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domingo, 2 de noviembre de 2025
Operaciones especiales
Nahia Sanzo, Slavyangrad
El viernes causó cierta sorpresa el hecho de que en la reunión pública que escenificó Volodymyr Zelensky con la inteligencia ucraniana estuviera presente Vasyl Malyuk, director del SBU, pero no Kirilo Budanov, director del GUR, la inteligencia militar ucraniana. La ausencia de Budanov era aún más notoria teniendo en cuenta que una de las operaciones de las que ambas inteligencias se jactaron durante la reunión fue conjunta y supuestamente exitosa. La inteligencia ucraniana alegó, sin aportar ningún tipo de prueba, haber destruido un misil ruso Oreshnik. El evento fue utilizado para contrarrestar las malas noticias que llegaban de Pokrovsk y Kupyansk, dos ciudades importantes para Ucrania y donde sus tropas viven una situación que se ha deteriorado notablemente esta última semana. Como suele ocurrir, en momentos adversos, Kiev trata de contraprogramar con buenas noticias, sean reales o imaginarias, e insiste en que todo se encuentra bajo control, no hay riesgo de cerco ni se va a dar órdenes de retirada de las tropas. El evidente nerviosismo del lenguaje corporal de Zelensky traicionaba el discurso de normalidad y triunfalismo que quería transmitir el Gobierno ucraniano.
Por la noche, con la confirmación por parte de varias cuentas de seguimiento de la guerra y periodistas occidentales como Oliver Carroll, corresponsal de The Economist, se explicaba la ausencia de Budanov en la reunión de Kiev. “Se rumorea que la inteligencia militar ucraniana está llevando a cabo una audaz contraofensiva cerca de Pokrovsk para reabrir importantes líneas logísticas. Algunos vídeos que me han compartido muestran, supuestamente, un lanzamiento de suministros desde helicópteros en zonas que Rusia afirma controlar”, escribió Carroll, que añadía una explicación necesaria. “No he podido verificar los vídeos de forma independiente”, insistía. Con un poco más de triunfalismo, cuentas de propaganda como Visegrad 24 explicaban que “cerca de Pokrovsk, las fuerzas especiales y la aviación de la inteligencia militar ucraniana han lanzado una compleja operación aerotransportada. Fuentes de las Fuerzas de Defensa confirmaron a los medios ucranianos que unidades de asalto de inteligencia han entrado en zonas de la ciudad que los generales rusos habían declarado previamente capturadas”. La realidad de la batalla urbana, especialmente en un contexto de amplio uso de drones, peligro mortal para todas las tropas de uno y otro bando tanto en el frente como en una franja cada vez más amplia de territorios cercanos a la línea de contacto, es de ausencia de un frente real y una batalla caótica hasta expulsar a las tropas enemigas, ya sean las ucranianas para capturar la ciudad o las rusas para revertir los avances de las últimas semanas.
En una lucha de pequeños contingentes, guerra aérea y lucha por el dominio tanto del territorio como del cielo sobre él, las posibilidades de movimiento de grandes convoyes blindados o grupos numerosos de tropas es difícilmente viable, lo que deja como opciones tanto operaciones de bombardeos masivos u operaciones de fuerzas especiales. El equilibrio de fuerzas en términos de potencia de fuego favorece a Rusia, por lo que Ucrania ha optado por la segunda opción. Aunque los detalles siguen siendo escasos, las imágenes que se han publicado muestran el uso de uno de los tres helicópteros Blackhawk -conocidos en parte por el incidente que se produjo en Somalia, donde las tropas estadounidenses fueron emboscadas, historia que quedó plasmada en una conocida película- en manos del GUR de Budanov para infiltrarse en la ciudad. Según los medios que han tenido acceso a información, el helicóptero transportaba un grupo Operaciones de Fuerzas Especiales, considerado la élite de las fuerzas especiales de Ucrania, para su infiltración en la parte nororiental de Pokrovsk, marcada en los mapas de DeepState en tono gris, es decir, con presencia, pero no completo control ruso.
