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miércoles, 1 de marzo de 2023

Maquillando el cadáver del capitalismo

Luis Britto García, Rebelión

Ya nadie habla de capitalismo. Capitalismo implica capital, que posee otro y tú no tienes. Capitalista es dueño, patrono, tipo que impone hacer lo que a él le da la gana. Ahora se habla del Mercado. Mercado suena impersonal, como el destino o las leyes naturales. Quien dice Mercado casi dice Supermercado, tan abarrotado de bienes que casi olvidamos que hay que pagar la factura. Capital es la mano que aprieta. Mercado es la mano invisible que, como Dios, se ocupa de hacer el bien aunque el resultado sea que todo anda mal.

Si para venderse el capitalismo tiene que cambiarse el nombre, significa que no está dispuesto a cambiar nada, excepto nombres. Ya anotó Adolfo Bioy Casares en su Diccionario del argentino exquisito que todas las indignidades del capitalismo han sido rebautizadas con las palabras más dignas del idioma. Ya los precios no suben, se liberan. Los intereses no se alzan, se sinceran. Al trabajador no se lo despide, se flexibiliza su relación de trabajo. Apoteosis de la confiscación por el capitalismo del prestigio de lo que se le opone es banalizar la Revolución como argumento de venta: hay revolución en la moda, en los desodorantes, en las toallas sanitarias, en el papel higiénico. Revolución en todo, mientras no haya Revolución en nada.

miércoles, 20 de abril de 2022

La nueva clase dirigente se esta constituyendo en la nube

Yanis Varoufakis, Sin Permiso

El capital está en todas partes, pero el capitalismo está en decadencia. En una era en la que los propietarios de una nueva forma de «capital de control» han ganado un poder exorbitante sobre todos los demás, incluidos los capitalistas tradicionales, esto no es una contradicción.

Érase una vez. Los bienes de capital eran solo los medios de producción fabricados. El aparejo de pesca rescatado de Robinson Crusoe, el arado de un granjero y el horno de un herrero fueron bienes que ayudaron a producir una captura de peces más grande, más alimentos y herramientas de acero brillante. Luego, llegó el capitalismo y otorgó a los propietarios del capital dos nuevos poderes: el poder de obligar a los que no tienen capital a trabajar por un salario y el poder de establecer la agenda en las instituciones que formulan políticas. Hoy, sin embargo, está emergiendo una nueva forma de capital y está forjando una nueva clase dominante, quizás incluso un nuevo modo de producción.

jueves, 10 de febrero de 2022

Tecnofeudalismo, etapa superior del capitalismo

Alfredo Moreno, Rebelion

La derecha política y mediática regional repite eslóganes y prejuicios contra el Estado y su presencia en políticas públicas de inclusión social y cuidado en salud. Desconoce el debate mundial que apunta a fortalecer la presencia del Estado, ya no sólo por el papel central ocupado en la pandemia, sino para enfrentar el avance despiadado de los gigantes del mundo digital que abusan de la posición dominante de mercado y del mega flujo de datos que alimentan sus algoritmos como “armas de destrucción matemática”.

Vivimos en un feudalismo propio a los tiempos tecno digitales, muy alejado de la libertad y la equidad prometida por las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). Bajo el manto de una retórica de democratización y acceso a la información, progreso e innovación se esconde el más puro y antiguo sistema de dominación. La implementación social y cultural de las TIC, la “inocencia de los ingenieros informáticos”, las Tecno Corporaciones y sus modelos de negocios son todo lo contrario de lo que prometen.

El ensayo publicado por el investigador Cédric Durand: «Tecno-Feudalismo, crítica de la economía digital» demuestra cómo el capitalismo se renovó hacia atrás. Se instaló en el contexto del medioevo con las herramientas y servicios de la modernidad. No dio ni nos hizo dar un salto hacia el futuro en términos de acceso y representación ciudadana, sino que se replegó hacia atrás y resucitó las formas más crueles de la dominación y el sometimiento.

domingo, 21 de noviembre de 2021

Los (supuestos) límites del capitalismo

Raúl Zibechi, La Jornada

Durante mucho tiempo una parte de los marxistas aseguraron que el capitalismo tiene límites estructurales y económicos, fincados en leyes que harían inevitable su (auto) destrucción. Esas leyes son inmanentes al sistema y se relacionan con aspectos centrales del funcionamiento de la economía, como la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, analizada por Marx en El capital.

