La tendencia africana hacia la causa palestina se puso de manifiesto en las reacciones populares a la batalla de la inundación de Al-Aqsa, que fue muy generalizada y dio lugar a un gran apoyo popular africano a la resistencia
Thabet Al-Amour, Al Mayadeen
Las repercusiones de la batalla del Diluvio de Al-Aqsa, que comenzó el 7 de octubre, se extendieron más allá de los escenarios cercanos y de la geografía tradicional, y alcanzaron el continente africano que "Tel Aviv" ha buscado durante los últimos años movilizar a su favor. Cuando el primer ministro de la entidad ocupante, Benjamín Netanyahu, visitó África en 2016, dijo la famosa frase: "Israel" regresa a África, y África regresa a "Israel".
Dos meses antes de la batalla del Diluvio de Al-Aqsa, el exministro de Asuntos Exteriores israelí, Eli Cohen, mantenía contactos intensivos para completar los procesos de normalización y ampliar la actividad diplomática, económica y cultural con el continente africano mediante contactos bilaterales directos, en un intento por explotar a la Unión Africana en una mediación dirigida a países africanos islámicos como Mauritania, Malí y Níger.
Se nota que tan pronto como tuvo lugar la batalla del Diluvio de Al-Aqsa y comenzó la guerra en la Franja de Gaza, el supuesto regreso israelí al continente africano se evaporó y se produjeron airadas manifestaciones denunciando las prácticas israelíes en la Franja de Gaza.