martes, 12 de julio de 2022

La guerra de 30 años en Ucrania, en el umbral de un conflicto nuclear entre EEUU y Rusia

Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

Asistimos a una tercera guerra de 30 años en Ucrania –la primera se libró en Europa central entre católicos y protestantes (1618-1648; https://amzn.to/3amWbDe) y la segunda en el intermezzo de la Primera y Segunda Guerras Mundiales–, según la notable apreciación de Jeffrey Sachs (https://bit.ly/3NRPgzQ).

La tercera guerra de los 30 años que inició Washington en Ucrania contra Moscú–que subsume la “primera guerra híbrida global (https://bit.ly/3RiawSb)”– traduce una guerra indirecta entre EEUU y Rusia que en cualquier momento puede degenerar en una guerra nuclear.

La neo-conservadora straussiana Evelyn Farkas, húngaro-estadounidense y furibunda zelote de Israel (https://bit.ly/3uwr536), de 54 años–, no teme una guerra nuclear con tal de preservar el orden internacional de la OTAN, en una entrevista conjunta con el notable politólogo John Mearsheimer de la Universidad de Chicago (https://to.pbs.org/3uyTO7h): no pienso que debamos de ser disuadidos por el temor de que [Vladimir Putin] utilizará armas nucleares. No podemos descartarlo, pero también pienso en el objetivo que tenemos ahora, con los riesgos tan altos. No es sólo sobre Ucrania. Es sobre el orden internacional.

domingo, 10 de julio de 2022

El estrepitoso fracaso del mercado

Pedro Luis Angosto, Nueva Tribuna

La teoría está muy clara, tanto que parece haber sido elaborada por un niño antes de haber acudido a la escuela. Si cada uno de nosotros busca su interés personal al final, la suma de búsquedas, dará el interés general. Si yo cultivo cebada y veo que la cebada cada vez vale menos, dejaré de cultivarla y me dedicaré a otra cosa. Si trabajo con un banco y no me atiende bien, ni remunera mis ahorros ni me facilita el crédito a un interés razonable, pues cambio de entidad y a otra cosa. Si pesco sardinas y no me pagan en la lonja más de medio euro, las tiro al mar y pesco calamar. Perfecto, pero es mentira y causa un extraordinario daño a las personas y a la naturaleza.

Estamos asistiendo a un periodo de inflación desbocada que ya se deja notar en la subyacente, en la que no evalúa el precio de los combustibles ni el de los alimentos perecederos. Dicen los analistas económicos que a menudo estas cosas suceden por simpatía, es decir que, ante el aumento justificado de un determinado producto, se ocasiona una estampida de precios al alza bien porque la primera subida aumentó los costes de producción de otras, bien porque muchos productores se apuntan al carro, aunque los bienes que fabrican no hayan experimentado ningún sobrecoste. En la situación actual partimos del incremento de los precios de la energía, hecho que comenzó a producirse mucho antes de la invasión de Ucrania por Putin. La subida de los precios de los combustibles fósiles -esos que íbamos a abandonar en breve para dejar de emitir gases de efecto invernadero- ha provocado la de la electricidad y la del transporte. Ambas subidas afectan a la mayoría de las cosas que habitualmente consumimos. Sin embargo, a día de hoy no existe ningún problema de escasez de petróleo ni de gas, además disponemos de una oferta de energías limpias mucho más grande de la que existía hace veinte años. ¿Qué sucede?

lunes, 6 de junio de 2022

Un nuevo estudio vincula las vacunas COVID con un aumento del 25% en el paro cardíaco de adultos jóvenes

Estudio basado en datos de los servicios de emergencia muestra que la infección por COVID en sí no está vinculada a un aumento significativo de las complicaciones cardiovasculares
Y. Rabinovitz, Israel National News

Un nuevo estudio realizado por investigadores israelíes y publicado en Nature reveló un aumento de más del 25 por ciento en las llamadas de emergencia relacionadas con problemas cardiovasculares en la población de adultos jóvenes, luego del lanzamiento de las vacunas contra el COVID, tanto entre hombres como mujeres. No se encontró un aumento similar debido solo a la infección por COVID.

Las autoridades sanitarias de Israel y los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de EEUU han reconocido un vínculo entre las vacunas COVID y complicaciones cardiovasculares específicas. El riesgo de miocarditis después de recibir una segunda dosis de vacuna ahora se estima entre 1 en 3000 y 1 en 6000 en hombres de 16 a 24 años.

