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miércoles, 13 de enero de 2021

TPP-11 y la soberanía de mercado en Chile

Andrés Kogan Valderrama, ChileMejorsinTLC

Luego que el desgobierno de Sebastián Piñera, el cual ha llegado a una aprobación ciudadana del 7%, nuevamente comete una torpeza en su pobre gestión, al poner en suma urgencia la aprobación en el Senado del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Internacional (TPP-11).

Un anuncio que ha sido defendido por el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Andrés Allamand, quien hace solo unos pocos meses atrás planteaba su rechazo a firmar el Acuerdo de Escazú, aludiendo paradójicamente a razones de soberanía nacional, ya que el país podía ser llevado a tribunales internacionales por su no cumplimiento.

miércoles, 6 de enero de 2021

Neoliberalismo y el “modelo chileno"

Andrés Sanfuentes, El Mostrador

Es habitual señalar que en Chile existe un “modelo neoliberal”, que caracteriza a la sociedad actual, el que habría sido instaurado durante la dictadura y que, en sus rasgos esenciales, no ha cambiado a pesar de los 32 años desde que se recuperó la democracia y la profunda transformación ocurrida, así como el progreso obtenido. Aún más, el término “neoliberal” es utilizado en forma peyorativa, como poseedor de los males actuales y culpable de la desigualdad existente. Se argumenta que ese “modelo” tuvo que ser aceptado por los Gobiernos de centroizquierda como una transacción para poner fin al régimen de Pinochet, pero quedó con las ataduras que dejó la Constitución de 1980, minimizando las reformas posteriores.

El origen del término es de carácter ideológico, ya que sería una de las tantas derivaciones del liberalismo clásico, elaborado en la primera mitad del siglo XX y difundido a partir de la segunda parte del período y popularizado por varios intelectuales, especialmente Milton Friedman, su principal difusor. Su base principal puede resumirse en lo siguiente:

jueves, 29 de octubre de 2020

Chile celebra con cautela: no todo lo que reluce es oro

Marcos Roitman Rosenmann

Hay motivos para estar contentos. Los resultados son aplastantes. Las urnas han decidido: 78.27 por ciento aprueba elaborar una nueva Constitución y 79.22 por ciento decide que sea mediante elección popular al 100 por ciento. Son los datos. Pero quienes votaron el apruebo no es un grupo homogéneo. Baste considerar los partidos firmantes del Acuerdo por la paz social y una nueva Constitución (15/11/19).

Una mayoría se opone a reconocer derechos al pueblo mapuche (Estado pluriétnico); otros rechazan un rol protagónico del sector público en la elaboración de las políticas sociales en materia de salud, educación, vivienda, trabajo, pensiones o desoyen el compromiso con el medio ambiente. En definitiva, no todo lo que votó apruebo se inscribe en un proyecto transformador que camine hacia una democrática participativa y menos rupturista con el orden patriarcal. Podríamos asistir a un maquillaje político en el cual la nueva redacción sea una visión edulcorada del neoliberalismo, avalada por unos constituyentes espurios.

martes, 4 de agosto de 2020

El recordado y memorable debate entre Carlos Pérez Soto y Alfredo Joignant



En su momento, fue un foro de debate muy comentado en los ambientes universitarios y en los tiempos posteriores su fama fue creciendo poco a poco. El video de este debate realizado en octubre de 2009 en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile fue circulando en blogs y foros de la época. Cuando irrumpió la enorme movilización social y estudiantil en el 2011, muchas y muchos lo recordaron, y por las razones que se desprenden fácilmente con verlo y escucharlo, se leyó como una confirmación fácilmente textual de las afirmaciones que hiciera ahí Carlos Pérez Soto. Pero cuando cobra aún más vigencia lo aquí debatido, es con el estallido, revuelta y rebelión popular desatada a partir del viernes 18 de octubre de 2019. Las palabras de Carlos Pérez Soto resuenan proféticas y permiten comprender la magnitud de lo que ha sucedido desde entonces y el enorme vacío extendido entre las élites políticas e intelectuales dominantes. Esto es lo que resalta con brillantez el filósofo epistemologo marxista-hegeliano Carlos Pérez, en este foro de octubre de 2009. No fue la única ocasión. Pero lo memorable de este debate es la desesperación de su contendor, Alfredo Joignant, un sociólogo representativo de la elite intelectual vinculada a la clase polìtica dominante, que en este foro simplemente pierde los estribos y estalla en una airada reacción y animación contra Pérez Soto, respondiendo a sus planteamientos y críticas hacia la función burocrática de los científicos sociales. Una década después, los hechos hablan por sí solos...

lunes, 3 de agosto de 2020

El Covid en Chile y la distorsión de datos


Felipe Portales

Las denuncias hechas por CIPER-Chile y Alejandra Matus en torno a las graves distorsiones de las informaciones oficiales sobre los fallecidos por covid en Chile se han ido comprobando en la realidad.

