sábado, 18 de septiembre de 2021

Nord Stream 2: el mercado se impuso a las extorsiones

Durante tres años las administraciones estadounidenses hicieron lo imposible por detener la construcción del gasoducto Nord Stream 2 al intentar imponer su caduca política hegemónica, en un mundo globalizado cuyas naciones han observado que las leyes del mercado y de la economía pueden superar cualquier obstáculo
Hedelberto López Blanch, Rebelión

Desde 2017 cuando comenzaron las primeras inversiones y firmas de acuerdos para llevar adelante un segundo gasoducto desde Rusia a Alemania, (con el primer Nord Stream terminado en 2012 se alcanzaron grandes beneficios) el expresidente norteamericano Donald Trump lanzó una serie de “sanciones” contra Rusia y compañías que se integrarían al proyecto, a la par que presionaba a las autoridades alemanas y europeas para que desistieran de llevar adelante la obra.

Su sucesor, Joe Biden continuó con la misma política pero al final tuvo que desistir pues según la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, “Estados Unidos no tenía medios para detener el Nord Stream 2 que ya estaba casi completado en un 95%”.

De todas formas, las últimas extorsiones del Departamento del Tesoro fueron impuestas en junio contra 13 barcos rusos y tres entidades, incluido un servicio de rescate marítimo, por su participación en esa construcción, pero tampoco resultaron efectivas para detener la obra.

El coste del cambio climático

Los países latinoamericanos no terminan de apostar por una verdadera transformación energética.
Joselin García Hernández, Alai

El acuerdo de París, firmado en 2015, es hasta ahora el más ambicioso desarrollado entre las naciones para combatir el cambio climático. Dicho acuerdo busca mantener el nivel de temperatura mundial por debajo de los 2°c respecto a los niveles preindustriales, y continuar fijando metas para limitar este aumento a 1.5°c.

El presente artículo señala que las acciones emprendidas por los gobiernos resultan insuficientes para retardar el progresivo cambio climático. América Latina, será una de las zonas geográficas más afectadas económica y socialmente por este hecho. Pese a ello, la agenda climática latinoamericana, no se apega a los estándares internacionales que buscan mitigar esta situación

Las contribuciones nacionalmente determinadas, es decir las metas de mitigación que los países se fijan, son insuficientes para alcanzar los objetivos planteados. De acuerdo con la Declaración de la Organización Mundial de Meteorología sobre el estado del clima mundial en 2020, hay una aceleración en los indicadores del cambio climático, como la subida del nivel del mar, el derretimiento de los polos, y fenómenos meteorológicos extremos como huracanes o sequías prolongadas que amenazan gravemente el desarrollo socioeconómico de la población mundial.

jueves, 16 de septiembre de 2021

¿Hacia un nuevo orden mundial?

Evaluar que una guerra contra China y Rusia podría conducir a una derrota, inaugura una nueva época en el tradicional discurso guerrerista y triunfalista que ha caracterizado a los altos mandos del Pentágono
Sergio Rodríguez Gelfenstein, Alainet

Hace pocos meses atrás, en vísperas de la IX Conferencia sobre Seguridad Internacional que se realizó en Moscú entre el 22 y el 24 de junio, el coronel general Alexander Fomin, viceministro de Defensa de Rusia, declaró en una entrevista para RT que se podía “observar la formación de un nuevo orden mundial”. Para sostener su punto de vista argumentaba que había una tendencia por llevar al mundo a una nueva guerra fría y a una nueva bipolaridad.

El viceministro ruso aseveró que en la actualidad se está produciendo “una destrucción sistemática del sistema establecido de relaciones internacionales [y] de la arquitectura de seguridad”, mientras paralelamente disminuye “el papel de las organizaciones internacionales como herramientas para la adopción colectiva de decisiones en el ámbito de la seguridad”. Con preocupación señalaba que estaban apareciendo novedosas armas que alteran de forma radical el equilibrio de poderes en el planeta, llevando el conflicto a un terreno distinto al tradicional, el cual incluye la consideración del espacio y el ciberespacio como escenarios de guerra, lo cual está obligando a cambiar los principios y métodos para su ejecución.

miércoles, 15 de septiembre de 2021

Veinte años de guerras de EEUU costaron 8 millones de millones de dólares y un millón de muertes

Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

En 20 años Estados Unidos pasó del paradigma del 11-S –guerras eternas de la triada Baby Bush/Dick Chenney/Donald Rumsfeld– al caos global (https://bit.ly/2XiNJ0O) que ha infectado su propio hogar con el nuevo paradigma del 1º de enero (captura del Capitolio en Washington; https://bit.ly/3bJoeuP).

El derrumbe de las torres trillizas (sic; https://bit.ly/3AdImP9) –por la tarde se derrumbó la tercera torre sin ayuda de aviones (https://bit.ly/3tOkBuQ), aunque los seguros pagaron doble en forma chusca por ser gemelas (https://bit.ly/3z5nmsE)– sirvió de pretexto para invadir Afganistán (https://bit.ly/2Xiyghi) e Irak que 20 años después abandona Biden cuando Estados Unidos se repliega del Gran Medio Oriente para concentrarse militarmente en el océano Índico y el Mar del Sur de China y Taiwán contra China.

martes, 14 de septiembre de 2021

La guerra al terror: 20 años de engaños y sangre

Tariq Alí, La Jornada

Los talibanes observaron el 20 aniversario del 11-S de manera sorprendente. En el curso de una semana después del anuncio de Estados Unidos de que retiraría sus fuerzas de Afganistán el 11 de septiembre, el grupo había capturado vastas zonas del país, y el 15 de agosto cayó la ciudad de Kabul.