Sin embargo, artículos recientes en revistas científicas han tratado de sugerir que las complicaciones cardiovasculares posteriores a la infección por COVID son más comunes que las posteriores a la vacunación. Esta afirmación se contradice con los hallazgos de un estudio reciente realizado por investigadores israelíes, utilizando datos de los Servicios Médicos de Emergencia Nacional (EMS) de Israel relacionados con "llamadas de EMS de paro cardíaco y síndrome coronario agudo en la población de 16 a 39 años" entre 2019 y 2021. Esto les permitió comparar la línea de base (epidemia anterior a la COVID) con la epidemia de COVID sin vacunas, con la epidemia de COVID después de la aceptación generalizada de la vacuna.

viernes, 3 de junio de 2022

Y de pronto, ya no existía el Imperio

Estados Unidos no ha invitado a Cuba, Nicaragua ni Venezuela a la novena Cumbre de las Américas que se celebrará en Los Ángeles en junio de 2022. Varios países han dicho que no asistirán a la reunión a menos que los 35 países de las Américas estén presentes
Vijay Prashad, Alai

El Imperio niega su propia existencia. No existe como imperio, sino solo como benevolencia, con su misión de difundir los derechos humanos y el desarrollo sostenible en todo el mundo. Sin embargo, esta perspectiva no significa nada en La Habana ni en Caracas, donde los “derechos humanos” han llegado a significar el cambio de régimen y donde el “desarrollo sostenible” ha llegado a significar el estrangulamiento de su pueblo mediante sanciones y bloqueos. Es desde el punto de vista de las víctimas del Imperio que llega la claridad.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, será el anfitrión de la Cumbre de las Américas en junio, donde espera profundizar la hegemonía de Washington sobre las Américas. El gobierno de EEUU entiende que su proyecto de hegemonía se enfrenta a una crisis vital provocada por la debilidad del sistema político y de la economía estadounidenses, con escasos fondos disponibles para invertir dentro de su propio país y mucho menos para el resto del mundo.

Al mismo tiempo, la hegemonía estadounidense se enfrenta a un serio desafío por parte de China, cuya Iniciativa de la Franja y la Ruta (también conocida como Nueva Ruta de la Seda) ha sido vista en gran parte de América Latina y el Caribe como una alternativa a la agenda de austeridad del Fondo Monetario Internacional.

miércoles, 18 de mayo de 2022

El FMI aún está muy rezagado en términos de controles de capital

Joseph E. Stiglitz y Jonathan D. Ostry, Project Syndicate

El marco de políticas revisado del Fondo Monetario Internacional (https://bit.ly/38AwApB) para gestionar los flujos financieros transfronterizos, aprobado por su directorio ejecutivo el mes pasado, amplía las circunstancias bajo las cuales los países pueden restringir los ingresos de capital. Desafortunadamente, también les ata excesivamente las manos a los países y no contempla la infinidad de contextos del mundo real en los que el consejo proferido por el FMI es, o no es, apropiado. De modo que, si bien los flujos de capital volátil ya plantean un desafío continuo para muchas economías emergentes y en desarrollo, el marco del FMI reducirá las opciones de los países para alcanzar sus objetivos sociales y, en definitiva, puede hacer que la economía global sea menos estable.

El marco previo del FMI, aprobado en 2012 y conocido como la Visión Institucional (VI), sostenía que los controles sobre las salidas de capital eran legítimos sólo cuando un país estaba en medio de una crisis, y que los controles sobre los ingresos de capital deberían implementarse únicamente como un último recurso cuando el país experimentaba un incremento de moneda extranjera (https://bit.ly/3a8MR5B). La VI fue un acuerdo político que reflejaba profundas divisiones entre los estados miembros del FMI (entre ellos, algunos de los mayores accionistas) que estaban a favor de movimientos de capital plenamente liberalizados, y aquellos (incluidas muchas economías emergentes y en desarrollo) que querían la bendición del FMI para adoptar políticas destinadas a mitigar la volatilidad.

viernes, 13 de mayo de 2022

Los tambores de guerra serán tambores de recesión global

La invasión de Ucrania puede acabar dinamitando la única válvula de escape, ante un escenario de recesión global que ya se estaba gestando en los meses previos
Juan Laborda, El Salto

“Los tambores de guerra son tambores de hambre”, reza un ancestral proverbio africano. Sin duda, tras la invasión de Ucrania, dicha máxima está hoy más vigente que nunca. Desde estas líneas advertíamos de una de las consecuencias ocultas de la invasión rusa, las hambrunas. También expusimos la necesidad de un pacto de riqueza, a costa de los extractores de rentas, y no del factor trabajo o capital productivo. Lo que pretendemos desgranar en este artículo es cómo la invasión de Ucrania puede acabar dinamitando la única válvula de escape, ante un escenario de recesión global que ya se estaba gestando en los meses previos. Nos referimos a cómo la fuerte corrección en los precios de los activos financieros de riesgo –bolsa, bonos corporativos, bonos emergentes,…- suele conllevar un hundimiento del precio de las materias primas que debería suavizar y hacer transitorio los repuntes de inflación. Sin embargo, sin ningún final claro a la vista en Ucrania, los precios globales de los alimentos no elaborados y de la energía probablemente se mantengan altos en cualquier escenario. Por lo tanto, los tambores de guerra serán tambores de recesión global.
La economía global va camino a una tormenta perfecta, en la que Europa, China y Estados Unidos entran en crisis al mismo tiempo conforme avance el año
Los datos de crecimiento económico del primer trimestre publicados en España, Estados Unidos y la Eurozona han sido decepcionantes, mucho peor de lo esperado. La economía global va camino a una tormenta perfecta, en la que Europa, China y Estados Unidos entran en crisis al mismo tiempo conforme avance el año. Los riesgos de una de recesión global aumentan día a día.

