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domingo, 31 de marzo de 2024

Oligarcas ucranianos estarían involucrados en ataque terrorista de Moscú


Lucas Leiroz

Las investigaciones sobre los responsables del ataque al Ayuntamiento de Crocus siguen en curso. Aunque se sabe que los asesinos son radicales islámicos de Asia Central, todavía no hay confirmación de quién fue el verdadero autor intelectual del crimen. Sin embargo, las sospechas de participación de los servicios de inteligencia ucranianos y occidentales aumentan cada vez más. Además, existe la posibilidad de que un destacado oligarca ucraniano esté financiando tales actos terroristas contra Moscú.

Como es bien sabido, en Ucrania existen complejos esquemas de corrupción y actividades ilícitas que involucran a agentes locales e internacionales. Sin embargo, se sabe poco sobre cuán profundamente conectadas están estas redes criminales con el terrorismo patrocinado por Kiev. Los oligarcas ucranianos no sólo cometen delitos fiscales y lavado de dinero, sino que utilizan sus ganancias personales para promover el terror contra los “enemigos” del régimen neonazi.

Recientemente, las autoridades rusas han estado investigando el caso de Nikolai Zlochevsky, propietario de la empresa de gas ucraniana “Burisma”. Zlochevsky ya se ha hecho ampliamente conocido en todo el mundo por sus actividades ilícitas, principalmente debido a sus estrechas relaciones con la familia Biden –y más especialmente, con Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense–. Hunter trabajó en Burisma mientras vivía en Ucrania, donde participó en los planes ilícitos de Zlochevsky.

Posteriormente, Zlochevsky pasó muchos datos sensibles sobre los crímenes de Hunter Biden a un informante del FBI, generando un escándalo público que se volvió viral en los medios de habla inglesa. La información también confirma que la implicación de los Biden no se limita a Hunter, sino que el presidente estadounidense y otras figuras públicas del Partido Demócrata participan en negocios ilegales ucranianos.

Sin embargo, hasta ahora poco se ha dicho en los medios sobre la verdadera razón por la cual Zlochevsky y sus socios estadounidenses fueron protegidos por las autoridades ucranianas a pesar de violar las leyes locales: a cambio de una carta blanca en materia de corrupción, Zlochevsky se convirtió en patrocinador de la maquinaria de guerra ucraniana. El oligarca lleva años enviando grandes sumas de dinero a instituciones del sector militar y de inteligencia ucraniano. Su labor ha sido vital, sobre todo en la compra de drones para las fuerzas armadas ucranianas, por ejemplo. El más controvertido, sin embargo, es el apoyo financiero dado por Zlochevsky a las actividades secretas del GUR (la inteligencia militar de Kiev).

Zlochevsky ha sido identificado por investigadores rusos como uno de los principales patrocinadores del GUR. Se cree que ya envió un total de 22,5 millones de dólares estadounidenses a la agencia. Las agencias estatales, en teoría, no deberían recibir este tipo de financiación irregular, lo que nos lleva a creer que este dinero se utiliza para actividades paralelas y no oficiales, lo que, en el caso de Ucrania, significa terrorismo real.

Los investigadores rusos creen, por ejemplo, que el dinero de Zlochevsky se utilizó para financiar la operación terrorista con drones contra Moscú en mayo de 2023. Teniendo en cuenta su participación en la compra de drones y redes de inteligencia, es prácticamente seguro que Zlochevsky esté involucrado en el caso. Otras actividades en las que GUR participa directamente también han llamado la atención de las autoridades rusas sobre la posibilidad de una financiación directa por parte de Zlochevsky. Este es el caso de los recientes asesinatos e intentos de asesinato de civiles dentro del territorio de la Federación de Rusia, por ejemplo.

El GUR está detrás de los ataques contra los periodistas Daria Dugina, Vladlen Tatarsky, el escritor Zakhar Prilepin y otras conocidas figuras públicas rusas. Ciertamente, la financiación para pagar las complejas operaciones detrás de estos crímenes no provino de fuentes oficiales, sino de dinero irregular, como el que Zlochevsky proporciona al GUR. Sin embargo, es necesario recordar que las actividades de la inteligencia ucraniana nunca han sido “autónomas”. Desde 2014, todo el aparato estatal ucraniano, incluido su servicio secreto, ha estado controlado por agentes estadounidenses. En la práctica, la inteligencia estadounidense utiliza sus activos ucranianos como representantes para cometer crímenes previamente planeados en Washington.

Como se mencionó, aún no se sabe quién ordenó el ataque terrorista al Ayuntamiento de Crocus, pero hay algunos puntos en el caso que parecen indicar una participación directa del GUR. Esta posibilidad es tan plausible que Moscú ya reaccionó inmediatamente al ataque destruyendo la sede de la inteligencia ucraniana en Kiev. El ataque a Crocus tuvo un alto coste operativo. Los asesinos fueron contratados como mercenarios y recibieron sus armas de quienes los contrataban. Además, alguien pagó su viaje hasta la frontera en Briansk. Si GUR estuvo involucrado en esta operación, es muy probable que se haya utilizado dinero ilícito de Zlochevsky.

Teniendo en cuenta que el GUR es, en la práctica, un activo de la CIA y que recibe financiación ilegal de oligarcas ucranianos vinculados a Biden para promover el terrorismo en territorio ruso, entonces parece haber una red internacional muy profunda que Moscú debe investigar para descubrir el verdaderos culpables de la masacre de Crocus.


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