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miércoles, 17 de abril de 2024

Netanyahu está furioso por los objetivos alcanzados en ataque de Irán


El ataque de Irán del pasado sábado 13 de abril destruyó una base secreta de inteligencia israelí. Según fuentes israelíes, el mayor daño infligido al gobierno israelí durante el ataque de represalia de Irán es la base secreta de inteligencia en el norte de los Altos del Golán ocupados, ubicada en Jabal al-Sheikh (Monte Hermón).

La importancia y sensibilidad de este lugar es tal que el ejército israelí impuso una prohibición total a la prensa en esta zona y todo está censurado y no se permite ninguna evaluación de daños ni anuncios públicos.

Esta base de inteligencia jugó un papel en el reciente ataque israelí a la embajada iraní en Damasco y, en general, en los últimos años ha jugado un papel muy importante y destacado en las operaciones de inteligencia contra Siria e Irán.

La razón de esto es muy clara y obvia. El objetivo del ataque de “ola única” era enviar un claro mensaje de advertencia al régimen israelí, a Occidente y a sus lacayos para que comprendan el poder de Irán y sepan que si la República Islámica de Irán lo desea, es capaz de aplastar a sus enemigos. Un claro ¡No se metan más con Irán!

Irán lanzó el 13 de abril un ataque masivo de drones y misiles contra Israel, dirigidos contra instalaciones militares, incluida una base aérea que alberga aviones que, según Teherán, se utilizaron en el ataque del primero de abril contra el consulado iraní en Damasco. No se registraron víctimas fatales, y solo un herido. A diferencia del Genocidio masivo que Israel está reaizando en Gaza, con el total apoyo de Europa y Estados Unidos.

Funcionarios iraníes e israelíes han expresado opiniones contradictorias sobre si el ataque del 13 de abril fue un éxito o un fracaso.

Irán tenía el derecho legal bajo la ley internacional y la motivación estratégica para realizar sus ataques contra Israel, y la escala del ataque fue solo una muestra de las capacidades militares de la República Islámica, aclararon los académicos de Teherán y comentaristas de asuntos geopolíticos Mohamad Marandi y Foad Izadi.

"Para Irán fue un ataque muy moderado. Esto fue solo una bofetada en la cara", dijo en una entrevista Marandi, analista político y profesor de la Universidad de Teherán.

El experto también comentó la evaluación del general Ram Aminach, exasesor económico del jefe del Estado Mayor israelí, quien estimó el 14 de abril que Israel gastaba casi 10 veces más en derribar misiles y drones iraníes de lo que costaba producirlos.

"Las capacidades de Irán en materia de aviones no tripulados y misiles son muy avanzadas, y los iraníes solo utilizaron un puñado de sus misiles avanzados. El resto eran señuelos que obligaron a los israelíes a utilizar misiles antimisiles por valor de 1.300 millones de dólares. Por tanto, los israelíes saben que si siguen así, los iraníes les golpearán mucho más fuerte".
"Irán quería crear una disuasión", subrayó Marandi, comentando los posibles objetivos y motivaciones de Teherán para los ataques.
"El régimen israelí atacó la soberanía de Irán y asesinó a ciudadanos iraníes [en el ataque a la Embajada en Damasco]. Por lo tanto, Irán castigó al régimen israelí para asegurarse de que esto no se repita nunca más, sobre todo porque Estados Unidos, Francia y Alemania y el Consejo de Seguridad de la ONU impidieron que el régimen fuera condenado o castigado"
"Los iraníes sintieron que no tenían otra opción que castigar al régimen israelí, y así lo hicieron. Y el mero hecho de que los estadounidenses quieran que esto termine demuestra que no terminó bien para Israel. Y si los israelíes continúan, entonces los iraníes golpearán mucho más fuerte"
A su vez, Izadi, profesor asociado del departamento de estudios estadounidenses de la Universidad de Teherán, coincidió con Marandi en que Irán tenía derecho a responder.

