la unidad militar china fueron invocadas para "imponer costos adicionales al Gobierno ruso en respuesta a sus actividades malignas". Estados Unidos continuaría instando a todos los países a restringir las relaciones con los sectores de inteligencia y defensa rusos, "ambos de los cuales están vinculados a actividades malignas en todo el mundo".

martes, 25 de septiembre de 2018

Yanis Varufakis: Las tres tribus de la austeridad


Ninguna política es tan contraproducente en épocas de recesión como tratar de obtener superávit fiscal con el objetivo de contener la deuda pública; es decir, las políticas de austeridad. Mientras se acerca el décimo aniversario del derrumbe de Lehman Brothers, cabe preguntarnos por qué la austeridad despertó tanto entusiasmo en las élites políticas de Occidente después de la implosión del sector financiero en 2008.

El argumento económico contra la austeridad es claro y contundente: una desaceleración económica, por definición, implica reducción del gasto del sector privado. Cuando en respuesta a la caída de la recaudación tributaria un gobierno recorta el gasto público, deprime sin darse cuenta el producto nacional (que es la suma del gasto privado y público) e inevitablemente, sus propios ingresos. De tal modo, dificulta el objetivo original de reducir el déficit.

Es evidente entonces que debe haber otra motivación, no económica, para defender la austeridad. En la práctica, los partidarios de la austeridad se dividen en tres tribus bastante diferentes, cada una de las cuales tiene motivos propios para promoverla.

domingo, 23 de septiembre de 2018

El componente militarista de la guerra comercial de Trump

Nick Beams, wsws

La imposición de Washington el lunes de una nueva ronda de aranceles a las importaciones chinas y las subsecuentes declaraciones del presidente Trump sobre el creciente conflicto comercial han aclarado las fuerzas impulsoras esenciales de la política estadounidense.

Según las nuevas medidas, unos 200 mil millones de dólares en productos chinos recibirán un impuesto del 10 por ciento desde el próximo lunes, que aumentará al 25 por ciento en enero de 2019, a menos que, en un desarrollo muy improbable, EEUU logre la capitulación completa de Beijing.

Si bien China es actualmente el objetivo principal, la administración de Trump considera que Estados Unidos está involucrado en una guerra económica contra el resto del mundo.

Como ha destacado el World Socialist Web Site, la fuerza impulsora del conflicto es el declive económico a largo plazo de los EEUU frente a sus antiguos rivales, principalmente Alemania y Japón, y su temor al surgimiento de uno nuevo como podría ser China.

Esto fue subrayado por las declaraciones hechas por Trump en una conferencia de prensa el martes con el presidente polaco, Andrzej Duda. Respondiendo a una pregunta sobre las medidas arancelarias impuestas el día anterior, Trump lanzó una serie de denuncias dirigidas contra los principales socios comerciales de los EEUU.

sábado, 22 de septiembre de 2018

Una guerra contra el proyecto chino

La "Nueva ruta de la seda" es el único proyecto abierto, integrador, universalista y no basado en la lógica de la imposición del más fuerte que existe en el mundo de hoy
Rafael Poch, ctxt

Donald Trump ha lanzado esta semana aranceles por valor de 200.000 millones de dólares contra productos chinos que se suman a anteriores medidas. No tiene que ver con aluminio, ni coches, ni acero, como ocurre con Europa, sino que hay que leerlo como una exigencia de que China renuncie a su ascenso al estatus de gran potencia. Y esa exigencia está respaldada militarmente. Es decir, la guerra comercial que Washington ha declarado tiene grandes posibilidades de ser un prolegómeno de una guerra propiamente dicha, una guerra militar. Veamos por qué.

La política china está ganando peso y prestigio en el mundo desde cualquier punto de vista con su llamada “Nueva ruta de la seda” ( Belt and Road Initiative ). Los desórdenes del presidente broncas colocan a Xi Jinping en el papel de serio y previsible estadista de proyección mundial. Su prudencia y previsibilidad contrastan aún más al lado de la oferta que Estados Unidos viene lanzando al mundo: una oferta basada en la fuerza, mayormente militar, y regida por la fórmula, “o estás conmigo, o estás contra mí”. Al lado de eso, la “Nueva ruta de la seda” es el único proyecto abierto, integrador, universalista y no basado en la lógica de la imposición del más fuerte que existe en el mundo de hoy. ¿Qué significa?

viernes, 21 de septiembre de 2018

Rescates bancarios después de Lehman Brothers: Unión sagrada para una sagrada estafa

En este texto escrito en 2008, Éric Toussaint denunciaba las respuestas dadas por los gobiernos a la crisis bancaria internacional y anticipaba lo que efectivamente llegó en los años siguientes: un aumento muy importante de la deuda pública y una aceleración en las políticas de austeridad. Explicaba también que todo eso era evitable ya que se podían tomar medidas radicales para evitarlo. En ese momento, Éric Toussaint abogaba por la estatización de los bancos. Pero su posición ha evolucionado y ahora es la de socializar los bancos y las compañías de seguros bajo control ciudadano.

