jueves, 27 de abril de 2017

Cumbre del FMI refleja proximidad a una guerra comercial a nivel global

Nick Beams, wsws.org

En otro paso hacia el estallido de una guerra comercial a nivel global, el Fondo Monetario Internacional se convirtió este fin de semana en la segunda organización económica global en descartar su compromiso a “resistirse a todas las formas de proteccionismo”.

Ante el trasfondo de la decisión en marzo de los ministros de finanzas del G20 de retirar dicha promesa de su comunicado, el FMI adoptó el mismo curso de acción en sus Reuniones de Primavera en Washington. En ambos casos, abandonaron su postura oficial de “libre comercio” debido a la presión del gobierno de Trump, en consonancia con el programa de “EEUU ante todo” de la Casa Blanca.

Cambiando su tradicional postura, la declaración emitida por el Comité Monetario y Financiero Internacional de la institución (CMFI) ahora procura “promover la igualdad de condiciones en el comercio internacional”.

El actual presidente del CMFI, Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, buscó restarle importancia a la decisión, sugiriendo que la redacción previa fue sacada porque “el uso de la palabra proteccionismo es muy ambiguo”.

En realidad, la omisión del rechazo al proteccionismo es una inconfundible expresión del aumento en las tensiones comerciales, impulsadas sobre todo por la administración de Trump.

lunes, 24 de abril de 2017

Mientras más loco Trump, más en serio lo toma el mundo


Robert Fisk, La Jornada

Mientras más peligroso se vuelve el chiflado presidente estadounidense, más sano cree el mundo que está. Basta con mirar la mitad inicial de sus primeros 100 días en el cargo: los frenéticos tuits, las mentiras, las fantasías y valoración de sí mismo de este líder misógino del mundo occidental nos tenían pasmados a todos. Pero en el momento en que se lanzó a la guerra en Yemen, disparó misiles a Siria y bombardeó Afganistán, hasta los medios estadounidenses a los que Trump había condenado con tanta ferocidad comenzaron a tratarlo con respeto. Y lo mismo hizo el resto del planeta.

Una cosa es tener en la Casa Blanca a un lunático que ve la televisión de madrugada y tuitea todo el día. Pero ahora resulta que cuando ese lunático va a la guerra se vuelve una mejor apuesta para la democracia, un presidente fuerte que enfrenta a los tiranos (a menos que sean sauditas, turcos o egipcios) y que actúa por emoción humana y no por cinismo.

¿De qué otro modo puede uno explicarse la extraordinaria nota en el New York Times que relataba cómo la angustia de Trump ante las imágenes de la muerte de bebés sirios lo impulsó a abandonar el aislacionismo?

domingo, 23 de abril de 2017

Emmanuel Macron y Marine Le Pen disputarán la presidencia de Francia


El centrista proeuropeo Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen encabezan la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, que contó con una alta participación pese a la amenaza terrorista, según las primeras estimaciones difundidas este domingo. Macron ganó con un 23.7 por ciento de los votos, seguido por Le Pen con un 21.7 por ciento, según una estimación de Ipsos/Sopra Steria.

La encuestadora Harris Interactive, en tanto, proyectó que Macron obtuvo el 23 por ciento de los votos y Le Pen un 22 por ciento, mientras que una estimación del Ifop situó a Macron con un 23.8 por ciento y a Le Pen con un 21.6 por ciento. De confirmarse, este resultado es un revés para los partidos tradicionales que se han alternado en el poder durante décadas: el socialista del presidente saliente François Hollande y los conservadores liderados por François Fillon.

A sus 39 años, al frente de un nuevo partido, ¡En Marcha!, Macron ha ganado una apuesta que muchos daban por perdida hasta el comienzo de 2017, cuando empezó a despuntar en las encuestas. Macron dijo que "hoy cerramos claramente una página de la vida política francesa". "Los franceses han expresado su deseo de renovación", declaró el exministro de Economía de François Hollande, que con 39 años podría convertirse en el presidente más joven de la historia de Francia.

viernes, 21 de abril de 2017

Cómo el capital financiero gobierna el mundo


Nick Beams, wsws.org

Un artículo publicado la semana pasada en la página web de noticias australiana The Conversation ha puesto en dominio público algunos hallazgos importantes sobre el alcance de la dominación global del capital financiero.

Basado en una investigación llevada a cabo en el 2009, el artículo de David Peetz y Georgina Murray, académicos de la Universidad Griffith en Queensland, Australia, sintetiza su análisis del control ejercido por el capital financiero sobre las 299 mayores corporaciones del mundo (o CMGs).

A pesar de que la investigación ya tiene más de siete años, los autores señalan que, “desde entonces hemos descubierto que la tendencia es de creciente concentración en varios países en las últimas tres décadas”.

Su artículo comienza disipando el mito de que las grandes corporaciones públicas son propiedad de una gran cantidad de accionistas —una ilusión promovida continuamente en los medios de comunicación para potenciar el argumento de que los trabajadores tienen un “interés” en la bolsa de valores.

“Cuando una sola organización [el fondo de inversión estadounidense Black Rock] controla más del 6 por ciento de las acciones en las corporaciones más grandes del mundo y 30 controlan más de la mitad de todas las acciones en estas corporaciones, eso representa una concentración muy alta".