Esta tesis dio pie a que algunos intelectuales hablaran del derrumbe del sistema, siempre como consecuencia de sus propias contradicciones.

Más recientemente, no pocos pensadores sostienen que el capitalismo tiene límites ambientales que lo llevarían a destruirse o por lo menos a cambiar sus aspectos más depredadores, cuando en realidad lo que tiene límites es la propia vida en el planeta y, muy en particular, la de la mitad pobre y humillada de su población.

viernes, 5 de noviembre de 2021

La escuela austríaca y la apología del capitalismo

Julio C. Gambina

La escuela austríaca emerge hacia 1871, año del primer intento de gobierno obrero, con la Comuna de París, levantamiento y experiencia derrotada por la violencia de las armas con 30.000 muertos. Hacía pocos años, en 1867, se había publicado el Tomo I de El Capital, en donde se anticipaba que los expropiados (trabajadores o propietarios de su fuerza de trabajo) tenían derecho a expropiar a los expropiadores (capitalistas o propietarios de los medios de producción). El eje de esta monumental obra se concentra en las leyes del valor y del plusvalor, sustentadas desde la abstracción, núcleo central del método en Karl Marx (1818-1883). El pase a consideraciones concretas del funcionamiento del orden capitalista se conocerá con la publicación por Friedrich Engels (1820-1895) de los borradores de Marx del Tomo II, recién en 1885; y del Tomo III en 1894. El razonamiento completo de Marx sobre la dinámica del capitalismo se completa con la difusión de su obra hacia 1894.

sábado, 23 de octubre de 2021

La crisis de la cadena de suministro global tiene que ver con el capitalismo, no con el covid

Lo que hace que las cadenas de suministro globales just in time sean tan rentables es precisamente lo que también las hace tan vulnerables a las interrupciones, haciendo al mismo tiempo que los trabajadores de la industria de la logística sean más poderosos que nunca
James Dennis Hoff, Izquierda diario

Los principales medios de comunicación se han obsesionado repentinamente con la crisis de la cadena de suministro global, y no es solo el Wall Street Journal.

Prácticamente todos los medios de Estados Unidos [y el mundo] están hablando de cómo las continuas interrupciones de la cadena de suministro just in time [justo a tiempo] están llevando a la escasez de productos, estantes vacíos en los supermercados, «falta de donas» e incluso amenazando con «destruir la Navidad«.

Sin embargo, este énfasis frívolo en la falta de algunos bienes de consumo oculta los peligros más graves que estas interrupciones de la cadena de suministro pueden representar para la distribución de bienes necesarios y, que a veces incluso salvan vidas, como alimentos, medicamentos y equipo médico.

No obstante la banalización que hacen de este problema algunos medios, es bienvenida la atención repentina sobre un aspecto cuidadosamente ignorado de la economía global, ya que revela claramente cómo funciona hoy en día y qué hay detrás de producción capitalista. Si bien los medios buscan encontrar explicaciones inmediatas para el «repentino» fracaso de lo que es uno de los mayores avances para las ganancias capitalistas desde que Ford introdujo la línea de montaje en la fábrica, las causas subyacentes de estas interrupciones son mucho más complejas y sistémicas.

lunes, 18 de octubre de 2021

El juego del calamar y su feroz critica al capitalismo salvaje

La crítica más descarnada al modelo capitalista que domina al mundo actual no proviene de algún discipulo de Marx sino de la última serie de Netflix, la coreana El juego del calamar (Squid Game), que se ha convertido en tiempo récord en un fenómeno global. Tomando como punto de partida diversos juegos infantiles, la serie muestra a personajes endeudados, cesantes o con un trabajo precario, dando cuenta de la brutal fractura social imbricada en el sistema: divisiones de clase, desigualdad de ingresos, explotación de los ricos y una desesperación de la clase trabajadora por sobrevivir. El director Hwang Dong-hyuk combina elementos de los "reality show" masificados por la televisión, con un crudo juego real de vida o muerte. Lo que en los reality es la "eliminación" o "borrado" es aquí, como en Blade Runner, una ejecución mortal.

