jueves, 26 de octubre de 2017

¿La economía solidaria representa un modelo viable a escala global?

Fernando de la Cuadra, Rebelión

Hace ya algunas décadas el economista húngaro Karl Polanyi apuntaba que es posible pensar que existen formas de integración o de funcionamiento de la economía que no se asientan necesariamente en instituciones monetarias basadas en el intercambio convencional, es decir, que superan los movimientos de “doble mano” que se producen en el lugar del mercado, el cual representaría su locus por excelencia . De esta manera, Polanyi propuso algunas visiones alternativas de aquella existente en la economía capitalista, identificando en esa construcción tres principios de distribución distintos al modelo de intercambio mediado por el mercado y orientado a la ganancia, a saber, la administración doméstica, la redistribución y la reciprocidad . Según él, en la economía real pueden coexistir dos o más principios en los cuales esté presente inclusive la ganancia monetaria, aunque su presencia no necesariamente debe representar el principio dominante.

La importancia de estas formas para entender la actividad económica, residiría en que ellas no solo poseen una dimensión histórica sino que además ostentan una expresión empírica demostrable en actividades concretas realizadas por las personas, lo cual demostraría las limitaciones de la perspectiva de Olson y seguidores, en torno al lugar central ocupado por el comportamiento egoísta y la acción racional que tendrían los grupos y sus miembros individuales en las actividades desarrolladas cotidianamente.

Especialmente la noción de reciprocidad permite visualizar otros aspectos en torno a los cuales se organizan las sociedades, ya no basadas únicamente en la idea de interés y de competencia entre las personas y las organizaciones, sino también o sobre todo en torno a prácticas de cooperación destinadas a preservar los lazos sociales dentro y entre los diversos tipos de agrupaciones

miércoles, 25 de octubre de 2017

TLCAN: el lobby automotriz vs Trump

Alejandro Nadal, La Jornada

La terminación del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN) se consideraba poco probable hace unos meses. Pero conforme avanzan las negociaciones al respecto, el perfil de esa posibilidad empieza a vislumbrarse de manera más nítida en el horizonte. Desde el comienzo de las pláticas el representante de comercio estadounidense, Robert Lighthizer, dejó claro que el objetivo no era introducir modificaciones de cosmético o poner al día los capítulos secundarios del tratado. Lo que se busca, dijo, es el rediseño sustancial del tratado para hacerlo más justo.

En su más reciente rueda de prensa Lighthizer declaró que sus contrapartes no han indicado estar interesados en realizar los cambios que se necesitan para reducir el déficit comercial que enfrenta Estados Unidos (EEUU). Esas palabras podrían ser parte de una estrategia de diálogo, pero también pueden ser el anuncio de que se busca torpedear las negociaciones para provocar la salida del TLCAN. La reciente propuesta del equipo de EEUU de que el tratado sea revisado cada 5 años es vista por los inversionistas como la amenaza que confirma lo anterior.

Existen poderosos grupos económicos en Estados Unidos interesados en impedir el derrumbe del tratado. Entre los más fuertes se encuentra la industria automotriz. Esta semana se ha manifestado una coalición de los principales productores de esa rama con la finalidad de convencer a la Casa Blanca de que el acuerdo comercial ha sido fundamental para la producción y la creación de empleos en el complejo automotriz.

Secretario del Tesoro estadounidense al Congreso: Pasen los recortes fiscales o los mercados se estancarán

Nick Beams, wsws

El secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, expuso el sucio secreto detrás del auge de los valores bursátiles en Wall Street, de que está basado completamente en la canalización de dinero a las corporaciones y superricos.

En una entrevista extraordinaria para la revista Politico publicada el pasado miércoles, en vísperas del voto del Senado que buscaba impulsar la agenda de recortes fiscales del Gobierno de Trump y también el trigésimo aniversario del colapso financiero de 1987, Mnuchin advirtió que el mercado bursátil se estancaría si no se pasaba la “reforma” fiscal.

“No cabe duda de que la buena racha del mercado bursátil le ha proporcionado expectativas razonablemente altas sobre nuestra habilidad para poder llevar a cabo recortes fiscales y la reforma fiscal”, dijo. “En la medida que podamos finalizar el acuerdo fiscal, el mercado bursátil llegará más alto. Sin embargo, no me cabe duda del todo de que, si no lo logramos, verán un revés en una parte significativa de sus ganancias”.

