Resultados del Totalitarismo Económico

Las magras cifras de crecimiento que está teniendo el país y la fuerte probabilidad de que el PIB 2008 no llegue al 4%, la inflación siga en el 8% y el desempleo se dispare al 9%, pone en jaque el llamado “segundo tiempo” del gobierno y puede ocurrir que ni siquiera le alcance para una definición a penales.

No se saca nada con que el cobre se venda en torno a los 4 dólares la libra si la ganancia neta del Estado no llega al 20% y el dólar se ha depreciado otro 20% mientras el petróleo se ha encarecido más de un 50%. Si bien las cifras “macros” del llamado equilibrio estructural son favorables hasta Hoy: bajo endeudamiento externo del sector público, reservas por 30 mil millones de dólares y balanza comercial con superavit gemelos, no es suficientes dado el pobre desempeño de las pymes, el aumento del desempleo y el ataque por los flancos que recibimos de la crisis alimentaria.

El mundo entero está sufriendo las consecuencias de un modelo económico cortoplacista en lo real e instaurado por la fuerza y que sólo buscó beneficiar a los dueños de la riqueza. En estos 30 años de libre mercado y laissez-faire a ultranza, pregonados como verdadero racionalismo, se han cometido los actos más flagrantes e irracionales sobre el desarrollo. Ahora vienen los lamentos. Y el Banco Central compra 8 mil millones de dólares para detener la inevitable caída de la divisa en vez de apoyar a la pymes cuando fue necesario.

El cierre de Oveja Tomé, Cerámicas Cordillera y otras empresas que aportaban valor y empleo, equivale a perder un par de penales cuando el marcador aún estaba con la cuenta limpia. Incluso el cierre del mineral de Lota ya comienza a ser cuestionado a raíz de los altos costos de la energía, sin contar el daño estructural a esa zona fruto del desempleo y la marginación.

Y es que el modelo económico es acérrimo enemigo de la planificación y el centralismo mirado a largo plazo. Así es como la FAO, pese a saber que los stock de alimentos se hallaban en su nivel más bajo en 20 años, no pudo convencer a la ONU ni al FMI para aplicar medidas proactivas cuando aún era posible. Y resulta que la crisis alimentaria está recién comenzando y tendremos crisis hasta el año 2015. El fundamentalismo de mercado se ha convertido en el verdadero terrorismo de la economía y del mundo. Una suerte de totalitarismo tan salvaje y destructivo como el capitalismo que defiende.