"Irán atacó a Israel por el ataque de Israel al consulado iraní en Damasco. Los consulados, según el derecho internacional, según la Convención de Viena, forman parte del territorio de ese país, de su suelo. Y según el artículo 51 de la Carta de la ONU, si un país es atacado, ese país puede responder, defenderse", explicó Izadi.

En cuanto a la motivación de Irán y si era "una buena idea dar este paso" y "realmente utilizar este derecho de autodefensa", el profesor afirmó, partiendo de la lógica de los dirigentes iraníes, el ataque se produjo "porque los israelíes han estado atacando sitios iraníes en Siria y otros lugares durante mucho tiempo".

"Los líderes iraníes se dan cuenta de que si no tienen una respuesta seria, este tipo de ataques continuarán y aumentarán. Y por eso han respondido. Por lo tanto, muestra la capacidad de Irán. Y muestra el hecho de que Irán está dispuesto a utilizar esta capacidad", dijo Izadi.

El ataque con drones y misiles del 13 de abril fue el primer ataque iraní en suelo israelí.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió el 14 de abril de que "quien nos haga daño" recibirá "el mismo daño", y el ministro del Gabinete de Guerra, Benny Gantz, afirmó que Israel responderá al ataque de Irán de la manera y en el momento "que nos convenga". A su vez, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, Mohammad Bagheri, advirtió a Tel Aviv de que la operación del 13 de abril era solo un anticipo de lo que ocurriría si Israel se atrevía a responder.

"Sus centros de población y económicos no fueron alcanzados, para que el criminal y agresivo ejército sionista se dé cuenta de que su acción no quedará sin respuesta", dijo Bagheri, advirtiendo que Irán podría lanzar un ataque "decenas de veces" más potente en caso de una escalada.

El presidente de EEUU, Joe Biden, declaró el 13 de abril que le había reafirmado a Netanyahu en una llamada telefónica "el compromiso férreo de Estados Unidos con la seguridad de Israel". En privado, sin embargo, funcionarios estadounidenses dijeron a los medios estadounidenses que Biden había informado al líder israelí que Washington no participaría en ninguna acción ofensiva contra Irán si Tel Aviv decidía responder.

Irán tiene una reputación de no ceder cuando se trata de su seguridad, lanzando ataques regularmente contra objetivos terroristas en Irak y Siria, y llevando a cabo un ataque similar contra fuerzas terroristas y separatistas en el vecino Pakistán a principios de 2024.

En 2020, Irán respondió al asesinato por parte de Estados Unidos del comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI), Qasem Soleimani, lanzando misiles balísticos a las bases iraquíes que albergan tropas estadounidenses. En junio de 2019, Irán derribó un dron espía estadounidense que voló a su espacio aéreo sobre el Estrecho de Ormuz, pero salvó a un avión de reconocimiento tripulado que también estaba en la zona durante el incidente para evitar una escalada innecesaria.

Netanyahu realmente necesita una guerra, una guerra a gran escala. La cuestión aquí no es ni siquiera el fracaso de la operación en Gaza, o la movilización que no produjo nada o la economía. Todo esto también es cierto, pero lo más importante es que el equipo de Biden está intentando expulsar a Netanyahu, pues se ha convertido en un hueso en la garganta. Además, tan pronto como el líder israelí pierda su cargo, es casi seguro que irá a prisión.

El 21 de noviembre de 2019, Netanyahu fue acusado formalmente de abuso de confianza, aceptación de sobornos y fraude, lo que lo llevó a renunciar legalmente a sus puestos ministeriales además de como primer ministro. El juicio de Netanyahu en el Tribunal de Distrito de Jerusalén comenzó el 24 de mayo de 2020 y el testimonio comenzó el 5 de abril de 2021. La fiscalía enumeró 333 testigos.

