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domingo, 3 de noviembre de 2019

Para Thomas Piketty la desigualdad es ideológica y política

En "Capital e ideología", el economista francés derriba las narrativas del liberalismo
Las desigualdades jamás son “naturales” sino edificadas por una ideología que crea las categorías divisorias: mercado, salarios, capital, deuda, entre otras, sostiene el economista francés


Eduardo Febbro, Pagina12

El liberalismo volverá a temblar sobre sus raíces teológicas y un ejército de evangelizadores liberal-populistas saldrá otra vez con capa y espada a demoler la impecable demostración sobre la semilla de las desigualdades que el economista francés Thomas Piketty publica en estos días en Francia. Se trata de Capital e Ideología, el segundo libro que Piketty publica luego del monumental éxito que tuvo su primer trabajo, El Capital en el Siglo XXI, del cual circularon en el mundo más de dos millones y medio de ejemplares. Como el anterior, el nuevo libro del economista francés no preserva espacios, sino que los extiende. Son 1.200 páginas cuyo postulado central consiste en demostrar que “la desigualdad es ideológica y política” y no “económica o tecnológica”, que las desigualdades jamás son “naturales” sino edificadas por una ideología que crea las categorías divisorias: mercado, salarios, capital, deuda, trabajadores más o menos capacitados, cotizaciones bursátiles, paraísos fiscales, ricos, pobres, clérigo, nobleza, competencia nacional o internacional.

”Se trata de construcciones sociales e históricas que dependen íntegramente del sistema legal, fiscal, educativo y político que se elige implementar y de las categorías que se crean”. Piketty derriba dos de los mitos más arraigados de la derecha: el primero postula que las desigualdades se explican en muchos casos por causas “naturales”: el segundo recurre a la existencia histórica de supuestas “leyes fundamentales”. En ningún caso. Thomas Piketty ofrece en esta mastodóntica investigación una mirada nueva sobre el proceso de la desigualdad, así como una historia con perfil mundial de las desigualdades y las ideologías que las promueven.

lunes, 28 de octubre de 2019

Revuelta popular en Chile


Karol Morales, Viento Sur

Tal como se ha difundido ampliamente, el alza de la tarifa del metro –el principal medio de transporte público en la capital– sumado a las insultantes declaraciones de los ministros de gobierno en torno a las necesidades sociales fueron la gota que colmó el vaso de la sociedad chilena. Con ella comenzaron las manifestaciones hace más de una semana en las calles de varias ciudades del país.

"No son 30 pesos, son 30 años." Así reza uno de los múltiples virales compartidos en las redes sociales, en referencia a los 30 pesos de aumento del pasaje de metro versus los 30 años de “transición a la democracia”, pactada en el plebiscito de reforma a la Constitución de 1989 entre los partidos políticos (todos menos el Partido Comunista, por entonces todavía ilegalizado) y el régimen militar. Es precisamente esa democracia pactada, tutelada y amarrada a los pilares dictatoriales consagrados en la Constitución pinochetista aún vigente en el país la causa del enorme malestar contenido, que ahora explota con una fuerza inusitada.

La superexplotación de la fuerza de trabajo, con bajos salarios sostenidos por la negación de la negociación colectiva sectorial y el derecho a huelga efectiva; la privatización de los recursos naturales y el caso único en el mundo en que el agua es un bien privado; la inexistencia de un sistema de seguridad social que se expresa en la administración privada y lucrativa de los ahorros individuales para pensiones vía las Administradoras de Fondos de Pensiones (Afp); el desmantelamiento de la educación pública y la enorme deuda educativa para acceder a la educación superior son algunos de esos pilares dictatoriales sostenidos y profundizados por los gobiernos del duopolio (las dos principales fuerzas políticas de Chile: derecha y ex-concertación o centro-izquierda) que dan como resultado un Chile con índices macroeconómicos que lo sitúan en el club de los países de altos ingresos, pero con una enorme y dolorosa desigualdad.