domingo, 26 de septiembre de 2021

Nancy Pelosi aduce que el capitalismo no ha funcionado en EEUU y compara el 6-E con el 11-S

Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

Nancy Pelosi, polémica lider de la Cámara de Representantes, hoy de mayoría demócrata, a sus 81 años –tres años mayor que el presidente Biden– se ha vuelto más combativa que de costumbre y ha adoptado posturas que incendian las galerías.

En fechas recientes, el hijo del muy polémico especulador George Soros, Alexander, de 35 años, publicó un tuit que hizo volar la imaginación centrífuga en Estados Unidos al compartir una foto con su padre y Nancy Pelosi: ¡Confiamos en Pelosi! (https://bit.ly/3i5ElVY).

Ocho días después del hierático tuit, la aguerrida Pelosi apareció en Chatham House (https://bit.ly/3o80UNF), meca de la anglosfera, donde abordó tres temas incandescentes: la disfuncionalidad del capitalismo en Estados Unidos, la toma del capitolio el 6 de enero y su advertencia de no romper los acuerdos de Gran Bretaña con Irlanda del Norte –donde los católicos ya son mayoría (https://bit.ly/3CL9mX9).

miércoles, 22 de septiembre de 2021

El virus del hambre: marca y sello capitalista

El problema del hambre en el mundo no es por la falta de alimentos, es por la desigual distribución que se origina en el propio proceso social de la producción
Pasqualina Curcio, Alainet

Durante los 10 minutos que aproximadamente le tomará leer este artículo, habrán muerto de hambre 110 personas en el mundo, lo que equivale a 15.840 seres humanos diariamente, o casi 6 millones al año según estimaciones de OXFAM. Imagine ir a la cama en las noches sin tener nada qué comer. Imagine la angustia de una madre o un padre al no poder alimentar a sus hijos. Piense en el dolor, y más aún, en la impotencia que causa saber que un niño murió de hambre.

Según el reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) titulado “El estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2021”, en el 2020, el 30% de la población mundial, alrededor de 2.300 millones de personas, no tuvo acceso a una alimentación adecuada. Se lee también en el informe que el 12% de la población mundial, 928 millones de personas, padeció inseguridad alimentaria grave durante el año de pandemia, 148 millones más que en 2019.

jueves, 1 de julio de 2021

El fin del confinamiento del Dios cartesiano

Boaventura de Sousa Santos, Público

Dios parece estar confinado. Por lo menos, desde que en el siglo XVII se impuso la separación absoluta entre la naturaleza, entendida como res extensa, y los seres humanos, entendidos como res cogitans. La prueba de la existencia de Dios está en la mente humana, porque sólo esta puede concebir un ser muy perfecto e infinito. Siendo imperfecta, la mente humana sólo es capaz de tal concepción porque alguien la inscribió en ella. Ese alguien es Dios. La naturaleza es incapaz de tal concepción, y ahí reside su inconmensurable inferioridad en relación con la mente propia de los seres humanos. Con la demostración de la existencia de Dios, se demostró la imposibilidad de coexistencia con él en el mismo mundo. Dios es de "otro mundo", su "reino no es de este mundo". Dios es trascendencia.

