martes, 2 de octubre de 2018

El fallo de La Haya: la hora de la política y la diplomacia


Atilio A. Boron

El fallo de la Corte Internacional de Justicia cierra, por ahora y tan sólo en el ámbito jurídico, el histórico diferendo político relativo el acceso al mar de Bolivia. Porque tal como el periodista e historiador chileno Manuel Cabieses Donoso lo estableciera con su habitual clarividencia días antes de conocerse la sentencia, “después del fallo de la Corte Internacional de Justicia, lo único razonable es que Chile y Bolivia inicien el diálogo amistoso que el mundo les está pidiendo.”
Según algunos observadores el fallo del tribunal de La Haya peca de un tecnicismo que no se compadece con la densidad histórica y geopolítica que encierra esa controversia. Los jueces obraron como si estuvieran en presencia de un litigio entre dos cantones suizos por el acceso a unas pasturas para sus vacunos de lechería. No se hicieron cargo de la dimensión y la génesis del conflicto y del papel de las grandes potencias de la época –Gran Bretaña y en menor medida Estados Unidos- que utilizaron al gobierno de Chile como un “proxy” para apoderarse de las riquezas mineras existentes en esa región. Estas no fueron utilizadas para estimular el progreso material de Chile, que siguió siendo “un caso de desarrollo frustrado” como lo sentenciara el gran economista de ese país, Aníbal Pinto, sino para acrecentar las fabulosas ganancias de las empresas extranjeras promotoras de la guerra. En ese tiempo, 1879, la explotación del guano y el salitre producían pingües ganancias dado que eran los principales fertilizantes que demandaba impostergablemente la agricultura europea, cuyas tierras labradas por siglos daban signos de agotamiento luego de la Revolución Industrial. Y también estaba el cobre, aunque con una presencia apenas incipiente en esa época.

domingo, 30 de septiembre de 2018

Tras una década de caídas salariales, la Reserva Federal busca detener la “inflación de salarios”

Jerry White, wsws

El miércoles, la Reserva Federal aumentó su tasa de interés de referencia por encima de dos por ciento por primera vez desde que el banco central de Estados Unidos comenzó su régimen de tasas de interés bajas después del derrumbe financiero global de 2008. Explicando la decisión, el Comité de Operaciones de Mercado Abierto de la “Fed” dijo que estaba monitoreando de cerca y reaccionando ante “indicadores de presiones y expectativas inflacionarias”.
En círculos gobernantes, la mención de presiones inflacionarias es un código para referirse a los aumentos salariales. Como el comentarista del Financial Times, John Authers, indicó en un artículo reciente, “La inflación salarial es central en la ecuación de reacciones de la Fed”.

La asombrosa alza en las bolsas de valores a nivel global y el vasto crecimiento de las fortunas personales de la oligarquía financiera han dependido de una presión continua a la baja sobre los salarios y las condiciones de los trabajadores.

El desempleo masivo, las ejecuciones hipotecarias y el esparcimiento de la pobreza durante la Gran Recesión fueron utilizados como un martillo para reestructurar las relaciones de clases en Estados Unidos y por todo el mundo y destruir los derechos sociales y las protecciones conquistadas por los trabajadores a través de generaciones de lucha de clases. Mientras que los Gobiernos de todo molde les entregaron billones en “estímulos económicos” a los especuladores financieros y las corporaciones responsables de la crisis, para la clase obrera solo se hablaba de austeridad, “flexibilidad laboral”, niveles salariales de pobreza y condiciones de empleo precarias asociadas con la economía informal.

Neoliberalismo progresista latinoamericano

Raúl Zibechi, La Jornada

La feminista estadounidense Nancy Fraser viene alertando sobre los problemas derivados del neoliberalismo progresista, que identifica con los gobiernos de Bill Clinton, Tony Blair, el socialismo francés y sus sucesores como Barack Obama (goo.gl/4GGTbX). En su opinión, combina políticas económicas regresivas, liberalizantes, con políticas de reconocimiento aparentemente progresistas. Se trata del multiculturalismo, el ambientalismo, los derechos de las mujeres y LGBTQ.

