miércoles, 24 de octubre de 2018

Elecciones en la guerra hibrida

Emir Sader, Alai

Para impedir que el deseo de la mayoría de los brasileños de tener a Lula de nuevo como presidente de Brasil se concretara, la derecha ha optado por destruir al país. No le importan las consecuencias. Ya había abrazado a Michel Temer, a sabiendas de que es la cabeza de una banda de corruptos, con tal de sacar al PT del gobierno, retomando el ya fracasado modelo neoliberal. No le importan las consecuencias: la profunda y prolongada recesión, los 27 millones de personas, entre desempleados y gente que ya ni siguiera busca empleo.

No importa que se desmonte la estructura productiva del país, que se subaste el pre sal para empresas extranjeras a precios viles, no importa que el Estado deje abandonada a la masa de la población antes atendida con programas sociales. Es una derecha, un gran empresariado, que no tiene ningún compromiso con el país. Que niega lo que algunos sectores de izquierda decían: que el gran empresariado estaba contento con los gobiernos del PT. Todo lo contrario: hacen de todo, legal e ilegal, para impedir que ese gobierno vuelva.

No importa que tengan que abrazar ahora a un capitán del ejército, expulsado y degradado por mal comportamiento, que añora la dictadura militar, que pregona la tortura, que ofende a mujeres, a los negros, a los LGBT, a todos los explotados y excluidos. Han tenido que hacer esa opción, por la fuerza del PT y de Lula, que han reconstruido a la izquierda, con un proyecto democrático y popular amplio, que ha incorporado a las más amplias capas del pueblo.

Khashoggi y la hipocresía de Occidente


La Jornada

El asesinato del periodista saudiárabe Jamal Khashoggi dentro del consulado de su país en Estambul, Turquía, cometido el 2 de octubre anterior, ha dejado al desnudo ante el mundo la barbarie de la monarquía saudita, la cual no sólo es responsable del crimen, sino de que por más de dos semanas realizó denodados esfuerzos por encubrirlo. Tras reconocer que el informador fue asesinado dentro de la legación diplomática, el régimen de Riad pretende hacer creer que no tiene relación con el homicidio, el cual habría sido un grave error cometido en el curso de una pelea entre Khashoggi y funcionarios sauditas que pretendían convencerlo de regresar a su país.

Aunque la monarquía petrolera asegura haber arrestado a 18 personas en relación con el caso y cesado a algunos funcionarios de inteligencia, luego de todos los intentos de negar los hechos y de los sólidos indicios de que el episodio fue resultado de un plan premeditado –como señaló ayer el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien agregó que se trató de un asesinato salvaje– es muy poco verosímil que exista en Riad la menor voluntad de esclarecimiento y de impartición de justicia.

martes, 23 de octubre de 2018

Ingresos récord en 2017 para el uno por ciento más rico en EEUU

Gabriel Black, wsws

De acuerdo con un informe del Instituto de Política Económica (EPI, por sus siglas en inglés), en el 2017, el uno por ciento de las personas con mayores salarios recibió sueldos récord. Según los datos recientemente publicados por la Administración de la Seguridad Social, el EPI muestra que el primer por ciento de la población vio aumentar sus sueldos en un 3.7 por ciento en 2017, una tasa que casi cuadruplica al 90 por ciento inferior de la población. El crecimiento fue impulsado por el 0.1 por ciento superior, que incluye a muchos directores ejecutivos y ejecutivos corporativos, cuyos sueldos aumentaron un ocho por ciento, con un promedio de US$2,757,000 el año pasado.

El informe EPI es solo la última exposición de la abierta desigualdad entre la gran mayoría de la población y la aristocracia moderna que gobierna sobre ellos. El EPI muestra que el 90 por ciento inferior de los asalariados aumentó sus sueldos en un 22.2 por ciento entre 1979 y 2017. Hoy en día, este 90 por ciento inferior gana en promedio solo US$36,182 al año, que se va integro en cubrir el costo de la vivienda y la creciente carga en educación, salud y jubilación.

Mientras tanto, el uno por ciento superior ha aumentado sus sueldos en un 157 por ciento durante este mismo período, una tasa siete veces mayor que el otro grupo. Este segmento superior gana un promedio de US$718,766 al año. Los que están en el medio, el percentil 90 al 99, han aumentado sus salarios en un 57.4 por ciento. Ahora ganan un promedio de US$152,476 al año, más de cuatro veces el 90 por ciento inferior.

lunes, 22 de octubre de 2018

Gobierno indio toma control de un "banco en la sombra" para evitar un impacto "catastrófico" en el sistema financiero

Kranti Kumara, wsws

A principios de este mes, el gobierno de BJP de India tomó el control de una compañía poco conocida, Infrastructure Leasing and Financial Services (IL&FS), diciendo que el colapso del "banco en la sombra" podría potencialmente infligir un daño "catastrófico" a la "estabilidad financiera" de la India.

Al explicar la repentina intervención del gobierno, los analistas financieros dijeron que el colapso de IL&FS, el mayor prestamista no bancario del país, podría haber sido el "momento Lehman Brothers" de la India, una referencia a la bancarrota de septiembre de 2008 que desencadenó la crisis financiera mundial.

IL&FS tenía una calificación crediticia de triple A en agosto, pero incumplió una serie de pagos el mes pasado, que incluía un préstamo a corto plazo de 4.500 millones de rupias (US $41 millones) del Banco de Desarrollo de Pequeñas Industrias del estado, propiedad del estado. Posteriormente, el gobierno descubrió que IL&FS tiene que pagar una suma de 37 mil millones rupias ($500 millones) en los próximos 6 meses, pero actualmente solo tiene 2 mil millones de rupias ($27 millones) en reservas de efectivo.

