El genocidio en Gaza ha puesto de manifiesto que el Holocausto se ha convertido en un arma no para prevenir el genocidio, sino para perpetuarlo, no para examinar el pasado, sino para manipular el presente
Chris Hedges. The Chris Hedges Report
Casi todos los estudiosos del Holocausto, que ven en cualquier crítica a Israel una traición al Holocausto, se han negado a condenar el genocidio en Gaza.
Ninguna de las instituciones dedicadas a investigar y conmemorar el Holocausto ha establecido los evidentes paralelismos históricos ni ha condenado la matanza masiva de palestinos.
Los estudiosos del Holocausto, con unas pocas excepciones, han revelado su verdadero propósito, que no es examinar el lado oscuro de la naturaleza humana, la aterradora propensión que todos tenemos a cometer el mal, sino santificar a los judíos como víctimas eternas y absolver al Estado etnonacionalista de Israel de los crímenes del colonialismo, el apartheid y el genocidio.
El secuestro del Holocausto, el fracaso a la hora de defender a las víctimas palestinas por el simple hecho de ser palestinas, ha hecho implosionar la autoridad moral de los estudios sobre el Holocausto y los memoriales del Holocausto.
Se ha puesto de manifiesto que no son vehículos para prevenir el genocidio, sino para perpetrarlo, no para explorar el pasado, sino para manipular el presente.