El reconocimiento de estos derechos y colectivos sociales es, para Fraser, enteramente compatible con el neoliberalismo financiero, ya que bloquea el igualitarismo. El abordaje de las discriminaciones consiste en “asegurar que unos pocos individuos ‘talentosos’ de grupos ‘subrepresentados’ puedan ascender al tope de la jerarquía corporativa y alcanzar posiciones y remuneraciones paritarias con los hombres heterosexuales blancos de su propia clase”.

Mientras una minoría consigue insertarse en el capitalismo financiero, el resto continúa prisionero del capital, con lo que el sistema adquiere mayores niveles de legitimación, amplía su base de apoyo y consigue aislar a los críticos a los que, de paso, les endilga los motes de masas atrasadas e incultas. Así, el feminismo liberal, el anti-racismo liberal y el capitalismo verde son las únicas opciones críticas que el sistema legitima, calificando toda otra resistencia o rebelión como populismo.

viernes, 28 de septiembre de 2018

El eslabón más débil en la guerra entre China y EEUU

Marco A. Gandásegui, Alai

La reacción agresiva de EEUU contra Panamá, El Salvador y República Dominicana tiene que ver con la guerra comercial declarada por Washington contra China. Además, tiene que ver con el interés de la potencia norteamericana de desestabilizar los gobiernos latinoamericanos. El presidente Donald Trump aumentó unilateralmente los aranceles a productos chinos que entran al mercado norteamericano. Esta medida fue rechazada por China, los grandes industriales norteamericanos y el resto del mundo. El próximo año los consumidores norteamericanos sentirán la medida en sus bolsillos.

EEUU también alimenta un conflicto territorial con Pekín sobre el Mar del Sur de China. Desde la incursión inglesa en esa área de intenso comercio regional en el siglo XIX y el triunfo norteamericano en la II Guerra Mundial (1945) esas aguas le eran vedadas a los chinos. En el siglo XXI, Pekín quiere recuperar su soberanía sobre ese mar propio. Para sumar ofensivas, EEUU acaba de imponer sanciones a la empresa Equipment Development Department (EDD) -responsable de las armas y el equipo del Ejército chino - y a su director, Li Shangfu - por haber comprado armamento a la firma estatal (rusa) Rosoboronexport, la mayor exportadora de armamento, que anteriormente había sido sancionada por Washington.

Estos puntos constituyen el contexto en el cual EEUU da a conocer su amenazante comunicado que genera preocupación en la región latinoamericana.

La guerra comercial entre los EEUU y China se intensifica

Nick Beams, wsws

China ha descartado cualquier otra negociación comercial con Estados Unidos mientras la administración Trump continúe amenazando e imponiendo aranceles adicionales a sus exportaciones.

La última ronda de medidas —la imposición de un arancel del 10 por ciento sobre bienes valorados en $200 mil millones, que aumentará al 25 por ciento el próximo año— entró en vigencia el lunes. Apenas una hora después de que se promulgaran los nuevos aranceles, el periódico oficial Xinhua publicó un libro blanco en el que se expone la posición de Beijing.

“La puerta para las negociaciones comerciales siempre está abierta”, afirmó, “pero las negociaciones deben celebrarse en un entorno de respeto mutuo” y no podrían llevarse a cabo bajo la amenaza de los aranceles.

Además de la escalada de aranceles más reciente a una tasa del 25 por ciento, Trump también ha emitido una amenaza de golpear los gravámenes sobre bienes chinos adicionales de $267 mil millones, lo que significa que, si se implementan, todas las exportaciones de China llevarían algún tipo de arancel.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Sudáfrica: de Sharpeville a Marikana

Alejandro Nadal, La Jornada

Una distancia de 180 kilómetros separa las localidades de Sharpeville y Marikana en la provincia de Gauteng, Sudáfrica. Por la carretera N1 el recorrido toma menos de dos horas. Pero por un trágico paralelismo, la distancia histórica entre ambos lugares es mucho más corta. Ambos sitios han sido escenarios de terribles masacres en contra de una clase trabajadora que sólo aspiraba a mejorar sus condiciones de vida luchando por medios no violentos.