jueves, 24 de octubre de 2019

Chile y la insurrección popular


Cristóbal León Campos, Rebelión

Cacerolas en mano y dignidad en el corazón, la insurrección popular en Chile se suma a la ola de resistencia latinoamericana que marca el último trimestre del año 2019, un año que inició con las abiertas agresiones imperialistas sobre Venezuela y Cuba, y que va cerrando con la reorganización de las fuerzas sociales, que poco a poco van parando o confrontando la avanzada agresiva de las contrarreformas neoliberales, políticas anti-populares que tras haber sido suspendidas o reducidas unos años en algunos países, ahora se quieren reimponer para beneplácito del Fondo Monetario Internacional (FMI), el imperialismo estadounidense y las oligarquías regionales vestidas de burguesías usureras. La estrategia es la misma, decretar por parte de los gobiernos conservadores una serie de medidas económicas, sociales y laborales, cuya afectación va directamente sobre las clases proletarias y sectores sociales más necesitados, estas medidas son acompañadas por acciones represivas con el objetivo de poner a todos los aparatos violentos del Estado (policía y militares) en contra de los manifestantes que por razones naturales protestan ante el daño que causa o causarían los decretos neoliberales, frente al aumento de la protesta y las movilizaciones, su extensión en diferentes ciudades, los neofascistas decretan sin ningún tipo de preocupación moral estados de excepción y toques de queda, lanzan la fuerza brutal del poder sobre la resistencia del pueblo, violentan los derechos humanos, las libertades más elementales y asesinan a gusto a decenas de personas, encarcelan a miles y los acusan de ser los causantes de la crisis, la criminalización se sirve del papel servil y domesticado de los medios de comunicación que reproducen y difunde una y otra vez las mentiras de los gobernantes supuestamente en nombre de la democracia.

sábado, 24 de agosto de 2019

Los pagos globales de dividendos alimentan la creciente desigualdad social


Will Morrow, wsws

Un nuevo informe publicado esta semana por la firma de asesoría financiera Janus Hendersons muestra que las corporaciones más grandes del mundo entregarán $1,43 billones en pagos de dividendos a sus accionistas en 2019, estableciendo un nuevo récord.

Diez años después de que comenzara la crisis financiera mundial en 2008, los salarios continúan estancados, la pobreza aumenta y los trabajadores de todas partes dicen que no hay dinero para necesidades sociales tan elementales como atención médica, educación y pensiones. Al mismo tiempo, la clase de ejecutivos corporativos y accionistas multimillonarios continúa recaudando increíbles sumas de dinero.

Según el informe, que se basa en datos calculados para las 1.200 empresas más grandes del mundo, el pago total de dividendos superó el medio billón de dólares en el segundo trimestre de este año, llegando a $513 mil millones. Para poner este número en contexto, la cantidad entregada directamente a los accionistas en 2019 será más que la producción económica anual de España, un país de 47 millones de personas. En solo tres meses, solo las 20 compañías más grandes pagaron $87,9 mil millones en dividendos, aproximadamente el doble de la producción económica total de Túnez (población de 11,5 millones) durante todo un año.

viernes, 31 de mayo de 2019

Estados Unidos: El asalto perfecto y la nueva crisis por venir


Jorge Majfud, Alai

Permítanme comenzar por una obviedad (no reconocida por la mayoría): el masivo recorte de impuestos aprobados por el Congreso de Estados Unidos en 2017 benefició principalmente a la elite económica y financiera. Según todas las estadísticas, esta elite viene beneficiándose de forma aún más acelerada desde hace medio siglo, fundamentalmente desde que las políticas neoliberales comenzaron a ser impuestas por los gobiernos de los países ricos y pobres. Como es sabido, la teoría, el dogma y el sentimiento inoculado radica en que son los superricos quienes crean trabajo y bienestar (ellos inventaron el cero, los algoritmos, la circulación de la sangre, la democracia y los derechos humanos), por lo cual cuanto mejor estén, puede que algo de toda esa riqueza gotee a los de abajo, a los trabajadores. En la Biblia una cananea convence a Jesús de ayudar a un no judío diciendo que “también los perros comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos”, por lo cual los neoliberales debieron retocar la metáfora inventando eso de las copas (con champagne) y le dieron el elegante nombre de Trickle-down theory. Los superricos nunca reconocerán que su principal interés es su único interés, por lo cual deben ficcionar con distracciones y atraer a los votantes con anzuelos y zanahorias (aquí la religión juega un papel inestimable) o amenazarlos amablemente como hacen en Halloween esos niños tan simpáticos e inocentes ofreciendo a sus vecinos trick or treat (trato o truco).

miércoles, 6 de marzo de 2019

Es hora que Estados Unidos invada a Estados Unidos

En Estados Unidos más de 20 millones de personas viven en pobreza extrema

Martín Pastor, Rebelión

Bajo el amparo de la ‘ayuda humanitaria’ y la lucha por la ‘democracia’, los Estados Unidos han justificado decenas de intervenciones militares y políticas en el mundo durante el siglo XX y XXI. En su más reciente campaña se han centrado en Venezuela, como parte de una estrategia para menoscabar a gobiernos progresistas de la región.