Bajo condiciones en las que el mercado se ha disparado alrededor de 25 por ciento desde la elección de Trump, los comentarios de Mnuchin constituyen una amenaza abierta al Congreso que será declarado responsable por cualquier corrida o crac importante de no aprobar la disminución de impuestos. Su entrevista tuvo lugar mientras el índice bursátil Dow Jones superó los 23 000 puntos, un nuevo récord. Según un analista citado en el Financial Times, la bolsa de valores estadounidense “se ha emborrachado con esperanzas de una reforma fiscal”.

martes, 24 de octubre de 2017

Similitudes y diferencias entre España y Venezuela

Pascual Serrano, Publico

El desarrollo de los acontecimientos en Cataluña está generando muchas discusiones en torno a la licitud, la legitimidad o la legalidad de algunos actos, bien por parte del Govern catalán bien por el español. Se debate, por ejemplo, si es el gobierno el que actúa de forma unilateral o lo hace con el aval de los jueces o tribunales, se debate también si unas acciones consideradas ilegales por los jueces logran legitimidad cuando son apoyadas por cientos de miles de personas en la calle. Todo ello, como no, tamizado por los medios de comunicación, que son el filtro con el que hace tiempo que los ciudadanos ven la realidad. Estos elementos me hacen apreciar algunas similitudes con Venezuela que vale la pena analizar para, entre otras cosas, dejar en evidencia el doble rasero de muchos. Sin embargo, existen algunos elementos diferentes que también debemos tener en cuenta. Veamos.

Reivindicaciones y manifestaciones


Similitudes:

Tanto en Venezuela como en Cataluña miles de manifestantes salieron a la calle con exigencias que no se ajustaban a las legislaciones vigentes ni contaban con el apoyo legislativo suficiente en los órganos competentes. En Venezuela pedían la dimisión del presidente y la suspensión de la elección de la Asamblea Constituyente (convocada por Maduro con el aval de la Constitución), ninguna de esas dos reivindicaciones contaban con apoyo legal. En Cataluña piden que sea vinculante el referéndum del 1 de octubre, lo cual tampoco se ajusta a la legalidad española.

lunes, 23 de octubre de 2017

La guerra de Trump –y Franco– contra la ciencia ¡Viva la muerte!

Ariel Dorfman, Pagina 12

¡Abajo la inteligencia! ¡Viva la muerte!

Siempre ha sido importante recordar aquellas iracundas palabras del general Millán Astray, pronunciadas en el paraninfo de la Universidad de Salamanca el 12 de octubre de 1936, pero tal ejercicio de la memoria es urgente hoy por lo que nos dice, no acerca de los delirios del pasado sino acerca de las urgencias del presente. En efecto, ochenta y un años después de que ese general amigo y mentor de Franco lanzara frases tan infames, ellas cobran una nueva relevancia, sirven para adentrarnos, más que en la Guerra Civil española, en otro tipo de guerra, la guerra contra la ciencia que está promoviendo el gobierno de Donald Trump.

Sería superficial y simplista aseverar, como algunos lo vociferan, que el país de Lincoln se encuentra a punto de caer en las garras de un fascismo como el que asoló a Europa, a pesar del despliegue de svásticas y antorchas nazis en Charlottesville. Lo que sí es cierto, en cambio, es que nunca antes en la historia de los Estados Unidos se había producido un asalto tan feroz a la verdad objetiva y la racionalidad.

Aunque ya Richard Hofstadter había denunciado en su libro clásico de 1963, Anti-Intellectualism in America, la profunda tendencia yanqui a menospreciar a los intelectuales, no pudo haber anticipado que ocuparía algún día la Casa Blanca alguien que ostentara una mezcla tan tóxica de ignorancia y mendacidad, una tal falta de curiosidad y desdén por el uso de la mente.

El presunto misterio de los salarios congelados

Immanuel Wallerstein, La Jornada

Según la teoría económica neoclásica, la relación entre los salarios y los empleos es una relación simple. Cuando no hay mucha demanda de trabajo, los salarios sufren. Los obreros compiten unos contra otros por conseguir el empleo. Pero cuando existe gran demanda de trabajo, los salarios suben. Los empleadores compiten entre ellos para conseguir la ahora escasa fuerza laboral. Este ciclo cambiante se dice que mantiene el fluido funcionamiento del sistema de libre mercado, garantizando un vaivén constante en el equilibrio en movimiento.

Ocurre ahora que este proceso cíclico ya no está funcionando de ese modo, y para los expertos y los académicos esto resulta un rompecabezas muy grande y es difícil explicarlo. Las explicaciones son variadas y múltiples. Lo que parece estar en el corazón es que existe una nueva condición normal. Pero cómo, y cómo funciona. En la edición del 8 de octubre del New York Times, el artículo principal de la sección dominical de Negocios tenía el siguiente encabezado: Hay muchos empleos: no hay paga suficiente: pesar de que se tensen los mercados laborales de las economías principales, el bajo desempleo no es suficiente para disparar ganancias robustas en los salarios.

