Bernie Sanders celebró la victoria del candidato socialista democrático con estas palabras: «Es el hacedor de uno de los mayores reveses políticos en la historia moderna de Estados Unidos. Sí, sí es posible hacer un gobierno que represente a la clase trabajadora y no al 1%.»
«Es nuestra hora de la victoria.» Esa fue una de las consignas de la campaña del alcalde electo de la ciudad de Nueva York. Y así fue. Consiguió una victoria totalmente inesperada tan solo poco meses atrás cuando irrumpió en la mediocridad del discurso de los políticos tradicionales atreviéndose a proponer dignidad para los trabajadores, vivienda asequible, transporte gratuito, mayores impuestos para las corporaciones y para los grupos de mayores ingresos.
Así culmina la disputada campaña electoral por la alcaldía de la ciudad de Nueva York que ha movilizado a los votantes en cifras récord; más de dos millones de personas acudieron a las urnas para elegir un candidato diferente a los políticos tradicionales. La victoria de Zohran Kwame Mamdani es la derrota de la clase empresarial y los millonarios que invirtieron 20 millones de dólares en las primarias y continuaron invirtiendo cifras astrónomicas en una campaña opositora signada por el racismo, la islamofobia, el odio a los inmigrantes y el miedo.
Mamdani, ciudadano estadounidense naturalizado, nacido en Uganda de padres de la India es el primer alcalde desde hace más de un siglo que no es nacido en Estados Unidos.