Unas se referían a que el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del propio Ministerio de Salud estaba entregándole a la OMS las cifras sobre el conjunto de personas comprobada o sospechosamente fallecidas; a diferencia de las cifras reconocidas del Ministerio a la sociedad chilena que se limitaban a los primeros. Y otras a las significativas diferencias históricas constatadas en las personas fallecidas en el Registro Civil por “enfermedades respiratorias” de marzo en adelante, respecto de las cifras oficiales sobre los muertos por covid entregadas por el Gobierno.

Otro elemento que permite dudar fundadamente de las cifras oficiales ha sido la constatación de las notables diferencias históricas entre las muertes registradas en 2020, desde marzo en adelante, respecto de años anteriores. El Gobierno, luego de proceder a descalificar duramente -a través del inefable ministro Mañalich- las denuncias de Alejandra Matus, procedió a reconocerlas –al menos parcialmente- al aumentar las cifras de fallecidos oficialmente durante el mes de junio.

viernes, 19 de junio de 2020

El neoliberalismo en Chile y la estrepitosa caída de un mito



Higinio Delgado Fuentealba, clarin

He utilizado la frase «la caída de un mito», recordando el título de un libro que salió a circulación hace más de dos décadas: «Chile Actual: Anatomía de un Mito», escrito por el sociólogo Tomás Moulián, publicado en 1997.

Ya, en esos años, el profesor Moulián analizaba in extenso un Chile construido sobre bases que, si bien, durante un periodo parecía avanzar en la dirección correcta, al menos para sus impulsores, sustentado en cifras auspiciosas de su macroeconomía, dejaba excluida de los beneficios a las grandes mayorías del país.

La economía en Chile, durante una parte del periodo de la dictadura militar, y más tarde en tiempos de la Concertación por la Democracia, logró dinamizarse en función de la llegada de ingentes capitales de inversionista extranjeros y debido a la apertura de mercados y el ingreso de grandes volúmenes de artículos y productos llegados de diferentes partes del mundo, aprovechando los bajos aranceles aduaneros que posibilitaron la creación de un mercado que se sustentaba en la adquisición de productos en base al endeudamiento y el creciente consumismo que invadió a una parte importante de la población.

miércoles, 17 de junio de 2020

Bloomberg: "Chile: de falso modelo a seguir... a estar entre los peores del mundo"



Un crudo análisis realizó Bloomberg sobre el manejo del covid-19 en Chile. La agencia estadounidense entregó un amplio comentario sobre lo que ha sucedido en Chile con la crisis desatada por la pandemia."Tiene una de las tasas más altas del mundo de infecciones per cápita y su ministro de salud, que alguna vez fue elogiado, se ha visto obligado a renunciar", es uno de los planteamientos iniciales en la extensa nota.

"Las evaluaciones iniciales sugieren que Chile siguió el ejemplo de las naciones ricas solo para darse cuenta, una vez más, de que un gran porcentaje de sus ciudadanos son pobres", señala Bloomberg.

jueves, 28 de mayo de 2020

Chile se hunde en el caos con la crisis del Covid-19

“Los ricos de Chile ganan como en Alemania, y los pobres como en Mongolia”, decía Branko Milanovic, del Banco Mundial. El gobierno actúa mal porque no conoce a su pueblo, dice experta. Y la “tabla de salvación” es peor.


Chile podría repetir la experiencia de España e Italia, siendo el próximo país en donde el sistema sanitario colapse. Las escenas lo evidencian: decenas de ambulancias que esperan hasta doce horas, o más, en las entradas de hospitales públicos, a la espera de que pacientes con COVID-19 sean atendidos, al menos dentro de los mismos vehículos. Si la ambulancia se ve obligada a entregar al paciente a una clínica privada, la familia tiene que cubrir sumas imposibles de pagar. A los altos costos de la atención médica se suma el hambre, para aquellos que ni siquiera pueden llegar a las puertas del Hospital San José de Santiago de Chile.