Se nos ofrece la explicación de que hay un incremento en los empleos temporales o de tiempo parcial, más los robots. El argumento es que esto hace que el empleador sea menos dependiente de los trabajadores de tiempo completo. Los sindicatos son más débiles, y a los obreros les resulta más difícil enfrentar a los empleadores. Todo esto, por supuesto, es cierto. Pero, ¿por qué ahora y nunca antes?

Por qué las derechas y muchas izquierdas españolas no entienden o no quieren entender lo que pasa en Catalunya

Vicenç Navarro, Publico

Una de las razones que se dan con mayor frecuencia en círculos del establishment político-mediático español para explicar el crecimiento del independentismo en Catalunya es que la mayoría de la población catalana ha sido sujeta a un lavado de cerebro durante la mayoría de los años de gobierno en Catalunya por partidos nacionalistas catalanistas, lo que explica su creciente deseo de separarse del resto de España, deseo que sería fruto de su supuesto adoctrinamiento en un sentimiento anti-español. Ha habido voces, predominantemente de la derecha catalana, de orientación conservadora y/o neoliberal, que han ayudado a que se creara esta percepción a través de mensajes y eslóganes como “España nos roba”, con los que han contribuido a la extensión en España de tal lectura de lo que está ocurriendo en Catalunya. Las declaraciones en La Sexta Noche del que fue presidente de la Comunidad de Castilla-La Mancha, y Ministro de Defensa durante el gobierno del PSOE (dirigido por el Sr. Zapatero), el Sr. José Bono, son un caso claro de este pensamiento dominante que atribuye lo que pasa en Catalunya a una manipulación de los sistemas públicos de información y de las instituciones públicas de reproducción de valores por parte de los partidos gobernantes en la Generalitat de Catalunya.

Sin negar la instrumentalización de tales medios por los gobiernos Pujol, Mas y Puigdemont (que yo he criticado extensamente), que se presenta incluso con mayor intensidad en las otras comunidades autónomas de España (donde los medios de información están también instrumentalizadas por los partidos gobernantes), tal hecho es insuficiente para explicar el creciente deseo que existe entre grandes sectores de la población catalana de separarse de España. Dicha manipulación de los medios de información por parte de los gobiernos nacionalistas catalanistas de la Generalitat de Catalunya ha sido constante durante más de treinta años de mandato y, sin embargo, el crecimiento del independentismo se ha dado solo recientemente y de una manera muy rápida, y muy en especial, desde que el Tribunal Constitucional del Estado español rechazó elementos muy importantes del Estatut propuesto por el gobierno catalán tripartito presidido por el socialista Pasqual Maragall (durante los pocos años que Catalunya ha estado gobernada por las izquierdas), y que fue aprobado por el Parlament, por las Cortes Españolas y refrendado, más tarde, por el pueblo de Catalunya.

domingo, 22 de octubre de 2017

Las sanciones de Trump contra Venezuela ¿Será posible la recuperación económica?

Mark Weisbrot, The Nation

Las sanciones impuestas la semana pasada por el gobierno de Trump han cambiado significativamente la situación económica a la que se enfrenta Venezuela, y las opciones en materia de políticas abiertas al gobierno para recuperarse de una profunda depresión. Esto se suma a los daños inmediatos y al sufrimiento que causarán en cuanto a una agudización de la escasez de alimentos, medicinas y otros artículos de primera necesidad, junto al daño a la economía.

Previo a estas últimas sanciones, el gobierno contaba con la posibilidad de poner en marcha un programa de recuperación económica que pudo haber reiniciado el crecimiento económico. A diferencia de la mayoría de los países que sufren una crisis de balanza de pagos, Venezuela no necesariamente tendría que pasar por un periodo de “ajuste estructural”, como solía llamarse hasta que los programas del FMI dieron a este término una mala reputación. Con este tipo de ajuste, los niveles de vida suelen caer, al menos a corto plazo, porque el país tiene que recortar las importaciones para equilibrar las cuentas externas. Pero las importaciones en Venezuela ya se han visto recortadas en más de 75 por ciento desde 2012. Esta es una cifra asombrosa. Para comparar, Grecia ha recortado sus importaciones por aproximadamente 31 por ciento después de sufrir una depresión por la mayor parte de los últimos siete años, es decir dos veces la duración de la depresión actual en Venezuela.

Esto significa que la economía venezolana podría comenzar a recuperarse con bastante celeridad en respuesta a las reformas adecuadas, sin tener que sufrir nuevas reducciones en la producción o en el empleo. Por lo menos esa era la situación hasta el pasado viernes, cuando Trump emitió su orden ejecutiva.

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