La velocidad fue asombrosa, con notable visión estratégica: una ocupación de 20 años terminó en una semana, al desintegrarse los ejércitos títeres. El presidente títere se subió a un helicóptero rumbo a Uzbekistán y luego a un jet a Emiratos Árabes Unidos. Fue un golpe enorme al imperio estadounidense y sus estados subordinados. Ninguna cantidad de subterfugios puede cubrir esta debacle.

Poco más de un año antes de los ataques del 11-S, Chalmers Johnson, historiador de la costa oeste de Estados Unidos y alguna vez partidario de las guerras de Corea y Vietnam, además de consultor de la CIA, publicó un libro profético titulado Blowback: The Costs and Consequences of American Empire (Contragolpe: los costos y consecuencias del imperio estadounidense).

domingo, 12 de septiembre de 2021

Nord Stream 2, triunfó la lógica

Antonio Gershenson, La Jornada

La terminación del gasoducto más importante en la historia de los hidrocarburos es un triunfo de las naciones que sólo necesitan el abasto del combustible, sin importar si algún otro país se siente agredido. Esta obra de ingeniería que es reconocida en todo el mundo, evadiendo un sinnúmero de dificultades, ha cumplido con todos los protocolos de construcción, seguridad y económicos. Europa tendrá asegurado el consumo, sin especulaciones o extorsiones políticas. Por lo menos, eso se espera del gobierno del presidente Vladimir Putin.

Hemos expuesto en por lo menos seis artículos anteriores, en este mismo espacio de La Jornada, la historia de este proyecto de abastecimiento de uno de los energéticos claves, casi podríamos decir el principal, para la subsistencia.

La compañía Gazprom fue la realizadora y promotora del proyecto gasífero más importante de Europa. La construcción del Nord Stream AG inició en 2018 con la inversión de algunas empresas conocidas como la Shell y Engie, la segunda empresa más fuerte en servicios públicos y abasto de hidrocarburos. Los ingresos de esta firma francesa suman más de 74 mil millones de euros anuales y tiene una base laboral de alrededor de 160 mil personas en todo el mundo.

sábado, 11 de septiembre de 2021

Cómo la arrogancia de Estados Unidos y del Reino Unido se encontró con su Némesis

Gilbert Achcar, Labour Hub

Hace veinte años, diecinueve hombres, llenos de odio hacia Estados Unidos y de fe en la promesa del paraíso, se inmolaron, matando a miles de personas y provocando una de las mayores conmociones políticas globales de la historia del mundo.

Todos eran originarios de Oriente Medio; quince de ellos eran ciudadanos del más antiguo y más cercano aliado de Washington en esa región: el reino saudí. Se cosechó lo que se había sembrado.

Durante décadas, el gobierno de Estados Unidos había intrigado en Oriente Medio apoyando regímenes despóticos y fomentando el fundamentalismo islámico como antídoto contra todo lo que se considerara de izquierdas. En 1990, la agonía de la URSS pareció inaugurar un nuevo orden mundial dominado por Washington, lo que un columnista estadounidense denominó acertadamente el momento unipolar. El imperio estadounidense, que hasta entonces aún se tambaleaba por su síndrome de Vietnam, consiguió superarlo -o eso creía Bush padre- al lanzar un ataque devastador contra Irak en 1991. Bush había sido instado por Margaret Thatcher a expulsar a las tropas iraquíes que en agosto de 1990 habían invadido el vecino Kuwait. Entonces, Irak fue estrangulado por un cruel embargo que causó 90.000 muertes de más cada año, según las cifras de la ONU.

viernes, 10 de septiembre de 2021

A 20 años de los atentados a las Torres Gemelas y de la “guerra contra el terrorismo”

Hoy más grupos extremistas violentos a los existentes antes del 11 de septiembre han proliferado en el gran Medio Oriente, en África y alrededor del mundo; muchos creados y aupados por Estados Unidos.

Fernando M. García Bielsa, Alainet

“Sugeriríamos a quienes dirigen el poderoso imperio que sean serenos, que no se dejen arrastrar por raptos de ira…, ni se lancen a cazar gente lanzando bombas por todas partes. Reitero que ninguno de los problemas del mundo, ni el del terrorismo, se pueden resolver por la fuerza, y cada acción de fuerza, cada acción disparatada del uso de la fuerza, en cualquier parte, agravaría seriamente los problemas del mundo”. - Fidel Castro Ruz, Septiembre 11 del 2001 (al conocer la noticia de los trágicos sucesos)
Este mes de septiembre se cumplen veinte años del inicio de la llamada Guerra contra el Terrorismo, que se lanzó tomando como pretexto los atentados suicidas de muy dudosa matriz del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, DC. Finalmente, la guerra emprendida contra Afganistán por aquellos hechos, y dada la naturaleza de la ocupación yanqui de ese país, ha sido un nuevo y descomunal desastre de la política exterior estadounidense de alcance estratégico y de sus pretensiones de uso global de la fuerza.

Los complotados para realizar los secuestros de las naves aéreas, la mayoría de los cuales eran originarios de Arabia Saudita, se radicaron en Estados Unidos bastante antes de llevar a cabo los ataques, y allí, algunos de ellos, recibieron entrenamiento en escuelas de pilotaje en varios estados.

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