jueves, 6 de febrero de 2020

Coronavirus, el lado oscuro de Washington contra China

-Nadie duda ahora que el impacto podrá alcanzar a los mercados financieros


Salvador González Briceño, Alai

Cual bumerang. Más pronto que tarde puede revertirse el pretendido daño a China causado por la nueva epidemia del “coronavirus 2019-nCoV”, a quien resulte responsable: Donald Trump, la CIA, el Pentágono, Occidente o la llamada “coalición internacional”.

Porque si el río suena es que agua lleva. El brote de la pandemia en la región central del país, en la ciudad de Wuhan, capital de Hubei, suena a intentona por desestabilizar al gigante asiático, conocida neumonía de Wuhan. A odio chino de raíz occidental, de dónde más.

Desde que es una amenaza, un golpe al corazón, el tema es geoeconómico o de la geopolítica, desde el gobierno estadounidense —particularmente Trump— un intento por debilitar a China por cualquier medio. Debilitarlo o desestabilizarlo como país competitivo en la hegemonía mundial.

Una muestra de dicha política es la desatada guerra económica, tarifaria y/o arancelaria que, pese a la crudeza no ha logrado sus metas. Todo lo contrario. A China la guerra le ha fortalecido, incluso mostrado al mundo como país con el desarrollo suficiente para enfrentar al imperio estadounidense. En todos los terrenos; nadie construye un hospital de 1,000 camas en 10 días para pacientes del virus.

miércoles, 5 de febrero de 2020

Brexit: las consecuencias económicas y financieras


Alejandro Nadal, La Jornada

Reino Unido ha abandonado definitivamente la Unión Europea. El referéndum del 23 de junio de 2016 ha llegado a su culminación. Los ciudadanos de Reino Unido ya no son ciudadanos de la Unión Europea (UE). Es un acontecimiento de gran importancia tanto para el proyecto de una Europa democrática como para Reino Unido. Y las repercusiones se harán sentir en el mundo entero.

Por el momento, sin embargo, en la vida cotidiana los ciudadanos de Reino Unido no van a experimentar grandes cambios. Eso se debe a que ahora se ha abierto un periodo de transición de 11 meses para negociar los términos de la relación que mantendrán en el futuro Reino Unido y la UE. Es decir, hasta diciembre de este año Reino Unido permanecerá en el mercado integrado y la unión aduanera de la UE. Mercancías y capitales, así como personas, seguirán circulando libremente dentro de la UE y de Reino Unido, tal como sucedía anteriormente. Transcurrido este plazo el nuevo paisaje dependerá de las negociaciones entre la Comisión de la UE (con sede en Bruselas) y Londres dentro del periodo de transición.

martes, 4 de febrero de 2020

Francisco Louça: "La economía financiera impide al pueblo decidir"


Jorge O Maldonado, Público

Este martes 4 de febrero se presentó en Madrid el libro Sombras. El desorden financiero en la era de la globalización, escrito a cuatro manos por el economista portugués Francisco Louça (en la imagen) y por el estadounidense Michael Ash. Aunque se publicó en agosto, Louça visita esta semana Madrid y Barcelona para promocionar la obra, un completo análisis de los efectos de la globalización y del actual sistema financiero, caracterizado por la irrefrenable especulación. Louça es conocido especialmente por ser uno de los fundadores y liderar durante siete años, de 2005 a 2012, el Bloco de Esquerda en Portugal. Es también una de las voces más críticas de las políticas de austeridad impuestas desde la Unión Europea a su país.

¿Quién se mueve en la sombra de las finanzas mundiales?

El término economía de sombras se refiere a todas las organizaciones financieras que no son bancos comerciales y que escapan al control de los bancos centrales, a la regulación y a la garantía de depósito: agentes financieros, fondos de inversión, agencias de Bolsa, etcétera. Michael Ash y yo queríamos investigar este tipo de organizaciones porque en ellas está el origen de la crisis de 2008. Pudimos comprobar que la mayor parte de estas organizaciones o bien son de los bancos o bien tienen una relación comercial con ellos. Es decir, el sistema financiero se ha reproducido en la banca tradicional y se ha multiplicado en nuevas formas de captación de ahorro y de productos financieros, muchos de ellos ficticios cuyo valor es producto de la especulación. Eso es el sistema financiero a la sombra.

Los acuerdos comerciales, esos virus que nos gobiernan con un tufillo racista


Eduardo Camín, CLAE

Después de un año y medio de guerras comerciales, subidas arancelarias, represalias y amenazas que han pasado factura más allá de sus fronteras, había llegado- aparentemente- la hora de rebajar las tensiones.

En efecto los líderes de Estados Unidos y China firmaron este pasado 15 de enero, en la Casa Blanca una tregua, la primera fase de un acuerdo comercial teóricamente más amplio que incluirá temas más espinosos y estratégicos sobre los que hasta ahora, a pesar de la presión, ha sido imposible pactar.

Sin duda que el acuerdo comercial al que llegaron plantea la relevancia internacional de estas dos superpotencias económicas, que tienen grandes consecuencias incluso para países tan alejados de los centros mundiales de decisión.

Si bien el acuerdo suscrito por ambas naciones no resuelve ninguno de los asuntos cruciales que motivaron la escalada y deja sin cambios el grueso de las medidas proteccionistas ya en vigor, al menos despeja la amenaza de nuevos aranceles.

