lunes, 22 de septiembre de 2014

El triunfo cultural del neoliberalismo

Marcos Roitman, Attac

El neoliberalismo echa raíces. Durante los años setenta del siglo pasado, las tendencias del capitalismo dieron un vuelco de 180 grados. Los principios que regían las relaciones entre las clases sociales, los mecanismos de consenso y las maneras de enfrentar los conflictos y crisis entre capital y trabajo se fueron al traste. De la noche a la mañana, la propuesta keynesiana de posguerra -que unía democracia, desarrollo e integración social- fue cuestionada. La movilidad social ascendente se transformó en un nuevo proceso de pauperización. Las desigualdades -otrora combatidas como lacras del subdesarrollo- fueron reivindicadas, en los países de capitalismo central, como motor de la competitividad. Una nueva teoría de la justicia, fundada en la competencia y anclada en la igualdad de oportunidades para fracasar o triunfar, sirvió como pretexto para declarar la supremacía del liberalismo político y reivindicar una reforma del Estado del bienestar que pusiese las bases de un orden social despolitizado, descentralizado y desregulado.

Buitres recargados: Madelein Albright entra en escena

Atilio Borón, Alainet

Con su respuesta dejó estupefacta a su entrevistadora. Le había preguntado si el medio millón de niños que habían muerto a causa del bloqueo decidido por los Estados Unidos contra Irak desde 1990 (y convalidado, a su pedido, por el Consejo de Seguridad de la ONU) había sido un precio justo a pagar, si este terrible genocidio infantil había “valido la pena.” La pregunta que en 1996 le hiciera Leslie Stahl, conductora del Programa “60 Minutos” a la por entonces embajadora de Estados Unidos ante la ONU durante el primer turno de la Administración Clinton, decía textualmente: “Hemos oído que medio millón de niños han muerto. Quiero decir: esto es más que los niños que murieron en Hiroshima. … ¿Valía la pena pagar este precio?” Sí, dijo Madelein Albright sin hesitar, pues de ella se trataba: “nosotros creemos que valió la pena”. El “nosotros” aludía a su jefe, Bill Clinton, su gabinete, los congresistas que apoyaron la agresión y, por supuesto, ella misma. Lo dijo sin inmutarse, sin que ese perverso holocausto dibujara siquiera fugazmente una huella de compasión o arrepentimiento en las duras facciones de su rostro. Un atroz crimen de guerra había “valido la pena” para este siniestro personaje. Y muchos más crímenes se perpetrarían en los siete años siguientes, durante el segundo mandato de Bill Clinton –y con ella como Secretaria de Estado- y por George W. Bush hasta la invasión y destrucción producida en 2003 del país que muchos historiadores, arqueólogos y antropólogos no vacilan en caracterizar como una de las fuentes de nuestra civilización.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Escocia: Postmortem de un referéndum histórico

Andy Robinson, Sin Permiso

El no ha ganado al sí por el 55% al 45%. La unión entre el Reino Unido y Escocia sobrevive tras pasar por el momento más precario desde hace más de tres siglos. Pero el postmortem del resultado del histórico referéndum no será muy favorable a la campaña unionista.

Primero, porque hasta sus propios líderes reconocen que la estrategia unionista se ha basado fundamentalmente en el miedo a las consecuencias de romper con Inglaterra. Una vez más, en la política de la post crisis, se ha resaltado el peligro de incordiar a los mercados financieros, dispuestos a tumbar cualquier proyecto nuevo mediante una fulminante fuga de capitales. Resultó revelador cómo los líderes de los tres partidos británicos -conservadores, laboristas y liberal demócratas- cerraron filas con los grandes bancos, con el Banco de Inglaterra y los consejeros delegados de multinacionales como la BP, para vaticinar la catástrofe en caso de que ganase el sí. Asímismo, la consigna de los últimos carteles electorales de la campaña unionista -“If you don’t know, vote no” (si no sabes qué votar, vota no)- resumió una actitud cínica que caracterizaba gran parte de la campaña del no complaciente al inicio y desesperado al final.

Dinero de los rescates aumenta el número de billonarios y dispara la desigualdad social

Los más ricos del mundo aumentaron su riqueza en un 12 por ciento en el último año llevándola a 7,3 billones de dólares, el PIB combinado de Francia, el Reino Unido e Italia. La información la entrega el último boletín dado a conocer esta semana por Wealth-X y UBS. Las personas con una riqueza superior a los 1.000 millones de dólares aumentaron este año en 155 totalizando 2.325 integrantes de este selecto club que al año 2009 tenía solo 1.360 miembros. Esto confirma que la crisis financiera, que tiene hoy a la economía mundial en el más serio estancamiento económico, ha sido un espléndido negocio para la élite de los ultra ricos.