Con o sin pandemia, "el hambre en Chile es producto de la histórica desigualdad social”, dice Fernanda Arriaza, directora de Gestión Comunitaria de la oficina internacional de la ONG TECHO, activa en 19 países de América Latina. "Son los pobres en los campamentos [asentamientos informales o barrios marginados] los que están viendo la cara más dura de esta crisis, porque se ha recrudecido su estado vulnerable: falta de acceso a servicios, a vivienda, a oportunidades de empleo”, agrega Arriaza desde Valparaíso, una ciudad en donde los más pobres viven en cerros casi inaccesibles para cualquier socorro. Valparaíso es la segunda ciudad más golpeada por la pandemia, después de Santiago.

domingo, 24 de mayo de 2020

Covid-19 y crisis en Chile: De tumbo en tumbo

El actual Presidente de Chile siendo bastante más inteligente que Trump o Bolsonaro, tiene el defecto de no considerar la complejidad de las situaciones y la necesidad de combinar perspectivas a la hora de tomar decisiones. Se deja llevar, como ellos, por el ego sobredimensionado que estructura su esquema mental de interpretación de los hechos sociales y políticos, un día actúa en un sentido y al siguiente en el contrario, siempre convencido de que tiene la razón, en ocasiones contra toda evidencia. Ello explica que en los últimos diez meses se lo ha pasado dando disculpas.


Edison Ortiz, El Mostrador

Parece que ya estábamos teniendo demasiada paciencia con esta administración, pero el twitter del subsecretario del deporte, Andrés Otero, mostrando a una niña de 12 años haciendo deportes en su casa – una mansión – el pasado 15 de mayo, con el mensaje “quédate en casa”, hizo que la paciencia se nos agotara. Y definitivamente, fue la gota que rebaso el vaso de nuestro estoicismo.

Una historia…

El Estado moderno y su irrupción y consolidación, creó una burocracia profesional que con el tiempo formó subgrupos de representación de sí mismo. En Chile -como sucede con frecuencia con “los ingleses de América del Sur”- el fenómeno alcanzó con el tiempo formas más bien espúreas y sirvió para conformar grupos subalternos de origen estatal con personalidades bien definidas y, en ocasiones, grotescas. Como sabemos, en este país la meritocracia nunca se ha llevado bien con la oligarquía dominante. Si no me creen, pregúntenle a O’Higgins.

Así como los radicales en la primera mitad del siglo pasado expresaron la emergencia de la mesocracia y crearon el fenómeno que se llamó la empleomanía, siguiendo el modelo clientelístico oligárquico de la última parte del siglo XIX, la dictadura militar no escatimó esfuerzos para consolidar a los neoliberales y su ideologismo extremo, al punto que los muchachos de la escuela de Chicago no solo destruyeron los esbozos de industrialización, sino que fueron responsables directos de la derrota de "Daniel López" – alías Pinochet - en octubre de 1988, al manejar muy mal la macroeconomía y ahondar los impactos externos en 1982-83.

domingo, 19 de abril de 2020

Luis Sepúlveda: notario de la historia, guardián de la memoria


Marcos Roitman Rosenmann, La Jornada

Vivió todas sus vidas. Su imaginación lo llevaba a mundos donde creaba sin ataduras. Fue un personaje al interior de su literatura. Gran conversador y fumador empedernido, abandonó Chile sin quererlo. La dictadura de Pinochet lo llevó al exilio. Nunca perdió sus raíces ni su compromiso político. No sólo escribió literatura, incursionó en el teatro y el cine. Fue un excelente analista político. A diferencia de otros literatos cuya fama los descoloca hasta el extremo de vender su alma, Luis Sepúlveda dejó constancia de sus principios y valores democráticos. Sus artículos circularon en los años oscuros de la dictadura. La revista Análisis los publicaba. Su director, Juan Pablo Cárdenas, editó por primera vez su novela Un viejo que leía novelas de amor. Cuenta que tras enterarse de su publicación por una editorial francesa, recorrió las librerías de Santiago, junto con sus amigos, retirando los ejemplares para que los franceses creyesen que habían sido los primeros en descubrir la obra.