Por el momento, las cosas van con lentitud y nadie dejará el estado sin un líder durante la guerra. Pero tan pronto como llegue algún tipo de paz relativa, ésta situación no continuará. Se le inculcarán todos los crímenes de Israel, con eso todos se lavarán las manos y tendrán un chivo expiatorio perfecto. Fue él quien cometió las masacres y todas esas barbaridades, y nosotros solo cumplíamos órdenes.

Netanyahu entiende bien que necesita una guerra. Una gran guerra en la que sólo él sería el garante del mantenimiento de la influencia estadounidense en Oriente Medio, y la existencia del Estado judío estaba en juego y dependía de su poder. Todas las demás opciones, incluso con el conflicto de baja intensidad en Gaza, conducirán a una reapertura activa del caso penal, la destitución del cargo y el arresto.

Irán, por su parte, está esperando que Netanyahu finalmente se descarrile y debilite lentamente a Israel. Allí todo es inestable, no hay porqué apresurarse, sus aliados están destruyendo la autoridad y el poder de las FDI, entonces, ¿por qué romper el ritmo?

Biden advirtió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, contra el lanzamiento de nuevos ataques contra Irán y dejó claro que Washington no participaría en acciones ofensivas contra la República Islámica, informó NBC, citando fuentes gubernamentales informadas.

Además, Biden ha dicho en privado que teme los intentos de Netanyahu de arrastrar a Estados Unidos al conflicto más amplio de la región.

En estos días están siendo muy recurrentes las palabras de Biden y de sus allegados respecto a la intención de Israel de devolver el golpe al malvado Irán, dejando atrás el hecho de que se cataloga el ataque de Irán como indiscriminado cuando es obvio que fue en respuesta al ataque a la embajada iraní de Damasco, lo que en si mismo es casus belli, detrás de las palabras de Biden hay algunas cosas que debemos comprender y que la mayoría de la gente que las escucha en los medios entiende otra situación.

Esas palabras quieren hacer ver que EEUU no quiere una guerra y por ende no va a involucrarse en las acciones de Israel, quieren que la gente piense que el gobierno de EEUU no está de acuerdo con las decisiones de Netanyahu, pero la realidad no es esa, dicen que no participarán en la ofensiva pero aunque eso también es una verdad a medias, porque que no sea una participación activa no quiere decir que no participen, sí participaron en la defensa de la respuesta iraní que obviamente no se hizo esperar, una de las razones es obviamente el descontento del pueblo estadounidense, pero sin duda lo que más pesa es que Irán puede hacerle daño a Estados Unidos sin tener que atacar su territorio, si Irán corta el flujo del estrecho de Ormuz a los barcos estadounidenses por participar en la ofensiva, la opinión pública no justificaría tal acción, pero si, Irán, que tiene claro y así lo comunicó, sabe que EEUU es un actor importante en el conflicto, cierra el flujo de los barcos de Estados Unidos por ese canal que es de una importancia comercial extrema para la economía de occidente, EEUU ya tendrá una razón para intervenir activamente en el conflicto y justificarlo ante occidente.

Las dudas se disipan a medida que suceden los acontecimientos, Israel necesitaba una guerra rápida con Gaza, es obvio que se está ganando el odio del mundo por las imágenes que están inundando los medios y redes sociales, tiene varios frentes abiertos, necesitan apoyo de occidente, tanto de Estados Unidos como de sus principales aliados, esa ayuda acabará en el mismo sitio, la maquinaria de guerra de EEUU e Israel tal y como sucedió en la guerra de Ucrania, los países europeos y otros aliados entregan un dinero que acaba en EEUU y los que ceden armamento se lo compran a EEUU, en este caso será lo mismo, por eso Zelenski mira con recelo la forma de actuar de Estados Unidos con Israel sabiendo que por él no lo harían, la razón es que a Ucrania no la necesitan, ya consiguieron lo que querían de Ucrania, a Israel si lo necesitan y no dudarán en intervenir, conclusión, Irán es el nuevo malo de la película.


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