Así comenzó el confinamiento de Dios. Si hasta entonces ya era difícil comunicarse directamente con él, a partir de ahí se volvió imposible. Sólo los místicos pueden conseguirlo, y siempre con altos costos personales. En el mismo proceso en el que Dios fue humanizado, fue también desnaturalizado y, con él, los seres humanos que lo concibieron. Y como no pueden ser mente sin ser un cuerpo natural, al mismo tiempo que demostraron la existencia de Dios, los seres humanos dejaron de comprenderlo y dejaron de entenderse entre sí. Entonces se deshumanizaron. La humanización de Dios dio lugar a la deshumanización de los seres humanos. El homo economicus del capitalismo naciente, tal como el cuasi contemporáneo homo lupus homini de Hobbes, son la expresión de esta deshumanización del ser humano. El ser competitivo, centrado en su interés individual, es un ser antisocial que ve en los semejantes (nunca iguales) enemigos potenciales, y que sólo hace filantropía si de ella resulta algún beneficio propio.

lunes, 21 de junio de 2021

La historia no había terminado, debió rectificarse Fukuyama

Como la lucha de clases continúa –siempre al rojo vivo–, el capítulo de ese paso atrás que significó el cierre del socialismo europeo y la reconversión de la Unión Soviética permitió a la derecha sentirse omnipoderosa, triunfal, ganadora absoluta.
Marcelo Colussi, Alainet

"Defiendo la construcción del Estado como uno de los asuntos de mayor importancia para la comunidad mundial, dado que los Estados débiles o fracasados causan buena parte de los problemas más graves a los que se enfrenta el mundo: la pobreza, el sida, las drogas o el terrorismo". Esta idea jamás podríamos asociarla al pensamiento neoliberal, que se caracteriza por una apología de la libre empresa y de la reducción del Estado. Pero curiosamente es lo que dice Francis Fukuyama en su libro "Construcción del Estado: gobierno y orden mundial en el siglo XXI", del 2004.

Fukuyama se hizo famoso cuando en 1992 (acompañando la desintegración de la Unión Soviética y del bloque socialista europeo) pronunció el grito triunfal en su libro El fin de la historia y el último hombre: "la historia ha terminado". Pero en realidad lo dicho por él ni es pensamiento profundo, ni encierra ninguna verdad. Era una simple declaración de guerra, cargada ideológicamente, dicha en un momento en que las fuerzas se inclinaban hacia el lado del capital. Según la visión conservadora de la derecha, la extinción del bloque socialista europeo mostraba la inviabilidad de una revolución obrero-campesina de contenido marxista. El socialismo, visto así, era una quimera, una tontera condenada al fracaso. De todos modos: ¡la historia no había terminado!

viernes, 7 de mayo de 2021

La covid-19 en India: Los beneficios primero y las personas después

Jayati Ghosh, Sin Permiso

El horror de la pandemia que se está desarrollando en India tiene causas múltiples. Entre ellas se cuenta la complacencia, la inacción y la irresponsabilidad de los dirigentes gubernamentales, aun cuando era evidente desde hace ya varios meses que una nueva ola de contagios de nuevas variantes mutantes amenazaba a la población. Los continuados actos electorales masivos, muchos de ellos con alocuciones del primer ministro, Narendra Modi, convocaron a gran número de personas a reuniones congestionadas y les indujo a minimizar la amenaza de contagio.

La incomprensible decisión de permitir que un importante festival religioso —el Mahakumbh Mela, que se celebra cada doce años— se anticipara un año entero, por consejo de algunos astrólogos, llevó a millones de personas de toda la India a una pequeña zona a lo largo del río Ganges y contribuyó a ‘super-propagar’ la enfermedad. Increíblemente, ¡el ultimo ‘baño ritual’ importante sigue adelante hoy mismo!

jueves, 6 de mayo de 2021

El crimen organizado como engranaje del capitalismo

Sin la presencia y regeneración del Estado, toda posibilidad de atenuar los impactos de un fenómeno global como el crimen organizado tenderán a diluirse
Isaac Enríquez Pérez, Alainet

Una tesis es fundamental para iniciar el debate: el crimen organizado es parte consustancial de los procesos de acumulación de capital, y –a su vez– se engarza con mecanismos de desposesión y despojo, así como con la triple explotación –la que recae sobre la naturaleza, la clase trabajadora y sobre la mujer. Y ello se eslabona y, paralelamente, reproduce una descomposición del tejido social que incrementa exponencialmente la vulnerabilidad de las sociedades e individuos. Más aún, el crimen organizado es parte de las estructuras de poder, riqueza y dominación, y funge a su vez como un dispositivo de segregación y control social que recae sobre comunidades enteras, familias e individuos; mostrando su rostro más lacerante a través de la violencia.