Su columna Carne de Blog, en Le Monde Diplomatique, circula por el mundo. Fueron centenares. Chile: El Oasis Seco, del 26 de diciembre de 2019 fue su última entrega. Una crítica mordaz al modelo neoliberal. Así concluía su reflexión:
"La paz del oasis chileno estalló porque las grandes mayorías empezaron a decir no a la precariedad y se lanzaron a la reconquista de sus derechos perdidos. No hay rebelión más justa y democrática que la de estos días en Chile. Reclaman una nueva Constitución que represente a toda la nación y su diversidad, reclaman la recuperación de cuestiones tan esenciales como el agua y el mar también privatizado. Reclaman el derecho a estar presentes y ser sujetos activos del desarrollo del país. Reclaman ser ciudadanos y no súbditos de un modelo fracasado por su falta de humanidad, por la absurda obcecación de sus gestores. Y no hay represión por más dura y criminal que sea, capaz de detener a un pueblo en marcha".

martes, 10 de marzo de 2020

Ese pegajoso mito del crecimiento económico


Eduardo Gudynas, Alai

Hace unas semanas atrás, en Chile, el presidente Piñera afirmó: “Yo sé que algunos creen que el crecimiento económico no es un elemento central, yo quiero discrepar” (1). A su juicio es indispensable para financiar un aumento del gasto social, y sólo consiguiéndolo se podrá responder al estallido ciudadano. Casi al mismo tiempo, del otro lado de los Andes, el presidente de Argentina, Alberto Fernández afirmaba que el país primero debe crecer económicamente para poder enfrentar sus dos mayores problemas, la deuda externa y la pobreza (2). En cambio, en Brasil, el presidente Bolsonaro estaba decepcionado en saber que el país creció muy poco (apenas 1,1 % en 2019, o sea por debajo del gobierno anterior; 3). Bolsonaro exige crecer más en este año.

La racionalidad detrás de ello es que el crecimiento económico es la esencia, o al menos es el motor del desarrollo, y que una vez que una economía crece se derraman otros beneficios, tales como asegurar el empleo, acceso a la salud y la educación, o el consumo. Esa idea es muy clara cuando Piñera advierte que “como muchas veces lo hemos dicho, y a veces se olvida, el crecimiento económico es algo fundamental para la calidad de vida de los chilenos”. Dicho de otro modo, el bienestar sólo es posible allí donde crece la economía.

jueves, 5 de marzo de 2020

Chile, 30 años después

El país podrá tener una nueva Constitución que reconozca derechos económicos y sociales


Mario Amorós, El País

El 11 de marzo se cumplen 30 años del fin de la dictadura cívico-militar encabezada por el general Augusto Pinochet. Chile fue el último país de Sudamérica que recuperó la democracia, tras Bolivia, Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, y el único que heredó una Constitución impuesta por el régimen, junto con los “amarres autoritarios” que, tras la derrota en el histórico plebiscito del 5 de octubre de 1988, Pinochet y su círculo de hierro se preocuparon de atornillar, en lo que denominaron pomposamente “una retirada ordenada”. La dictadura, instalada con el apoyo de Nixon y Kissinger, expiraba cuando caía el muro de Berlín y la Guerra Fría llegaba a su término.

El 11 de marzo de 1990, Patricio Aylwin, quien como líder de la Democracia Cristiana avaló públicamente el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, inició su mandato presidencial. Empezaba una larga transición vigilada por el exdictador, quien desde su pedestal de la jefatura del Ejército, que mantuvo aún ocho años más hasta culminar una carrera militar de 65 años, se preocupó de preservar los privilegios antidemocráticos de las Fuerzas Armadas. Su detención en Londres a petición de la justicia española, aquel memorable 16 de octubre de 1998, abrió paso al fin de la impunidad y a la recuperación de la memoria democrática.

sábado, 15 de febrero de 2020

La guerra de Piñera escaló a las redes sociales


Francisco Herreros, Alai

Uno de los factores que contribuye a explicar la sorprendente revuelta plebeya que le borró la sonrisa al gobierno y a la arrogancia neoliberal, la cual entró en su décimo quinta semana, es, sin duda, la masificación de las redes sociales, con su arma más característica, distintiva y letal: el teléfono celular.