Con una coordinada manipulación mediática, bloqueo económico y presión diplomática se ha tendido la ofensiva imperialista sobre la nación latinoamericana desde hace más de una década. Han tachado al gobierno venezolano como una ‘dictadura’, presentándolo como un ‘Estado fallido’ sumido en caos social, con altas tasas de pobreza, desnutrición, e inseguridad; argumentando que la causa es el modelo progresista y no factores exógenos como el bloqueo o la desacreditación internacional.

Para Estados Unidos, y gran parte de Occidente, estos son causales suficientes para justificar una intervención política y diplomática, que incluso debería ser militar. Entonces si estos son detonantes para intervenir es momento que Estados Unidos, en defensa de los derechos humanos y la democracia, tome la iniciativa de invadir a su propio país.

La situación norteamericana es altamente preocupante y clasifica a la nación para ser un apto receptor de ‘ayuda humanitaria’ made in USA. Según un informe de Philip Alston, relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre la pobreza extrema y los derechos humanos se reveló que al 2018, 40 millones de personas en Estados Unidos viven en pobreza, 18.5 millones viven en extrema pobreza y más de cinco millones viven en condiciones de pobreza absoluta.

lunes, 4 de marzo de 2019

Irán: Cuarenta años de desigualdad

La administración estadounidense prefirió los islamistas a los izquierdistas, dice Yassamine Mather.

Yassamine Mather, Sin Permiso

La conmemoración del 40 aniversario del levantamiento de febrero de 1979 en Irán ha estado marcada por docenas de seminarios académicos en Europa, numerosos documentales producidos por los medios de comunicación en idioma persa, así como el habitual desfile militar dentro del país.

Los documentales producidos fuera de Irán se centran en los recuerdos de personajes clave que aún están vivos, desde la esposa del ex sha, Farah Diba, y los funcionarios de la corte de Pahlavi, hasta Abolhassan Banisadr, uno de los aliados más cercanos del ayatola Ruhollah Jomeini en 1979, que actualmente está exiliado en Francia. La mayoría de ellos han hecho comentarios similares en anteriores aniversarios de la revolución iraní, pero esta vez las citas de los informes del general estadounidense Robert Huyser (desclasificados originalmente en 2015), que han sido repetidas por varias agencias de noticias, nos dan una mejor idea de los planes de los EEUU después de la partida del sha.

Los opositores iraníes de la República Islámica han difundido diversas teorías conspirativas sobre la misión secreta de Huyser en enero de 1979. Sin embargo, los documentos publicados muestran la confusión que emanaba de la administración Carter, que intentaba gestionar los eventos a miles de kilómetros de distancia, en circunstancias en las que no había entendido las razones detrás de las protestas masivas contra su tirano favorito en el Medio Oriente. Una de las tareas principales de Huyser fue alentar al sha a abandonar el país y detener un posible golpe militar por parte de los generales leales a él. Según el periodista de la BBC World Service, Kambiz Fattahi, que ha estudiado los documentos desclasificados del departamento de estado, diez días después de la partida del sha Jomeini envió un mensaje a Washington ofreciendo un acuerdo:

Si el presidente Jimmy Carter pudiera usar su influencia en el ejército para despejar el camino para su toma de poder, sugirió Jomeini, calmaría a la nación. Se restablecería la estabilidad y se protegerían a los ciudadanos y los intereses de Estados Unidos en Irán.[1]

domingo, 3 de marzo de 2019

El declive del pensamiento histórico

Eric Alterman, Sin Permiso

Tras ignorar durante décadas las cuestiones de la desigualdad económica, economistas y académicos de otros ámbitos acaban de descubrir una variedad de efectos que van más allá del hecho de que algunas personas tengan demasiado dinero y otras muchas no tengan suficiente. La desigualdad afecta a nuestra salud física y mental, a nuestra habilidad de convivir con otras personas, de hacernos oír, de obligar a nuestros gobernantes a rendir cuentas y, por supuesto, de decidir el futuro que queremos para nuestros hijos. Hace poco he reparado en un aspecto de la desigualdad económica que todavía no había recibido la atención que merece: lo llamo “desigualdad intelectual”.