“Ucrania ha enviado fuerzas especiales para llevar a cabo operaciones militares en la parte oriental de la ciudad de Pokrovsk, que se encuentra sitiada”, escribió la agencia Reuters. En las imágenes publicadas, se observa tanto el aterrizaje como la salida de soldados encaminados a cumplir su misión. Por la mañana, AMK Mapping, otra cuenta de seguimiento de la guerra y control del territorio, afirmaba haber geolocalizado a once de los soldados transportados en el Blakchawk. Atacados por drones rusos, los once soldados resultaron, según la misma fuente, muertos o heridos. Esa misma cuenta muestra la geolocalización de la fotografía de Kirilo Budanov publicada por los medios ucranianos, que informaban que el director del GUR, se encontraba cerca de Pokrovsk o incluso en la ciudad. Todo indica que Budanov, que acostumbra a utilizar a sus tropas para misiones con escasas posibilidades de supervivencia mientras observa sus progresos a una cierta distancia de seguridad, se encontraba en Pavlograd, a un centenar de kilómetros del frente. Por la mañana, las cuentas de seguimiento del desarrollo de la guerra detectaban la presencia de nuevos helicópteros en el aire en los alrededores de la ciudad, posiblemente volando a baja altitud para evitar las defensas aéreas rusas.
“En Pokrovsk, las fuerzas especiales del GUR lanzaron un contraataque tras un desembarco en territorio ocupado por los rusos. Ahora intentan recuperar el control de las principales carreteras de acceso a la ciudad; su principal objetivo es restablecer por completo la logística”, escribía otro perfil proucraniano de seguimiento de la guerra, Visioner, que se adhería al planteamiento de la contraofensiva liderada por el GUR que las autoridades ucranianas quieren imponer, pero que solo causará unanimidad en caso de ofrecer resultados.
Según Reuters, la operación del GUR comenzó a principios de esta semana, un dato relevante teniendo en cuenta que, a lo largo de estos días, la situación de las tropas ucranianas se ha degradado aún más. “No hay que confundir las acciones tácticas de las unidades del GUR con las acciones contraofensivas de unidades y formaciones de carácter operativo, ya que los medios de comunicación ya han declarado la victoria de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que están avanzando en Pokrovsk, etc. Sin duda, los combatientes del GUR han hecho un buen trabajo, han llevado a cabo un desembarco repentino y bastante exitoso, pero esto es si hablamos específicamente de las acciones de estas unidades. Al mismo tiempo, no puedo decir que la situación global en la zona haya cambiado desde esta operación”, escribió un conocido oficial de nombre de guerra Alex. Otros oficiales se mostraron horrorizados por el hecho de que el vídeo haya sido filtrado a la prensa, destapando una operación del GUR que pretende ser a gran escala. “¿Creéis que después de eso será posible evacuar a los combatientes del campo de batalla con un «pájaro»?”, reprochó Stanislav Bunyatov.
Por la mañana, de forma posiblemente prematura, el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa daba por derrotado el suicida intento de Budanov, que en realidad forma parte de una operación mayor que, sin duda, va a continuar. Ucrania ha decidido luchar por Pokrovsk, por lo que se puede esperar operaciones similares. En realidad, más importante que el resultado es el objetivo que incluso los medios y cuentas de seguimiento proucraniano reconocían ayer. El término más repetido ayer era “reabrir las vías logísticas”, una formulación inequívoca y más relevante para describir la situación real en la ciudad que cualquier declaración de Valery Gerasimov. Como insistía también el diario ucraniano Strana, que escribe desde un punto de vista mucho más crítico, “a juzgar por el hecho de que las fuerzas especiales del GUR tuvieron que ser lanzadas a la ciudad desde helicópteros, en lugar de entrar a través de un corredor terrestre, ese cerco se ha convertido en una amenaza real”. Por el momento, la audacia de la operación de Budanov ha dejado a varios de los efectivos de sus fuerzas especiales de élite muertos en los alrededores de un Blackhawk y ha puesto de manifiesto que Ucrania precisa de acciones que rozan lo suicida para intentar mantener abiertas las rutas de suministro. Sin embargo, para quienes solo quieren centrarse en lo espectacular y dan por hecho su éxito sin pensar en las consecuencias, las acciones del GUR son una forma de recuperar la esperanza.
“Pokrovsk, lo mantenemos. Mirnograd, lo mantenemos. No hay cerco ni bloqueo de las ciudades”, declaró ayer Oleksandr Syrsky, mostrando mucho más optimismo que sus subordinados. “Un oficial ucraniano de alto rango en la dirección de Pokrovsk afirma que Rusia controla aproximadamente el 60% de Pokrovsk y que la zona gris del mapa de DeepState debería marcarse como controlada por Rusia”, escribió el analista militar estadounidense Rob Lee. Las operaciones especiales son mediáticas y pueden dar resultados, pero la tendencia del frente es difícil de revertir.

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