Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
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viernes, 6 de junio de 2008
Cumbre de Roma termina en rotundo fracaso
La cumbre de Roma terminó en un rotundo fracaso y los 500 millones de personas en riesgo de morir de hambre han sido abandonadas a su suerte. La cumbre convocada por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se cerró sin dar una solución estructural a uno de los problemas que hoy convulsionan al mundo.
La FAO, que desde 1945 tiene el mandato de garantizar la seguridad alimentaria del planeta, gastó varios millones en reunir a representantes de 183 países. Pero el resultado fue una raquítica declaración de intenciones que no toma en cuenta los problemas de fondo. Las 183 delegaciones no pudieron llegar a un acuerdo pues la resistencia de los países ricos a condenar las barreras comerciales y los subsidios evitó dar pasos en esa dirección.
Argentina y Rusia se opusieron a liberalizar las exportaciones; Brasil y Estados Unidos ganaron la batalla de los biocombustibles y evitaron toda alusión negativa. Cuba intentó sin éxito que se incluyera una referencia al respeto del derecho internacional y acusó a Estados Unidos de ser el único país que niega el derecho a la alimentación. Venezuela dijo que el documento final "carece del mínimo espíritu humanitario".
La declaración se saldó con compromisos mínimos: "Luchar por todos los medios para erradicar el hambre", "buscar un comercio más justo”: “reducir a la mitad el número de hambrientos”, lo que motivó la irónica declaración de la iraní Maryam Rahmanian: "Esa declaración no llenará ningún plato". Así y todo, muchos se congratularon de que la agricultura haya vuelto, 30 años después, al primer plano, y reconocieron la necesidad de invertir en el sector agrícola".
La especulación que azota el mercado de alimentos, los monopolios de la distribución, el cambio climático, el proteccionismo y las barreras al comercio, los efectos reales de los biocombustibles y la creación de un nuevo modelo de ayuda, son algunas de las incógnitas que Roma dejó sin resolver. La FAO y la comunidad internacional dieron una señal evidente: no están preparadas para gobernar un negocio que mata de hambre a millones de personas mientras los países ricos, las empresas y los especuladores manejan el mundo a su antojo.
perdon por sonar frivolo con un tema tan sensible, pero leer que la FAO desde el año 45 tiene la mision de garantizar la "seguridad alimentaria" del planeta me suena a esos chistes de quino en que mafalda se caía al suelo de risa despues de leer una frase asi. En todo caso no me cabe duda que muy bien no le ha ido en su mision ( y no es chiste ).
ResponderBorrarjose luis