No me refiero al hecho evidente e incontestable de que algunas personas puedan ser más inteligentes que otras sino, más bien, al hecho de que algunas personas tienen los recursos para intentar entender nuestra sociedad, mientras que la mayoría no los tiene. A finales del año pasado, Benjamin M. Schmidt, un profesor de historia de la Universidad del Nordeste, en Boston, publicó un estudio que demuestra que, durante la última década, la historia ha sido el área académica que más rápido ha decaído, aun cuando el número de estudiantes universitarios ha crecido. Se imparten hoy en día poco más de 24.000 asignaturas de historia, lo cual supone entre el uno y el dos por ciento de las carreras universitarias y un descenso de un tercio desde 2011. El declive se evidencia en casi todos los grupos étnicos o raciales y en ambos sexos. En términos geográficos es más pronunciado en el Medio Oeste, aunque está presente en todo el territorio estadounidense.

miércoles, 20 de febrero de 2019

Aumenta la concentración de riqueza en Estados Unidos y todo el mundo


Nick Beams, wsws

La investigación más reciente sobre la desigualdad de la riqueza realizada por el profesor de economía en la Universidad de California Gabriel Zucman subraya una de las tendencias sociales y económicas claves desde la crisis financiera mundial de 2008. Los líderes de la sociedad, quienes se beneficiaron directamente de la orgía de especulación que llegó a un choque, han visto acumularse su riqueza a un ritmo aún más rápido, mientras que la masa de la población ha sufrido un mayor descenso.

Esta tendencia es más evidente en los Estados Unidos, pero se revela en los datos de otros países incluidos en la investigación publicada por Zucman el mes pasado. Según su análisis, el uno por ciento superior en los Estados Unidos ahora posee aproximadamente el 40 por ciento de la riqueza total de los hogares, aumentando su participación en al menos 10 puntos porcentuales desde 1989. Durante el mismo período, “la parte de la riqueza que posee el 90 por ciento inferior ha colapsado en proporciones similares".

La aceleración es aún más marcada en los niveles de ingreso más altos. La proporción de riqueza que posee el 0,00025 por ciento superior (aproximadamente los 400 estadounidenses más ricos, según los datos de Forbes Magazine), aumentó del 1 por ciento a principios de los 80 a más del 3 por ciento en los últimos años. Una triplicación similar de la riqueza se ve en el 0,01 por ciento superior.

La tendencia se refleja a nivel mundial. La proporción de riqueza mantenida por el uno por ciento superior en China, Europa y los Estados Unidos combinados ha aumentado del 28 por ciento en 1980 a alrededor del 33 por ciento en la actualidad.

Como se documentó en estudios anteriores por Zucman, Thomas Piketty y Emmanuel Saez, la concentración de riqueza en los Estados Unidos ha seguido una forma de U durante el siglo pasado. La participación del 0,1 por ciento superior alcanzó su punto máximo en cerca de 25 por ciento en 1929, cayó bruscamente con el inicio de la Gran Depresión en la década de 1930 y continuó disminuyendo hasta finales de la década de 1940; luego se estabilizó en la década de 1950 y 1960. Alcanzó su punto más bajo en la década de 1970, antes de llegar a cerca del 20 por ciento en los últimos años a "niveles vistos por última vez en los años veinte".

miércoles, 6 de febrero de 2019

Desigualdad y concentración de mercado

Alejandro Nadal, La Jornada

Muchos estudios muestran que la concentración industrial y el incremento del poder de mercado de unas cuantas empresas ha aumentado en décadas recientes. Al mismo tiempo, se reconoce que la desigualdad se ha convertido en uno de los rasgos más característicos del capitalismo. Entonces, es natural que surja una nueva pregunta: ¿hasta qué punto está relacionada la concentración de poder de mercado con la desigualdad?

Tradicionalmente, el análisis de las consecuencias del poder de mercado se ha llevado a cabo mediante el efecto sobre los consumidores. Se parte del supuesto de que las empresas con cierto poder de mercado pueden incrementar los precios por encima del nivel que correspondería a una situación de mayor competencia. La capacidad de una empresa para aumentar su precio en cierto margen (o mark up) está relacionado con el grado de concentración industrial. Un estudio reciente (janeeckhout.com) demuestra que el poder de mercado en Estados Unidos se mantuvo más o menos estable entre 1955-1980, pero desde ese último año se incrementó tanto que ahora permite cargar un mark up de hasta 61 por ciento sobre costos marginales.