El poder del crimen organizado se fundamenta, en principio, en el control del territorio y desde allí escala –en países como México– al control y despojo de los recursos naturales y a la cruenta disputa en torno a bosques, aserraderos, agua, tierras fértiles, rutas y mercados para el tráfico de estupefacientes y armas. Redondea su poder con la incursión de los recursos de procedencia ilícita en los mercados financieros y en el sistema bancario internacional. Más todavía: en todo momento, el inframundo de la ilegalidad precisa de los Estados, la corrupción y de la impunidad para expandirse y profundizar sus formas de operación y los procesos de acumulación de capital en los cuales participa.

lunes, 3 de mayo de 2021

Quiénes son los dueños de las vacunas privadas y cómo se están enriqueciendo

Esta es la historia de cómo los mismos accionistas son dueños de las diferentes vacunas compradas por la UE y EEUU, de cómo los gobiernos europeos pasaron de pagar 2,9 euros a 19,5 la dosis y cómo fueron esos mismos gobiernos los que financiaron con dinero público las investigaciones. Son los dueños del dinero del mundo y ahora también de la salud
Pascual Serrano, Sputnik

Las denominaciones de las vacunas que se están distribuyendo en Europa y Estados Unidos ya nos resultan familiares por el nombre de sus empresas fabricantes: AstraZeneca, Pfizer/Biotech, Moderna, Janssen (Johnson & Johnson). Sin embargo, no se habla tanto de cuáles son sus accionistas, o dicho de otra forma, quiénes son los dueños de las vacunas. Como era de suponer básicamente se trata de fondos de inversión. Lo curioso es que si los analizamos encontramos dos fondos comunes a todas ellas (incluso en otras vacunas que están pendiente de aprobarse, como la de Novavax): The Vanguard Group y BlackRock. Estos dos fondos de inversión administran 16 billones de dólares. Si fueran un bloque de naciones, serían la tercera potencia mundial, solo por debajo de Estados Unidos y China, de acuerdo con datos del Banco Mundial en 2019.

Su poder es tal que han presionado para que las principales farmacéuticas occidentales se coordinen y negocien conjuntamente. Según la revista financiera Expansión, «Pfizer y Moderna trabajan, cada una por su cuenta, con otras biofarmacéuticas como Rentscheler Polymun, Rovi, Recipharm, mientras que AstraZeneca y Novavax colaboran con el Serum Institute of India, el mayor fabricante de vacunas del mundo, que está elaborando en paralelo productos similares a los de Oxford-AstraZeneca». Incluso esta última empresa anunció una alianza similar con Novavax (que, por supuesto, también tiene a BlackRock y Vanguard como sus mayores accionistas).

martes, 27 de abril de 2021

¿Que hay detrás de la ‘Nueva Guerra Fría’?

Es la ganancia del capital transnacional y no las “amenazas externas” lo que explica la expansión de la maquinaria norteamericana de guerra estatal y corporativa. La Nueva Guerra Fría cumple con la finalidad de justificarla
William I. Robinson, Alainet

La decisión del presidente norteamericano Joe Biden el pasado 15 de abril de expulsar a 10 diplomáticos del Kremlin y de imponer nuevas sanciones contra Rusia por su alegada injerencia en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020 – y a la cual ya reciprocó Rusia – se produjo pocos días después de que el Pentágono realizara ejercicios navales frente a la costa de China. Las dos acciones representan una escalada de las agresiones con el afán de Washington de intensificar la ‘Nueva Guerra Fría’ en contra de Rusia y China, llevando al mundo cada vez mas hacia la conflagración político-militar internacional. La mayoría de los observadores atribuyen esta Guerra instigada por Estados Unidos a la rivalidad y la competencia sobre la hegemonía y el control económico internacional. No obstante, estos factores solo explican en parte esta Guerra. Hay un cuadro mas amplio – que ha sido pasado por alto – que impulsa este proceso; la crisis del capitalismo global.