Salida del euro... en Francia


Jacques Sapir, Russeurope

Con la aparición de Jean-Luc Mélenchon entre los tres primeros lugares (en la primera vuelta de la elección presidencial francesa) la cuestión de una posible salida del euro empieza a preocupar a los mercados financieros. Crece la brecha de los diferenciales entre Francia y Alemania y aumenta la volatilidad de los mercados, sobre todo en torno a la deuda francesa.

Ahora hay dos candidatos (Le Pen y Mélenchon) que ponderan una posible salida de la moneda única. Así que tenemos que ponernos a pensar que pasaría en los primeros días de la presidencia de algunos de estos candidatos.

Antes de resolver la salida del euro, ambos candidatos proponen un nuevo escenario político, un referéndum para Marine Le Pen y negociaciones por medio del "plan A" en el caso de Jean-Luc Mélenchon. Estos escenarios son políticamente equilibrados. Respetan las convenciones de la democracia formal, pero ignoran realidades económicas y, sobre todo, no dan cuenta que los tiempos económicos y financieros son muy diferentes a los tiempos de la política.

jueves, 20 de abril de 2017

Francia ante la encrucijada


Alejandro Nadal, La Jornada

La elección presidencial en Francia este domingo es una competencia incierta en la que algunas sorpresas podrían presentarse. El resultado final podría ser decisivo para el futuro de la Unión Europea. Cuatro candidatos importantes se disputan el pasaje al Palacio del Eliseo en París. Pero los punteros son Emanuel Macron, candidato centrista que se autocalifica de independiente y Marine Le Pen, la representante de la extrema derecha. Los otros dos son François Fillon, el candidato conservador que ha caído en desgracia por su nepotismo cuando fue primer ministro, y Jean-Luc Mélenchon, el candidato de una izquierda que se anuncia insumisa.

En relación con la Unión Europea (UE), existe una línea divisoria fundamental entre Macron y Fillon, de un lado, y Mélenchon y Le Pen, del otro. Los primeros mantienen una posición claramente favorable a la UE y en favor de permanecer en la esfera del euro, mientras que los segundos prevén organizar un referendo sobre la permanencia en la UE e incluso sobre la pertenencia a la unión monetaria. Claro, la diferencia entre Le Pen (Frente Nacional) y Mélenchon (Francia Insumisa) es enorme. La primera combina posiciones racistas con un nacionalismo a ultranza, mientras que el segundo busca fortalecer la tradición generosa inspirada en lo mejor de la república francesa y su historia.

miércoles, 19 de abril de 2017

Argentina: el FMI no se muestra tan optimista con el rumbo económico de Mauricio Macri

El FMI prevé una inflación del 25,6% en Argentina para este año. La estimación es casi nueve puntos más alta que la meta oficial del Gobierno de Mauricio Macri para 2017

La pauta oficial de inflación en Argentina no sólo resulta poco creíble para los gremios de trabajadores a la hora de negociar paritarias sino también para el FMI, un viejo aliado del Gobierno de Mauricio Macri en Argentina y otros mandatarios conservadores de la región.

En su informe de perspectivas económicas globales, el organismo internacional anticipó una inflación para este año del 25,6 por ciento, por encima del techo del 17 por ciento que quiere imponer el Banco Central. Asimismo, para 2018 el cálculo oficial del 12 por ciento de suba de precios vuelve a estar por debajo de la estimación del Fondo, que se ubica en el 18,2 por ciento. En materia de crecimiento económico, para este año el FMI viene reduciendo su proyección desde el 2,8 de hace varios meses hasta el 2,2 por ciento actual, mientras que el Gobierno proyecta un 3,5 por ciento, tal como informa Página /12.

martes, 18 de abril de 2017

El desastre europeo


Fernando Luengo, Público

“La Europa de dos o más velocidades”. Consigna de moda en la siempre opaca y confusa jerga empleada en los documentos comunitarios. Aunque la expresión no es nueva en la gramática de la Unión Europea (UE) –ha justificado, por ejemplo, la decisión de crear la Unión Económica y Monetaria (UEM)-, ha cobrado una renovada actualidad. Designa uno de los cinco escenarios contemplados en el Libro Blanco sobre el futuro de Europa; concretamente el tercero, denominado “Los que desean hacer más, hacen más”. La idea es, básicamente, la siguiente. Para sacar de su letargo el denominado “proyecto comunitario”, hay que permitir -favorecer, incluso- que aquellos países dispuestos a avanzar en el proceso de integración económica e institucional den pasos en esa dirección.

Los defensores de esta estrategia sostienen que actuando de esta manera se conseguirían, cuando menos, dos objetivos. Por un lado, se despejarían incertidumbres en cuanto al futuro de la UE y de la UEM, pues los países de la primera velocidad, apostarían claramente por “Más Europa”; por otro lado, quedaría desbrozado el camino de aquellos que ahora no quieren o no pueden asumir ese plus europeo. Todo ello abriría las puertas a una Europa potente y renovada capaz de enfrentar los desafíos de la crisis y zanjaría las dudas acerca de la propia viabilidad del referido proyecto comunitario.

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