Siento la obligación hacia mis compañeros que han muerto hoy tan injustamente de alzar la voz y decir algunas verdades. Estoy mandando este mensaje a todos los medios. Cualquiera que tenga aún algo de conciencia debería publicarla. El resto puede seguir haciéndole el juego al Gobierno.
El cuerpo de bomberos nunca había expedido ninguna licencia sobre el edificio de la sucursal. El acuerdo se hizo bajo mano, como ocurre con prácticamente todos los negocios y empresas en Grecia.
El edificio donde estaba la sucursal no tiene ningún mecanismo de seguridad en caso de incendio; ni planificado, ni instalado. Es decir, no tiene sistema de rociadores, ni salidas de emergencia ni mangueras. Tan sólo hay algunos extintores portátiles que, por supuesto, no son suficientes para lidiar con un fuego de verdad en un edificio construido bajo unos estándares de seguridad muy antiguos.
Ninguna sucursal cuenta con un solo miembro de la plantilla entrenado en extinguir un fuego, ni siquiera en el uso de los pocos extintores. La directiva también utiliza los altos costes de tal formación como un pretexto y no toma ni las medidas más básicas para proteger al personal.
Nunca ha habido un solo ejercicio de evacuación en ningún edificio, ni ejercicios de entrenamiento por parte de los bomberos, para dar instrucciones a seguir en situaciones como esta. Las únicas sesiones de entrenamiento que han tenido lugar en el Banco Marfin tienen que ver con escenarios de acciones terroristas y prevén tan sólo el escape de los “peces gordos” del banco.
El edificio en cuestión no tiene ningún reciento especial para caso de incendio, incluso aunque su construcción es muy sensible bajo tales circunstancias e incluso aunque está llena de materiales muy inflamables, desde el suelo hasta el techo, tales como papel, plásticos, alambre y muebles. El edificio es objetivamente inadecuado para su uso como un banco, dadas las características de su construcción.
Ningún miembro de seguridad tiene conocimiento alguno de primeros auxilios o extinción de incendios, incluso aunque se les hace responsables de la seguridad del edificio. Los empleados del banco tienen que convertirse en bomberos o personal de seguridad, de acuerdo con el apetito del señor Vgenopoulos (propietario del Banco Marfin).
La directiva del banco ha prohibido estrictamente a sus empleados abandonar la oficina hoy, incluso aunque ellos habían pedido hacerlo desde primera hora de la mañana –forzaron a los empleados a cerrar las puertas y les repitieron que el edificio tendría que estar cerrado todo el día, por teléfono. También bloquearon su acceso a Internet para evitar que los empleados se comunicasen con el exterior.
Durante muchos días se ha aterrorizado a los empleados del banco en relación con las movilizaciones de estos días, con la siguiente “oferta”: o trabajas, o te despedimos.
Los dos policies secretas que son enviados a la sucursal en cuestión para prevenir robos no aparecieron esta mañana, incluso aunque la directiva del banco había prometido verbalmente a sus empleados que estarían allí.
Por último, caballeros, hagan autocrítica y dejen de dar vueltas pretendiendo estar en shock. Son responsables de lo que ha ocurrido hoy y en cualquier estado justo (como los que os gusta usar de tiempo en tiempo como ejemplos en vuestros programas de TV) serían arrestados por todo lo comentado arriba. Mis compañeros perdieron sus vidas hoy por la malicia: la malicia del Banco Marfin y del Sr. Vgenopoulos en particular que afirmó explícitamente que cualquiera que no fuese a trabajar hoy [por el 5 de mayo, día de la huelga general] no debería preocuparse por venir mañana [ya que sería despedido].
Un empleado del Banco Marfin
Traducción: Editorial Klinamen
ver post Violencia en Grecia por crisis financiera
Enlace a www.alasbarricadas.org
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domingo, 9 de mayo de 2010
Carta de un empleado del Banco Marfin, Grecia
En este banco murieron tres trabajadores en el incendio de una sucursal durante las manifestaciones del miércoles en Atenas en contra las medidas de austeridad del Gobierno griego. Esta carta fue publicada en www.alasbarricadas.org, y la he recibido por Svintus en su comentario (#15) del post Burbujas y pánico, el colapso del sistema. La carta la escribe un compañero de trabajo de las tres personas que murieron al interior del banco.
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