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lunes, 25 de noviembre de 2013

Acuerdo pone fin a una década de sanciones a Irán que hizo gran daño a su economía


Las sanciones internacionales impuestas a Irán durante más de una década serán atenuadas tras el histórico acuerdo alcanzado ayer entre Irán, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, China y Rusia. Estas sanciones provocaron gran daño a la economía iraní, y las estadísticas muestran que indicadores económicos como la inflación y el paro alcanzaron niveles récord del 30 y el 20 por ciento, respectivamente, mientras que los ingresos por el petróleo se redujeron drásticamente. Producto de las sanciones, las ventas de petróleo, que representan el 80% de los ingresos del Gobierno, se redujo a la mitad. Además, mientras el expresidente Ahmadineyad afirmaba que Irán contaba con 100.000 millones de dólares en reservas de divisas, el total se había reducido a 80.000 millones a mediados de 2013.

De acuerdo The New York Times, esa cantidad de dinero disponible resulta exagerada, ya que tres cuartas partes de los 80.000 millones se amarraron en las cuentas de depósito en garantía en los países que compraban petróleo iraní, en virtud de una ley de Estados Unidos derivada de las sanciones, según la cual el dinero puede ser gastado sólo para comprar productos de estos países.

Incluso el acceso a los restantes 20.000 millones de dólares era complicado, ya que tenía que ser trasladado físicamente en efectivo debido a la expulsión de Irán de la red bancaria mundial conocido por sus siglas Swift, que habría permitido que el dinero fuera transferido electrónicamente. Irán no podía repatriar el dinero y esto complicó su economia, señala Mark Dubowitz, director ejecutivo de la Fundación para la Defensa de las Democracias en citado por The New York Times.

Las sanciones a Irán plantearon asimismo otros problemas, ya que, incapaces de organizar la financiación simple para los negocios, los ejecutivos se vieron obligados a transferir las maletas de dinero en efectivo a través de cambistas callejeros a turbios banqueros en el exterior. Esto no solo resultó costoso, con intermediarios que exigían honorarios a cada paso, sino también peligroso, convirtiendo el dinero en un blanco tentador para los ladrones. Además, en menos de un año el rial iraní se devaluó en casi un 100% frente al dólar, lo que repercutió fuertemente en la vida de los ciudadanos.

En poco más de dos meses, la cesta de la compra en Irán se puso por las nubes. Productos de primera necesidad como el pollo, la leche o los huevos duplicaron su valor. El momento más tenso por la depreciación de la moneda se dio a principios de octubre. Ahora, tras el acuerdo alcanzado entre Irán y el Sexteto la tasa de la moneda iraní aumentó en un 3% frente al dólar, mientras que las autoridades de Estados Unidos descongelaron activos iraníes por valor de 8.000 millones de dólares.

Las cifras del Fondo Monetario Internacional muestran a Irán en su segundo año de recesión. La tasa de crecimiento económico anual del país se deslizó desde sus máximos de 8 por ciento en 2002 y 2003, producto de la aplicación de sanciones comerciales durante más de una década por Estados Unidos, la Unión Europea y las Naciones Unidas. El comercio internacional de Irán se desplomó el año pasado, cuando las importaciones cayeron un 20% y sus exportaciones en un 28%. Se estima que el ingreso disponible de Irán aumente un 50 por ciento como resultado del alivio de las sanciones y la liberación de miles de millones de dólares retenidos.

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