Esta crisis es económica, o estructural, de estancamiento crónico en la economía global. Pero también es política, una crisis de la legitimidad del Estado y de la hegemonía capitalista. Mientras el sistema se hunde en una crisis general del dominio del capital, miles de millones de personas alrededor del mundo enfrentan luchas por una supervivencia incierta y cuestionan un sistema que ya no consideran legítimo. En Estados Unidos, los grupos dominantes se esfuerzan por desviar la inseguridad generalizada producto de la crisis hacia chivos expiatorios, tales como los inmigrantes o los asiáticos culpados por la pandemia, y hacia enemigos externos como China y Rusia. A la vez, las crecientes tensiones internacionales legitiman el aumento de los presupuestos miliares y de seguridad y abren nuevas oportunidades lucrativas mediante las guerras, los conflictos, y la extensión de los sistemas transnacionales de control social y represión de cara al estancamiento en la economía civil.

sábado, 17 de abril de 2021

Grave peligro para la Tierra y la vida: el gran Reinicio del Capitalismo (Great Reset)

Si miramos bien, estamos ante una propuesta corporativista, un capitalismo de los grupos de que no contempla las grandes mayorías de la humanidad. Estas están fuera de su radar.
Leonardo Boff

Se ha abierto en todo mundo un grande debate sobre qué mundo vendrá en la pospandemia. Son muchas las proyecciones, algunas optimistas, que suponen que la humanidad ha aprendido la lección de la Covid-19: desarrollar una relación amigable con la naturaleza; las sociedades deberán superar las profundas desigualdades actuales en la línea de la encíclica Fratelli tutti del Papa Francisco: que todos se sientan hermanos y hermanas, también con los seres de la naturaleza, y no sus amos y señores, en caso contrario nadie se salvará (Ft n.32).

Lo que sin embargo causa grave preocupación es el llamado Great Reset, Gran Reinicio, en nuestro dialecto, “La Gran Reanudación” del orden capitalista mundial. Esta expresión fue sugerida por el príncipe Charles juntamente con el Coordinador del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab. Este orden esta urdido por aquellos que el informe de la OXFAM “Tiempo de Cuidar”, (ONG inglesa que mide los niveles de riqueza y de pobreza en el mundo), señala como los pocos multimillonarios. Según esa fuente, en 2019 había 2.153 individuos que tenían más riqueza que 4.600 millones de personas. El 1% de este grupo tiene más del doble de la riqueza de 6.900 millones de personas. Con la pandemia se han hecho todavía más ricos. Sólo estos datos revelan una economía gravemente enferma y nada saludable, un virus.

sábado, 3 de abril de 2021

Desolación en el capitalismo digital y pandémico

El dolor humano es tal que existe toda una industria orientada a su gestión y a la evasión efímera del individuo desolado que naufraga en una vida sin sentido
Isaac Enríquez Pérez, Alainet

El síndrome de la felicidad y el mito del crecimiento económico ilimitado abren enormes abismos en las sociedades contemporáneas. Sus respectivas ideologías no solo encubren los efectos negativos del fundamentalismo de mercado y de las nuevas formas de explotación, sino que vanaglorian sus falsas virtudes e irradian un falaz confort que ni por asomo considera la dimensión y los alcances de un sinfín de psicopatologías. Soledad, tristeza, angustia, ansiedad, depresión, desconfianza en el otro, y una vida sin sentido, son sólo expresiones de la enfermedad y el dolor social que tienden a potenciarse con el individualismo hedonista y la trampa de la eficiencia económica, el productivismo exacerbado y el rendimiento autoimpuesto.

