Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada
El secretario general de la OPEP, el nigeriano Mohammad Barkindo (MB) –sumada de la llamada OPEP+, los 13 miembros de la OPEP más otros 10, incluyendo a Rusia y México–, advirtió a la Unión Europea (UE) que una potencial pérdida de los hidrocarburos rusos sería casi imposible sustituir cuando, al contrario, las sanciones podrían gestar una de las peores crisis energéticas de la historia (https://reut.rs/3xC5VCO).
MB considera la pérdida potencial de 7 millones de barriles al día de petróleo ruso y de otras exportaciones líquidas, (por lo que) considerando la perspectiva presente de la demanda, sería casi imposible (sic) sustituir la pérdida en volúmenes de esta magnitud. El alza abrupta de los hidrocarburos, que ha causado estragos en Estados Unidos con una hiperinflación de 8.5 por ciento –que llevaría a Washington a una recesión en el año 2023 (https://fxn.ws/3Ol5Dq6)–, es muy anterior al conflicto de Rusia y Ucrania.
La cataclísmica hiperinflación en Estados Unidos se debe en gran medida al incremento de la gasolina, por lo que Biden –con un rechazo ciudadano de 58 por ciento– fue obligado a liberar un millón de barriles al día de la reserva estratégica de petróleo (https://on.ft.com/3LIR79d), la mayor de su historia, durante los próximos seis meses: un mes antes de las cruciales elecciones intermedias cuando se vaticina un tsunami del Partido Republicano. Más aún, Biden reanudó los arrendamientos para la extracción de hidrocarburos en terrenos federales (https://on.ft.com/3jLI9fA), a fin de intentar contener el alza del oro negro, dejando de lado sus inviables promesas para paliar el cambio climático.
Mas allá del rechazo de la OPEP+ a la solicitud de Estados Unidos para incrementar el bombeo de petróleo, llamó la atención el desaire de los mandatarios de Arabia Saudita (AS) y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), quienes no le contestaron su llamada telefónica a Biden, que buscaba aumentar la producción de hidrocarburos, aún con sus adversarios geopolíticos de Irán y Venezuela.
Tres países de la anglósfera –Estados Unidos/Canadá/Australia– han prohibido la importación de hidrocarburos rusos, mientras la UE sigue siendo muy dependiente (https://bit.ly/3M8ytYx), y cuyo caso significativo lo constituye su máxima geoeconomía: Alemania, que busca alte
rnativas en las petromonarquías del golfo Pérsico (https://bit.ly/3uMYSoY).
Martin Wolf, editor en jefe del rotativo globalista neoliberal Financial Times, a quien se le olvida el Brexit del divorcio con la UE, sugiere medidas drásticas –lo cual suena más a una trampa para hundir a la UE– que formarían parte de la estrategia de guerra de la OTAN frente a Rusia, para abatir las importaciones de gas ruso y así dañar las finanzas de Putin (https://on.ft.com/3OaCqOt). El problema radica en que Alemania e Italia dependen sustancialmente de las importaciones gaseras de Rusia, sin contar las de petróleo y carbón. Alrededor de 70 por ciento de las exportaciones del gas ruso tienen como destino la UE.
Hasta hoy, la UE no hace caso a las jeremiadas gaseras de Martin Wolf, amanuense de la monarquía globalista neoliberal de Gran Bretaña que no oculta su atavismo neocolonial de ejercer la política neoimperial de Gran Bretaña Global (https://bbc.in/3xyiAXh), que refrenda su canciller amazona Liz Truss (https://bit.ly/3JPASpN).
Vale la pena escudriñar el porcentaje de las reservas de los 10 principales países (datos del 2020; https://bit.ly/3jGIfVQ): Rusia, 19.9 por ciento; Irán, 17.1; Qatar, 13.1; Turkmenistán, 7.2; Estados Unidos, 6.7; China, 4.5; Venezuela, 3.3; AS, 3.2; EAU, 3.2, y Nigeria, 2.9 por ciento. Destaca que Rusia ostente las mayores reservas de gas, y que, entre los 10 países con las máximas reservas, siete se han mostrado renuentes a seguir ciegamente los dictados de la anglósfera, con excepción de Qatar y el mismo Estados Unidos.
El colapsólogo ruso Dmitry Orlov sentencia que Europa no tiene alternativa al gas ruso (y que) tampoco podría sobrevivir mucho tiempo sin él (Club Orlov, 25/3/22).
De allí que Rusia se dé el lujo de exigir el pago de su gas en rublos, hoy revaluados.
Resulta asqueroso el espectáculo de los europeos mordiendo las manos rusas que le brindan pan y calor. Carecen de principios éticos y morales para asumir las consecuencias de su racismo.
ResponderBorrarCada vez es má dificil entablar un diálogo con alguien sin que salte el listo de turno. ¿El racismo es porque la UE da en un solo día permisos de trabajo y residencia a cualquier ucraniano y lo niega a otros ciudadanos del mundo en peores circunstancias de pobreza, guerras y persecucion?
Borrar