¿Cómo es posible que los yihadistas apoyados por Occidente que controlan Damasco tengan un jefe que está en una lista de los más buscados en Estados Unidos por terrorista?
Martin Jay, Strategic Culture
Los políticos occidentales están trabajando doblemente para engañar a un público crédulo que está aturdido y confundido sobre el derrocamiento del régimen de Assad, ya que algunos miembros más astutos del público podrían preguntarse cómo es posible que los yihadistas que controlan ahora Damasco no sólo hayan sido pagados con dólares de los impuestos estadounidenses, sino que tengan un jefe que está en una lista de más buscados en EEUU por ser un terrorista.
Un paso al frente del diputado supertonto David Lammy, la versión negra y torpe británica de un personaje de dibujos animados llamado Magoo. Sin embargo, el Sr. Lammy no es tan tonto como parece, así que preste atención a sus fortuitas insinuaciones en el Parlamento británico para explicárselo todo a unos votantes a los que supone más o menos descerebrados.
Recientemente el parlamentario Brendan O'Hara hizo una declaración justificando el bombardeo israelí de Siria que coincidió con la toma de Damasco por el grupo terrorista HTS, presumiblemente para asegurarse de que la artillería pesada, los aviones y los barcos no caigan en manos de los barbudos desaliñados, que, Dios no lo quiera, podrían utilizarlos contra sus patrocinadores. ¿Está aprendiendo Estados Unidos la lección de la impresionante y estúpida operación de Afganistán, en la que los soldados estadounidenses dejaron a los talibanes vehículos blindados, tanques e incluso aviones antes de huir? Posiblemente.