…igual de preocupante es lo alejado que el equipo de Trump ha demostrado estar, en una serie de casos, de la realidad geopolítica en sus valoraciones de la situación. Las luces amarillas parpadean en muchas capitales del mundo
Alastair Crooke, Conflicts Forum's
Desde cierto punto de vista, Irán ha “ganado” claramente. Trump habría querido ser aclamado por una espléndida “victoria” al estilo de los reality shows.
El ataque del domingo 22 de junio contra tres instalaciones nucleares fue proclamado a bombo y platillo por Trump y Hegseth como tal: habían ‘aniquilado’ el programa de enriquecimiento nuclear iraní, afirmaron. ‘Destruido por completo’, insisten.
Solo que… no lo han conseguido: el ataque causó daños superficiales, tal vez. Y, al parecer, fue coordinado de antemano con Irán a través de intermediarios, para que fuera una operación ‘única’.
Este es un patrón habitual de Trump (coordinación previa). Fue el método utilizado en Siria, Yemen e incluso con el asesinato de Qasem Soleimani por parte de Trump, todo ello con el fin de garantizar a Trump una rápida ‘victoria’ mediática.
El llamado ‘alto el fuego’ que siguió rápidamente a los ataques estadounidenses, aunque no estuvo exento de contratiempos, fue una “cesación de hostilidades” orquestada a toda prisa (y no un alto el fuego, ya que no se acordaron condiciones).
Fue un “parche”. Esto significa que el estancamiento de las negociaciones entre Irán y Witkoff sigue sin resolverse.
El Líder Supremo ha expresado con firmeza la posición de Irán: “No hay rendición”; el enriquecimiento continúa; y Estados Unidos debe abandonar la región y no interferir en los asuntos iraníes.