La mañana del 21 de marzo 1960 una manifestación pacífica en contra de la ley de pases llegó hasta el centro de Sharpeville. Esa legislación imponía rígidos controles sobre el desplazamiento de la población negra en todo el país. Esa norma era una pieza importante en la política de segregación racial que desde 1948 buscaba consolidar el dominio de la minoría blanca. Los pases oficiales muy rápidamente se convirtieron en rutina odiosa para la población negra. A lo largo de la década de los años 1950 el Congreso Nacional Africano (CNA) organizó movilizaciones pacíficas para luchar contra el sistema de pases, así como el régimen de localización forzosa de la población negra en los townships, que no eran otra cosa que tugurios en los que el hacinamiento y la miseria convivían con la represión como hermanos gemelos.

Ese día la policía abrió fuego contra los manifestantes y cuando cesaron los disparos 69 personas yacían muertas, incluyendo mujeres y niños. Otras 180 habían sido heridas por las balas. Para tratar de controlar la indignación que siguió la matanza, el gobierno impuso el estado de sitio e intensificó la represión, proscribió el CNA (que pasó a la clandestinidad) y en unos cuantos días arrestó a más de 11 mil personas. El nombre de Sharpeville recorrió el mundo, atrayendo la atención sobre el oprobioso régimen del apartheid y la lucha de la mayoría negra.

Beijing cancela negociaciones comerciales con Washington tras sanciones de EEUU por compra de armas

Nick Beams, wsws

En una escalada significativa de las tensiones globales, Estados Unidos impuso sanciones a una unidad militar china y su director por comprar equipo militar al principal exportador de armas de Rusia, Rosoboronexport, en contravención de una prohibición unilateral impuesta por Washington en 2017.

China ha tomado represalias contra la medida al cancelar las negociaciones comerciales y una visita de alto nivel a Washington del vice primer ministro Liu, programada para la próxima semana.

Al anunciar la prohibición impuesta el jueves, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que el Departamento de Desarrollo de Equipos de China y su director Li Shangfu realizaron una "transacción significativa" que involucró la compra de aviones de combate Su-35 en 2017 y misiles S-400 en 2018.

Las compras fueron declaradas por los EEUU en contravención de la ley Contra los Adversarios a través de Sanciones de los Estados Unidos de 2017, legislada en respuesta a la supuesta interferencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016.

La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, dijo que las sanciones contra la unidad militar china fueron invocadas para "imponer costos adicionales al Gobierno ruso en respuesta a sus actividades malignas". Estados Unidos continuaría instando a todos los países a restringir las relaciones con los sectores de inteligencia y defensa rusos, "ambos de los cuales están vinculados a actividades malignas en todo el mundo".

martes, 25 de septiembre de 2018

Yanis Varufakis: Las tres tribus de la austeridad


Ninguna política es tan contraproducente en épocas de recesión como tratar de obtener superávit fiscal con el objetivo de contener la deuda pública; es decir, las políticas de austeridad. Mientras se acerca el décimo aniversario del derrumbe de Lehman Brothers, cabe preguntarnos por qué la austeridad despertó tanto entusiasmo en las élites políticas de Occidente después de la implosión del sector financiero en 2008.

El argumento económico contra la austeridad es claro y contundente: una desaceleración económica, por definición, implica reducción del gasto del sector privado. Cuando en respuesta a la caída de la recaudación tributaria un gobierno recorta el gasto público, deprime sin darse cuenta el producto nacional (que es la suma del gasto privado y público) e inevitablemente, sus propios ingresos. De tal modo, dificulta el objetivo original de reducir el déficit.

Es evidente entonces que debe haber otra motivación, no económica, para defender la austeridad. En la práctica, los partidarios de la austeridad se dividen en tres tribus bastante diferentes, cada una de las cuales tiene motivos propios para promoverla.

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