Greta Thunberg, Donald Trump y el futuro del capitalismo


Yanis Varoufakis, Project Syndicate

Steven Mnuchin, secretario del Tesoro del presidente norteamericano, Donald Trump, indignó a los analistas liberales en la reunión del Foro Económico Mundial de este año en Davos con un comentario sarcástico dirigido a la activista climática adolescente Greta Thunberg. En respuesta al reclamo de Thunberg de una salida inmediata de las inversiones en combustibles fósiles, Mnuchin dijo que la joven debería ir a la universidad a “estudiar economía” y después “volver a explicárnoslo”. Dos días antes, Trump se había referido a los científicos climáticos como “los herederos de los insensatos adivinos del pasado”.

La actitud de la administración Trump frente al cambio climático, y quienes hacen campaña a favor de medidas drásticas para contenerlo, es abominable, desagradable y errónea. Pero detrás de la vulgaridad y la toxicidad de Trump, Mnuchin, y otros, es lógica fría y honestidad brutal: su política es la única defensa auténtica del capitalismo contemporáneo. Y, a juzgar por el consejo condescendiente de Mnuchin a Thunberg, entienden que la economía tradicional, a diferencia de la ciencia climática, es su amiga.

Yo tampoco pude contenerme tras el comentario de Mnuchin en Davos. “Mnuchin, tristemente, tiene razón”, escribí en un tuit. “Si Greta fuera a estudiar economía tradicional, pasaría varios semestres estudiando modelos de mercados en los que ni un desastre climático ni una crisis económica es posible. ¡Es hora de transformar la política económica y la economía!”

La lucha contra la corrupción y el abuso de poder de Trump


Oscar Ugarteche, Alai

El presidente de Estados Unidos, por lo que se sabe por los medios de comunicación, utilizó su poder como tal para asegurar que el gobierno de Ucrania le sirviera de apoyo para desprestigiar al candidato demócrata rival. Para esto despidió a la embajadora estadounidense en dicho país y encima suspendió la ayuda militar americana para la guerra que Ucrania sostiene con Rusia por Crimea, en un quid pro quo, mientras el gobierno de Ucrania no diera señales de brindar la información que el candidato a la reelección necesitaba para desprestigiar a su rival.

Las diferencias de percepción entre los latinoamericanos y los estadounidenses sobre lo que constituye corrupción se puede resumir en breve en la oración sacada del New York Times del jueves 30 de enero del 2020. Dice: “Los esfuerzos para poner a los vacilantes republicanos en línea parecían funcionar ya que los abogados del presidente Trump argumentaban que cualquier cosa que un presidente hiciera para ganar la reelección era en el interés público”.

lunes, 3 de febrero de 2020

Stiglitz reclama un "nuevo contrato social" para acabar con la desigualdad

El Nobel de Economía asegura que el mundo necesita "un nuevo contrato social" que busque un equilibrio entre el mercado, el Estado y la sociedad para acabar con la desigualdad y las protestas, bajo la advertencia de que la extrema derecha "no funciona".


En entrevista con la agencia EFE, el estadounidense advirtió la necesidad de una agenda global que incluya reformas de los mercados, tumbar los monopolios y restringir la competencia desleal, así como la creación de políticas progresistas de impuestos y gastos. También auguró un fracaso en la agenda económica de Donald Trump porque cree que ni el presidente estadounidense ni su equipo "entienden la economía". "Otros cuatro años lo empeorarían aún más", apunta sobre las elecciones de noviembre en las que el mandatario buscará la reelección.

-¿Es optimista con los cambios que pueden traer las multitudinarias protestas ciudadanas?

-Soy optimista frente al cambio, es una inundación en países como Chile. Cuando miraba los datos de Chile, el nivel de desigualdad era tan alto que me sorprendía que no hubiese más disturbios civiles. Ahora tenemos los disturbios y va a haber una verdadera revisión de la Constitución.
Hay un comienzo real de reconocimiento de que hay un problema. En Chile buscaron la solución de los "Chicago Boys", y les funcionó. Ahora solo con ese reconocimiento van a comenzar a pensar. ¿Cuáles son los marcos económicos alternativos? Soy optimista. América Latina a veces se desvía de un extremo de los fundamentalistas del mercado al otro extremo y lo que espero es que entendamos que la extrema derecha no funciona, es más fácil dirigir desde un rumbo intermedio.

Cómo el pensamiento económico dominante, causante de tanto sufrimiento, se reproduce: Davos


Vicenç Navarro, Público

A raíz del 50 aniversario del establecimiento del Foro Económico de Davos (World Economic Forum), el senior editor de la sección de opinión del New York Times, Kevin J. Delaney, escribió, el pasado 21 de enero, un artículo titulado “Davos has a credibility problem” (Davos tiene un problema de credibilidad) que debería distribuirse ampliamente en España, donde en amplios círculos y esferas económicos, así como en los establishments políticos y mediáticos, Davos goza de gran prestigio y credibilidad, una virtud esta última que Kevin Delaney demuestra –con gran detalle y contundencia– que tal fórum no posee.

Este año, alrededor de 3.000 hombres (solo una minoría son mujeres) de negocios, de los cuales (según el artículo del New York Times) 100 son milmillonarios (“billonarios” en inglés), junto con dirigentes políticos, predominantemente de gobiernos y partidos de derechas, y representantes de fundaciones y think tanks financiados en su gran mayoría por grandes empresarios filántropos, como Bill Gates, George Soros y otros, dedicados a promover los méritos del capitalismo, se han reunido (como hacen cada año) en un bello rincón de los Alpes, Davos, para discutir los grandes temas del año, centrándose en aquellos que consideran una amenaza para el mundo (capitalista) y para la ideología que promueven, el neoliberalismo.

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