El dolor social y el dolor individual/emocional son consustanciales al mismo proceso (des)civilizatorio del capitalismo y a la misma falacia de la libertad y la realización que éste mismo difunde. Y ello se recrudece conforme los individuos sienten frustración y resentimiento ante la insatisfacción que les genera esta forma de organización de la sociedad. A su vez, estas modalidades de dolor se erigen en dispositivos de control social que descargan la espada de Damocles sobre los cuerpos, las conciencias, la mente y la intimidad. Con la pandemia, estos dispositivos alcanzaron su más acabada expresión a través la gran reclusión, el confinamiento global y la emergencia e instauración del Estado sanitizante (https://bit.ly/3l9rJfX).

jueves, 14 de enero de 2021

La nueva guerra fria está llegando

Roberto Savio, IPS

Mientras que el coronavirus ha concentrado, con toda razón, gran parte de nuestra atención, un reajuste geopolítico fundamental ha estado cobrando forma en el mundo y se hará más claro en este 2021. El reajuste es el comienzo de una segunda Guerra Fría, que esperamos no se convierta en una guerra «caliente».

La nueva Guerra Fría se producirá entre China y Occidente, pero debe ser muy diferente a la que tuvo lugar con la Unión Soviética. El mundo ha cambiado significativamente desde 1989, el año de la caída del Muro de Berlín.

La brecha entre los dos campos opuestos es ahora mucho más pequeña. La extinta Unión Soviética, un gigante militar con escaso desarrollo industrial, tenía la ventaja de presentarse a sí misma como la líder de una ideología internacional. De cierta manera, esta también era una bandera de Occidente, que convertía en su propia identidad el llamado a la libertad y la democracia.

martes, 5 de enero de 2021

Capitalismo pandémico

Si el capitalismo es una sindemia, va a seguir produciendo virus y pandemias. Ese es el futuro y no es halagüeño. La política y la ciencia deberían estar luchando para liberar a la humanidad y a ellas mismas del capitalismo. Eso sí sería bueno para todos

Santiago Alba Rico, ctxt

El pasado mes de septiembre, Richard Horton publicaba en la conocida revista The Lancet un artículo cuyo título puede resultar provocativo o sospechoso: No es una pandemia. Obviamente, no se trata de que uno de los medios científicos más prestigiosos del mundo hubiese colado entre sus páginas la opinión de un negacionista. Horton no negaba la existencia de la covid-19 ni alimentaba delirios conspirativos. Basándose en un concepto forjado en 1990 por el epidemiólogo Merrill Singer, Horton sostenía que no nos enfrentamos hoy a una pandemia sino a algo más complejo y, por lo tanto, más peligroso: una “sindemia”; es decir, un cuadro epidémico en el que la enfermedad infecciosa se entrelaza con otras enfermedades, crónicas o recurrentes, asociadas a su vez a la distribución desigual de la riqueza, la jerarquía social, el mayor o menor acceso a vivienda o salud, etc., factores todos ellos atravesados por una inevitable marca de raza, de clase y de género. La sindemia es una pandemia en la que los factores biológicos, económicos y sociales se entreveran de tal modo que hacen imposible una solución parcial o especializada y menos mágica y definitiva.

miércoles, 15 de julio de 2020

La pandemia de la desinformación y la manipulación

El problema no es que todos puedan opinar. Ese es un derecho inalienable. Lo que no es un derecho es la impunidad para mentir, a descargar un torrente interminable de fake news, mentiras, falsedades. Y menos que en nombre de la libertad de prensa ejerzan un escandaloso libertinaje para desinformar irresponsablemente, montados en campañas de terrorismo mediático. No, no existe tal “libertad” para contagiar la muerte.



Aram Aharonian, Globalizacion

Los “periodistas” de los medios hegemónicos vociferan contra quienes no comulgan con sus intereses (y, sobre todo los de sus patrones); insisten en silenciar a veces y otras en difamar a sus contradictores, ocultar toda información que pueda exponer a la luz pública los negociados (e inclusive los delitos) de sus patrones. Y repiten las mismas dosis de veneno los mismo, ampliado.

Es fácil autocatalogarse como “periodista”: hoy cualquiera que hable o escriba en un medio se considera como tal, cualquiera que tenga un blog (con mucho o pocos “me gusta”) dice entrar en esa categoría y/o profesión.

Pero son meros operadores propagandísticos al servicio de los grandes conglomerados económicos unos, de las estrategias de los poderes hegemónicos otros, en esta guerra de cuarta o quinta generación, donde el principal arma en esta época de la posverdad, es imponer imaginarios colectivos.

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