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martes, 24 de abril de 2018

Masiva inversión China en Europa empieza a preocupar a la UE


China y su capital está entrando en Europa sin hacer demasiado ruido pero con operaciones clave y en sectores que han sido el orgullo del Viejo Continente durante años. Desde 2008, más de 670 firmas chinas han invertido en Europa, de las que cien son empresas estatales o fondos de inversión públicos que han dejado en Europa alrededor de 162.000 millones de dólares, el 63% de toda la inversión china a los países europeos. Bruselas, Berlín y París han mostrado su preocupación ante el auge de estas inversiones que podrían poner en peligro el control de sectores estratégicos, lo que podría llevar a la UE a implementar mecanismos que supervisen la inversión extranjera, tal y como ya hacen EEUU o Australia.

China ha comprado o invertido en activos europeos por valor de al menos 318.000 millones de dólares en los últimos 10 años. La actividad inversora de China en el Viejo Continente supera con creces a la inversión de Pekín en EEUU durante esos diez años, según datos recopilados por Bloomberg.

El volumen y la naturaleza de algunas de estas inversiones, desde infraestructuras en el este y sur de Europa, hasta compañías de alta tecnología en el oeste, han levantado la voz de alarma en la Unión Europea. Líderes como la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, están presionando para que se establezca una estrategia común para manejar el implacable avance de China en Europa, con cierta oposición de la periferia de la UE, que están sedientos de la inversión extranjera para sanear sus finanzas y mejorar sus economías.

Desde Bloomberg han analizado los datos de 678 transacciones finalizadas o pendientes en 30 países desde 2008 y sus analistas destacan que las empresas privadas y respaldadas por el estado chino han participado en negocios por valor de al menos 255.000 millones de dólares en el continente europeo.

Aproximadamente 360 empresas han sido absorbidas (desde el fabricante italiano de neumáticos Pirelli hasta la compañía de leasing de aviones irlandesa Avolon Holdings), mientras que las entidades chinas también poseen total o parcialmente al menos cuatro aeropuertos, seis puertos marítimos y parques eólicos en al menos nueve países y 13 equipos profesionales de fútbol. En el caso de España, los empresarios chinos se han interesado por varios sectores, pero destaca el sanitario.

Es importante destacar que las cifras disponibles subestiman el verdadero tamaño y el alcance de las ambiciones de China en Europa. En particular, excluyen 355 fusiones, inversiones y empresas conjuntas -los principales tipos de acuerdos examinados aquí- cuyos términos no han sido publicados ni revelados.

Desde Bloomberg estiman que a las cifras anteriores habría que añadir alrededor de una docena de acuerdos de gran perfil económico, lo que supone sumar unos 13.300 millones de dólares más.

Tampoco se incluyen otros proyectos u operaciones bursátiles que suman un total de 40.000 millones de dólares, según los datos recopilados por investigadores del American Enterprise Institute y el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, más una participación de 9.000 millones de dólares perteneciente a Zhejiang Geely Holding Group en la empresa matriz de Mercedes-Benz Daimler.

En ninguna parte China es más evidente que en Londres, la capital del Reino Unido, donde los inversores chinos han engullido alrededor de una docena de torres de oficinas en los distritos financieros de la ciudad de Londres y Canary Wharf.

El 2016 fue, con mucho, el año más grande para los acuerdos chinos en Europa. Durante ese ejercicio fue cuando China National Chemical, también conocida como ChemChina, anunció que compraría al fabricante suizo de pesticidas Syngenta por 46.300 millones de dólares.

Existen una clara tendencia al alza en los últimos años de inversiones chinas en Europa, que además se ha incrementado desde 2014.

Más de la mitad del total de las inversiones que se han hecho públicas se concentra en las cinco economías más grandes de Europa: los chinos han participado en negocios por un valor de 70.000 millones solo en el Reino Unido. Pero es en la periferia donde China ha realizado algunas de sus mayores inversiones en grandes infraestructuras, como la compra del puerto más grande de Grecia, en El Pireo.

También existe una importante división entre el núcleo y la periferia en lo que respecta a la apertura de Europa a la inversión china. Al mismo tiempo que Alemania, Francia e Italia presionan para crear un mecanismo de evaluación de inversiones en toda la UE, los gobiernos en Grecia, Portugal y Chipre se muestran escépticos respecto a esa medida, asegurando que obstaculizaría su capacidad para atraer el capital extranjero que tanto necesitan.

Derek Scissors, investigador especializado en China en el American Enterprise Institute, cree que "el dinero fluirá a los lugares en los que sea bienvenido. Hasta que la UE implemente un mecanismo como el que tienen EEUU o Australia, Europa es probable que gane gran parte de la inversión china. Yo creo que Europa se moverá para regular la inversión china, pero ahora mismo es el destino número uno".

El capital chino se está estableciendo en sectores clave. Los inversores están comprando inmuebles en Londres, compañías tecnológicas en Alemania y empresas emblemáticas del sector del automóvil como la sueca Volvo. La mayor parte del capital chino se encuentra en la industria química, en el sector energético, la minería y el sector del software e internet.

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