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viernes, 5 de julio de 2024

Washington copia la estrategia de Richelieu


Umberto Mazzei, Aporrea

Henry Kissinger publicó a principios de la década del 90 un excelente libro titulado Diplómacy. En ese libro evidencia una admiración por el cardenal Richelieu, el diablo que estuvo detrás de la guerra religiosa conocida como “Guerra de los 30 años” (1616-1648) que desangró a Alemania en provecho de Francia y terminó con el Tratado de Westfalia que desintegró el Imperio Romano-Germánico fundado por Carlomagno el año 900.

Todo eso con guerras que se sucedían por oleadas de proxis de Francia, sin que Francia sacrificara sus propios soldados. La guerra comenzó entre alemanes protestantes y alemanes católicos con la católica Francia, regida por un cardenal católico, financiando el bando protestante. Cuando el bando católico se estaba imponiendo en el campo de batalla por la habilidad de Wallerstein Francia financió el ingreso de Suecia en la guerra, donde las tropas suecas de Gustavo Adolfo vencieron a los católicos. Los suecos acababan de inventar los cartuchos para fusil.

Muerto Gustavo Adolfo, el cardenal financió la entrada de los turcos en la guerra, los cuales que asediaron Viena en 1629. El asedio se terminó por la intervención de Polonia a favor de Austria. En total la guerra tuvo 13 etapas intercaladas entre 10 tratados de paz.

La idea de Washington parece ser la de ofrecer a su industria armamentista muchos miles de millones de ganancias con una larga guerra convencional pagada con sangre ajena y dinero europeo. Mucho me temo que aquella admiración de Kissinger por Richelieu haya inspirado a sus discípulos para trazar la actual estrategia de la OTAN, que evidentemente hace la guerra a Rusia sacrificando sangre ucraniana, como estaba proyectado desde el 2014, para apoderarse de los vastos recursos de Rusia que Putin ofreció en 2015 si se aceptaba el ingreso de Rusia en la Comunidad Económica Europea para hacer un mercado común desde Lisboa a Vladivostok. Pero Washington ordenó a sus vasallos europeos que no aceptasen porque ¿por qué compartir unos recursos que pensaban robar? (Fukuyama dixit).

Creo que el propósito de la OTAN al iniciar una guerra contra Rusia con el golpe de Estado en Kiev en febrero de 2014 era provocar una larga guerra que terminase con un desmembramiento de Rusia parecido al que tuvo lugar en el Imperio Germánico en 1648 con el tratado de Westfalia. Estoy seguro de que Vladimir Vladimirovich sabrá como desbaratar esos planes y puede ser que al final el país desmembrado sea el Imperio anglosionista conocido como los Estados Unidos de América para que el resto del mundo pueda vivir en paz.


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