Esos aumentos de precios ayudan a contrarrestar la caída en la tasa de ganancias que muchos autores marxistas han documentado y, por supuesto, están asociados con pérdidas de bienestar para los consumidores. En el plano macroeconómico, esa tendencia a una mayor concentración puede contribuir a empeorar la desigualdad que ya existe.

lunes, 4 de febrero de 2019

Davos: una distancia abismal entre la realidad y la retórica


Larry Elliott, Sin Permiso

Una de las mejores cosas de Davos es el tren que sube a la montaña. No se trata sólo de que las vistas sean impresionantes, tampoco es simplemente que los trenes siempre están a la hora. Se trata también de la ausencia de la polución sonora que se encuentra viajando en ferrocarril por el Reino Unido.

No hay mensajes informándote de que la estación está vigilada por cámaras las 24 horas del día; nadie te va diciendo que es importante para tu seguridad que te apartes del borde del andén o que no se puede fumar en la estación. Sobre todo, nada de mensajes [de seguridad habituales en los ferrocarriles británicos] del estilo del “Fíjese, dígalo, y resuelto”, una forma de tortura acústica que es a la vez constante y sin sentido. La forma de garantizar que los trenes sean más seguros es hacer lo que hacen en Suiza: poner un guarda en todos los trenes.

Ni siquiera ahí, en lo alto de los Alpes, es posible escaparse de esa clase de mantras mecánicos, porque después de pasar una semana en el Foro Económico Mundial, está claro que Davos tiene su propia versión del “Fíjese, dígalo, y resuelto”.

Davos ensombrecido por la crisis y la agitación social

Nick Beams, wsws

La reunión de este año de las élites globales en la reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF, siglas en inglés) en Davos, Suiza, tal vez sea mejor resumida en la frase: Los pollos están volviendo a sus perchas [es decir, se enfrentan ellos a las consecuencias de sus políticas previas].

Durante casi cinco décadas, el WEF ha estado en el centro de la promoción de las políticas de libre mercado que han canalizado billones de dólares a las personas más ricas del mundo y han llevado a la ampliación de la desigualdad social a niveles históricamente sin precedentes, un proceso institucionalizado. Eso aceleró a nuevos niveles después del colapso de 2008.

En enero de 2009, cuando la crisis financiera aún se estaba desarrollando, en la reunión anual de Davos hubo un temor generalizado de que la bonanza estaba a punto de terminar. Pero a medida que disminuía el pánico por una reacción social inmediata y continuaba la vasta acumulación de riqueza en las alturas de la sociedad, gracias a la inyección masiva de dinero barato por parte de la Reserva Federal de los EEUU y otros bancos centrales importantes, parecía que todo seguía siendo el mejor de los mundos posibles.

No más. La ira social y la lucha de clases se están intensificando en todo el mundo. Como comentó el columnista de The Guardian, Aditya Chakrabortty, el multimillonario de Davos ahora está experimentando una emoción nueva e inquietante: el miedo. Cuando se enfrentan a un orden mundial que se derrumba ante ellos, los plutócratas de Davos están "aterrorizados" y "cualquier tópico sobado que puedan reciclar para las cámaras de televisión, lo que los atenaza es el caos que está muy abajo".

martes, 22 de enero de 2019

Un nuevo fantasma atormenta Europa

Roberto Savio, Alai

A partir de la derrota de Teresa May en el parlamento ha quedado claro que un nuevo fantasma está atormentando Europa. Ya no se trata sólo del fantasma del comunismo que destapó el Manifiesto de Marx en 1848 sino del fantasma del fracaso de la globalización neoliberal, que ha regido sin oposición desde la caída del muro de Berlín hasta la crisis financiera de 2009.

Los gobiernos gastaron en 2008 la asombrosa cifra de 62 billones de dólares para salvar el sistema financiero y casi la misma cantidad en 2009 (ver Britannica book of the year, 2017). Según el estudio publicado por el Banco de Reserva Federal, esto sucedió a un costo de 70.000 dólares por cada estadounidense.