viernes, 6 de mayo de 2022

Neoliberalismo y sociedad de mercado

Albino Prada, Sin Permiso

Si uno quiere evaluar el alcance tóxico del actual dominio de lo que hemos dado en nombrar como neoliberalismo conviene definir bien de que estamos hablando. Para así tener claro su distancia del viejo liberalismo, el socialismo o la socialdemocracia. Y reconocerle el enorme potencial para invadir y contaminar el resto de alternativas ideológicas posibles respecto a nuestros problemas sociales. Pues es obvio que los neoliberales no se consideran a sí mismos dentro de una ideología objeto de debate, sino en posesión de la razón misma de las cosas.

Su núcleo argumental parte de una idea sencilla y rotunda: el neoliberalismo busca conformar una plena sociedad de mercado en la que el dinero sea la medida y medio para solucionar todas las necesidades humanas. Busca que el dinero y los precios lo puedan comprar y organizar todo: desde la justicia al ocio, pasando por la seguridad o la defensa.

El neoliberalismo habría dejado así atrás la economía de mercado del viejo liberalismo habiendo, al tiempo, inoculado un virus letal a la no menos entrañable economía social de mercado con la que vienen gestionando la Unión Europea, en compañía de otrora socialistas o socialdemócratas, desde hace más de cuarenta años.

En este objetivo sus promotores y conversos tienen muy claro que la sociedad de mercado es un orden social que hay que construir sobre todo ocupando, por un lado, el Estado y, por otro, las conciencias de cada uno de nosotros, para que por ambas vías el dinero pueda subordinar todas las actividades sociales. El Estado podrá ser emprendedor (para que -cuanto antes- el sector privado amplíe su papel), pero ya no productor estratégico, ni en los bienes ni en los servicios (el otrora Estado social y educador).

miércoles, 27 de abril de 2022

Shanghai y la crisis del sistema de externalización

El confinamiento de la macrourbe china paraliza su puerto, el mayor del mundo. Gigantes como Apple, Xiaomi y Tesla se han visto obligados a paros parciales
Marina Echebarría Saénz, Rebelión

Todos los días nos acercamos a nuestros comercios y al consumir, sin darnos cuenta, consumamos auténticas proezas. Raramente pensamos en la tecnología y en la planificación que implica que nuestras estanterías estén llenas de uvas de Chile, carne irlandesa, trigo ruso, lino africano o teléfonos made in China. Raramente nos detenemos a pensar que nuestro móvil utiliza metales procedentes de Zaire, Ruanda, Bolivia, Rusia…, que todos estos componentes han sido enviados en trenes y barcos a China, donde han sido ensamblados en macrofactorías y posteriormente embarcados a su vez y distribuidos por todo el planeta. Hemos normalizado vivir en ciudades que importan más del 94% de sus insumos desde más de 100 kilómetros de distancia y en las que la más mínima falla, unas estanterías vacías durante unos pocos días, se convierte en una ofensa a nuestro modo de vida, un síntoma de desorden y caos social. Exigimos (coléricamente) el abastecimiento continuo.

Desde hace poco más de un cuarto de siglo nos sostiene una compleja cadena de extracción, producción, logística y distribución. Una cadena que en realidad es una red, en la que se extraen materias primas de países africanos o latinoamericanos, se transforman en productos en las fábricas del mundo (China, India, Bangladesh, Corea…) y se distribuyen mayormente en el occidente europeo y norteamericano. Todo este entramado se sostiene por una hiperproducción en lugares claves como China, por mano de obra barata en países como Bangladesh, Vietnam, China, y por un tráfico marítimo que incrementa sus volúmenes exponencialmente cada año. El “milagro” económico se basa en el aprovechamiento de los costes más baratos en cualquier espacio del mundo y en una circulación continua de los recursos. Es por eso que en Europa hemos asistido al cierre progresivo de nuestras fábricas y a su traslado a países más económicos para las grandes corporaciones: la externalización. Somos rentistas financieros, países de servicios o productores sobrecualificados, pero ya no somos la Europa industrial del siglo XX. Ya tuve ocasión de reflexionar con ustedes sobre la llamada crisis de suministros, en realidad, los síntomas de que toda esta red comienza a llegar a sus límites y no puede prometer un crecimiento perpetuo. Es en este contexto en el que asistimos a los cuellos de botella o al fallo de los eslabones débiles del sistema, como el provocado por el cierre de Shanghai.

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