Entre otros efectos, permitió la organización horizontal de los individuos y la consiguiente multiplicación de la convocatoria a la movilización; neutralizó en no menor medida la ventaja estratégica del monopolio de la derecha en los medios de comunicación, y fundamentalmente, permitió la denuncia y documentación de la sistemática violación de los derechos humanos alentada, o al menos permitida por el gobierno, y ejecutada directamente por la policía militarizada, y en menor medida, por otras ramas de las FFAA, durante la vigencia del estado de emergencia.

Conforme a la regularidad histórica de que, por definición, jamás la derecha y las fuerzas conservadoras entregarán prebendas, privilegios, ventajas y sinecuras si no son obligadas a ello, y de ninguna manera sin antes utilizar todas las formas de lucha, el fachistán criollo trasladó la guerra de Piñera al ámbito digital, y en particular, al campo de batalla virtual de las redes sociales.

A partir de su supremacía económica, han descargado sobre las redes verdaderos ejércitos de bots, con distintas misiones y finalidades.

viernes, 7 de febrero de 2020

El duro análisis del influyente Thomas Piketty sobre las causas del estallido: “En Chile prevalece una ideología de desigualdades”

En una presentación en Londres de la versión en inglés de su libro “Capital e Ideología”, el economista francés –especialista en desigualdad– habló del movimiento social chileno como un punto determinante en la historia de la globalización. Al mismo tiempo, volvió a poner el dedo en la llaga del modelo chileno, apuntando al problema de la inequidad de la distribución de la riqueza como foco de la revuelta iniciada en octubre, al recordar que “Chile y Brasil son algunos de los países con más desigualdades del mundo”. Además, el académico sacó a colación otro factor, al subrayar que “en el Chile post-Pinochet nunca se cuestionaron las bases de la Constitución”.


El caso chileno es digno de análisis en todo el mundo. Y así lo reflejaron las palabras del francés Thomas Piketty, considerado el economista más influyente de los últimos años, quien durante la presentación en Londres de la versión en inglés de su último libro Capital e Ideología, abordó el estallido de octubre en Chile.

El experto en desigualdad económica y distribución de la renta catalogó lo que sucede en nuestro país, junto a las protestas en el Líbano y la ola de los chalecos amarillos en Francia, como un movimiento que contribuye a disminuir las desigualdades económicas que hoy en día aquejan a gran parte del planeta.

“Lo que pasó en Chile, las protestas contra las desigualdades y a favor de mayor igualdad económica, es muy importante, porque demuestra que estamos en un punto determinante en la historia de la globalización”, comentó el profesor de Estudios Superiores en Ciencias Sociales (EHESS) y de la Escuela de Economía de París.

Durante la presentación en la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, el académico insistió en que “en América Latina, en particular en Chile y en Brasil, son algunos de los países más desigualdades del mundo”.

jueves, 30 de enero de 2020

Chile: el artículo 135 y la reforma de la Constitución

El artículo 135, de forma tramposa condiciona las demandas sociales al exigir el respeto a los tratados de libre comercio. En la nueva constitución podemos plantear, por ejemplo, incorporar el concepto de la Naturaleza como sujeto de derechos, y garantizar en consecuencia como prioritario el uso del agua tanto para los seres humanos como para la mantención de los ecosistemas.


Lucía Sepúlveda, Sin Permiso

La inmensa mayoría de las y los chilenos, queremos una nueva Constitución surgida de una asamblea constituyente. En las asambleas territoriales y los movimientos sociales, queremos además una constituyente Plurinacional y Feminista que nos dé garantías sobre la forma de elección de sus delegados y su funcionamiento. Por eso, la ley de Reforma a la Constitución, que posibilita el próximo Plebiscito de Abril nos deja en shock. Incluye cuestiones ampliamente criticadas, como los 2/3 de quorum fijados para el funcionamiento de la constituyente, y la desigualdad de condiciones de elección para independientes. Como si eso fuera poco, además raya la cancha de la Constituyente sobre qué puede o no decidir. No hay debate alguno al respecto. Sólo lo ha denunciado Chile Mejor sin TLC, quizás porque la mayoría supone que la ley es igual al llamado Acuerdo de Paz.