Las instituciones económicas abandonaron con retraso la macroeconomía que estaban utilizando hasta entonces para evaluar el crecimiento del PNB y comenzaron a interesarse en la forma en que se redistribuía el crecimiento. Por ende, el FMI, el Banco Mundial (también debido a la insistencia de los estudios de la sociedad civil, sobre todo los elaborados por Oxfam), llegaron a la conclusión que se estaba gestando un enorme problema de desigualdad.

martes, 15 de enero de 2019

Cómo la desigualdad mina el desempeño económico

Michael Spence, Project Syndicate

Hace aproximadamente diez años, la Comisión sobre Crecimiento y Desarrollo (que presidí) publicó un informe que intentaba condensar 20 años de investigación y experiencia en un amplio rango de países en lecciones para las economías en desarrollo. Quizá la lección más importante fue que los patrones de crecimiento que no tienen un carácter exclusivo y alimentan la desigualdad por lo general fracasan.

La razón de este fracaso no es estrictamente económica. Quienes se ven afectados de manera adversa por los medios de desarrollo, junto con quienes carecen de suficientes oportunidades como para recoger sus frutos, cada vez se sienten más frustrados. Esto alimenta la polarización social, que puede conducir a inestabilidad política, estancamiento o toma de decisiones cortoplacista, con serias consecuencias a largo plazo para el desempeño económico.

No hay motivos para creer que la inclusión afecta la sustentabilidad de los patrones de crecimiento sólo en los países en desarrollo, aunque la dinámica específica depende de una cantidad de factores. Por ejemplo, es menos probable que una creciente desigualdad sea política o socialmente disruptiva en un contexto de alto crecimiento (pensemos en una tasa anual del 5-7%) que en un contexto de bajo crecimiento o de crecimiento nulo, donde los ingresos y las oportunidades de un subconjunto de la población están estancados o en baja.

La segunda dinámica hoy se está manifestando en Francia, con las protestas de los “Chalecos Amarillos” del último mes. La causa inmediata de las protestas fue un nuevo impuesto a los combustibles. El costo agregado no era tan grande (unos 30 centavos de dólares por galón), pero los precios de los combustibles en Francia ya eran de los más altos de Europa (aproximadamente 7 dólares por galón, incluidos los impuestos existentes).

miércoles, 2 de enero de 2019

“Sólo unos pocos países en el sur del África tienen una desigualdad más obscena que la chilena”

Gabriel Palma, economista chileno y profesor de Cambridge

Pablo Álvarez y Jonás Romero, The Clinic

José Gabriel Palma es un economista y profesor chileno especializado en el estudio de la desigualdad y crecimiento en los países. Su trabajo inspiró la formulación del “Coeficiente Palma”, un índice alternativo al tradicional Gini. Doctorado en Oxford, profesor en Cambridge y de la Universidad de Santiago, Palma dio una clase magistral en el último festival político ¡A toda marcha!, organizado por Revolución Democrática. Aquí, expone sus críticas al que llama neoliberalismo “rentista”, el cual “busca desesperadamente crear mercados no-competitivos para que las grandes corporaciones puedan disfrutar las ventajas del capitalismo, sin tener que esforzarse por sus ‘exigencias’”, dice.

Originalmente, esta entrevista no iba a llevar una introducción. Pero entre su realización -hace varias semanas atrás- y su reciente publicación, José Gabriel Palma fue invitado por la presidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas para exponer parte de su trabajo en una sesión especial sobre países de ingreso medio. Así de caperuzo es este profesor chileno, especializado en el estudio de la desigualdad y crecimiento en los países.

-Tomando en cuenta el Índice Palma (nombrado en tu honor), ¿cómo se encuentra la región, y particularmente Chile, en términos de desigualdad?

-A pesar de algunos avances en temas como la pobreza, sólo unos pocos países en el sur del África tienen una desigualdad aún más obscena que la nuestra. Según el Banco Mundial, entre los 20 países más desiguales está la mayoría de América Latina (AL), incluido Chile − con Colombia y Brasil peor que nosotros.

viernes, 9 de noviembre de 2018

Los multimillonarios cada vez más ricos. Como nunca en la historia de la humanidad

Rupert Neat, Bitacora

Las fortunas de los superricos de hoy han aumentado a un ritmo mucho más alto desde comienzos del siglo XX, cuando familias como los Rothschild, Rockefeller y Vanderbilt controlaban inmensas riquezas. El informe, de UBS y contables de PwC, ha dicho que hay tanto dinero en manos de los ultrarricos que se está creando una nueva oleada de ricos y poderosas familias de varias generaciones.

