Shuruk Duqqa expresa en su comentario la fuerza del pueblo madrileño los cuales tomaron las calles en apoyo a los gazatíes y contra el genocidio israelí e, impidieron con su movilización la realización de la Vuelta ciclística a España
Shuruk Duqqa, Al Mayadeen
Mientras seguimos contando los días de genocidio y entre coraje y dolor nos debatimos desde la lejanía geográfica que nos separa de Palestina, un hito histórico demuestra que la voz del pueblo es más fuerte que cualquier carrera.
Más de 100 mil personas con profunda humanidad se plantaron en Madrid para detener la Vuelta ciclística a España, los dignos en el mundo no se detienen, pese a la intimidación por el amplio despliegue policial, los manifestantes lo consiguieron, la Vuelta a España la ganó Palestina.
Entre tanto, crece la esperanza por retomar la justicia por una humanidad que ha decidido detener el genocidio por sus propias manos ante la incompetencia de la comunidad internacional que se jacta con discursos vacíos los cuales no materializan la solidaridad frente a un nuevo holocausto.
Cabe recordar que la FIFA y la UEFA sancionaron a Rusia tras el conflicto con Ucrania casi instantáneamente. El Comité Olímpico Internacional había dicho que la medida era necesaria para “proteger la integridad de las competencias deportivas mundiales y la seguridad de todos los participantes”, vaya desfachatez.