Las Disposiciones Especiales

El artículo 135, llamado “Disposiciones Especiales”, notifica a los delegados constituyentes que deberán respetar “las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas y los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”. O sea, los constituyentes no podrán alterar las bases del modelo pinochetista mantenido por los gobiernos de la Concertación. Mercantilizando todo, nos despojaron de la salud, previsión, agua, semillas y educación, consagrando la desigualdad entre quienes habitamos y trabajamos en Chile. Las garantías ilimitadas entregadas a las corporaciones transnacionales a través de los tratados internacionales de libre comercio, permitieron controlar áreas claves de la economía a las mineras como BHP; a Bayer/Monsanto o Agrosuper, de los sectores de agronegocios y farmacéutico, o a otras corporaciones como el grupo Luksic y las forestales. El Sistema de Resolución de Controversias incluido en los tratados habilita a esas corporaciones para demandar al Estado de Chile en paneles internacionales especiales. Allí el Estado debe enfrentarse a abogados corporativos sin un debido proceso y con fallos inapelables que mayoritariamente son contra los Estados, y significan costos de miles de millones de dólares, asociados al retiro (previo o posterior) de la política pública cuestionada.

domingo, 26 de enero de 2020

“No son 30 pesos, son 30 años”: los Chicago Boys y el origen del neoliberalismo en Chile

La revuelta chilena, que estalló por el aumento del precio del billete de metro, ha puesto en jaque el sentido común neoliberal heredado tras décadas de aplicación ortodoxa del plan de los chicos de Chicago.


Jaime Bordel Gil, El Salto

El pasado 8 de enero el Senado chileno rechazó en sala un proyecto de reforma constitucional que buscaba consagrar el agua como un bien nacional de uso público. El proyecto, que abría la puerta a que Chile dejara de ser el único país del mundo con sus aguas totalmente privatizadas, naufragó en la Cámara Alta al no alcanzar el quorum de dos tercios establecido en la Constitución que rige todavía en el país andino.

La imposibilidad de sacar adelante la reforma, por un lado, puso de manifiesto el freno que supondrá en la futura asamblea constituyente el quorum de dos tercios que concede al oficialismo la capacidad de bloquear cualquier cambio sustancial; y por otro, muestra hasta qué punto el neoliberalismo se encuentra inserto en las raíces del Estado chileno.

La subsidiariedad del Estado chileno, un Estado mínimo al más puro estilo neoliberal, ha sido un tema recurrente desde que estallaran las protestas que han recorrido el país durante los últimos meses. El golpe de Estado de 1973 que dio comienzo a la dictadura del general Augusto Pinochet suele fijarse como la fecha en la que la organización social y económica del país andino comenzó a cambiar. Junto a la represión y a la persecución política, la dictadura cívico militar impulsó una política económica de lo más ortodoxa, basada en los postulados de Milton Friedman y la Escuela de Chicago, con un programa de privatizaciones masivas, y en la que el rol del Estado se redujo prácticamente al de garante del orden público, abandonando áreas como la sanidad o la educación.
Sin embargo, antes de este punto de inflexión, ya se había sembrado una semilla que sería clave en los cambios que marcarían el país las décadas siguientes.

jueves, 23 de enero de 2020

La rebelión contra las élites en América Latina

Un sentimiento generalizado de insatisfacción e injusticia motiva protestas en toda la región.


Michael Shifter, New York Times

En 2019, manifestantes callejeros conmocionaron ciudades de todo el mundo. América Latina en particular experimentó una mayor agitación social que en cualquier otro momento de la historia reciente. Las crisis políticas y las movilizaciones masivas estallaron en Haití, Honduras, Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia, Chile y en muchos otros lugares. En las últimas semanas, las manifestaciones han menguado, pero no han cesado y es probable que 2020 traiga más agitación.

La turbulencia deriva de muchos de los problemas persistentes en la región, los cuales son más predominantes en algunos países que en otros: estancamiento económico, poderes judiciales politizados, corrupción, delincuencia y, en algunos cuantos casos, un gobierno autoritario. América Latina es la segunda región más desigual del mundo. El fracaso para abordar estos problemas —y para cumplir sus promesas— ha ocasionado que los gobiernos pierdan legitimidad ante los ciudadanos, quienes se sienten cada vez más insatisfechos con la forma en que funciona, o no funciona, la democracia en sus países.

