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domingo, 29 de septiembre de 2024

La estrategia del terrorismo


Manlio Dinucci, Global Reserch

Como un fuego autosostenible, la guerra de Israel en Medio Oriente continúa expandiéndose. Continúan los ataques aéreos y terrestres en Gaza, que han hecho este territorio inhabitable, provocando más de 50.000 muertos , entre ellos unos 20.000 niños, y más de 100.000 heridos, la mayoría destinados a morir porque Israel ha destruido los hospitales. El número de muertes causadas por Israel al privar a la población palestina de alimentos, agua potable y medicamentos es incalculable.

Al mismo tiempo, Israel está "rediseñando" Cisjordania, demoliendo partes enteras de ella con topadoras, matando y aterrorizando a la población con continuas redadas. Ya hay alrededor de 1.000 civiles muertos y 6.000 civiles heridos. Con un genocidio metódico, condenado por la Corte Internacional de Justicia de la ONU, Israel está demoliendo los territorios ocupados que constituyen el Estado palestino. Lo hace con impunidad porque cuenta con el apoyo político y militar de Estados Unidos y la OTAN. La guerra librada por Israel afecta ahora al Líbano: primero los ataques selectivos contra los dirigentes políticos y militares de Hezbollah, luego la masacre con buscapersonas explosivas y walkie-talkies, seguidos de ataques aéreos y terrestres indiscriminados, en los que también se utilizan balas de fósforo blanco contra asentamientos civiles.

La cifra supera las 900 muertes en cuatro días. Particularmente grave en términos de sus implicaciones es el ataque terrorista que utilizó buscapersonas y walkie-talkies explosivos. “Israel ha construido un moderno caballo de Troya”, titula el New York Times, reconstruyendo en líneas esenciales el plan puesto en marcha por los servicios secretos israelíes: utilizaron una empresa con sede en Hungría, BAC Consulting, que se encargó de producir los dispositivos en nombre de una empresa taiwanesa. Junto a los habituales, se producen buscapersonas y walkie-talkies equipados con baterías que contienen un potente explosivo. Comenzaron a ser enviados a Hezbolá en el Líbano en 2022. Fueron detonados los días 17 y 18 de septiembre, provocando decenas de muertos y miles de heridos graves, incluidos quienes se encontraban en las cercanías.

Las consecuencias de este ataque terrorista perpetrado por Israel van más allá del contexto en el que tuvo lugar. En este punto, toda la red mundial de fabricación y distribución de productos electrónicos -incluidos teléfonos móviles, tabletas y ordenadores- puede ser utilizada por cualquiera para realizar ataques terroristas con motivos políticos o criminales. Muchos fabricantes de productos electrónicos subcontratan la fabricación de componentes, lo que dificulta el seguimiento y la verificación de la procedencia de cada pieza del producto final. Cada producto, por tanto, puede transformarse en un arma letal.


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