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martes, 23 de septiembre de 2008

Ambiciones que matan: las causas de la crisis

Aunque Bush ha pedido actuar ahora y dejar para después la investigación sobre las causas de la crisis, ya comienzan a detectarse algunos de los hechos que permitieron y facilitaron la debacle que hoy sacude el mundo. En los años 70, como reseña Dani Rodrick, entre los primeros zarpazos del modelo del Friedman, se desregularon las comisiones a los agentes y corredores de bolsa, lo que comenzó a crear una exponencial burbuja de fraudes que culminaron dando a los bonos basura la calificación de triple A (la máxima). Ver Causas y consecuencias de la Crisis.

No satisfechos con esto y como los neoliberales pregonan: “a las fallas del mercado: más mercado”, en los años 90 eliminaron la Ley Glass-Steagall, aprobada como Ley Bancaria por Franklin Delano Roosevelt (FDR) el 16 de junio de 1933. Fue Roosevelt quien al llegar a la presidencia lo primero que hizo fue acotar a los banqueros: “Prefiero rescatar a los que producen alimentos que a los que producen miseria”, de manera que el gobierno absorbió la gigantesca deuda de los agricultores y ganaderos.

La Ley Bancaria más revolucionaria de todos los tiempos comenzó a ser desmantelada a fines de los 70 para desaparecer completamente en los años 90. Algunas características de esta Ley:
  • La total separación de la actividad bancaria de la bursátil
  • La creación de un sistema bancario conformado por bancos nacionales, estatales y locales, que no podían competir entre sí y con aplicación de la Ley Antimonopolios que permitía un máximo del 18% del control de la institución financiera.
  • Prohibición a los bancos de participar en el manejo de los fondos de pensiones.
El objetivo de FDR era evitar los movimientos especulativos que propiciaron el crack bursátil de 1929. La contrarrevolución neoliberal desplegada desde los años 70 facilitó que en 30 años se desmantelaran los controles y las regulaciones financieras que hoy tienen al mundo al borde del abismo. Y quienes hasta hace poco cantaban alabanzas a la desregulación financiera que había permitido a millones comprar su vivienda, ¿qué dirán ahora cuando hay cuatro millones de personas que quedaron en la calle?

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