Eric Toussaint, CADTM

El rescate de los bancos y aseguradoras privadas realizado en septiembre-octubre de 2008 constituye una elección política fuerte que no tenía nada de ineludible y que ancla al futuro en varios niveles decisivos.

En primer lugar, el costo de la operación es asumido enteramente por los poderes públicos, lo que implicará un aumento muy importante de la deuda pública [1]. La crisis capitalista actual, que durará al menos varios años, incluso una década, [2] implicará una reducción de los ingresos del Estado mientras que aumentarán sus gastos vinculados al reembolso de la deuda. En consecuencia, las presiones para reducir los gastos sociales serán muy fuertes.

Los gobiernos de Estados Unidos y Europa sustituyeron un tambaleante andamiaje de deudas privadas por una aplastante acumulación de deudas públicas. Según el banco Barclays, los gobiernos europeos de la zona euro emitirán, en 2009, nuevos títulos de deuda pública por un importe que debería alcanzar los 925.000 millones de euros [3]. Se trata de una suma colosal, sin contar las nuevas emisiones de bonos del Tesoro por Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón, Canadá, etc. Sin embargo, hasta hace poco tiempo, había un consenso de los mismos gobiernos para reducir la deuda pública.

La inestabilidad neoliberal en Latinoamérica

Alfredo Serrano Mancilla, Público

Estabilidad, confianza, certidumbre y eficiencia son las cuatro promesas más repetidas por cualquier proyecto neoliberal. ¿Se cumplen? ¿Es un gobierno neoliberal capaz de dar estabilidad a un país? ¿Saben cómo generar confianza y certidumbre? ¿Logran tener economías eficientes? Veamos qué sucede en Latinoamérica. Empecemos por Argentina.

Crear un buen eslogan es siempre más fácil que estabilizar la economía de un país en un ambiente de fuerte restricción externa. El macrismo se desgasta a mucha más velocidad de lo previsible porque demuestra que no sabe gobernar ni gestionar. En algo menos de tres años consiguió que el país esté patas arriba. La economía no va, se mire por donde se mire. La inflación apunta este año 2018 a estar por encima del 40% según las últimas estimaciones oficiales, a pesar de que la tenían calculada en el 15% a fines del año pasado. La economía se contraerá por encima del 2%, aunque habían pronosticado que crecería por encima del 3%. La liberalización cambiaria provocó una devaluación que no tiene fin: en este tiempo lo llevaron de 10 pesos hasta casi 40, y veremos cómo acaba. La inversión extranjera jamás llegó. Se prometieron dólares que era imposible de producirlos en casa, y sólo han podido ser obtenidos parcialmente, con una deuda eterna con el mundo. El Fondo Monetario Internacional pide más ajuste: más recortes sociales, menos salarios, provocando así que la demanda interna pierda toda su fuerza como motor económico. La tasa de interés va por el 60%: espaldarazo ideal para que la economía financiarizada acabe con la economía real. La industria se desmorona. La balanza comercial es cada día más deficitaria tras la liberalización de las importaciones.

jueves, 20 de septiembre de 2018

Dolarización creciente de la economía en Argentina

Julio C. Gambina

La situación económica se agrava para la mayoría de la sociedad en la Argentina.

Un indicador importante deriva de un dólar por encima de los 40 pesos u oscilando en torno a ese precio, sin que nadie pueda asegurar que la divisa estadounidense llegó ya a su techo.

En rigor, esa cotización del dólar perjudica la condición de vida de la mayoría de la población, pero favorece a muy pocos y concentrados productores y exportadores junto a especuladores locales y externos que acumulan con operaciones en el mercado local.

No es cierto que la devaluación perjudique a todos por igual. Existe un núcleo de poder económico que con la corrección cambiaria sale enormemente beneficiado, con mejor rentabilidad e ingreso para acrecentar la acumulación de riqueza.

La devaluación resulta un mecanismo de transferencia de ingresos y riqueza hacia acreedores externos y grandes exportadores.

Un futuro promisorio

Variados “opinólogos” sobre economía y política, del gobierno y especialmente críticos por derecha, sostienen que ahora, con este dólar el país será más competitivo, lo que ofrecerá mejores condiciones al balance de pagos en el mediano plazo.

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