"Los últimos 30 años han visto mucha más creación de riqueza que la Gilded Age", ha dicho el informe UBS de millonarios de 2018. "Ese periodo crió a generaciones de familias en los Estados Unidos y Europa que influyeron en los negocios, la banca, la política, la filantropía y las artes durante más de 100 años. Con la riqueza preparada para ser transferida por los emprendedores a sus herederos en los próximos años se están creando las familias de varias generaciones del siglo XXI".

Los 2.158 multimillonarios del mundo hicieron crecer su riqueza combinada en 1,4 billones de dólares el último año, más que el PIB de España o Australia, mientras los mercados financieros al alza han ayudado a los ya de por sí muy ricos a conseguir el "mayor crecimiento absoluto de todos los tiempos".

Más de 40 de los 179 nuevos multimillonarios creados el año pasado heredaron su riqueza, y dado el número de multimillonarios por encima de los 70 años, los autores del informe esperan que otros 3,4 billones sean legados durante los siguientes 20 años.

martes, 23 de octubre de 2018

Ingresos récord en 2017 para el uno por ciento más rico en EEUU

Gabriel Black, wsws

De acuerdo con un informe del Instituto de Política Económica (EPI, por sus siglas en inglés), en el 2017, el uno por ciento de las personas con mayores salarios recibió sueldos récord. Según los datos recientemente publicados por la Administración de la Seguridad Social, el EPI muestra que el primer por ciento de la población vio aumentar sus sueldos en un 3.7 por ciento en 2017, una tasa que casi cuadruplica al 90 por ciento inferior de la población. El crecimiento fue impulsado por el 0.1 por ciento superior, que incluye a muchos directores ejecutivos y ejecutivos corporativos, cuyos sueldos aumentaron un ocho por ciento, con un promedio de US$2,757,000 el año pasado.

El informe EPI es solo la última exposición de la abierta desigualdad entre la gran mayoría de la población y la aristocracia moderna que gobierna sobre ellos. El EPI muestra que el 90 por ciento inferior de los asalariados aumentó sus sueldos en un 22.2 por ciento entre 1979 y 2017. Hoy en día, este 90 por ciento inferior gana en promedio solo US$36,182 al año, que se va integro en cubrir el costo de la vivienda y la creciente carga en educación, salud y jubilación.

Mientras tanto, el uno por ciento superior ha aumentado sus sueldos en un 157 por ciento durante este mismo período, una tasa siete veces mayor que el otro grupo. Este segmento superior gana un promedio de US$718,766 al año. Los que están en el medio, el percentil 90 al 99, han aumentado sus salarios en un 57.4 por ciento. Ahora ganan un promedio de US$152,476 al año, más de cuatro veces el 90 por ciento inferior.

domingo, 30 de septiembre de 2018

Tras una década de caídas salariales, la Reserva Federal busca detener la “inflación de salarios”

Jerry White, wsws

El miércoles, la Reserva Federal aumentó su tasa de interés de referencia por encima de dos por ciento por primera vez desde que el banco central de Estados Unidos comenzó su régimen de tasas de interés bajas después del derrumbe financiero global de 2008. Explicando la decisión, el Comité de Operaciones de Mercado Abierto de la “Fed” dijo que estaba monitoreando de cerca y reaccionando ante “indicadores de presiones y expectativas inflacionarias”.
En círculos gobernantes, la mención de presiones inflacionarias es un código para referirse a los aumentos salariales. Como el comentarista del Financial Times, John Authers, indicó en un artículo reciente, “La inflación salarial es central en la ecuación de reacciones de la Fed”.

La asombrosa alza en las bolsas de valores a nivel global y el vasto crecimiento de las fortunas personales de la oligarquía financiera han dependido de una presión continua a la baja sobre los salarios y las condiciones de los trabajadores.

