Páginas

viernes, 2 de agosto de 2024

Occidente goza de total impunidad ante sus crímenes


Aleksandr Dugin, Izborsk

El jefe del buró político de Hamás, Haniyeh, ha sido asesinado en Teherán (¡!). Sin precedentes. Israel ha trasladado el frente de la lucha terrorista al interior de Irán.

En Beirut, un ataque con cohetes contra civiles.
No hace falta hablar del genocidio total de palestinos en Gaza.
Esto recuerda mucho a las acciones de la junta nazi ucraniana. Y en ambos casos - un comisario común, patrocinador y maestro.

Occidente está luchando contra la humanidad. Occidente ataca. La humanidad contraataca. Hasta ahora, así son las cosas. Es importante invertir la tendencia para que sea al revés.
En «El Gran Juego» del Canal Uno, Dmitry Symes se lamenta constantemente de que hasta ahora Occidente no haya recibido ningún golpe sensible en respuesta a su agresión, terror y burla directa de la humanidad. Es importante, por supuesto, no ceder a la provocación. Pero si te están destruyendo cínicamente ante los ojos de todos, y persistes en «no ceder y no ceder a las provocaciones», parece extraño. Como si tú mismo animaras a los maníacos a seguir haciéndote lo mismo.
Parece que incluso ahora las élites de los países en confrontación directa con Occidente siguen esperando una reconciliación con él y continúan absteniéndose de tomar medidas simétricas. Con ello, Occidente y sus apoderados no hacen sino volverse cada vez más brutales y arrogantes, sintiéndose totalmente impunes y actuando libremente en el territorio de aquellos a quienes combaten.
Nosotros, en cambio, estamos hipnotizados por fronteras, líneas y reglas que a nuestros adversarios hace tiempo que les importan un bledo.
No, actuando así no estamos sentando las bases de un nuevo orden mundial ni apoyando el existente. Para participar en el trazado del nuevo mundo, primero hay que ganar. Los débiles y los perdedores no tienen derecho a participar en la definición de los parámetros del futuro. Occidente está en guerra con nosotros, pero nos exige que no nos demos cuenta. Y nosotros cumplimos. Esto no sólo es indigno, sino irrazonable.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario