En este artículo, la periodista australiana Caitlin Johnstone afirma que aunque decir «imagina que Rusia o China hicieran esto» parezca un cliché, la comparación es importante para mantener la perspectiva sobre lo infame y perversa que está siendo con Gaza la clase política-mediática occidental.
Caitlin Johnstone
Imagina cómo actuaría la clase política-mediática occidental si Rusia o China estuvieran bombardeando y matando de hambre a una población amurallada de dos millones de personas, la mitad de ellas niños. En serio, imagínatelo. Imagina la rabia y el vitriolo. Imagina la constante cobertura mediática.
Cuando Rusia invadió Ucrania, la cobertura mediática estadounidense de esa guerra superó la cobertura mediática de todas las guerras estadounidenses de las tres décadas anteriores. Si Rusia estuviera exterminando deliberada y sistemáticamente a civiles en Ucrania o en cualquier otro lugar, el tratamiento mediático occidental de esos crímenes de guerra sería muchas veces mayor.
Es casi un cliché decir «imagina que Rusia o China hicieran esto», pero este tipo de comparaciones son importantes para mantener un sentido de la perspectiva sobre lo malvada que está siendo la clase política-mediática occidental con respecto a Gaza en estos momentos.
Estamos viendo artículos en los medios de comunicación sobre la hambruna en Gaza que ni siquiera mencionan la palabra «Israel». ¿Creen que esto ocurriría si lo estuviera perpetrando un gobierno que desafía al imperio occidental? Por supuesto que no.
Imagina cómo actuaría la clase política-mediática occidental si Rusia o China estuvieran bloqueando deliberadamente los alimentos a una población encarcelada de millones de personas. Imagina cómo actuaría la clase política-mediática occidental si Rusia o China lanzaran implacablemente explosivos militares sobre zonas urbanas densamente pobladas que se sabe están llenas de niños.
Imagina cómo actuaría la clase política-mediática occidental si Rusia o China estuvieran deliberada y metódicamente limpiando étnicamente a una población oprimida por razones totalmente racistas. Imagina cómo actuaría la clase política-mediática occidental si cada día aparecieran pruebas de que Rusia o China están cometiendo horribles crímenes de guerra. Imagina cómo actuaría la clase política-mediática occidental si Rusia o China fueran descubiertas en mentira tras mentira mientras llevan a cabo semejante atrocidad masiva. Imagina cómo actuaría la clase política-mediática occidental si Rusia o China trataran de presentarles pruebas descaradamente fabricadas de crímenes cometidos por la población objetivo para justificar sus atrocidades. Viviríamos en un paisaje político y mediático diferente.
Si Rusia o China estuvieran haciendo lo que está haciendo Israel, campañas presidenciales enteras se habrían construido en torno a quién se opondría más agresivamente. Se habrían impuesto todas las sanciones y embargos posibles al gobierno responsable. La prensa occidental se habría volcado en sacar a la luz todas las atrocidades y mentiras, y las habría difundido como artículos de fondo en todas las plataformas durante meses, y se habrían colmado unos a otros de premios por hacerlo. En lugar de eso, tenemos esto:
Funcionarios del gobierno balbuceando sin parar sobre el «derecho» de Israel a «defenderse» y cómo todo esto habría terminado si Hamás no siguiera luchando, mientras que colman de armas a Israel para ayudarle a continuar con sus atrocidades.Los medios de comunicación de masas producen un diluvio constante de titulares en lenguaje pasivo del tipo «los gazatíes tienen problemas para encontrar comida por alguna razón» y recuerdan continuamente que todo esto está ocurriendo por culpa del 7 de octubre, mientras repiten la propaganda israelí sobre las atrocidades de aquel día como si fuera la verdad del evangelio.
Todos los candidatos viables a la presidencia de Estados Unidos juran su apoyo incondicional a Israel mientras de vez en cuando señalan impotentes con el dedo este o aquel aspecto de las atrocidades de Israel para no parecer unos completos psicópatas.
Ese contraste entre cómo está actuando la clase política-mediática occidental ante el genocidio de Gaza y cómo todos sabemos que estarían actuando si un gobierno no alineado estuviera haciendo algo similar, es exactamente la razón por la que no se puede permitir que el imperio centralizado estadounidense siga gobernando nuestro mundo. Pretende defender la paz, la justicia, la libertad y la democracia, pero en realidad sólo inflige muerte y sufrimiento sin parar a seres humanos de todo el mundo y lo encubre con la propaganda de su servil prensa dominante. Pretende defender el «orden internacional basado en normas», pero todo lo que eso significa en la práctica es que defiende un orden internacional en el que el imperio estadounidense inventa las normas sobre la marcha y las cambia a su antojo.
La humanidad no puede permitir que esta estructura de poder asesina e hipócrita que se extiende por todo el mundo, siga abusando de ella y tiranizándola. Un mundo mejor es posible, pero antes tendremos que encontrar la manera de arrancar las garras de estos monstruos del volante.
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Fuente: Rafael Poch de Feliu
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