El desempleo masivo, las ejecuciones hipotecarias y el esparcimiento de la pobreza durante la Gran Recesión fueron utilizados como un martillo para reestructurar las relaciones de clases en Estados Unidos y por todo el mundo y destruir los derechos sociales y las protecciones conquistadas por los trabajadores a través de generaciones de lucha de clases. Mientras que los Gobiernos de todo molde les entregaron billones en “estímulos económicos” a los especuladores financieros y las corporaciones responsables de la crisis, para la clase obrera solo se hablaba de austeridad, “flexibilidad laboral”, niveles salariales de pobreza y condiciones de empleo precarias asociadas con la economía informal.

miércoles, 1 de agosto de 2018

Tasa de recaudación de impuestos corporativos a un mínimo histórico

Gabriel Black, wsws

La tasa de recaudación de impuestos de las corporaciones estadounidenses ha caído a un mínimo casi récord, según un informe del New York Times.

La rebaja de impuestos de Trump, aprobada en diciembre del año pasado, ha precipitado una caída dramática en el dinero que se recauda por parte de las principales corporaciones, dejando a sus adinerados accionistas más ricos y al gobierno federal más endeudado. Según la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, los impuestos corporativos que fueron reducidos producirán un billón adicional de dólares en deuda federal durante la próxima década.

Entre enero y junio de 2018, el dinero obtenido de impuestos corporativos había disminuido casi 50 mil millones de dólares con respecto del año anterior, una caída de un tercio. Esta gran suma, que ahora está en los bolsillos de las grandes compañías, casi equivale al presupuesto de educación federal, equivalente a 68 mil millones de dólares al año.

Sin embargo, la baja recaudación de impuestos histórica de las corporaciones estadounidenses no es simplemente un fenómeno nacional causado por Trump. Un nuevo estudio de Ludvig Wier, economista de la Universidad de Copenhague, descubrió que entre 1985 y 2018 la tasa promedio de impuestos corporativos disminuyó de 49 por ciento a 24 por ciento. En declaraciones al Washington Post, Wier comentó que "a este ritmo, los impuestos corporativos van a morir en 10 a 20 años".

viernes, 20 de julio de 2018

LA OCDE coincide con Piketty: la riqueza heredada siempre crecerá más que la del rendimiento del trabajo

Ronald Janssen, ctxt

Los beneficios de hoy no se convierten en las inversiones de mañana

Una imagen dice más que mil palabras. Sin duda este dicho se ajusta perfectamente a los gráficos publicados por la OCDE en el último número de Economic Outlook, y que muestran la tasa de rentabilidad de los activos fijos, una medida representativa de la rentabilidad de las inversiones de capital.

Basta con echar un vistazo rápido para apreciar que en los países de la OCDE se han producido altas tasas de rentabilidad. De hecho, en términos generales, la tasa de rentabilidad de los activos fijos ha alcanzado el 10%, como en los momentos previos a la crisis. En EE.UU. y en Reino Unido la tasa es más alta (12%), Alemania y Holanda han alcanzado una rentabilidad récord de un 13 y 14%. Es más, estas tasas solo reflejan la rentabilidad previa a que se produzca el efecto de apalancamiento financiero, cuando las empresas obtienen créditos a un tipo de interés más bajo que la rentabilidad de los activos. Esto implica que los rendimientos del capital serían aún más elevados y un múltiplo de los rendimientos que se muestran en los gráficos.

En un contexto de elevada rentabilidad de la inversión y de un nivel de riesgo de la inversión financiera en sus mínimos históricos, debería producirse un aumento de la inversión empresarial en la medida en que aumentan las expectativas de obtención de mayores beneficios que los costes financieros que suponen las inversiones. Sin embargo, se ha producido el caso contrario. Según el Outlook de la OCDE, cabe esperar que el gasto de inversión para el periodo 2018-2019 se sitúe alrededor de un 12% por debajo del nivel necesario para que crezca el stock de capital al mismo ritmo que en la década anterior a la crisis. Las empresas no están realizando las inversiones marginales pero rentables que deberían permitir unos tipos de interés bajos. Resulta interesante que para explicar esta situación la OCDE recurra en este caso a tasas internas de retorno empresarial pegajosas, que llegan a alcanzar un 14-15%. En otras palabras, las empresas a la hora de decidir si invierten o no siguen necesitando umbrales de rentabilidad nominal altos y rígidos, incluso a pesar de la reducción sustancial del coste de inversión financiera o alternativa libre de riesgo. De hecho, la OCDE lleva este argumento un poco más lejos al afirmar que las corporaciones, sobre todo las de Estados Unidos, con beneficios y recursos optan por fusionarse o comprar otras compañías competidoras, en lugar de aportar nuevo capital al stock agregado.

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