Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
viernes, 2 de marzo de 2018
Rechazo mundial a los aranceles de Donald Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves que impondrá aranceles del 25% al acero importado y del 10% al aluminio, medida con la que busca proteger a la industria estadounidense y que anunciará formalmente la semana que viene. La medida ha producido una reacción internacional inmediata, con amenazas de represalias que pueden frenar el comercio y el crecimiento global, impactando en el empleo. Trump justifica la medida en la protección de la “seguridad nacional”, algo que se ve erróneo desde el exterior. China, Rusia, Alemania, Reino Unido, Australia, la Unión Europea... El rechazo llega desde todas las grandes naciones.
Ante el aluvión de críticas, Donald Trump se redobla en sus argumentos. “Cuando un país está perdiendo muchos miles de millones de dólares comercialmente con prácticamente todos los países con los que hace negocios, las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar”, publica el mandatario en su cuenta Twitter.
China advirtió este viernes de que la política comercial de Donald Trump puede afectar negativamente a la recuperación económica mundial. “Si otros países siguen sus pasos, esto dañará al comercio internacional”, advirtió una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hua Chunying, en rueda de prensa en Pekín. Hua subrayó que la economía global todavía está recuperándose y que esta recuperación es aún inestable, por lo que “todos los países deben considerar esfuerzos para cooperar y resolver asuntos relevantes”, en lugar de aplicar restricciones comerciales unilaterales.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, expresó el viernes su “preocupación” por esta decisión y dijo que Moscú “analizaría cuidadosamente” sus relaciones comerciales con Washington. Gran Bretaña también se pronunció al respecto. El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, pidió una reacción “firme” de la Unión Europea y expresó “la gran preocupación” de Alemania.
La Comisión Europea discutirá el próximo miércoles medidas reactivas para responder al anuncio del presidente estadounidense.“La Comisión tiene ya medidas reactivas preparadas para reequilibrar la situación”, apunta Jean-Claude Juncker. La Unión Europea responderá “con firmeza y proporcionalidad” a la decisión del presidente estadounidense, ha avisado el presidente de la Comisión Europea: “No nos quedamos de brazos cruzados mientras nuestra industria es golpeada por medidas injustas que ponen miles de empleos europeos en peligro”.
En esa línea, el alza puede tener un “impacto significativo” en la economía británica, alerta Richard Warren, el director de UK Steel, la asociación británica de sector siderúrgico. Warren apuntó que EEUU representa un mercado “bastante relevante” para la industria del acero británica, ya que recibe cerca del 1 % de las exportaciones.
Francia también se ha sumado a la crítica de esta medida. El ministro de finanzas francés, Le Maire, asegura que si Estados Unidos sigue con las tarifas, Europa reaccionará firmemente con “una reacción coordinada y unilateral” y califica esta medida como “un movimiento unilateral inaceptable”.
La canciller canadiense Chrystia Freeland apuntó es “totalmente inapropiado” que Estados Unidos considere al país como una amenaza para la seguridad nacional. “Siempre defenderemos a los trabajadores canadienses y las empresas canadienses”, dijo en un comunicado. “En caso de que se impongan restricciones a los productos canadienses de acero y aluminio, Canadá tomará medidas receptivas para defender sus intereses comerciales y trabajadores”.
“El presidente acaba de iniciar una guerra comercial total”, aseguró Jean Simard, director ejecutivo de la Asociación de Aluminio de Canadá. Además del impacto directo en los países afectados, Europa necesitará protegerse de una avalancha de metales redirigidos porque EEUU ya no son un mercado abierto, dijo.
Corea del Sur, el tercer mayor exportador de acero a Estados Unidos después de Canadá y Brasil, dijo que continuará negociando con funcionarios estadounidenses hasta que se materialicen los planes de aranceles de Washington. “Para nosotros, el peor de los escenarios era un arancel del 54%”, desvelan fuentes cercanas al Ministerio de Comercio de Corea del Sur.
“La imposición de un arancel como este no hará más que distorsionar el comercio y, en última instancia, creemos que conducirá a una pérdida de empleos”, dijo el ministro de Comercio de Australia, Steven Ciobo. “Me preocupa que, a raíz de acciones como esta, podamos ver represalias implementadas por otras economías importantes. Eso no interesa a nadie”.
Japón, uno de los aliados más importantes de Washington en Asia, señaló que necesita claridad de parte de Trump para conocer qué países saldrán perjudicados y cuáles estarán exentos de dichas medidas. El ministro de Comercio, Hiroshige Seko, dijo que “las importaciones de acero y aluminio de Japón, que es un aliado, no afectan para nada la seguridad nacional de los Estados Unidos”.
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