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viernes, 19 de septiembre de 2014

Notas sobre el estado de la economía capitalista mundial tras siete años de crisis

François Chesnais, Alencontre

El 16 de julio de 2007, el banco de inversiones Bear Stearns anunció la quiebra de dos de sus filiales de inversión de alto riesgo (hedge fund). Su propagación mundial no se hizo esperar. A las pocas semanas, el 9 de agosto, BNP-Paribas cerraba, a su vez, tres fondos de alto riesgo en situación de quiebra. De Alemania llegó la noticia de las grandes dificultades que atravesaban varios bancos regionales (Landesbank) a los que el Deustsche Bank, que se suponía libre de sospecha, había vendido títulos basura bajo la forma de "productos estructurados" que incluían prestamos hipotecarios irrecuperables. Así comenzó la primera fase de la crisis económica y financiera mundial, la de los títulos llamados "subprime". Quince días más tarde en Londres y Nueva York el mercado de los préstamos a corto y muy corto plazo (money market) quedaba paralizado e incluso bancos muy importantes dejaron de realizar préstamos compartidos over-night (préstamos para cerrar cuentas formalmente en equilibrio). A partir de principios de septiembre, uno de los indicadores claves de la coyuntura financiera mundial, a saber, la tasa de interés londinense sobre los préstamos a muy corto plazo, el Libor, aumentaba fuertemente y no bajaba a pesar de la intervención coordinada de los bancos centrales. El 27 de septiembre de 2007, el séptimo banco británico, el Northern Rock, que se había implicado mucho en los préstamos hipotecarios, quebraba y era puesto bajo control estatal (una forma incorrecta de nombrar la "nacionalización", que no es sino una forma acabada de la socializar las pérdidas a cargo de las y los trabajadores-contribuyentes)/1. Más tarde, en marzo de 2008 llegó la quiebra de Bear Stearns y su recompra a precio de saldo por la JP Morgan Chase y en septiembre de 2008 la quiebra de Lehmann Brothers. La intervención de la Fed [Banco central de los EE UU] y del gobierno americano así como la de sus homólogos europeos evitó una crisis financiera sistémica mundial. Pero la amplitud de la superproducción (que el recurso generalizado e intensivo al crédito había ocultado durante años) no les permitió evitar que la economía estadounidense entrara en recesión seguida, unas semanas después, por la de muchos otros países; sobre todo los de la Unión Europea. La caída de la producción y de los intercambios mundiales a partir de finales de 2008 y durante todo el 2009 no se detuvo mas que por el apoyo que dio el Partido Comunista chino a continuar con la acumulación en China, lo que tuvo un enorme efecto de arrastre momentáneo en los principales países proveedores de materias primas y de alimentos; sobre todo de America del Sur.

El tiempo: un bien escaso en la economía mundial

Paula Bach, Rebelión

Las intervenciones estatales posteriores al estallido de la crisis de 2008 derivaron en un crecimiento mundial de la economía lento y desigual. Tanto las secuelas de aquellas intervenciones como las tensiones que se instalaron en la arena geopolítica, vuelven a rebotar hoy sobre las tendencias de la economía.

Estancamiento secular es el pronóstico de una reciente publicación que reúne artículos del ex Secretario del Tesoro norteamericano, L. Summers, además de Eichengreen, Krugman, Gordon y otros. El economista francés Thomas Piketty, augura en su Best Seller El Capital en el siglo XXI, un débil crecimiento de la economía mundial para las próximas décadas que daría lugar a desigualdades sociales similares a aquellas de la Belle Époque. El actual vicepresidente de la Fed, Stanley Fisher, se lamenta de que desde 2007-9 "Cada año hemos tenido que explicar a mitad de año cómo el crecimiento global ha sido menor del previsto sólo seis meses atrás".

Fiestas Patrias con Electrodomésticos

En estas Fiestas Patrias que vive Chile y que todo el país celebra con gran devoción, y un tanto enajenado de lo que ocurre en el resto del mundo, cuelgo uno de mis temas favoritos del gran grupo Electrodomésticos publicado hace diez años en al álbum La nueva canción chilena: Has sabido sufrir:

jueves, 18 de septiembre de 2014

Emir Sader: Lo que está en juego en Brasil

Desde que, como una de sus primeras posturas internacionales, el gobierno de Brasil –encargado, junto con Estados Unidos, de concluir las negociaciones del ALCA– ha bloqueado el proyecto estadunidense de una área de libre comercio, las posiciones de los dos países han comenzado a distanciarse. Desde entonces, las diferencias sólo han aumentado.

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