Además, la compañía también tiene una enorme carga de deuda en rupias, 911 mil millones ($12,5 mil millones), el 63 por ciento, o 574 mil millones ($7,9 mil millones) de lo que se debe a los bancos.

domingo, 21 de octubre de 2018

La alianza de Trump con descuartizadores, escuadrones de la muerte y asesinos de niños: Arabia Saudí, Brasil e Israel

James Petras, Rebelión

Las últimas semanas, la Casa Blanca ha estrechado sus lazos con la versión contemporánea de los regímenes más crueles del mundo. El presidente Trump ha dado por buenas las explicaciones del “Príncipe de la Muerte” de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, que se ha graduado al pasar de cortar manos y cabezas en las plazas públicas a descuartizar cuerpos en consulados en el extranjero, el caso de Jamal Khashoggi.

Por otro lado, la Casa Blanca ha saludado calurosamente el triunfo electoral del candidato brasileño a la presidencia Jair Bolsonaro, ardiente defensor de torturadores, dictadores militares, escuadrones de la muerte y el libre mercado.

El presidente Trump se postra ante Israel y se jacta de esa relación, mientras su guía espiritual, Benjamin Netanyahu celebra el Sabbat con el asesinato y la mutilación de cientos de palestinos desarmados, especialmente jóvenes.

Estos son los “aliados naturales” de Trump. Todos ellos comparten valores e intereses, aunque cada uno tiene su método personal para deshacerse de los cadáveres de sus adversarios y disidentes.

Vamos a proceder a abordar el contexto político y económico general en el que actúa este trío de monstruos. Analizaremos las ventajas y los beneficios que llevan al presidente Trump a ignorar e incluso elogiar acciones que violan los valores y sensibilidades democráticos de Estados Unidos.

Para concluir, examinaremos las consecuencias y los riesgos resultantes de esta aceptación incondicional del trío de asesinos.

viernes, 19 de octubre de 2018

Crisis financiera: la medicina equivocada

Alejandro Nadal, La Jornada

La teoría económica ortodoxa sobre el funcionamiento del sistema bancario nada tiene que ver con el mundo real de las finanzas. En el plano académico eso explica la ignorancia de los economistas neoclásicos sobre las causas de la crisis financiera de 2007. Pero lo realmente grave es que la mayor parte de las autoridades económicas en el mundo (bancos centrales y agencias reguladoras) sigue utilizando las herramientas de esa teoría ortodoxa, a pesar de ser lógicamente inconsistente y de haber sido desacreditada por los acontecimientos.

El pasado septiembre, Claudio Borio, economista en jefe del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), declaró que existe un alto riesgo de que la economía mundial sufra una recaída con consecuencias potencialmente más graves que las de la Gran Recesión. Las declaraciones vienen de uno de los funcionarios más lúcidos del BIS, alguien que acertadamente pudo leer las señales de los indicadores financieros más relevantes para predecir la crisis de 2007. Lo más alarmante del anuncio de Borio es su empleo de una metáfora médica: Hoy ya no tenemos más medicinas para curar al paciente y asegurar su recuperación.

lunes, 15 de octubre de 2018

Un Nobel de economía que tiene poco de ecología y mucho de los banqueros

Eduardo Gudynas, Alai

El llamado Nobel de Economía, concedido por el Banco de Suecia (Sveriges Riksbank), acaba de ser otorgado a dos economistas que abordaron temáticas en ambiente y desarrollo. Rápidamente se generó una enorme confusión, donde unos cuantos entendieron que por fin las ciencias económicas convencionales incorporaban las cuestiones ambientales o que estábamos frente a una renovación en el desarrollo.

En realidad nada de eso ocurre, y el Nobel de economía 2018 refuerza el mito del crecimiento económico como meta del desarrollo y la fe en resolver la crisis económica dentro del mercado y del capitalismo. Y lo que es peor, algunos en América Latina aprovecharán esto para para reforzar las estrategias de desarrollo que nos condenan a ser proveedores de recursos naturales para la globalización.

El premio fue concedido a dos estadounidenses, William D. Nordhaus (1941), por sus contribuciones sobre la economía del cambio climático y a Paul M. Romer (1955) por sus aportes al papel de las innovaciones tecnológicas para el crecimiento económico.

sábado, 13 de octubre de 2018

La Alianza Transatlántica sobrevivirá a Trump

Mark Weisbrot, Público

Cada semana y, con frecuencia, más de una vez por semana, aparece un nuevo artículo en los principales medios de comunicación o en publicaciones de política exterior sobre la desaparición del orden mundial angloamericano posterior a la Segunda Guerra Mundial. Generalmente, estos análisis hablan de la Alianza Transatlántica entre EEUU y Europa ―dos de las economías más grandes del mundo― con especial preocupación y nerviosismo por la posible pérdida de este orden mundial. No es de extrañar que haya contribuido a esta angustia los comentarios salvajemente erráticos del presidente Trump sobre la OTAN (a pesar del hecho de que él la está ampliando), sus groserías sin precedentes hacia los líderes europeos y su amistad con Putin en la cumbre de Helsinki.

La historia elemental detrás de este lamento y melancolía es que los líderes de Estados Unidos construyeron un sistema “basado en reglas”, sustentado en los “mercados abiertos” y la democracia (ambos se ven a veces como sinónimos); un sistema que ha fomentado la prosperidad y una relativa estabilidad. Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos fue la única economía industrial importante que surgió no solo indemne, sino con su economía duplicada en tamaño. Mientras que otros podrían haber aprovechado este poder sin igual para su propio beneficio; según la historia, los gobernantes caritativos de Estados Unidos construyeron un orden mundial para el bien de todos. Trump es visto como una amenaza al mantenimiento de su existencia.

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