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jueves, 1 de mayo de 2008

La historia del 1° de Mayo, un día marcado por la sangre


El día del trabajo, que se celebra hoy en casi en todo el mundo, tiene una historia manchada de sangre y muerte. Su origen está en los movimientos sindicalistas formados bajo el impulso de la Primera Internacional y las ideas de Marx sobre la fuerza de trabajo, en la segunda mitad del siglo XIX. Esta es una época de pleno crecimiento de las grandes industrias y con una vertiginosa expansión de las ciudades que genera el abuso y la explotación de importanrtes contingentes humanos. En ese contexto, los trabajadores estaban totalmente desamparados trabajando hasta 16 horas diarias y con salarios miserables.

Esta situación de abuso y explotación patronal generó la creación de sindicatos para defender los derechos laborales. En noviembre de 1884 se celebró en Chicago el IV Congreso de la American Federation of Labor. Aquí se propuso que a partir del 1 de mayo de 1886 se obligaría a los patrones a respetar una jornada laboral de 8 horas diarias advirtiendo que de no ser así se recurriría a la huelga indefinida.

El presidente Andrew Johnson, a favor de la propuesta, promulgó la ley que establecía la jornada de trabajo en 8 horas diarias. Sin embargo, los empresarios se negaron a ella y así fue como más de 350 mil trabajadores fueron a la huelga y paralizaron al país. Marchas, disturbios y enfrentamientos se produjeron entre el 1° y el 4 de Mayo de ese año, con un saldo de 38 muertos y 120 heridos. Los siete principales dirigentes laborales fueron condenados a muerte el 9 de octubre de 1886 y cinco de ellos fueron ahorcados el 11 de noviembre de 1887.

Después de realizarse la Segunda Internacional en julio de 1889, en París, se fijó el día 1° de mayo como el día de ratificación de los derechos de los trabajadores. Al año siguiente, en Berlín, quince naciones sentaron las bases para velar por el buen arbitrio de las leyes laborales y crearon la Oficina Internacional del Trabajo que más tarde pasó a ser la OIT, con residencia en Ginebra y bajo supervisión de la ONU.

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