Sin embargo, igual de pertinente para el momento actual es la percepción generalizada de una falta de justicia, de que las élites económicas y políticas gozan de una serie de privilegios y prerrogativas que se le niegan a la mayoría de los ciudadanos. Algunos de los resentimientos acumulados de la región se deben a la sensación que tienen aquellos que ostentan la mayoría del poder y la influencia de que tienen derecho a todo, quienes además casi nunca les otorgan a los demás el respeto y la dignidad que merecen.

lunes, 13 de enero de 2020

El gran fiasco del modelo de pensiones chileno

El modelo de pensiones que se creía un ejemplo hoy camina al fracaso. Sin embargo, ha regalado 225.000 millones de euros a la banca y ofrece apenas 180 euros a los pensionistas


Andy Robinson, La Vanguardia

A casi tres meses de manifestaciones, las paredes de Santiago de Chile son murales psicodélicos de grafitis multicolores. Los dos que mejor resumen la extraordinaria rebelión ciudadana contra el presidente, el empresario multimillonario Sebastián Piñera, rezan: “Chile, donde nació el neoliberalismo y donde morirá” y “Hay tantas cosas que cambiar que no sé qué huevada pedir aquí”.

Pero el eslogan que sacó más de 1,3 millones de chilenos a las calles en un solo día es otro grafiti: “¡No más AFP!”. Se refiere a las seis administradoras de fondos de pensiones (AFP) que gestionan el sistema de pensiones privatizado por la dictadura de Augusto Pinochet en 1981 bajo los consejos del chicago boy Jose Piñera, hermano del actual presidente, (Piñera en realidad aprendió los principios de la escuela neoliberal de Milton Friedman en Harvard y no Chicago).

De todos los elementos del modelo chileno de desregulación, privatización y ortodoxia fiscal, el que más elogios ha suscitado en las conferencias bancarias ha sido el sistema de capitalización de pensiones, basado en un sistema de ahorro forzado que ha canalizado miles de millones de dólares al sistema financiero.

domingo, 5 de enero de 2020

Sebastián Edwards: “La versión pura del capitalismo ha llegado a su fin”

El economista considera que, a partir de ahora, el capitalismo sería más inclusivo y amigable. Pero teme que las expectativas sobre la reforma constitucional se verían frustradas

Luis Fernando Alegría, El Comercio


Desde octubre en Chile se vive un estallido social que podría terminar con un cambio de la Constitución. En este contexto, Sebastián Edwards, el economista más reputado del vecino del sur, nos cuenta su análisis de las causas del conflicto y sus consecuencias.

-¿Cuáles son las causas detrás del estallido en Chile?

-Son múltiples y los responsables son muchos: élites, políticos, empresarios, intelectuales, periodistas. Pero, lo que sin duda resalta es el tema de las pensiones, que se ha transformado en la bandera más visible de lucha. La gente lo ve como profundamente injusto. La noción es que, luego de una vida de trabajo, llega un momento en que el descanso y la pensión son un derecho. Pero, por diversas razones –la principal son las lagunas de contribuciones a lo largo de la vida laboral– las pensiones son, en general, muy bajas. La gente lo ve como un abuso, especialmente cuando se sabe que las utilidades de las AFP son cuantiosas.

miércoles, 1 de enero de 2020

El castigo como estrategia para impedir el legítimo derecho a la manifestación en el espacio público


Roberto Fernández Droguett, El Desconcierto

Más que el mantenimiento del orden público, lo que ha estado sucediendo cada vez con más fuerza a través de la represión policial es el castigo sistemático e indiferenciado a la ciudadanía que se encuentra en las zonas urbanas de manifestación política, particularmente en los alrededores de la Plaza de la Dignidad (ex Plaza Italia), lo que implica un entorno bastante extendido que incluye las primeras cuadras de Vicuña Mackenna, del parque Bustamante y del Parque Forestal, la entrada al barrio Bellavista, el sector de Providencia hasta la Estación del metro Salvador, y el sector de la Alameda hasta Avenida Santa Rosa.
Desde ya algunas semanas que carabineros ha venido desarrollando en el centro de Santiago procedimientos represivos orientados a impedir el derecho a manifestarse. Amparados en el discurso del intendente de Santiago sobre la ausencia de permisos para realizar manifestaciones y en el copamiento policial del sector, las fuerzas policiales han desplegado un gran cantidad de efectivos a pie y en moto, y han hecho un uso masivo de recursos como carros lanza-agua, lanza-gases, y bombas lacrimógenas, realizando muchas detenciones y ataques a las y los manifestantes, todo lo cual ha derivado en enfrentamientos, personas heridas o afectadas por estos procedimientos, y en definitiva en la imposibilidad de ejercer el derecho constitucional a manifestarse de forma tranquila y segura.

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